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La isla bonita. por Naoko-san

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Notas del fanfic:

Disclaimer; Pertenece a Masashi Kishimoto.

 

Notas del capitulo:

¡Espero les guste!

 

Estaba cansado, no quería estar allí trabajando.
Suspiro de mala gana, cerro su computador, lo guardo y se fue a acostar un rato, necesitaba descansar, el estrés lo estaba carcomiendo.
Cerró los ojos, no tenía deseos de trabajar más; sólo dormir.
Necesita volver; volver a aquella isla, la isla bonita.
Espero a que llegase su prometida, necesitaba comunicarle que su relación no daba más, que hasta ahí no más llegaba su amor.
¿Por qué terminar con ella?
Se había enamorado de alguien más; no, no de cualquier alguien, de alguien con ojos como la noche.
Y ese alguien, estaba a miles de kilómetros, en una isla cualquiera; la isla bonita.
Suspiró de mala gana, y pensar que le había conocido gracias a su prometida.

Hace unos dos meses, su prometida llego efusiva, con una sonrisa adornando aquel rostro angelical, y en mano traía un boleto.
_ ¡Naruto!—gritó—. ¡Mira lo que tengo!
El rubio, la miro y no entendía que pasaba.
_ ¿Qué ocurre Hinata? —le preguntó.
Esta le abrazo, sin soltar aquel dudoso papel.
_ ¡Te conseguí un boleto para irte de vacaciones! —le miró.
_ Gracias—sonrió—. Es muy lindo de tu parte, pero…
La chica se sonrojo, había olvidado su personalidad tímida por unos instantes, la emoción del momento.
_Necesitas ir, tienes estrés—comentó casi tartamudeando—. Por favor.
Lo pensó, había estado teniendo muy mal humor durante semanas, apenas dormía, tenía demasiado trabajo ya que quería costear la boda soñada de su prometida, aunque ésta negase que era necesario todo aquello, él quería lo mejor para ella.
Tomo el boleto, le planto un beso en la mejilla y la abrazo.
_Muchas gracias—la tenía aún abrazada—, no sé que haría sin ti.
_Na-Naruto-kun—tartamudeo nerviosa, sonrojada, obviamente estaba muy enamorada de él.
Su historia de amor se resumía a la secundaria, ella se le confeso con mucha vergüenza, y el después de rechazarla estuvo pensando en ella por bastante tiempo, una linda historia.
Lastimosamente, no trata de esa historia de amor; si no de otra un poco más…excéntrica.
Luego de eso, Naruto hizo sus maletas a obligación de su novia, el boleto era para unos días más, hizo su papeleo y dejo claro que iba a estar dos meses fuera del país, sólo sabía que su destino era una isla en el continente latino americano, en una isla llena de pasión y baile.


El no conocía mucho de español; casi nada, pero tenía que ir, se lo había prometido a Hinata.
Iba caminando por el aeropuerto abrazado a su novia, con sus maletas en cada mano y en silencio, ésta estaba muy feliz por que él podría descansar, luego pensaría en su boda soñada.
El vuelo partiría en diez minutos, él se agacho y la beso en los labios, un beso dulce y casto.
_Adiós—hablo él—, te quiero.
_Te amo—se sonrojó la chica.
Para él era difícil decir “te amo”, no es que no la amase, si no, no se estaría casando con ella en tres meses, pero era raro, no se sentía listo, y ella lo comprendía.
Abordó el avión, ella mirándolo con alegría, lastima que no sabrían lo que ese viaje significaría; la ruptura de un romance escolar.
Llego a la isla unas horas después de partir, había dormido en todo el trayecto, por lo que sólo quería pasear por allí, fue a dejar sus cosas al hotel—todo pagado ya por los patrocinadores que regalaban el boleto en un concurso—, y fue a ver que pasaba.
Paseo por el pueblo, era un lugar lindo, habían mujeres bailando, hombres cantando en español, con bastante alcohol en la sangre, era de noche pero hacía calor, las estrellas alumbraban perfectamente y el fuego de una fogata reciente, siguió caminando buscando que hacer.
Llego a un parque, gran parque, un lugar con mesas, era un tipo de restaurante al aire libre, adornado con una fogata, y música latina.
“¿Cómo puede ser verdad?” cantaba el latino, bailando con una chiquilla más baja que él, de ojos como el desierto, se movían al son de la canción.
No entendía español, no mucho, pero también cantaban en inglés, por lo que iba entendiendo más o menos la canción.
Se sentó en un puesto vacío, admirando el espectáculo.
Era un lugar muy alegre, enseguida llego un chico para preguntarle que iba a querer.
Naruto no le presto atención, estaba mirando el espectáculo, el chico carraspeo y le miro.
Era precioso.
Era de ojos negros, piel pálida y cabello ordenado, caía en un flequillo, la nariz respingada y pestañas largas; era muy atractivo.
Vestía solamente un pantalón negro, nada cubriendo su torso, tenía un menú en su mano, carraspeo nuevamente al sentirse observado, demasiado observado.
_ ¿Qué va a querer señor? —preguntó.
_...—no entendió mucho.
_ ¿Extranjero? —Preguntó—, inglish, maybe?
Negó con la cabeza el rubio.
_Japonés—respondió en su idioma.
_Ah, de Japón—contesto en el mismo idioma—, tienes suerte, también hablo japonés.
El chico le paso el menú, y le iba explicando que era cada cosa, ya que el rubio apenas podía entender lo que leía.
_ No pareces japonés—comentó el chico de ojos negros.
_Mi padre era norte americano, mi madre japonesa, véase que nací yo—dijo sonriendo.
_ En fin—suspiro, estaba perdiendo mucho tiempo—. ¿Qué vas a ordenar?
_ tráeme dos cervezas—pidió.
_ ¿Dos? —preguntó.
_Una para ti—agregó—. Claro, si tienes tiempo.
Lo examino, el otro sabía que el rubio era muy, muy atractivo, por lo que lo pensó y termino aceptando.
Luego de esperar unos minutos, llego el chico de ojos negros, se sentó frente a él y abrió las cervezas.
Se quedaron en silencio, Naruto observaba como bailaban una alegre danza; llamada “salsa”
La chica movía sus caderas al son de la canción que cantaba el chico, Naruto noto como se miraban.
Estaban enamorados.
Sonrío, se preguntaba si él se veía así cuando estaba con Hinata, pero…se dio cuenta que no.
_ ¿Cómo es que has terminado aquí? —preguntó el otro.
_ Mi novia me dio un boleto para venir—comento.
El otro se quedo callado ante la mención de la palabra “novia”.
_ ¿Cuál es tu nombre? —preguntó Naruto.
_Mi nombre es Sasuke—dio un sorbo a su cerveza—, Sasuke Uchiha.
_El mio es Naruto—habló—, Naruto Uzumaki.
Siguieron bebiendo, hablando trivialidades, sobre cosas vanas, de cómo era el lugar, Sasuke le explico el orden de las cosas, las tradiciones y le pregunto si necesitaba algún guía turístico.
_ ¿Cómo terminaste tú aquí, Sasuke? —Preguntó— ¿Eres japonés?
_Sí—respondió—, soy japonés pero estoy aquí por que mi madre es Chilena, mi padre es japonés, se conocieron en Chile, se enamoraron pero como no sabían en que país quedarse, pasaron tiempo en Japón y en Chile, yo nací en Japón, pero luego se aburrieron de los mismos lugares y se vinieron a ésta isla.
Explico, era interesante su historia, de alguna forma encontrarse con alguien quien será tu compañero el resto de tu vida, que se encuentre al otro lado del mundo, era tan…mágico.
_Este lugar es precioso—sonrió.
_Lo sé—respondió Sasuke.
Naruto se quedo mirando como bailaba la gente, eran las una y media de la mañana, la fiesta recién estaba comenzando.
_ Ese baile se llama salsa—comentó Sasuke.
_ Me gustaría…—se quedo callado.
_ ¿Bailar? —Se río— ¿No sabes como hacerlo, dobe?
_Es obvio que no sé, teme.
Sasuke se rio.
A Naruto le gusto el sonido de aquella risa, era maravillosa.
_¿Qué edad tienes? —pregunto Sasuke.
_Tengo veintitrés—dijo.
_Oh—se sorprendió—. Te ves más joven.
_Sí—sonrió mostrando sus blancos dientes—, ¿Y tú, Sasuke?
_Tengo diecinueve—sonrió de medio lado.
_bah, no eres tan joven—rio Naruto.
Sasuke malpensó aquello por unos segundos, casi se le sube el color a la cara, pero también se rio.
Se levanto, le tendió la mano al rubio que no sabía que quería decir.
_Te enseñaré a bailar, dobe.
Naruto se impresiono, pero no lo pensó dos veces y tomo su mano.
Sasuke lo guio, a través de la música, se movía con gracia, y miro como sus manos tomadas contrastaban perfectamente, una blanca como la luna y la otra bronceada.
“Yo quiero estar donde el sol toca el cielo, a la hora de siesta tu le puedes ver pasar”
Luego de un rato, Naruto le agarro al baile y se movían al compas de la música, Sasuke se movía con gracia, él estaba haciendo el papel de la chica en el baile, no le molestaba mucho, se estaba divirtiendo.
Nadie les prestaba atención, ya que todos estaban bailando, besándose, etcétera.
“Caras bien bellas, donde no importa nada, when a girls love a boy…and boy, loves a girl”.
Le dio una vuelta a Sasuke, la salsa no era muy difícil.
“Last night i dreamt of san pedro, it al seem like yesterday, not far away, tropical the island breeze, all of nature wild and free, la isla bonita”
Terminaron de bailar, se acercaron a tomar algo más de nuevo, Naruto tenía hambre, le consulto al de ojos negros que había de comer.
Se decidió por comer algo de la región, un poco de pescado del mar de allí.
Se sirvió mientras Sasuke tomaba su cerveza, era resistente al alcohol.
_Entonces—habló—. ¿Te enseño la isla?
_Claro—dijo mientras comía—. Me quedaré dos meses, hay mucho tiempo.
_ ¿Dos meses? —Sasuke sonrío complacido.
_Sí, creo que acabo de decírtelo—.
_Lo sé, dobe—ahogo una pequeña risa nasal.
Al rubio esto le gusto, no sabía por que pero sus gestos, su sonrisa—muy escasa—, y el sonido de su risa le encantaba.
_Ya es tarde—habló luego de un silencio.
_ ¿Para ti qué es tarde? —Bromeó Sasuke—, aquí la fiesta termina al amanecer, y comienza de nuevo al anochecer.
_Yo…—miro al de ojos negros, iba a negar la indiscreta invitación a quedarse más, ya que eso entendió, pero al ver aquellos ojos, asintió y respondió con una sonrisa—. Está bien, muéstrame que tiene de mágico ésta isla.
Sasuke también miro los ojos contrarios, eran azules como el mar que bañaba aquella isla, por alguna razón le encantaron, no se sonrojó ni nada, se mantuvo impasible, aunque por dentro algo le estaba comenzando a latir.
Terminaron de comer, y salieron nuevamente a bailar, Sasuke había comunicado que no seguiría trabajando más esa noche, de alguna forma la chica a cargo sólo acepto, luego Sasuke le explico que se trataba de su prima.
Le enseño a bailar al ritmo de las distintas músicas de la fiesta, estaban más tomados que antes, Sasuke cantaba al ritmo y Naruto sólo le miraba.


Por unas horas olvido quién era, sólo para disfrutar la isla, la isla bonita.
..
Despertó al otro día, con una resaca increíble, estaba en el hotel, el sol pegaba contra su frente, las ventanas dejaban entrar el aroma del mar, se levanto y froto los ojos.
Vio una vista increíble, el mar color turquesa se expandía grandiosamente, estaba en el quinto piso, sintió la brisa marina y se dio cuenta que necesitaba relajarse.
Iría a recorrer el lugar, pero recordó a su guía turístico del lugar; Sasuke.
Sonrío al recordarlo.
Se vistió rápidamente, no podía perder tiempo aunque tuviese dos meses, disfrutaría cada cosa de aquel lugar, se relajaría como hace años no hacía.
Luego de vestirse, sintió que su celular sonaba, lo busco y contesto ante un número desconocido.
_ ¿Aló? —preguntó—.
_Soy yo—hablo una voz que no reconoció al instante—, soy Sasuke. Dobe.
_ ¡Sasuke! —inevitablemente su sonrisa aumento.
_Si, soy yo—respondió—. Creo haberlo mencionado.
_No te pongas idiota—bufó—. ¿Cómo estás?
_bien, supongo, aquí—suspiró—. ¿A qué hora estarás listo?
_ ¿Ah? —Preguntó, no entendía nada—.
_ Anoche me dijiste que te enseñara el lugar, estoy esperando a fuera de tu puerta para que salgas y te enseñe el lugar, no tengo todo el día—explicó—dobe.
_ ¿Enserio? —preguntó.
_Sí, es más, tu me diste tu número de teléfono para que te llamase cuando esté listo—suspiró—. ¡Ahora abre la puerta inútil!
Naruto escucho una risa nasal al otro lado de la puerta, se acercó, y efectivamente allí estaba Sasuke.
_Hola—colgó el teléfono.
_Hola inútil—sonrió de medio lado—. Veo que estás listo, ¿No?
_Claro—le saco la lengua infantilmente—. ¿A dónde iremos hoy?
_Te mostraré algunos centros turísticos de la isla, iremos a pescar y tal vez al muelle, es mejor que un acuario.
_ ¿Enserio? —se le iluminaron los ojos.
_Sí—miro al rubio sonriendo de manera tan abrupta, tan radiante que se sonrojo por leves segundos.
_Vamos—anunció.
Naruto cogió las llaves del departamento, su chaqueta y su billetera, se ordeno el cabello antes de seguir a Sasuke que le miraba de reojo.
Le siguió por la calle, miraba a todos lados tratando de mantener el paso de Sasuke, que caminaba bastante rápido, escuchaba a tientas lo que decía, sobre los monumentos y cosas así.
Se divirtieron de gran manera, en los restaurantes más cotizados y exóticos de la ciudad, luego pescaron—Naruto no tenía idea de lo difícil que era estar esperando rato y rato—, y por último al muelle.
Se sorprendió al ver cantidad de peces ir en aquella cristalina agua, tan maravilloso.
El agua era tan transparente, tan clara y tan turquesa.
_¿Sabes nadar? —pregunto Sasuke de la nada.
_Obviamente sí—.
_Bien—sonrío con maldad, Naruto no supo que quiso decir hasta que sintió como Sasuke lo agarraba de la mano, corría hacia la orilla del muelle arrastrándolo, llevándolo con él.
Se zambulleron en el agua, el agua se sentía tan irresistible, por suerte había dejado su chaqueta arriba, o si no todos sus documentos se estropearían, nado hacia Sasuke que le miraba con una boba sonrisa de medio lado, para salpicarle agua.
_ ¡No es justo! —río Naruto.
_ ¡Si lo es! —le saco la lengua en un gesto infantil.
Sasuke le devolvió la salpicada, se le acerco nadando y le tiro los cabellos.
_ ¡Eres todo un crío! —sonrío de manera efusiva el rubio.
_ ¿Será por qué lo soy?
Ante lo último Naruto volvió a reír, a Sasuke le gusto aquello.
Se salieron del agua cuando ya estaba volviéndose el cielo oscuro, y se fueron caminando empapados hacia el departamento del mayor.
El rubio llevaba su chaqueta doblada, tratando de no mojarla mientras escuchaba la estrepitosa risa del otro, era tan raro que el de ojos negros riera tanto.
_ ¡Tu cara! ¡Fue tan graciosa cuando caíste!
_ ¡Fue hace como una hora y sigues recordándolo! —reclamó.
_Me caes bien—le miro a los ojos.
Naruto se perdió mirando al menor, eran ojos tan penetrantes, fueron unos segundos hasta que desvió la mirada, el azabache estaba muy pero muy leve sonrojado—jamás admitiría él que era un rubor—.
_Gracias—respondió—. También me caes bien, por cierto, ¿Vives solo?
Sasuke se desconcertó, negó con la cabeza.
_Vivo con mi hermano mayor, y mis dos primas—.
_Oh, ¿Cómo se llaman? —preguntó.
_Mi hermano se llama Itachi, y mis primas son Jintane y Nakae, son unas odiosas, pero enserio.
_ ¿Enserio?
_ Por algo te lo estoy diciendo, una es “¡Sasuke ayúdame con esto, blá blá blá!” y la otra “¡Tengo ganas de beber, tengo ganas de beber, soy una borracha!” —imitó dos voces chillonas distintas.
Naruto rio por la vana imitación de gente que no conocía.
_ ¿Así tan enserio?
_ Sí, pero mi hermano es peor “¡Sasuke ve a traerme esto! ¡Sasuke ve a buscar a Nakae y a Jintane!” todo el día dándome órdenes, no tolero no tener libertad.
_ ¿No tienes libertad? —Preguntó—, no se te ve tan así.
_No era literal, pero es que como soy el menor siempre ando cumpliendo órdenes , y cosas así—respondió.
_Oh—asintió—, yo pase por algo parecido, mi ex novia me mandaba demasiado, era como su esclavo, pero ahora ya no estoy con ella.
_Ayer mencionaste que estabas de novio—dijo Sasuke—. ¿Es verdad?
_Sí, es más, vamos a casarnos después de que me vuelva a Japón.
_...—se quedo callado.
_ ¿Sasuke? —preguntó luego del incomodo silencio—. ¿Pasa algo?
El susodicho le miro, negó con la cabeza, y empezó a observar el cielo.
_Es precioso éste lugar—aludió la pregunta.
_Lo sé—contestó—, ¿No iras de fiesta hoy?
_No lo sé, no tengo quien me acompañe—.
_ ¿Eso es una invitación? —preguntó con una sonrisa.
_Podría ser—le saco nuevamente la lengua.
Llegaron al apartamento del rubio, le indico que se cambiaría y le ofreció una muda de ropa.
_Creo que tengo algo de tu talla—.
_Gracias—sonrío.
Se vistieron en distintas habitaciones, le ofreció algo de beber, pero Sasuke negó diciendo que irían a beber así que no era necesario.
Salieron, ya eran las diez de la noche, hacia calor por lo que solo llevaban una chaqueta corta viento, por si las moscas.
Caminaron por las calles iluminadas, la música resonaba y fueron al mismo lugar del día pasado.
Naruto se dio cuenta lo que decía.
“La isla bonita”
Sonrío, era verdad.
Sintió como Sasuke le tomaba de la muñeca y lo conducía a una mesa apartada, lo sentó y Naruto le miro sorprendido. ¿No iba a comer con él?
_Lo siento pero tengo trabajo, Jintane me matará si no trabajo hoy—explicó.
_Ah—se desilusiono, de verdad anhelaba la compañía del otro, aunque raramente le hubiese conocido hace tan poco.
_Lo lamento, en un par de horas podré salir, solo necesito ganarme la paga de hoy—rogó.
_No, no te preocupes—le dio una sonrisa sincera, haciendo ruborizar al otro, que no paso desapercibido por el mayor.
Sasuke se fue, enseguida se puso el uniforme del lugar que conformaba unos shorts de color negro, el delantal y ninguna camisa.
Las mujeres tenían un uniforme igual de exhibicionista, mostraban todo el abdomen, el pecho se les cubría con un peto de color negro, con pulseras anchas y un short de colores vivos, con una red cayendo por las piernas, y sin zapatos, sólo con adornos en los talones.
No era necesario usarlos, el piso consistía en tierra y el restaurante era todo al aire libre, había una gran fogata al centro y el mar estaba cerca, se sentía la brisa marina y la luna adornaba el lugar, era cálido estar allí.
Naruto se quedo escuchando la música, eran las mismas cosas movidas que el día anterior.
_ ¿Qué desea comer señor? —le preguntó en japonés una chica de ojos grises, de cabello café y cuerpo bronceado, mirándolo con una sonrisa.
_ ¿Sabes hablar japonés? —preguntó.
_Es obvio, tengo sangre japonesa en mí, debería hacerlo—sonrió—. En fin, ¿qué deseas comer?
_ Pescado por favor—pidió—, y una cerveza.
_Ok, por cierto, Sasuke sale en unos minutos, hable con la jefa para que puedan seguir “pololeando” —río.
_ ¿Polo—qué? —le preguntó.
_Pololear, es una expresión en mi país natal que significa lo mismo que andar de novios—le cerro un ojo.
_Ajá—no entendió muy bien, pero al menos tenía una palabra más al diccionario.
La chica se fue con la orden en mano, moviendo sus caderas y volvió con el pescado, y la cerveza en mano, toda bien sujetado en sus manos, se la dejo en la mesa, hizo una reverencia y se fue saltando.
Comenzó a beber y a comer el pescado salteado con limón, mirando como bailaban todos.
Sintió como le tocaban el hombro, allí estaba Sasuke mirándolo con media sonrisa, al lado la chica de antes y al otro una chica un poco más baja, de ojos oscuros y cabello largo negro.
_Ella es Nakae—señalo a la chica rara de antes—, y ella es Jintane, mis “adoradas” primas.
_Hola—contestaron al unísono.
_Hola—les sonrió, Nakae noto como Sasuke se tensaba cuando Naruto les sonreía a ellas.
Nakae tomo a Jintane del brazo, dio una reverencia y se animo a responder.
_Nos iremos para que disfrutes tu tiempo con Sasuke—río—. Es un tonto, pero es genial.
_Sí—río también Jintane—adiós.
Se fueron sumamente rápido, Sasuke se sentó al lado de Naruto pero sin su uniforme, con sólo su remera de color negro y su short del mismo color, le miro esperando algo.
Naruto rompió el silencio invitando a bailar al otro, que acepto y fueron a la pista de baile.
Así fueron pasando los días, saliendo, mostrándole el lugar al rubio, cuando por fin pudieron ir un día normal a la playa.
Naruto iba con su traje de baño, su estéreo de música y su toalla, Sasuke llevaba el bloqueador y el quita-sol, y las chicas llevaban las toallas, la comida y las demás cosas.
La playa estaba increíble, gente durmiendo, bronceándose, otras nadando, divirtiéndose.
Ambas mujeres se fueron a comprar helados dejándolos solos, ordenaron las cosas y se sentaron uno al lado del otro.
_ ¿Quieres? —le ofreció Naruto una cerveza al menor.
_No gracias—.
_ ¿Qué ocurre? —preguntó.
_ ¿Cuánto tiempo más te quedaras? —le preguntó por fin.
_ Un mes más, ¿Por? —.
_Por nada—fingió sonreír.
Se quedaron en un silencio, incómodo.
Llegaron ambas mujeres, y los obligaron a que fueran a bañarse en el agua, a que disfrutaran.
Ambos fueron a regañadientes, caminando, cuando ya habían empezado una carrera para ver quién llegaba antes.
Saltaron al agua cristalina, haciendo competencias estúpidas.
Las chicas sonreían, Sasuke estaba mucho más feliz desde que había llegado el rubio, era mayor pero era igual de infantil que Sasuke.
Estaban tomando cerveza ambas, conversando cuando no se dieron cuenta de la marejada que comenzaba a atacar el lugar.
La gente se ponía más atrás, ya que el agua subía considerablemente, pero Sasuke y Naruto parecían no darse cuenta.
_Eres tan inútil—se burlo Sasuke.

_ ¡Cállate! —le saco la lengua.
Sintieron unos gritos, era Jintane que no se entendía bien lo que decía.
_ ¡Salgan del agua, está subiendo mucho chicos! —grito en un perfecto japonés.
Ninguno escucho, cuando una ola azoto contra Sasuke, arrastrándolo lejos de Naruto.
_ ¡Sasuke! —grito y fue por él.
Estaban entre el remolino del agua, cuando se forma y te golpea hacia fuera, pero no alcanzas a salir de allí y te vuelve a arrastrar mar adentro.
Nado lo mejor que pudo y lo arrastro a la orilla, aún no salían del mar.
_ ¡¿Estás bien?! —preguntó.
Otra ola azoto, pero Sasuke se agarró de Naruto, y no se dieron cuenta pero sus labios estaban juntos, presionados el uno contra el otro.
Ambos se impresionaron, pero no detuvieron el contacto, duro unos segundos más, ambos con los ojos cerrados mientras las olas impactaban, Naruto tenía las mejillas del menor entre sus manos y el otro le sujetaba la espalda con dificultad.
Salieron del agua con la respiración agitada, estaban echados sobre la arena, ambos lejos del otro pero con sus manos tocándose, entrelazadas y estaban cubiertos de arena.
_ ¡Chicos! —gritó Nakae.
Corrió a socorrerlos, mientras Jintane buscaba el kit de primeros auxilios, Nakae ayudaba a los otros, aunque le costaba mantenerse en pie por el alcohol ingerido.
Naruto aun no soltaba la mano del contrario, la tenía bien sujeta.
Luego de eso ambos se cambiaron la ropa y Naruto alego que tenía cosas que hacer, por lo que se apresuró en irse.
Necesitaba pensar, aquello no fue muy racional y bueno de su parte.
Pero se sintió tan bien, tan mágico, sus cálidos labios de un extraño pero adicto sabor, era como si viera fuegos artificiales al contacto.
Algo que jamás, pero jamás de los jamases sintió con Hinata, su prometida.
Con ella los besos eran dulces, normales, como cualquier novio y novia.
Pero con el chico aquello, todo fue distinto, mágico.
Recordaba al otro correspondiendo con las mejillas rosadas, cuando sintió miedo de perderlo entre las olas.
Gruño, no quería, no podía sentir aquellas sensaciones por él.
Tenía una prometida, ¡Se iba a casar!
Se maldijo internamente, apretó los puños y llego a su habitación.
Abrió, cerro y se tiro a la cama, necesitaba dormir.
Evitaría toda la situación, si, eso haría.
Paso una semana evitando al azabache, que estaba enojado por la acción repentina del rubio, no se hablaron ni se contestaban las llamadas, bueno, el rubio no le contestaba.
Sasuke estaba molesto, apenado y enrabiado, no podía negar que amo ese beso, uno de los mejores de su vida y que fue raro, pero no evitaría toda aquella situación.
Paso una semana cuando por fin el mayor decidió ir al restaurante donde trabajaba el moreno, le pediría disculpas y haría que nada sucedió, no tenía que cargárselas contra el otro.
Llego y la música era distinta, era más lenta, más suave.
Se acercó a su misma mesa de siempre, se sentó y espero.
_Hola—hablo una voz conocida en español.
Volteo y vio a Sasuke.
_Hola—pronunció dificultosamente en español también, el otro solo sonrío de medio lado.
_ ¿Qué va a pedir ésta noche, señor? —hablo nuevamente en español, el blondo apenas pudo entender, pero noto que Sasuke estaba enojado y lo trataba como a un cliente más.
_Sasuke—hablo en español, no le salió perfecto—, soy Naruto—habló, en ese transcurso de tiempo había aprendido cosas básicas para comunicarse.
_Lo sé—había rencor en sus palabras.
_ ¿Podrías hablar en japonés por favor? —nuevamente intento de pronunciar, el otro suspiro.
_Claro—se repuso—. ¿Qué va a desear? ¿Señor?
Naruto se sintió culpable, era obvio que lo trataba como a alguien más.
_Unas papas con queso—era raro pedir aquello—y una cerveza, y tu compañía.
_ ¿Para qué? —Preguntó ariscamente— ¿Para ignorarme nuevamente toda una semana? —hablo nuevamente en español.
_ ¡Por favor! —replico.
Sasuke se fue, con el orgullo herido.
Llego Jintane con la comida del rubio, hizo una reverencia y se fue apenas, obviamente había estado bebiendo con su hermana.
Suspiro, y trato de buscar la manera de hacer que el otro le perdonase.
Comenzó a sonar una balada, vals.
Se extraño, la música era suave y buena, escucho como la gran mayoría sacaba a bailar a sus parejas, y se movían a los compases de la música.
Visualizó a Sasuke, y lentamente fue hacia allá, le susurro en el oído.
_ ¿Bailas? —preguntó en español.
Sasuke se estremeció, se dio la vuelta y voto lo que traía en las manos, solo una bandeja.
Vio los ojos azules y todo su enojo se fue a la mierda.
Asintió, y sintió el tacto del otro que lo sujetaba de las manos, ponía su mano en la cadera y el otro en el hombro del contrario.
Se comenzaron a mover, lentamente.
_Quiero que me perdones—pidió Naruto al otro.
_...—se quedo callado, lo miro a los ojos—. ¿Por? ¿Por ignorarme, o por lo del beso?
_Por…—se quedo callado, pensando—, por lo de ignorarte.
_Olvídalo todo—dijo sin especificar.
_ ¿Todo? —preguntó, sin entender.
_Olvida quién soy, qué pasamos y el beso, yo olvidaré el enojo y podrás volver a tu casa en unas semanas sin el remordimiento de dejar a alguien destrozado—tomo aire—, todo lo que ocurrió en esta isla déjala acá—finalizó.
No pararon de bailar, Naruto lo pensó, aquello era bastante apresurado, no podía negar que el beso le asusto algo, pero no podía olvidar al otro, olvidar toda su existencia y borrarla de su mente del mayor ya era imposible, de alguna forma Sasuke le había marcado su existencia.
Suspiro, se acercó al oído del menor.
_Ni pensarlo lo haré—se alejó un poco, con una sonrisa intacta en su cara.
_ ¿Ah? —no entendió.
_No me olvidaré de ti, de quién eres, de cómo es el lugar y los maravillosos recuerdos, jamás la había pasado tan bien en mi vida, sólo contigo—tomo aire—, tal vez dure poco pero no me olvidaré jamás de ti, luego de esta isla volveré a ser normal…—vaciló, ¿De verdad podría engañar a su novia? ¿De verdad? —pero…
_ ¿Pero? —interrumpió.
_ Pero ahora quiero estar junto a ti—finalizó.
_...—lo miro con los ojos brillantes—, ¿En que sentido?
_En el sentido en el que te lo estás imaginando—.
_Tienes novia, te vas a casar—reclamó.
_Lo sé—suspiró—. Sé que es algo malo, pero no puedo dejar esto así, sólo lo haré si me dices lo que sientes cada vez que hago esto—se acercó al cuello del azabache, y le beso tranquilamente.
Sasuke se contuvo, respiro pausadamente y entrecerró los ojos.
_ ¿Cómo me siento? —preguntó—. ¿De verdad quieres saber?
_Sí, si no, no te preguntaría—.
_Muy gracioso inútil—se mofó del otro—, pero…no puedo describirte esto, nunca sentí esto por nadie, nunca me latió el corazón así de fuerte, no quiero que te vallas y cada vez que me hago la idea de que sólo podré ser algo de verano, me duele el pecho—finalizó.
Naruto escucho atentamente, estaba exactamente igual, le dolía el pecho de pensar en olvidar a Sasuke.
La música había terminado y todos se fueron a sentar, algunos se quedaron con sus respectivas parejas, otras armando jaleo por alcohol—véase Nakae y Jintane—, y otros se fueron a beber cerveza.
Sasuke siguió a Naruto, con la mirada perdida.
_No será sólo algo de verano—pronunció el rubio—, quedarás en mi memoria permanentemente, aunque no pueda quedarme aquí.
Sasuke se espabilo, movió la cabeza mirando al rubio.
_De alguna forma eso es lo que duele—explicó—, te irás y me dejarás, ¿Qué pasa si éste sentimiento se desarrolla mucho más profundo?
_No creo que eso ocurra…—le susurró.
_ ¿Qué tal si ya se desarrollo y esto sólo sea una conversación que ayude que me destruya más? —dijo directamente, el rubio amplio los ojos sorprendido y trato de normalizar su respiración.
Sin pensar bien, ni el cómo ni el porqué, estaba a centímetros de tocar los labios del otro.
_No lo será—rozo los labios del contrario—, yo ya lo decidí.
Sasuke vaciló unos segundos, pero rompió el contacto entre ellos.
Fue nuevamente una sensación que recorrió la columna vertebral de ambos, Naruto sintió algo en sus dedos y en sus labios, Sasuke sentía el calor agolparse en sus mejillas.

Duro unos segundos el contacto, justo un beso en la boca de ambos plantado, a la luz de la luna con la música de fondo, al fondo dos chicas con poca razón veían enternecidas, siguieron bebiendo y ellos dos cesaron el contacto.
Naruto abrazo al contrario, éste se dejo abrazar.
Sintieron el calor del otro, Naruto sintió como el corazón del azabache golpeaba, no estaba muy seguro si, si era del contrario o el suyo.
Paso la noche así.
Luego pasaron días, disfrutando de los momentos juntos al otro.
Descubrieron unas cuevas, que se llegaban nadando por debajo de ellas, exploraron el lugar y era hermoso.
Piedra cubriendo la gran mayoría, se sentaron en la roca separados pero con las manos entrelazadas.
Quedaba unos días para la partida del rubio, Sasuke estaba con el orgullo herido y no podía negar lo que sentía; se había enamorado del blondo.
Era horrendo saber que se iría en tan pocos días y él no podía hacer nada para impedirlo, sólo darle lo que la otra no podía.
No podía tampoco seguirlo y ser su amante, le dolería en demasía, además de que estaba a su conciencia de que la otra no merecía sufrir, Sasuke tenía claro que él era algo de verano.
Eso lo ponía mal, pero tenía que aprovechar lo poco que le quedaba.
No se dio cuenta cuando el blondo tiro de él y lo sentó a horcajadas, y comenzó a besarle la frente, las mejillas, la nariz, el cuello y finalmente la boca.
Olvido todos aquellos pensamientos desgastadores, aprovecharía lo poco que tenía en sus manos.
Apretó fuertemente la camisa del otro, que estaba empapada ya que habían llegado a aquel lugar nadando.
Comenzó a suspirar, era encantador todo.
Esa fue la primera vez que Sasuke dejo entrar a alguien literalmente en él, la primera vez que se entregaba en cuerpo y alma a alguien.
Aun recordaba sus propios improperios y gemidos, se avergonzaba de ellos.
Como se aferraba al otro, como le gritaba—ordenaba—que no se detuviera, como grito al contacto y al dolor de sentirse lleno, pero como luego olvido todo, cada vez que recordaba la cara del rubio se ruborizaba.
Estaban sentados en la playa, Sasuke tenía un ligero dolor de trasero—ya saben el por qué—, miraba con expresión triste el atardecer.
No habían vuelto al hotel después de aquello, estaban allí, en la playa, observando como se ponía el sol.
Sasuke se acercó al otro, que le revolvió los cabellos en un gesto infantil, como el de un adulto a un niño, le beso la frente.
_Naruto—hablo—.
_Dime.
_Te amo—dijo en español.
Naruto entendió perfectamente, sus ojos se abrieron aún más, sorprendido.
Sonrío involuntariamente, y le beso la comisura de los labios al otro.
_Yo también—le susurró—, también te amo.
Sasuke se sorprendió, pensó que no tenía futuro con él, que todo sería un juego, con un hilo de voz se atrevió a preguntar.
_ ¿Enserio? —tomo aire, quería agregar “¿Incluso más que a tu prometida?”
Fue como si el blondo le hubiera leído los pensamientos.
_Te amo más que a nada—comenzó—, dicen que si te enamoras de dos personas, quédate con la segunda, por que si amas suficiente a la primera jamás te hubieras enamorado de nuevo—.
_...—se quedo en silencio, no sabía que responder a aquello.
_Es enserio—le acaricio la cabeza, revolviendo los cabellos del otro—. Pero tendré que irme, no puedo quedarme y herirla así…
_Lo entiendo—alzo la cabeza para darle un beso, tenía la nuca del otro sobre la de él—. Es difícil aceptar que te amo, y que jamás volveré a verte pero…
_Pero nada—fue interrumpido—te prometo que volveré, la dejaré, ¿No está bien que nos amemos el uno al otro? Me he dado cuenta que atado a alguien más que no seas tú, no siento absolutamente nada.
El latido de su corazón se agolpo, odiaba admitirlo pero el contrario lo tenía vuelto loco.
Había cambiado demasiado con la llegada de él, antes todo era monótono y era siempre igual, desde la muerte de sus padres todo era así, trabajando, yendo a caminar con sus primas y cumpliendo las órdenes de todos, sin replicar nunca nada.
Pero desde que llego él, tenía más energía, era menos cerrado y sonreía mucho más.
Era frio, o eso decían, pero ahora todos pensaban que trasmitía un aura cálido, que ya no era desagradable su presencia.
Gruño, odiaba perder a alguien tan maravilloso en su vida, maldito su orgullo.
_Eres tan inútil—hablo por fin.
_Y tú tan infantil—se río—. Te lo prometo Sasuke, volveré por ti.
Con un beso sello aquella promesa.
El día que Sasuke fue a despedir a Naruto al aéreo puerto, fue…raro.
Itachi—que por cierto Naruto aún no conocía—amenazo al blondo de no romper el corazón de su pequeño hermano menor, lo maldijo en español y luego murmuro algo inentendible, algo sobre que iría hasta Japón y lo castra—no entendió más.
Luego, Nakae y Jintane estaban borrachas—como de costumbre—, llorando por la partida del rubio, gritando que sin él Sasuke volvería a ser el frígido de antes.
Nakae abrazo al blondo, le beso la frente y alego de que con él todo era más divertido, Jintane hizo casi lo mismo, pero gritando que ella era quién se merecía al rubio, pero luego se echo a llorar al ver la expresión de celos de Sasuke y admitió que el rubio era lo mejor que le había pasado a su primo, éste sólo se ruborizo levemente.
Sasuke abrazo a Naruto, sollozo levemente y le dijo que lo amaba, luego escucharon como Nakae caía al suelo con las bolsas de todos, e Itachi trataba de ponerla en pie.


Jintane se acercó a ambos tortolos, y les saco una foto instantánea, se la entrego al blondo, éste agradeció y le dio un pequeño roce en los labios al menor, para alejarse para irse.
_Adiós—susurro lejos.
_...—se quedo en silencio observándolo.
Volvió a la realidad, se había quedado dormido recordando todo, esos momentos mágicos.
Escucho como se abría la puerta del hogar, con una sonrisa en los labios sintió como su novia le besaba la nariz.
_ ¿Qué tal tu día? —pregunto esta.
_Bien…—la miro con pena, seguro le destrozaría pero Sasuke…Sasuke importaba más—.
_ ¿Pasa algo? —pregunto.
_ Necesitamos hablar—declaró, ésta asintió como si no supiera lo que se venía.


Fin :B

Notas finales:

En fin, espero les haya gustado.

Si tienen bastantes minutos para leer el fic, creo que tienen dos minutos de sobra para dejarme un reviews, ¿No? c:

Diganme si les gustó o si no, en fin. adiós. 

 


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