En aquella mañana lluviosa, una mañana de invierno, Sasori dormía plácidamente en su cama, soñando...con mujeres... eso se terminó cuando su alarma sonó, marcando las 7 de la mañana, a la hora que se tenía que levantar para ir al colegio.
Sasori se despertó, mirando al reloj con odio. Sacó un brazo de abajo de aquellas abrigadas y gruesas frazadas de invierno y golpeó al reloj, haciendo que se calle y deje de hacer ruido.
-Maldito reloj, me interrumpes en mis sueños eróticos- Se quejó y se volvió a tapar hasta la cabeza.
5 minutos después, su madre abrió la puerta y le gritó, destapándolo totalmente.
-MAMÁ! Por qué me haces esto?- Se quejaba Sasori tratandoo de taparse con los brazos.
-No me has escuchado? Te estuve llamando por 10 minutos para que bajes a desayunar!- Gritaba furiosa su madre mientras lo movía para todos lados.
-Ya entendí mamá, ya me levanto, perdón, perdón, pero déjame!- Gritaba Sasori.
-Lo siento mi querido pelirojo...- Dijo su madre dándole un beso en la frente.
Lo miró tiernamente y se fue por la puerta.
-"Las mujeres si que son raras..."- Pensó Sasori con una gotita estilo ánime.
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Sasori bajó por las escaleras hasta llegar al comedor de su casa.
-Adiós Sasori- Se despidió su padre, despeinandole los pelos.
-Agdiós- Dijo Sasori con la boca llena.
-No lo despeines, que tiene que ir prolijo al colegio- Dijo su madre frunciendo el ceño.
Agarró el peine de pelos y arregló a su hijo.
-Ay mamá, no es necesario...- Dijo Sasori tratando de sacar las manos de su madre de encima.
-Que dijiste joven?- La voz de ella sono muy amenazante.
-Emm...nada...yo....- Dijo Sasori nervioso.
-Así me gusta- Le regaló una sonrisa y siguió peinándolo.
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-Adiós hijo!- Gritó su madre desde la puerta de la casa.
Sasori ni la miró, solo siguió su camino.
-Dije adiós, o sino adiós a tu computadora- Dijo su madre.
Sasori reaccionó al instante, se dio la vuelta y agitó su mano en el aire, si no lo hacía, sabía que su madre sería capaz de cualquier cosa...
-Así me gusta!-
La vió entrar en la casa y luego volvió a girar su rostro al suelo, con la típica cara de serio.
Camino 15 minutos y llegó al colegio en hora y entró a su salón de clase.
Esa clase sí que rea un alboroto, no se podía ni hablar en secreto, porque tampoco se escuchaba.
-Callados chicos, hoy hay un nuevo alumno-
Todos se callaron al instante, para ver quién era.
La puerta se abrió y dejó ver un chico no tan alto, rubio y de ojos celestes, hermoso...
Muchas chicas murmuraban cosas, como: "Ay que guapo es" o "Será mio" o tambien "No, será mio", o "Veamos quien se lo queda"...
En cambio loos chicos: "Jejei! un chico más para molestar a los nerds" o "Acuérdate que tiene que ser muy poco estudioso para que entre en nuestro equipo..."
En fin, Sasori le pareció un chico cualquiera, pero le dióo un pequeño vistazo más, y nootó a alguien familiar...
-"Es él? No no no, no es él, no puede ser..."- Pensó Sasori.
-Y como te llamas, lindo?- Dijo una de las chicas.
El rubio la miró, era hermosa...
-Me llamo Deidara...- Respondió el rubio.
-Oh, que hermoso nombre, y él jijiji...- Las chicas reina suavemente...
-"No puede ser! Si es él"- Se sorprendió Sasori.
-Siéntate allí, al lado de aquel chico- Dijo el profesor señalando a Sasori.
Deidara lo miró y abrió los ojos como platos, era Sasori?
Se fue a sentar junto a él y lo miró.
-Oh, lo siento chicos, me voy por unos minutos, ya vuelvo- Dijo el profesor saliedo por la puerta, y todos empezaron a hablar, sin dejar de hacer ruido.
-Sasori?- Dijo el rubio mirando sorprendido al pelirojo.
-Deidara?- Dijo Sasori.
Deidara sonrió y se lanzó a abrazar a su amigo de la infancia.
Sasori respondió al abrazo, se quedaron por un momento hací.
Deidara se separó y lo miró a los ojos.
-Cuanto tiempo, como has estado?- Preguntó Sasori.
-Excelente, pero nunca pensé que me iba a encontrar con tigo de vuelta!- Dijo Deidara verdaderamente felíz.
-Me acuerdo de aquel día...- Dijo Sasori mirando a un punto no fijo.
C O N T I N U A R Á...