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Experimento Letal por Tsubame Asakura

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Notas del capitulo:

mmm bien aka la conti ^_^ disfrútenlo (si es que se puede...)

25 horas habían pasado, eran ya las 7 de la tarde y en la casa de los Echizen nadie había podido conciliar el sueño desde el día anterior, ni Karupin que al parecer estaba tan preocupado como los demás por la ausencia del miembro menor de la familia. Rinko estaba al borde de las lágrimas a la vez que trataba de no alterarse más, Ryoga, que luego de mucho tiempo había regresado a la casa pues había sentido nostalgia por aquellos que le habían abierto las puertas de su hogar, consolaba a Nanako que era ya un saco de nervios mientras Nanjiroh recorría las calles y los lugares que Ryoma solía frecuentar.

- ¿dónde estás, Ryoma? Aparece ya - pedía el vago monje queriendo que el pequeño escuchara sus palabras y regresara a casa.

Momoshiro se encontraba en las pistas de tenis callejero, tenía la esperanza de encontrar allí a su despistado mejor amigo y que todo ese asunto terminara de una vez, él tampoco había pegado el ojo desde que la madre de Ryoma lo llamó para preguntar si su hijo estaba es su casa. De igual manera todos los miembros del Seigaku y amigos del pequeño peli verde lo buscaban incansablemente.

A las 52 horas de su desaparición, Ryoma se encontraba tranquilamente dormido en el banco de un jardín privado muy lejos de su casa. El cálido sol a esas horas de la mañana no parecía afectarle en lo más mínimo, al contrario, era agradable sobre todo para su frío cuerpo que había tenido que soportar otra noche a la intemperie.

Un chico pálido de cabellos añil y ojos violetas con gran afición hacia las plantas, se disponía a pasar el resto de la mañana cuidando de su precioso jardín como cada sábado cuando se encontró con el dormido rostro de alguien a quien no se hubiera imaginado jamás encontrar en ese lugar.

- ¿Echizen? - se preguntó a sí mismo.

Sanada acababa de llegar a casa de Yukimura para entregarle el plan de entrenamientos para lo que restaba del año, grande fue su sorpresa al encontrar a su compañero y amigo luchando para despertar a un niño que se había quedado dormido en su jardín y que resultó ser ni más ni menos que aquel novato que le había arrebatado con sus propias manos el tercer campeonato consecutivo al Rikkaidai.

- Sanada, buenos días ¿podrías ayudarme con esto? - pidió Yukimura señalando al peli verde que aún se encontraba en lo más profundo de su sueño.

- ¿puedo saber que pasó? - averiguó el morocho cargando con gran facilidad el pequeño cuerpo.

- eso quisiera yo saber, me lo encontré aquí - respondió el oji violeta.

El teléfono de Bunta sonaba sin cesar, finalmente el peli rosa contestó la llamada de su capitán quien le pidió que consiguiera el número de algún miembro del Seigaku. Inmediatamente Marui llamó a Jirou, quien era fanático de Fuji y este le dio el número del Tensai de Seigaku. Así minutos más tarde y tran una cadena de llamadas para conseguir un simple número el castaño que en ese momento cuidaba de sus cactus en espera de alguna noticia de Ryoma, supo que el peli verde se encontraba en casa del capitán del Rikkai, algo de lo más inesperado pero a esas alturas nada le extrañaba viniendo del ochibi.

Sin siquiera avisar a los padres de Ryoma, Fuji viajó hasta Kanagawa, buscando la casa de Yukimura prácticamente corrió por tantas calles que su cuerpo quedó exhausto.

Finalmente había llegado, la pulcra fachada de la casa dejaba notar que se trataba de una de esas familias que sin necesidad de tener dinero de sobra eran ejemplares, llamó a la puerta y se acomodó un poco la ropa y el cabello todo revuelto por el viento, poco después el serio rostro de Sanada apareció tras la puerta.

- ¿es costumbre de su novato desaparecer y perder la memoria? - preguntó Yukimura mientras lo guiaba hacia la habitación donde Ryoma ahora comía algo, aún medio adormilado.

Fuji no comprendió a qué se refería el oji violeta hasta que vio a Echizen, otra vez aquella mirada inocente y confundida que ya no mostraba esa tenacidad y arrogancia con la que el pequeño solía mirar, nuevamente no lo conocía, nuevamente no sabía ni donde estaba parado.

Tras hora y media de esperar un tren mientras le explicaba al peli verde que llevaba días desaparecido y su familia estaba muy preocupada, finalmente se dirigían a Tokio. Nanjiroh, Rinko, Nanako, Ryoga y hasta Karupin esperaban ansiosos en la estación, sobre todo Nanjiroh que estaba completamente decidido a darle la paliza de su vida por preocuparlo tanto. Apenas bajó del tren el peli verde se vio rodeado de gente desconocida, ante sus ojos aquellas personas no eran nadie familiar.

- ¿ellos quienes son? - preguntó tímidamente, de pronto la bola de pelos que cargaba una chica de cabello azul saltó hacia él con alegría, a él si lo recordaba, era su tan querido gatito que le daba la bienvenida de la forma más efusiva que recordara.

- ellos son tu familia, Echizen - respondió el Tensai - pronto los recordarás a todos, ya verás - le sonrió, el peli verde se veía algo asustado.

Al final el Echizen más viejo se resistió de mandar a volar a su hijo 100 metros atrás de un golpe pues aquellos ojitos confundidos no eran los de su niño, sobre todo cuando no era capaz de reconocerlo a pesar de ser la pesadilla diaria del menor. Fuji tuvo que explicar todo lo que sabía, que no era mucho, y el motivo por el que había ido personalmente a buscar a Ryoma pues a su padre no le sonaba normal.

- no es mi Ryoma, no es él. Quiero que regrese mi novato - decía Fuji sin poder conciliar el sueño, a su lado el ochibi dormía pacíficamente, o así se suponía que era puesto que en realidad estaba despierto aunque mantuviera los ojos cerrados.

- ¿tu Ryoma? - preguntó tímidamente el menor, el rostro de Fuji al instante tomó colores tan intensos que parecía que explotaría en cualquier momento - ¿por qué soy “tu” Ryoma? - curioseó más el pequeño.

- creí que dormías… no hagas caso a lo que oíste - dijo nerviosamente el Tensai al no saber cómo responder, jamás se había imaginado en una situación así.

- pero dijiste que soy tuyo ¿Por qué? - insistió Ryoma, Fuji apretó los puños y contuvo la respiración con los ojos cerrados tratando de contenerse pero le resultó imposible y en un segundo Ryoma se vio aprisionado entre los brazos de su senpai quien lo besó repentinamente.

- por eso - respondió el castaño finalmente luego de separarse de los labios del sorprendido Echizen - aunque en realidad tú no eres mío, ni siquiera eres tú mismo, si lo fueras ya me habrías dado el golpe de mi vida por robarte tu primer beso - rió el Tensai pero con una triste expresión en su rostro.

Ryoma no volvió a abrir la boca a pesar de que Fuji le hablaba y se disculpaba por haberlo besado tan repentinamente, simplemente se acostó, le dio la espalda y fingió dormirse nuevamente, minutos después sintió el silencioso sollozo del castaño a sus espaldas. Syusuke había decidido quedarse con Ryoma hasta que recuperara la memoria pues por algún motivo no se sentía cómodo estando a solas entre tanto “desconocido” pero ahora el castaño ya no sabía si había sido una buena idea, seguro que el pequeño ya no querría verlo ni en pintura, sin duda lo repudiaría, lo alejaría de su vida tan pronto como saliera el sol, acababa de demostrarlo al actuar de esa forma tan esquiva.

Notas finales:

así queda por ahora, espero que les guste y trataré de actualizar tan pronto como pueda.

acepto críticas y/o sugerencias.

chu ♥


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