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REFLEJO por yellowmuffy

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Notas del fanfic:

He estado pensando en este fic por tanto tiempo que la idea se volvió más revoltosa de lo que me imaginé y tuve que desenredarla un poco antes de subirlo ( n - ñ)u...

 

Ninguno de los personajes (quizá a excepción de un par) me pertenece, son personas reales que andan por ahí haciendo sus vidas como se les da la gana. Yo solo soy una pobre Muffy que pasa el poco tiempo libre que tiene compartiendo las ideas que se le pasan por la cabeza.

Notas del capitulo:

Aquí el primer capítulo de mi nueva locura ( ^ /// ^) Muffy está realmente contenta de que esto al fin vea la luz... aunque estaba un poco insegura de que las cosas terminaran de manera entendible para ustedes... igualmente disfruto mucho escribiéndola. Ojalá les guste y disfruten su lectura!!

Minna Daisuki!!

:3

 

Los errores no marcan tu manera de vivir

Kyo ~ Tooru Nishimura

 

 

Sus pies cerca del precipicio, con la mente aferrándose a los últimos recuerdos que quedaban en su mente, como si del tesoro más valioso se trataran. Y en el momento en que menos se lo espero, justo antes de lanzarse al vacío, una sonrisa se asomó en su rostro. Todo terminaría.

 Al fin podía ser feliz.

 

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Kai miraba hacia la ventana de la habitación con melancolía en el rostro y con el único deseo de que su estadía en ese hospital terminara pronto. Aquella que se suponía debía ser una simple revisión había acabado en varios días internado y con una noticia no muy agradable para él. Por ahora sólo quería irse a casa lo más pronto posible y asimilar las cosas con calma.

La puerta de la habitación se abrió con suavidad  y por ella se asomó la cabeza de uno de sus compañeros de trabajo.

- ¡Yutaka-chan! –exclamó entrando en el cuarto un alto pelinegro con una perforación en el labio.

- ¿Yuu? –le miró el otro un tanto extrañado ya que suponía que nadie sabía que se encontraba ahí; ni siquiera su novio, que creía que estaba de visita con sus padres.

- ¡Vaya! –Volvió a hablar el pelinegro- me alegra que sí fueras tú, ya sabes, vi el nombre en la puerta pero no sabía si sería el mismo Uke Yutaka que yo conocía. ¿Te pasó algo Yuta?

La expresión preocupada de su amigo le hizo pensar que quizá una mentira piadosa sería su mejor aliada de hoy en adelante. No debía poner cargas en los hombros de sus amigos si les correspondían, lo mejor era no decir nada.

- No, nada –respondió fingiendo una sonrisa- en realidad sólo fue una leve descompensación, ya sabes, tengo mucho estrés encima últimamente, nada de qué preocuparse. De hecho hoy mismo me dan de alta.

Las facciones del más alto se relajaron un poco transmitiendo alivio, pero algo en ellas seguía guardando un cierto nerviosismo que para el castaño en la cama no dejaba de saltar a la vista.

- ¿Sucede algo Aoi? –Indagó- ¿Qué haces tú aquí?

Aoi suspirón un par de veces antes de responder, pensando en la mejor forma de decir las cosas.

- Verás Yuta, es que no eres el único de nosotros en el hospital –dijo esquivando su mirada, notándose de inmediato el cambio de emociones en su rostro.

-  ¡¿Le ocurrió algo malo a Takashima?! –se incorporó sobre las mantas sobresaltado y preocupado por Uruha, ya que éste solía meterse en problemas todo el tiempo. Aoi otro negó con un movimiento de la cabeza.

- Es Ruki –dijo con la voz cortada- ayer trató de suicidarse…

Y sin más la sala quedó en silencio.

 

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 “El mundo de la música parece estar siendo asediado por la muerte estos últimos días, primero con la trágica muerte de uno de los bajistas más renombrados de Japón y ahora se suma el desafortunado incidente que sufrido por Ruki, vocalista de Gazette. Con éste ya son tres los episodios trágicos en el mes. Recordemos que… ”

En otra de las habitaciones del mismo hospital.  El ruido de la televisión se escuchaba de fondo. El rubio miró molesto la noticia que daba la televisión en ese momento, tomó entre sus manos el control remoto y apagó el aparato desde su lugar junto a la ventana siendo observado por alguien sin saberlo.

 Sobre uno de los sillones que había en el cuarto descansaba tranquilamente Reita, al que su espectador reconocía a la perfección aunque en ese momento no llevara la bandita que tanto le caracterizaba ocultando su nariz y su cabello callera a los lados de la cara totalmente lacio, sin fijador u otro producto que le ayudara a desafiar la ley de la gravedad.

- Hoy el día esta soleado Takanori –decía el rubio llevando su vista desde la ventana hasta la cama en la que descansaba su compañero, sin estar consciente de que este otro le observaba de vuelta, o al menos parte de él sí lo hacía aunque sus ojos se mantuvieran cerrados.

Takanori se acercó hasta Akira sabiendo que, justo a su espalda, su propio cuerpo se encontraba postrado en una cama conectado a varios tubos y aparatos que le monitoreaban.

- Lo siento Aki-chan –susurró deslizando sus dedos por el rostro de Akira sin que éste mostrara reacción alguna a ante su tacto. Porque en realidad no lo sentía.

Ahora el vocalista no era más que un soplo de sí mismo.

Al principio el despertar y ver que absolutamente nadie le hacía caso había sido un poco extraño. Primero creyó que estaba soñando, pero casi de inmediato recordó los últimos segundos antes de perder la conciencia. ¿Acaso había muerto? Fue lo segundo que le llegó a la mente, pero el molesto sonido de la maquina a su lado marcando la cadencia con la que latía su corazón, le dio a entender que había fallado en su cometido. Seguía vivo. O por lo menos su cuerpo sí lo estaba.

La incertidumbre llegó después al no sentir ningún control sobre su cuerpo y estar consciente de que éste y su mente parecían estar “separados” de alguna manera. Pero toda la confusión se acabó a los pocos minutos cuando por fin pudo acostumbrase a la idea de que existir de esa manera podía ser un equivalente bastante razonable a lo que quería lograr desde un principio: Morir.

Y ahora estaba ahí, gastándose el tiempo que tenía, viendo como las personas iban por su habitación del hospital. Justo cuando estaba por alejarse de Reita, fue que cayó en la cuenta del pequeño niño sentado al lado de ellos que movía sus pies en un intento para evitar el aburrimiento. ¿En qué momento había entrado ese niño?

- ¿Tu quién eres? –soltó al aire a sabiendas de que nadie podía oírle. Sin embargo el niño levantó su mirada hacia él y le sonrió.

- Me llamo Hei –dijo, dejando totalmente asombrado al mayor que se suponía invisible para todos los demás.

 

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Aoi le esperaba fuera de la habitación para que tuviera privacidad al cambiarse de prendas, habían decidido que lo mejor era arreglar todo para la salida de Kai y que ambos fueran juntos a visitar a Ruki.

- ¿Listo? –se escuchó la voz de Yuu a la par que éste entraba en la habitación cubriendo sus ojos.

- Claro –respondió Kai mientras terminaba de ponerse la playera. Se miraron por unos segundos, pero ninguno dijo nada en absoluto, así que se dirigieron hasta la puerta y salieron andando por los inmaculados pasillos del hospital. Llegando así hasta otra puerta, unos pisos más arriba, con una placa que rezaba el nombre de su pequeño amigo.

- ¡Akira! –soltó con sorpresa el pelinegro nada más entrando en la habitación- ¿Sigues aquí?

- No Aoi, soy sólo una alucinación –soltó sarcásticamente Reita, molesto por la obviedad de la pregunta.

El pelinegro trató de pensar rápido en algo para aligerar el ambiente, no era el momento adecuado para pelear con el bajista y mucho menos ahora que estaba tan irritable con todos. Desde que supieron lo ocurrido con Ruki, el rubio de la bandita se había mantenido en una actitud bastante repelente con las personas, aunque todos lo atribuían al hecho de que él era la persona más cercana al vocal y además fue él mismo quien lo encontró después de su “accidente”; así que nadie le culpaba por su trato e intentaban ser comprensivos con él.

- ¡Mira! –Aoi jaló a su compañero que aún esperaba en la entrada y le señaló- Encontré a Kai.

- Hola Akira –saludó el castaño con más seriedad que el moreno que lo sostenía- ¿Cómo está Takanori?

Reita lanzo una rápida mirada al pequeño que aún descansaba en su lecho sin moverse y su silencio le pudo trasmitir toda su inquietud a Kai sin necesidad de que soltara palabra alguna.  Este se acercó hasta quedar a su lado y le dio unas palmadas de apoyo en la espalda.

- Lo mejor sería que te fueras a casa un rato –Sugirió el baterista notando que este no había dormido nada.

- Creo que prefiero quedarme un poco más –dijo secamente el bajista.

- Akira –habló esta vez serio el castaño- si no te vas en este momento a dormir, yo personalmente tendré que llevarte, así sea arrastrando.

- Vamos Reita –intervino Yuu- el pequeño nos necesita a los cuatro enteros y sanos –dijo.

Reita soltó un suspiro y cual niño regañado, el rubio salió de la habitación arrastrando los pasos. Despidiéndose secamente al cerrar la puerta de nuevo. No tenía sentido discutir de todas formas.

 

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Un nudo en la garganta del vocalista le impedía decir palabra alguna, pero no tuvo más tiempo para pensar, ya que en ese mismo instante la puerta le dio paso para entrar a sus otros compañeros de banda, con excepción de Uruha.

Los miró con tristeza en el rostro, justo ahora era su culpa que todos estuvieran preocupados por él.  De haber hecho las cosas bien, la tristeza sólo les habría durado hasta el momento en que acabara su funeral, tal vez un par de días más. Después sólo tendrían que concentrarse en buscar a un nuevo vocalista. Como debieron hacer desde un principio.

Vio como el bajista salía del cuarto y sin darse cuenta sus ojos siguieron su ruta hasta posarse luego en la ventana en espera de que su figura apareciera alejándose del hospital, seguramente hacia donde yacía su automóvil.

- Deberían olvidarse de mí de una vez por todas y ocuparse de lo que en verdad importa–dijo, no sabiendo si para sí mismo  o para el niño que aún le miraba expectante.

- Yo no creo que sea así –le respondió este- ¿Por qué tendrían que olvidarte si parece que tú eres una de las cosas que más les importa?

Ruki rodó los ojos hastiado. Era mucho mejor cuando estaba sólo, pensó.

- Tú que vas a saber mocoso –espetó queriendo callarle.

- Si no fuera así, ¿Por qué se molestarían en estar aquí? –habló el menor logrando que quien quedara en silencio fuera el vocalista.

¿Qué si en realidad la preocupación de sus compañeros era genuina?

 

-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.Continuará.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-

 

Notas finales:

Una nueva historia para el repertorio... y bien?? qué les parece??

Por ahora ya tengo una buena parte del fic escrita así que no debería tardar mucho en subir el segundo capítulo, sin embargo también tengo que dedicarle tiempo a mis otras historias así que si me retraso por un lapso mayor al que esperaban no se desesperen que no voy a abandonar el fic ( - w -) a paso lento pero iré actualizando... tengánlo por seguro!!

Muchas gracias por leer y como siempre les digo: si tiene alguna duda, queja, comentario o sugerencia, todas son bienvenidas.

Matta nee!!

( > 3 >)/ ~♥ Chuuuuu~!!!!

P.D.: Odio el título pero fue lo mejor que se me ocurrió... si tienen sugerencias para uno mejor me serían de gran ayuda ( > w <)/


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