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Tan solo un nombre por hitasan

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Notas del fanfic:

-No prometo nada, solo que tal vez y hasta me pueda enamorar de alguien- Dijo el pelirrojo un tanto distraido- tal vez y hasta tu puedas llegar a ser mi locura-

Notas del capitulo:

Bien, he aqui el primer capitulo de un fic muy meloso que escribi hace tiempo. Disfrutenlo^^

 

De milagro llego a tiempo, pero entro a su salón despeinado, desvelado y agitado por correr 7 cuadras en tan poco tiempo. Al verlo, sus compañeros empezaron a reír sin control, algunos se cayeron de  sus pupitres y otros se pusieron morados porque no podían respirar pero el, sin mirar a nadie, se sentó en una banca y espero a la profesora de ese grupo tan caótico.

Aquella mujer estaba sobre los 49 años, sus ojeras se remarcaban bajo aquellos ojos cansados de impartir la misma materia siempre. Esa maestra que solo esperaba su jubilación noto de inmediato la presencia del castaño, con un movimiento de mano callo a todo el grupo y la puso frente al pizarrón.

La maestra con expresión de enojada y  voz grave comenzó a dar un discurso de porque no hay que reírse de los alumnos nuevos y con una regla de madera golpeo su escritorio lo suficiente como para romper la regla y le indico a la chica que se presentara.

-Mi nombre es Marcelino De La Torre Gutiérrez, seré su compañero a partir de hoy, es un gusto conocerlos a todos.

-Muy bien Marcelino puedes sentarte en aquel lugar de haya – Balbuceo la maestra mientras señalaba un lugar al fondo

Marcelino temblando un poco avanzo hacia aquel mesavanco olvidado que se encontraba en un rincón hasta atrás. Las penetrantes miradas de sus compañeros le asustaban un poco, pero trataba de ignorarlos, para ella las personas de aquella aula eran simples muñecos controlados por los hilos de miedo infundados por sus profesores.

Muchos miraban el gran reloj de pared que se situaba justamente arriba del pizarrón, el eco del segundero cada vez tenían mas resonancia, era como si el único ruido de aquel lugar fuera un simple  “tic tac” de un viejo reloj. La campana de receso sonó, todos salieron corriendo y Marcelino, sin saber a donde ir fue aplastado por la muchedumbre, quedo tirado como cadáver viendo otra vez  las bellas nubes que escondían a un escurridizo sol que negaba mostrarse, observando  a aquel y nublado cielo, empezó a cerrar  los ojos y a sentir como las gotas de lluvia lo empezaban a envolver con su suave frescura, pero de repente sintió como lo tomaban bruscamente de los hombros y lo ponían de pie, obligándolo a caminar por el patio cívico,  el chico solo movía los pies por un reflejo que la obligaba a caminar, era como una rutina. El quedo desconcertado mientras el silencio se apoderaba de su mente, decidió cerrar los ojos completamente pero algo se lo impedía, seria el ruido o tal vez el hecho de que estaba empapado y estaba siendo, literalmente, conducido por un desconocido hacia algún lugar en la gran escuela tecnica en la que entro, Marcelino no lo sabía pero de repente abrió los ojos y con una vos queda comenzo a hablar

-Dime ¿quien se supone que eres?

No había respuesta

-¿Quien eres?- dijo el chico por segunda vez

La vos de un muchacho respondió

-Deberías agradecerme, al menos evite que te rompieras un brazo o una pierna, las personas del grupo “D” no tienen compasión por los nuevos-

-Pero entonces ¿quien eres?

- Te lo diré después- dijo el pelirrojo con cierta seriedad

Al pasar unos minutos Marcelino consiguió levantarse, un poco adolorido se sostuvo de una barda, sus ojos mostraban dolor y cansancio.

Oye ¿estas bien?- pregunto el chico con un poco de preocupación

-Eso creo -

El castaño levanto un poco la mirada, el muchacho lo miraba con cierta preocupación, Marcelino se sentía un tanto mareado, pero esos hermosos ojos lo tranquilizaban auqnue mas que tranquilizarlo, lo atraian hasta una incierta fantasia.

 Los ojos de aquel muchacho eran bellísimos eran entre grises, verdes, azules, amarillos y cafés, eran simplemente espectaculares. El quedo impactada, se sorprendía como es que al quien tuviese ojos tan bellos y que fuera humano.

- ¿Y tu qué tanto miras?- dijo el pelirrojo un poco incomodo cambiando su mirada preocupada por una mirada mas bien sofocadora

- no nada es que tus ojos…. Son muy lindos

El silencio reino. Aun seguía lloviendo y esos dos seguían en el patio cívico donde no había con que cubrirse, Marcelino no dejaba de ver a aquel chico y el no dejaba de ver a al extraño muchacho llamado Marcelino, el ambiente era un poco tenso, no solo por la lluvia, si no por las miradas penetrantes de ambos. Conforme caían las gotas al suelo, las miradas eran más intensas, tanto que parecía que se atravesaban con navajas uno al otro. Marcelino no entendía porque lo miraba, no tenia el mejor físico del mundo y su actitud era un poco pesimista “Porqué me mira? Alguien tan aburrido y patético como yo no merece una mirada de esos lindos ojos….”Pensó el castaño aun contemplando a aquel desconocido chico.

-Y dime-susurro- el muchacho-¿como te llamas?

Marcelino, sin saber que hacer, empezó a tartamudear y desvió la mirada nervioso. Sabia que su naturaleza era un tabú para muchos, pero el irresistible pelirrojo era realmente atractivo. Apenas conseguía mirarlo sin sonrojarse.

-M-Marcelino- consiguió formular un poco tembloroso por el frio

-Tienes un nombre poco común ¿acaso eres extranjero?

- no, yo soy tan mexicano como tu

El pelirrojo se quedo pensando, lo miro un poco mas y discretamente se rio, el castaño aun no entendía porque se reía pero lo único que él pudo hacer fue sonreír.

-Bueno-dijo Marcelino mientras daba algunas palmadas amistosas a la espada de aquel chico- ya casi es la media así que adiós desconocido

El bien llamado Marcelino dio la vuelta y salió corriendo hacia su aula. Aquel quedo solo y mojado, aunque con una sonrisa en su rostro pensando que tal vez había conseguido a un amigo, camino entre la lluvia mientras las campanadas se disolvían junto con las palabras que resonaban en la cabeza de aquel joven. Si corria suerte, tal vez y se encontrarian despues, entre clase y clase o al acabar el ultimo modulo.

Marcelino se sentía satisfecho, tenia esa sensación de tranquilidad y paz, él se preguntaba porque… ¿porque se sentía así?…. Su mente, cuerpo y alma estaban sincronizados y perfectamente conectados de una manera que ni el mismo entendía, pero se sentía bien. El día siguió, y el tiempo pasaba lentamente, el ruido de las plumas moviéndose y el “tic tac” del reloj creaban un ambiente de tranquilidad pero también de estrés, algo simplemente absurdo. La curiosidad lo destrozaba por dentro, el nombre de aquel desconocido era un enigma. Marcelino quería saber, saber el nombre de aquel pelirrojo de ojos hermosos, la tentación lo mantenía en duda, el castaño tan solo podía imaginar que clase de persona era el. Aunque la curiosidad lo mataba en cierta forma sentía calma, esa calma que viene antes de la tormenta. El castaño volvio a la realidad, obsevando el desorde que habia a su alerededor. Algunos muchachos peleaban en la parte de atras, otros simplemente miraban. Un grupo de chicas platicaba a su costado derecho, mostrando cierco interes por uno de los luchadores y criticando a sus compañeras, habia varios compañeros de pie, caminando de un lado a otro, hablando con los demas y comiendo. "Una escena tipica en el primer grado de una escuela secundaria tecnica tipica" Penso el castaño mientras sonreia cinicamente " Seguro que tal vez, un dia de estos yo pueda sentir esas ganas de vivir" se animo a si mismo mientras dibujaba algunos garabatos en el gran libro de texto que tenia frente suyo. 

Notas finales:

Que les parecio? Les gusto? Supongo que se quedaron con la duda de quien es el pelirrojo, y¿ saben que? no les dire si no hasta el siguiente cap. Aseguro que tiene nombre.


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