Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

You're my miracle por AriBoo

[Reviews - 28]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

He usado ese título de una canción de Dong Bang Shin Ki porque la amo ♥ además tiene un poco que ver con la historia del Fic pero no es un SongFic

Notas del capitulo:

Bueno comenzé a hacer este Fic que al principio iba a ser un one-shoot pero me ha salido demasiado largo y decidí hacerlo como un Two-shoot el próximo capítulo ya lo comenzé así que estará listo en un par de días  espero que les guste 

 

O1-Love is Pain … Love is over

 

Se sentía estúpido por pensar que esos labios le pertenecían solo a él, esa persona que había jurado protegerlo lo había traicionado con su hermano y… ¿Qué se suponía ahora que haría con todo ese amor? ¿Por qué su pecho quería estallar?

Era un idiota por haberse enamorado pero ¿Por qué de todas las personas en el mundo se había metido con su hermano? No solo terminaba una relación de pareja si no que destruía el lazo de confianza con su hermano, habían pasado tanto juntos, la muerte de sus padres, la separación y luego se habían rencontrado y habían sido adoptados por una buena familia ¿Por qué lo traicionaba de esa manera? Ciertamente le dolía más aquella traición.

Mientras escuchaba una de sus canciones favoritas miraba algunas de las fotografías que se habían tomado los tres esa mañana, en algunas salían solo ellos dos, se miraban con amor, ahora podía verlo todo claramente, era doloroso ver como todo en un segundo se desmoronaba, en un minuto la historia que habían construido juntos se había roto, en un minuto había perdido a su hermano y a su novio, estaba solo ahora, las dos personas que más amaba lo habían defraudado sentía que estaba viviendo en una mentira, su corazón estaba destrozado y aunque se bebiera diez o veinte botellas de soju su dolor no cesaba, ni siquiera por el efecto del alcohol.

Las imágenes de ellos dos juntos se proyectaban en sus ojos a cada segundo y su pecho se oprimía al punto de no poder respirar, su celular sonaba insistentemente, pero no quería contestar, ya sabía quién era, ahora no quería hablarle, en realidad en ese minuto deseó no volver a hablarle jamás pero era su hermano y debían conversar

-Ahora no quiero hablar Junsu- le dijo con su voz entrecortada por las lágrimas y el efecto de la ebriedad

-Jaejoong… por favor- le suplico

-Por favor Junsu… ahora no – no pudo evitar sollozar fuertemente e incapaz de continuar con la conversación colgó.

En esos momentos deseó no volver a despertar, o dormirse y que todo haya sido nada más un mal sueño, retroceder el tiempo y no haber ido jamás al departamento de su ahora ex novio, seguir viviendo una falsa… su corazón dolía tanto que no podía ser expresado con palabras y sentía que en cualquier minuto sus ojos se secarían de tanto llorar, se levanto con la intención de relajarse en la ducha pero estaba demasiado ebrio y solo se limitó a estirarse en su cama, a tientas miro la hora, el reloj marcaba las 18:30 había estado bebiendo desde las 3 de la tarde así que al poner su cabeza en la almohada se durmió inmediatamente.

                                    ~♥~

El sol que se colaba por su ventana fue la primera señal de que estaba amaneciendo, se removió un poco porque le molestaba la luz matutina, y la alarma comenzó a sonar insistentemente, con dificultad se incorporó, su cabeza dolía demasiado, miró la hora las 7:00 am, debía levantarse para su primer día de clases, no era una excelente manera de comenzar el año pero ante todo era responsable con su trabajo e intentaría disimular lo más que pudiera para no dejar en evidencia su tan lamentable estado.

Mientras se duchaba comenzó a recordar lo ocurrido el día anterior y removió su cabeza para que esos pensamientos se fueran lejos, y en ese momento se acordó de su extraño sueño, había soñado con un hombre de pelo castaño, solo lo había visto de espalda y nunca le vio la cara, tampoco escucho su voz pero podía oír el sonido de su risa.

-Maldita resaca- murmuró cuando salió de la ducha y aunque se le había pasado un poco el malestar aun se sentía ebrio, se vistió rápidamente y se tomó dos tazas de café, luego fue al baño y se puso maquillaje para cubrir un poco sus notorias ojeras, miró la hora por tercera vez en el día eran las 8:00 am y debía estar en el colegio a las 8:30, por lo que agradeció internamente estar al frente del paradero de micro.

Logró llegar a tiempo a la escuela y se dirigió a su salón, y se sentó directamente en su asiento, ni siquiera saludó a los alumnos y se puso a mirar el horario de clases, los estudiantes estaban entusiasmados comentando que tal habían sido sus vacaciones escuchaba risas y pequeños grititos de emoción, no pudo evitar acordarse de lo que había hecho él en su vacaciones…

-Profesor- un chico le hablaba, llevaba más de diez minutos sin hacer nada, pero disimuló hojeado la lista de alumnos y notando que habían llegado tres alumnos nuevos.

-¿Sí?- respondió mirándolo y se percató de que no había visto a ese chico antes

-¿no nos va a presentar? Soy nuevo y no conozco a nadie-

-Sí, lo siento estaba mirando el horario y la lista, enseguida los presentaré

-Profesor, parece triste

-Estoy Bien

-Profesor

-¿sí?

-Fighting! - le sonrió y el chico volvió a su lugar.

Se paró de su lugar y carraspeo su garganta llamando la atención de la clase

-Hola chicos, espero lo hayan pasado bien en sus vacaciones, voy a pasar la lista y luego me cuentan que hicieron

-Si- respondieron los alumnos y se quedaron en completo silencio mientras Jaejoong leía la lista

-¿Bang Cheol yong?- el castaño alzo la mano y le sonrió a un chico que estaba al lado suyo

-¿Choi minho?- minho se paró de su asiento haciendo una reverencia a los presentes

-Jung yunho –un chico se paro desde el final de la clase y comenzó a hablar

-Hola, soy Yunho tengo 18 años y me gusta bailar y leer, espero podamos llevarnos bien- algunas chicas suspiraron y otros no tomaron en cuenta la pequeña presentación, lo cierto es que él lo observó y le llamo la atención su profunda mirada, continuo pasando la lista estaban las mismas caras de siempre exceptuando Shim Changmin , el chico que le había hablado amablemente al comiezo, Jung Yunho y un tal Lee changsun que al instante comenzó a entablar amistad con Yang Seungho.

Luego del revuelo de las presentaciones, el mismo se presentó ante los alumnos nuevos.

-Bueno, como veo caras nuevas me presento soy Kim Jaejoong, soy su profesor jefe y de lenguaje, espero que podamos llevarnos bien-  Changmin le sonrió y Changsun también, pero Yunho solo se limitó a mirarlo y asentir- Bueno partiremos con una breve actividad, escríbanme una carta relatando lo que hicieron en sus vacaciones, es para ver como están con la ortografía y su capacidad de redacción.

Tras algunos reclamos los estudiantes comenzaron a escribir, observo detenidamente la clase y se fijo que changmin le hacía dibujos a su carta , Yunho se encontraba leyendo un libro y el resto conversaba, el primero en pararse fue Park Sanghyun, conocido como el tímido de la clase, leyó su carta y había relatado que estuvo encerrado casi todo el verano, luego leyó la de su hermana Sandara y al contrario de este su carta era muy animada, parecía faltarle hoja para contar sus hazañas, así fue revisando cada una de las cartas sorprendiéndose de las respuestas, hasta que llegó a sus manos la del chico Yunho.

Me encontré a mi mismo a través de la entrega a los demás” “Conocí  entre páginas nuevas realidades” y “ Love is pain Love is Over” habían sido las frases que más le llamaron la atención relataba que había sido voluntario de un asilo de ancianos de un Hospital y de un Orfanato, recordó sin querer la época en que él mismo estaba en uno sin saber nada de nadie, luego relataba lo apasionante que había sido leer libros de reflexión, y finalmente coronó su escrito con una frase que no tenía explicación como las demás, “ el amor es dolor, el amor se acabó” eso significaba, frase que por cierto le quedaba como anillo al dedo.

Cuando tocaron el timbre al instante todos salieron para seguir platicando, el recordó muchas cosas que habían pasado los tres y se quedó un par de minutos pegado a la ventana, hasta que sintió que le palmeaban el hombro, salió de sus dolorosos pensamientos y se dio vuelta encontrándose con la cara del castaño.

-Siento interrumpirlo, pero un profesor me dijo que necesitaba que le llevara el libro de clases-

-Muchas gracias por avisarme- intentó sonreír pero en vez de eso le salió una extraña mueca, la cual no pasó desapercibida por el menor.

-De nada- nuevamente se dirigió hasta la puerta para salir, pero al llegar al marco se detuvo-Sea lo que sea que le pase no deje que le afecte- hablo y luego salió de la sala, se sentía patético todos notaban su estado tan deplorable, tomó sus cosas y bajo hasta la sala de profesores  sin saludar a nadie, no es que no se llevara con nadie, pero no quería que le preguntaran nada y solo dejo el libro y se fue hasta la cafetería.

Al entrar se percató que todos estaban allí animados y la mayoría de los asientos estaban ocupados, menos una mesa junto a un estudiante al fondo, pidió otro café pues no era suficiente los que había tomado en su casa, y se dirigió hasta la mesa, al llegar allí se percató de que aquel chico era el nuevo, leía un libro mientras tomaba un café, estaba tan concentrado que ni siquiera notó la presencia su presencia

Divisó a una pareja  tomados de las manos e inevitablemente los recuerdos comenzaron a llegar para atormentarlo más aún.

[Flash Back]

Se dirigía al departamento de Yoochun, habían estado toda la mañana juntos sin embargo no habían tenido tiempo de almorzar así que quiso sorprenderlo y compró algunas cosas para que comieran juntos, lo hubiera cocinado él mismo pero sus habilidades culinarias dejaban bastante que desear, con una sonrisa en la cara se encaminó, una vez que estuvo allí llamó al timbre pero nadie respondió, luego intentó llamar al celular de su novio pero nadie contesto, estaba a punto de irse cuando recordó que había una copia de la llave debajo de la alfombra de entrada, entro  sin hacer mucho ruido y al instante escucho unos ruidos extraños, parecían gemidos, y ni aun así se imaginó lo que estaba a punto de ver, pensó que su pervertido novio estaría viendo películas eróticas o algo por el estilo, en el fondo su corazón anhelaba que así fuera, cada vez que se acercaba los gemidos se escuchaban más fuerte y desesperados, dudó varios segundos en ir o no, tenía miedo de encontrarse con lo que no quería ver, pero era masoquista y en vez de marcharse abrió lentamente la habitación de su novio y ahí en la cama que habían compartido tantas veces juntos estaban ellos dos, su hermano y su novio teniendo sexo salvajemente, la aplastante realidad se presentaba ante sus ojos, ninguno de los dos parecía notar la presencia del pelinegro, hasta que por la sorpresa dejo caer las bolsas que traía consigo, y en ese momento los otros dos se separaron intentando poner excusas donde no había nada que explicar, pero el antes de que pudiera si quiera escucharlos había salido del departamento corriendo como si su vida dependiera de ello.

[Flash Back End]

 

Una mano se movía frente a su mirada perdida, haciéndolo volver de sus pensamientos ¿En qué momento se había vaciado la cafetería?

-Debe hacerlo menos evidente profesor- le dijo el castaño limpiándole una solitaria lágrima con el pulgar

-Disculpa, no me di cuenta…– le sonrió y bebió un poco de su ya helado café

-Tome-le dio un dulce- no quiero caer en el cliché de decir “para que endulce la vida” porque si fuera así todo sería extremadamente fácil y todos seriamos diabéticos – frente a este comentario el mayor rio-Pero… es bastante rico este sabor

-Gracias- sonrió sinceramente y comió el dulce

-Sabe… cuando yo estoy triste escribo

-Yo solía hacerlo, pero lo deje por compartir el tiempo con alguien, aunque supongo que debo retomar ese hábito- el castaño sonrió y en ese momento sonó el timbre que anunciaba que el receso había finalizado.

Con pesadez se levantó de su asiento y se dirigió nuevamente a dar clases, le tocaba volver a disimular que todo en su vida iba de maravilla, le tocaba fingir nuevamente una falsa sonrisa y encerrar en una cajuela sus sentimientos.

Las horas pasaban como años, y cada segundo era más tedioso que el otro, no sería exagerar decir que miraba el reloj cada un minuto, cuando por fin volvió a sonar el glorioso sonido del timbre una sonrisa se dibujo en sus labios, por fin había terminado el día y podía ir a llorar a su casa por lo miserable que era su vida o quizás a dormir y recuperar las horas de sueño que necesitaba para mejorarse de su resaca que aun le hacía doler la cabeza.

Luego de ordenar todo en su escritorio cuidadosamente, se dirigió a la parada del bus era el primer día de trabajo y ya se sentía terriblemente agotado, quizás porque su mente había trabajado todo el día sacando conclusiones e intentando buscar respuestas que parecían no llegar pero era aun demasiado inocente y si hubiese encontrado esa “razón” probablemente hubiese justificado él mismo las acciones de aquellos dos.

Pero ¿a quién quería engañar? Ni siquiera podía hacerlo a si mismo, solo le quedaba la última y peor de las opciones que había pensado, la más razonable por cierto, su novio y su hermano se habían acostado porque se atraían y quizás hasta se amaban y no quisieron decirle nada porque sabían que lo lastimaría y ¿A quién no? Luego de ocho años de estar enamorado de Yoochun y cuatro años de ser novios algo así destrozaría a cualquiera sobre todo si ese “otro” era su propio hermano.

De nuevo su mente estaba muy distraída, llego hasta la calle aunque ni siquiera había prestado atención al camino, estaba demasiado perdido pensando así que miro hacia cualquier punto de la calle con la esperanza de engañar a su conciencia, sin embargo el destino parece conspirar para hacerlo sufrir y al otro lado de la acera aparecía la razón de su tormento, su hermano y su ex novio de la mano con cara de enamorados ¿Tanto se amaban que a pesar de que los había descubierto seguían saliendo? Sin querer una lágrima rodó por su mejilla, y apretó sus puños quiso correr y lo intentó pero fue detenido por dos brazos que lo rodearon, y luego de eso pudo escuchar el fuerte bocinazo de un auto, el tiempo pareció congelarse en ese momento, su corazón latía a mil por hora y no precisamente de miedo, aquel sentimiento era otra cosa, algo que en el momento no podía describir , pero sin saber ni siquiera de quien se trataba se sintió demasiado protegido y se aferró por unos segundos muy fuerte a su pecho.

Respiró el exquisito aroma de su cuello y por primera vez levantó la vista volviendo a la realidad tenía pensado salir corriendo de la vergüenza por lo que había hecho, no podía explicarse por qué lo había abrazado así, mas cuando sus ojos se encontraron con los del otro pudo darse cuenta de que era Jung Yunho el nuevo estudiante que había llegado, últimamente Yunho se estaba convirtiendo en una especie de protector, cada vez que lloraba o estaba en peligro aparecía como por obra divina.

-Hyung, debe tener más cuidado- le sonrió revolviéndole los cabellos a lo que el pelinegro se sonrojo lo que obviamente noto el alto.

-Lo siento, y por enésima vez en el día gracias – le hizo una pequeña reverencia mientras por dentro se maldecía internamente ¿Por qué tenía que estar tan nervioso? ¿Por qué su corazón parecía querer salírsele del pecho?.

-No hay de qué profesor- La luz del semáforo cambio a verde y cruzaron en silencio, ambos se dirigían al mismo lugar pero no se percataron de eso hasta que se toparon en el mismo bus estaban tan ocupados analizando la bizarra situación de hace un momento, un poco avergonzado el pelinegro le sonrió al castaño y se sentó junto a él.

Casi todo el viaje lo transcurrieron en silencio, ninguno sabía que decir y cuando iban a decir algo dudaban de la reacción de el otro y al final las oraciones no podían ser emitidas y solo optaban por guardar silencio, de pronto el menor sintió un peso en su hombro, y a través del reflejo del vidrio pudo ver como el mayor dormía plácidamente, se volteo lentamente para observarlo mejor se veía tan hermoso a su parecer, su respiración era pausada, sus rosáceos labios estaban entreabiertos y su aliento era cálido, pudo notarlo porque se había acercado inconscientemente quedando solo a centímetros, en ese momento los labios de su profesor se le hicieron demasiado apetecibles, y de solo pensarlo se alejó de golpe y se mordió el labio, ¿Cómo era posible que tuviera ese tipo de sentimientos por una persona que había conocido ese mismo día? Y que peor aun era su maestro.

El pelinegro se acomodó mejor y puso su cabeza en el pecho del castaño, y se quedó en esa posición el resto del viaje, el otro pareció quedar sin respiración al tener a Jaejoong tan cerca pero aun así no quiso despertarlo, se veía tan calmado pero había un problema, ya estaban llegando a su parada y ni siquiera sabía donde se bajaba su profesor, así que decidió moverlo un poco  y tras algunas protestas del mayor lentamente comenzó a abrir sus ojos hasta que se encontró con la cara de Yunho casi en frente y se separo rápidamente muy avergonzado.

-Me he quedado dormido, lo siento- dijo muy avergonzado el mayor

-lo he notado, pero ¿dónde debe bajarse?-el menor miró hacia a fuera y se llevó una mano a la cabeza

-En la próxima, de hecho debí haberme bajado hace casi diez minutos, pero si me bajo en la otra lograré tomar un taxi y devolverme a casa-dijo muy nervioso y sintiéndose estúpido por haberse quedado dormido

 

-Yo también me bajo en la próxima, si quiere me acompaña a mi casa – el mayor puso cara de sorpresa , el menor se sonrojo y prosiguió- yo tengo auto y puedo ir a dejarlo a su casa , en auto me tomará menos de cinco minutos

-No te molestes, ya me has ayudado mucho el día de hoy- y era verdad, el castaño no era de esas personas que andaban por ahí ofreciendo ayuda ni preocupándose por otros pero había algo en Jaejoong que lo hacía querer protegerlo y ayudarlo.

-No es molestia, además un taxi se irá quizás por cuales rumbos y terminará cobrándole el doble

-Bueno entonces…

-No me de las gracias, ya han sido suficientes por hoy-interrumpió al menor y le sonrió.

Llegaron a la casa del menor, aparentemente vivía solo, todo estaba perfectamente ordenado y decorado en tonos negros rojos y blancos, lo que más le llamó la atención es que en todas las murallas habían largas repisas donde habían libros y CD’s.

-¿Quiere un café?

-Está bien, aun tengo un poco de sueño

-bien espéreme acá- comenzó a mirar los libros, todos estaba ordenados alfabéticamente y por autor, estaba todo tan bien organizado- aquí tiene- le dijo el menor entregándole el humeante café- iré a cambiarme de ropa y lo llevo a casa

-ok- le respondió, el alto se fue a su habitación y abrió su closet, sacó una camisa negra y se puso unos jeans , cuando volvió a la sala el pelinegro se encontraba mirando hacia la ventana, desde ese punto sus rasgos se veían aun más hermosos lo que lo hizo cuestionarse ¿Cuál era esa gran tristeza que lo invadía? ¿Qué clase de oscuridad se llevaba su luz?, en ese momento se propuso algo, ser la  luz cuando esa oscuridad cegara a su hermoso maestro.

Estuvo observándolo un momento apoyado en la muralla, hasta que Jaejoong  se movió un poco y en ese momento se acercó a él.

-¿Nos vamos?

-S..sí-tartamudeo, es que esa camisa se le veía tan bien, que casi babeo pero se contuvo trago un poco de saliva, se levanto del sofá y tomó su pertenencias para salir, una vez estuvieron dentro del auto, Yunho puso un poco de música para que no fuera tan silencioso el viaje, pasaban baladas que hicieron que se apagara la mirada de Jaejoong, en sus ojos se podía ver incluso desde lejos que había dolor, y para amenizar el ambiente el castaño comenzó a hacer preguntas al azar.

-Dígame profesor, si no es mucho el atrevimiento…

-¿mmnh?

-¿Qué edad tiene?

- tengo 28 – contesto ya un poco menos ensimismado ya que el menor había apagado la radio-¿ y tú?- de repente se intereso por la edad de su estudiante

-Tengo 20- Jaejoong abrió los ojos, por la forma de ser del otro hubiera jurado que tenía más edad, y que estaba en clase porque quizás se había inscrito después, pero ¿20 años? No los representaba para nada, aunque era el último año, casi todos los alumnos tenían esa edad.

-¿y vives solo?

-sí, mis padres murieron cuando tenía 15 años, así que desde allí vivo solo-le sonrió

-ya veo, mis padres también murieron cuando era pequeño, nos dejaron … me dejaron solo- el menor pudo notar la incomodidad en las palabras de Jaejoong y decidió no preguntarle nada más-es ahí- le indicó de pronto el mayor, se estacionó afuera del edificio y con un gesto de mano se despidieron.

-Nos vemos mañana Yunho

-Adiós hyung… ¿por cierto no le molesta que lo llame Hyung?

-no, pero si gustas puedes decirme Jaejoong Hyung o como desees, mientras no sea “profesor” en realidad odio la carrera-le confeso

-Bueno, entonces hasta mañana Jaejoong Hyung – sonrió y emprendió el camino de regreso a casa.

                                   ~♥~

Un nuevo día comenzaba y como siempre Jaejoong se levantó y tomo una ducha , de a poco su dolor se iba disipando un poco hasta el punto de ser soportable, aunque en los momentos que más extrañaba a Yoochun era cuando dormía, la cama era tan grande y fría sin él, removió su cabeza y se dirigió al baño, luego se vistió y tomó una taza de café con una medialuna , aun no tenia mucho apetito, pero hace dos días que no probaba bocado y debía tener energía para trabajar, la vida continuaba además no era ni el primero ni el último al que habían engañado, y sí tal vez le costaría reponerse de la situación pero lo intentaría, no se prometió a si mismo olvidar a Yoochun porque sabía que jamás iba a poder hacerlo, compartió ocho años siendo amigo de él luego novio, sabía sus gustos y lo que odiaba, además él había sido el primero en su vida y eso claramente no lo iba a olvidar nunca. Y mucho menos olvidaría a su hermano estaban unidos por un lazo de sangre y de hermandad y aunque la confianza se había roto no podía sacarlo así como así de su vida.

Dolía mucho su pecho se oprimía cada vez que pensaba en ello, pero ese día decidió que no iba a llorar más, que iba a retomar su vida justo donde la había dejado antes de comprometerse con su ahora ex novio, volvería a retomar sus viejos hábitos y ¿por qué no? Se dedicaría a experimentar nuevas cosas.

Con ese pensamiento salió de su edificio y tomo el bus, al fondo de este iba Yunho con los ojos cerrados escuchando música, se acercó y se sentó a su lado en silencio.

El castaño sintió que alguien se sentaba a su lado, lo miro de reojo allí estaba de nuevo el mayor sonriéndole, su sonrisa era cálida y sincera

-Buenos días Jaejoong Hyung- lo saludó y le revolvió un poco el cabello, Jaejoong rio por la acción de su alumno y le devolvió el saludo

-Buenos días Yunho –  el resto del camino hasta la escuela se la pasaron conversando de trivialidades el menor logró sacar unas risas del pelinegro, la verdad a simple vista parecía un tipo frío y serio, en verdad algo de eso era cierto, pero con Jaejoong todo era diferente, sentía que podía relajarse y le estaba mostrando una faceta de él que nadie conocía.

Cuando llegaron a clases se separaron, ninguno lo había dicho pero era obvio que dentro del colegio no podían tener el mismo trato de confianza que afuera, y en las horas de lenguaje Yunho se dedicó como siempre a leer uno de sus tantos libros mientras que Jaejoong corregía las actividades de la semana.

El timbre que anunciaba el receso del almuerzo demoró en llegar, pero cuando por fin sonó una masa de estudiantes salió apresurados hacia el casino, Yunho odiaba los lugares atochados de gente y busco un árbol para sentarse a almorzar, cuando encontró uno bastante alejado de los demás se sentó allí a comer mientras observaba  a su alrededor, de repente escucho unos pasos y la figura de Jaejoong se presentó delante de él

-Invades mi lugar- le sonrió el pelinegro y se estiró en el pasto a observar el cielo, hacía un poco de frio pero aun así le gustaba mirarlo.

-Jaejoong Hyung me asusto- se estiró y también comenzó a mirar las nubes

-mira Yunho esa nube tiene forma de un gato- habló mientras señalaba

-No es cierto! Parece un ratón

-No sabes nada, además yo soy el profesor aquí – ante eso ambos rieron y siguieron en su pequeña discusión de que forma era la nube que en realidad se asemejaba más a una cosa amorfa que a un animal.

Platicaron toda la hora de sus vidas, a pesar de conocerse hace un día sentían esa conexión especial que los hacía ser ellos mismos. Jaejoong le contó a Yunho algunas cosas de él y por fin había entendido eso de “la entrega” él no quería en un principio hacer labor social , ya que en realidad era bastante tímido pero se lo había prometido a sus padres y fue solo por cumplir mas al llegar y ver a esos niños llenos de felicidad lo llenaba por completo y ya no era algo difícil de hacer  sino más bien amaba ir a ayudar a esos pequeños que sonreían aunque el mundo se estuviera cayendo a pedazos, mientras tuvieran alimento y alguien que les brindara una sonrisa todo estaba bien para ellos y eso conmovía el corazón del castaño, y quién mejor que Jaejoong para entender que se sentía estar en un orfanato, y lo de “love is pain Love is over” era una frase de su canción favorita solo la había puesto ahí porque le gustaba no porque haya sufrido algún desamor o algo por estilo, y aunque le costó sentía que podía confiar en el menor y le relato como había sido su historia, Yunho le acarició el suave cabello a su hyung y luego de eso lo atrajo hacia su cuerpo estuvieron un par de minutos así abrazados hasta que el timbre volvió a sonar esta vez anunciando que debían volver a clases.

Rápidamente se levantaron y tras una reconfortante sonrisa del castaño, Jaejoong se dirigió nuevamente a clases

El resto del día se paso rápidamente y de nuevo se encontraba caminando para tomar el bus, estuvo cerca de quince minutos esperando a que apareciera Yunho pero al ver que este no venía  subió solo, esos escasos dos días de conocerlo habían sido como un respiro, siempre dicen que luego de la tormenta sale el sol, desde que conoció al menor aquel dolor que lo carcomía por dentro se hacia más llevadero, y cuando estaba con él ni siquiera se acordaba de los otros dos en ese momento recibió una llamada, miro la pantalla era Yoochun, que luego de dos días se había atrevido a llamarlo, ya mucho más resignado y preparado le contesto el teléfono, sabía que iba a doler hablar con él pero era algo que debía hacer, quería cerrar bien aquel proceso y aunque sonara demasiado masoquista necesitaba saberlo todo.

-Jaejoong ¿podemos hablar?- dudo un poco de su respuesta pero al final accedió a juntarse con él

-Bien, vamos a hablar ¿Dónde nos reuniremos?

-En tu departamento o en el mio, tú decides – Jaejoong  se sentía incapaz se ir a aquel departamento, y quería que se notara el punto en el que estaban las cosas, así que desechó la idea de recibirlo en el suyo.

-Nada de eso, juntémonos en el café que está cerca de mi edificio te veo allí en media hora-

Dicho esto cortó la comunicación, llego a su casa dejo sus cosas ordenadas en el estante y Salió lentamente hacia el local, hacia frio y cuando llego inmediatamente pidió un café, minutos después Yoochun atravesó la puerta y se sentó al frente.

-Jaejoong… yo sé que lo que hice estuvo mal, lo siento – miro al pelinegro que se encontraba estoico en su posición, su cara no demostraba ningún sentimiento, ni de odio ni de tristeza ni de celos nada de nada, sinceramente hubiese preferido verlo triste aunque sonara egoísta, pues lo hería profundamente su indiferencia y a pesar de que no estaba en condiciones de reprocharle nada, puesto que el mismo había provocado todo eso, también en el fondo de su corazón además de culpa sentía que ese amor por el mayor continuaba vivo.

-No necesito de tus disculpas, dime rápido lo que tengas para decir, te escucho- con un tono más frio de lo que se había prometido ser le dijo aquellas palabras, en ese momento no quería flaquear, no quería oír “ lo siento” ni quería ver sus ojos, no quería caer.

-bien, en el viaje de negocios que hicimos junsu y yo hace un mes, que comenzó todo ese día habíamos salido a beber luego de haber cerrado el negocio con el cliente, y ya nos conoces nos pasamos de copas y nos salimos del bar, llegamos hasta el hotel y pues no sé si habrá sido producto del alcohol, o habrán sido sentimientos que justo en ese momento salieron a flote, da igual, la cosa es que nos acostamos, al otro día juramos no decirte nada de lo que había pasado y nos regresamos, fueron aquellos días que estuvimos algo distanciados ¿recuerdas?-  cada palabra era más dolorosa que la otra, pero aun así se mantuvo con la mayor de las enterezas .

-Recuerdo, pero prosigue por favor- aquellas palabras le dolieron a Yoochun pero suspiró y continuó con su relato

- Bueno después de eso no volvió a pasar, pero sin querer fui mirando a Junsu de otra manera, pero por otro lado estabas tú y yo te amo demasiado, me sentía confundido y sobre todo lleno de arrepentimiento, me pase noches enteras llorando y preguntándome por que todo había llegado hasta ese punto, luego un día tu hermano me fue a ver a mi departamento y me dijo que no podía continuar engañándote y que necesitaba decirte en lo que había terminado una de nuestras noches de borrachera, pero que a pesar de ser un error, él me amaba pero estaba dispuesto a irse lejos para no interferir con nuestra relación, pasaron algunos días más y yo cada vez me sentía peor, pero porque tenía miedo de hacerte daño y..- se detuvo un momento y tomo aire, Jaejoong ya no lo miraba sino que miraba hacia afuera mientras bebía de su café, lo conocía y siempre que estaba nervioso o quería controlarse a si mismo miraba hasta el exterior.

-¿Y?

-pero ahí fue cuando me di cuenta Jaejoong que amo a tu hermano, que sin querer también me había enamorado de él, no quería que pasara pero estos sentimientos cada vez eran más fuerte por otro lado las veces que te dije que te amaba eran cierta Jaejoong yo sigo amándote, pero me he dado cuenta de que solo es el amor que te tengo por ser quien eres en mi vida, pero la verdad me enamore de Junsu yo… lo siento Jaejoong y ese día que tu nos viste Junsu había ido a decirme que se quería ir a Japón un tiempo y pues yo le dije que lo amaba, y todo termino en lo que tu viste.

Jaejoong no sabia si reír o llorar, no sabía si abofetearlo o simplemente irse, aunque él quería escuchar la verdad y sabía que iba a ser dolorosa no esperaba aquello, aunque por dentro también sabía que Yoochun decía la verdad, él era demasiado directo y no iba a mentirle en algo así ¿Qué necesidad tenía de hacerlo? Ya su relación se había roto completamente.

-Yoochun, ahora no puedo decirte nada, pero no soy un mal perdedor, y si mi hermano llegó a enamorarte al menos no lo hagas sufrir así, no te confundas nunca más, yo ahora debo irme- y sin decir nada más Salió casi corriendo de aquel lugar, estaba sintiendo como sus lágrimas se apilaban en sus ojos y no podía dejar que su ahora oficialmente ex novio lo viera así, tenía un orgullo que proteger y además no quería su lástima.

Cuando su respiración comenzó a dificultarse se detuvo y se sentó en una banca, a esas horas de la tarde y con semejante frio no había casi nadie en la calle, se echo para atrás y comenzó a llorar silenciosamente, sintiéndose no solo traicionado sino derrotado, pero no tenía envidia de Junsu sabía que aquel pequeño con aquella personalidad enamoraba hasta al más frio y si lo analizaba todo objetivamente ellos dos hacían una excelente pareja, pues su hermano complementaba todo eso de lo que Yoochun carecía y viceversa, pero eso no quería decir que no doliera, pero sabía que algún día ese dolor iba a pasar.

 

                                 ~♥~

Como estaba postulando para ser tutor debía quedarse un momento más en la escuela, lo que más lamento fue no haberse podido ir con Jaejoong, aunque se lo negara además de pasarlo bien con su profesor estaba comenzando a gustarle, y aunque sonaba ridículo que tan solo en dos días comenzara a desarrollar sentimientos hacia el mayor, ya no iba a mentirse a si mismo, ciertamente le comenzaba a gustar, y mucho verlo lo hacia sentir demasiado feliz ver su angelical rostro tenia la capacidad de hacerlo sonreír las 24 horas del día y solo bastaba una sonrisa de su parte para que sintiera que volaba, tal vez estaba exagerando un poco, pero de verdad Jaejoong lo hacia sentir diferente y extrañamente le gustaba esa sensación de estar enamorado.

A penas termino de llenar el formulario de postulación corrió al paradero pero al llegar allá Jaejoong ya no estaba, se maldijo internamente por no haberse apurado más pero ya nada podía hacer, al llegar a casa se estiró en la cama, pero su estómago rugió y decidió salir a comer afuera   fue hasta el departamento del pelinegro pero no lo encontró , luego vagar un rato por el sector decidió irse a casa y pedir una pizza, pero le llamó la atención que alguien estuviera sentado tan solo con ese frio y casi por instinto acercó su auto para divisar mejor a aquella persona.  Cuando estuvo estacionado al frente de él, se percató de que era su maestro ¿pero que podía ocurrirle? Lentamente se acercó y lo vio llorar calladamente, se sintió pésimo también y solo pudo acercarse más y abrazarlo.

El mayor abrió los ojos y al percibir aquel olor reconoció a Yunho, y en medio de sus lágrimas sonrió y se aferró más al castaño, luego de normalizar su respiración se separó lentamente

-Jaejoong hyung…- acarició como de costumbre el cabello de su Hyung y ser acercó y lo observó unos segundos, se mordió el labio para contener esas enormes ganas que tenía de besarlo, sus miradas se encontraron, Jaejoong se perdió en los ojos de Yunho, su corazón latía fuerte y las lágrimas ya se habían detenido, lentamente se acercó y besó al castaño, sentía esa necesidad  y sin detenerse a pensarlo lo había hecho, se encontraba besando al menor que se sorprendió bastante, los labios del mayor eran mejor de como los imaginaba, eran suaves pero no se conformó solo con ese roce y profundizo el beso, sus lenguas se entrelazaban, yunho recorrió cada centímetro de la boca de Jaejoong y cuando el aire se les hizo nulo se separaron, aun incrédulos de lo que había pasado hace un momento.

 

 

 

 

 

Notas finales:

Espero les haya gustado y dejen sus reviews *-* pronto estaré de vuelta con el próximo y último capítulo 

 


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).