Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Experimento Letal por Tsubame Asakura

[Reviews - 94]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

mi locura continúa por lo tanto este fic también así que disfruten este cap y dejen reviews ^_^

- no es tu asunto, me voy - dijo el joven pilar central de Seigaku pretendiendo marcharse y dejar sólo a su mejor amigo.

- ¡¡ah no Echizen Ryoma, ni creas que te me vas a escapar sin contarme nada!! - insistió Momoshiro, su amigo le contaría porque le contaría, si no era por las buenas pues a patadas entonces.

- mada mada dane - resonó en toda el área del club de tenis, típico de Ryoma.

El pequeño comenzó a caminar rumbo a la salida, la práctica había terminado, ya todos los miembros del club excepto los novatos se habían duchado y cambiado y se encaminaban a sus casas y a él no le hacía gracia tener que permanecer hasta tarde en la escuela cuando, por obra de algún santo, Tezuka Kunimitsu le había permitido irse en vez de obligarlo a quedarse a recoger como los demás novatos muy a pesar de que fuera un titular y más aún, el mejor.

- ¡¡¡Fujikooooo!!! ¡¡Dime dime, anda!! Soy tu mejor amigo ¿o no, nya? ¡Entonces tienes que decírmelo, nya! - suplicaba Eiji con cara de neko apaleado colgándose de su castaño amigo, cosa que hacía reír al Tensai pero por ningún motivo lo conmovía, definitivamente no le diría absolutamente nada a Kikumaru sobre las repentinas y sorpresivas muestras de afecto entre él y el novato del equipo.

- parece que esta noche va a llover - indicó el Tensai observando las nubes que comenzaban a formarse sobre sus cabezas, una gran sonrisa no se borraba de su rostro al ver el “sufrimiento” de su mejor amigo porque él no quería contarle acerca de su relación con Ryoma.

- ¡¡eso no tiene nada que ver!! Fujikooooo cuéntame, cuéntame ¡¡¡que me cuentes!!! - insistía fastidiado el neko pelirrojo, Fuji sólo reía abiertamente mientras veía como Ryoma pasaba por una situación similar con su mejor amigo, o peor si es que se podía.

- ahhh, está empezando a hacer frío… - dijo Syusuke temblando ligeramente y avanzando hacia donde su pequeño luchaba por despegarse al mono troglodita que no lo dejaba en paz - ¡oi ouji-sama! - llamó la atención del príncipe de Seigaku - vas a enfermarte si andas así de desabrigado - dijo llegando finalmente junto a él mientras se desprendía su jersey de titular con toda la intención de dárselo al pequeño.

- pero si me das tu jersey te enfriarás y no quiero que mi suke se enfríe - alegó el peli verde con una dulce sonrisa ante las embobadas miradas de sus otros compañeros titulares que no se creían lo que veían, esos dos el día anterior ni se volteaban a ver o tan siquiera se saludaban y de la nada ahora resultaba que eran cercanísimos.

- estaré bien, tú necesitas abrigarte - insistió el Tensai mientras comenzaba a quitarse su abrigo pero Ryoma lo detuvo.

- no dije que fueras a estar mal, pero me gusta mi Tensai calientito - respondió el pequeño acercándose a Fuji, simplemente se metió en el abrigo compartiéndolo con el Tensai, dejando que el mayor lo abrasara y lo protegiera de la fría brisa que soplaba cada vez más fuerte.

Juntos salieron del lugar, abrazados y sonrientes ante las atónitas miradas de los demás, primero porque esos dos tenían decenas, no, centenares de chicas besando el suelo donde pisaban y aún así no tenían ojos para ellas mientras preferían una relación homosexual, segundo porque resulta que esa relación era algo repentino y completamente abierta al público, y tercero porque ¡¿quién demonios era ese enano que se dejaba abrazar tan tranquilamente por el castaño?! Porque definitivamente ese no podía ser el frío, distante y arrogante Echizen Ryoma que todos conocían, no, algo le había pasado, había cambiado de la noche a la mañana convirtiéndose en un chico totalmente diferente.

- ¡Inui-senpai! ¿Qué demonios le has hecho a Echizen? ¡Devuélvenoslo! - reclamó Momoshiro, quería devuelta al Echizen “normal”, el que desapareció un día después de tomar se aquella creación azul de Inui más horrible que el Aozu y que regresó sin memoria y comportándose totalmente diferente, al menos en algunas cosas.

- ¡¡sí, sí, devuélvenos al ochibi!! - secundó el pelirrojo neko del equipo, Inui los miraba como diciendo “¿y yo qué culpa tengo?” aunque bien sabía que sí tenía la culpa de lo sucedido.

Ya había analizado una y otra vez su receta viendo cuales habían sido los fallos, estudió a fondo la mezcla creada, ¿cuál había sido el problema? ¿Qué en su jugo había causado la pérdida de memoria del peli verde y su actual comportamiento? Esas preguntas lo atormentaron hasta que decidió encontrarles una respuesta, dando con una verdad aún menos alentadora de lo que ya parecía, había descubierto algo más en aquella receta, un posible efecto secundario que afectaría, y por mucho, el resto de la vida del joven príncipe del tenis.

- debo hablar con ellos… - se dijo a sí mismo Inui mientras caminaba rumbo a casa apuntando quién sabe qué cosas en su libreta, prometiéndose mentalmente no olvidar que debía llamarlos para que se reunieran y explicarles todo acerca de los efectos secundarios que podía tener el ingerir demasiado de aquel jugo como lo había hecho Ryoma.

Momoshiro y Kikumaru se fueron juntos a comer hamburguesas, el neko invitaba, como siempre pero esta vez lo hacía por voluntad propia. Ryoma había pasado de la invitación por ese día pues ya tenía planes para el resto de la tarde que consistían básicamente en pasar la mayor cantidad de tiempo posible a solas con su precioso Tensai.

Oishi y Tezuka se marcharon juntos hablando tranquilamente como los buenos mejores amigos que eran, por su lado Kaidoh salió a correr sus diarios 10 kilómetros pos entrenamiento y Kawamura se marchó rápidamente hacia el restaurante de sushi. Los novatos excepto Ryoma hacían la limpieza y recolección en las pistas y ordenaban los vestidores, todo el resto del club ya se había marchado. Era una tarde normal, todos hacían lo de siempre, todos menos los número 2 y 3 del equipo, el novato y el Tensai.

- o-oye para… ah suke ah… aquí no ah - decía entre gemidos el peli verde, era tarde ya, se encontraban en un solitario parque, casi a oscuras pero si por alguna casualidad del destino alguien llegara a pasar por allí podría verlos.

- aquí sí, si no te importó que tu primera vez fuera en los vestuarios del club no tiene por qué importarte que lo hagamos aquí la segunda vez - el Tensai sonreía seductoramente mientras acariciaba sin pudor alguno el miembro cada vez más despierto de su pequeño y lo besaba con ardor teniéndolo recostado contra un árbol con las suaves pero fuertes piernas del menor firmemente aferradas a su cintura.

- ah eres un… exhibicionista ahhh… - protestó Ryoma provocando una sádica risita del Tensai, había sido eso o tal vez era que el castaño acababa de detectar con su radar especial “anti intrusos” a aquel par de curiosos que inocentemente pasaban por ahí, viendo aquella escena y escondiéndose rápida y silenciosamente mientras los colores de sus caras variaban desde rojo pálido hasta morado.

- a ti te gusta esto, eres un niño malo también - susurró en el oído del pequeño, bajo ningún concepto le diría que había espectadores observando el show desde la primera fila pues no tenía ganas de marcharse a casa sin haber saciado por completo los deseos de su cuerpo, además seguro que eso le enseñaba a sus mejores amigos a no meterse demasiado en la relación que llevaban.

Momoshiro cambiaba de colores como un camaleón mientras Kikumaru parecía estar en completo estado de shock, escondidos en unos arbustos ambos chicos observaban como aquel comúnmente frío novato ahora se retorcía de placer atrapado entre el tronco de un árbol y el cuerpo de Fuji y como el castaño devoraba aquel pequeño y tembloroso cuerpo semidesnudo provocando intensos gemidos por parte del menor. Querían marcharse de ahí cuanto antes pero sus cuerpos simplemente no reaccionaban, no podían moverse de donde estaban ni dejar de ver el interesantísimo espectáculo de exhibicionistas que se presentaba ante sus ojos.

- ah… ah suke… deja de... ah jugar… - pedía el pequeño apretándose más contra el cuerpo de Fuji - entra ya… - ordenó. Syusuke liberó una traviesa sonrisita, moría por ver las caras de esos dos en ese momento pero más deseos tenía de sentirse dentro del pequeño, ese estrecho y caliente cuerpo que poco a poco fue rodeándolo por completo a medida que lo penetraba provocando leves quejidos de dolor que se mezclaban con aquellos profundos e intensos gemidos de placer que manaban de la garganta de Ryoma.

“¿qué estoy haciendo? ¿Por qué no puedo irme y dejar de verlos? Esto está mal”, pensaba Momo tratando de apartar la vista sin lograr el más mínimo avance, Eiji se encontraba en las mismas condiciones. Fuji se destornillaba de risa internamente mientras sentía como esa situación lo estimulaba más y más, exhibirse de esa manera simplemente lograba ponerlo aún más excitado. Por su parte Ryoma estaba inmerso en ese mundo de color rojo pasión en el que sólo existía el placer absoluto, el éxtasis total, ese mar de lujuria y desenfreno, ese cielo al que el Tensai lo subía con sus profundas y certeras embestidas. Quería más y lo demostraba apretándose contra las caderas del Tensai y besándolo ardorosamente, como si no existiera un mañana.

- ah suke ahhh… ya no… no puedo más ahhh - y tras un par de embestidas más Ryoma se corrió en medio de el gemido más perfecto que el Tensai hubiera escuchado en sus 14 años de vida.

No tardó más en dejarse embriagar por aquella fascinante sensación de ser apretado por las calientes paredes internas del pequeño, escuchando los jadeos y sintiendo los espasmos de placer de Ryoma.

- pero que pequeño más intenso… me encantas - susurró caliente al oído del peli verde y dando una última y profunda embestida se corrió su interior. Ryoma se arqueó hacia atrás al sentir el caliente orgasmo del castaño, le fascinaba sentir cuando Fuji se corría en su interior, nada mejor, nada más placentero.

El ambiente comenzó a enfriarse minutos después cuando Ryoma se hubo vestido y el Tensai, ojeando disimuladamente hacia unos arbustos, se llevó al pequeño para entregarlo “sano y salvo” a sus padres tal y como hubiera prometido horas antes para que le permitieran estar hasta más tarde fuera de casa.

- yo creo que… ya va siendo hora de que… me vaya a casa… - susurró todavía en shock el pelirrojo aún sin poder moverse completamente bien pero sintiendo cierta incomodidad entre sus piernas que no pasaría inadvertida para Momo si no fuera que el oji violeta se encontraba en las mismas condiciones que su senpai.

- s-sí yo… yo también debo irme ya… a mi casa… es tarde - afirmó el morocho asegurándose de que nadie lo viera antes de ponerse de pie y comenzar a caminar alejándose del lugar en dirección contraria a la que Kikumaru se dirigía y al igual que el pelirrojo, tomando una calle que ni en un millón de años lo llevaría a su casa.

- que divertido es hacerlo al aire libre ¿no? - dijo entretenido Fuji mientras abrazando a su ahora dolorido Ryoma se acercaban a la casa de este.

- cállate, pervertido exhibicionista, corrompedor de niños sanos - regañó en broma el peli verde sintiendo su rostro arder y arrancando una carcajada del oji azul, de verdad, llevaban solo 2 días como pareja y el castaño ya hacía ese tipo de cosas… aunque no negaría jamás que le encantaba y volvería a hacerlo si tan solo no tuviera que estar en casa a las 23:00 hs en punto, ni un minuto más, ni un segundo de retraso o no volvería a salir tarde nunca más y, siendo honestos, ese parque y más precisamente ese árbol volverían a ser testigos de aquella pasión una y otra vez a partir de esa noche.

Notas finales:

etto... listop! dejen rw xfis! mi imaginación se alimenta de sus reviews, si no alimentan mi creatividad no podré escribir como es debido!

hasta el siguiente cap!


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).