KONO AI SHINONAI
“Este amor no morirá”
Un pequeño niño rubio con ojos azules como el cielo tan puro e inocente que reflejaba tristeza, miraba través de la ventana, observando cómo niños de su edad, jugaban a los ninjas, su corazón latía con fuerza deseaba poder salir a jugar con ellos. De repente fue levantado en brazos por otro rubio de ojos azul iguales a los suyos y el pequeño lo miró con tristeza.
Naku: ¿Por qué no puedo salir a jugar con ellos?
Yuu: Ya hemos hablado de eso tú no tienes una buena salud y no puedes salir. Es por tu bien.
Naku: Pero….
Yuu: ¿Qué?
Naku: Si no recupero como seré el siguiente líder del clan (Dijo triste)
Yuu: No te preocupes por eso, todavía eres muy pequeño (Revoloteándole el cabello)
Su padre lo dejo en la cama sentado y se coloco un chaleco para irse.
Yuu: Lo siento Naku, tengo que ir a atender unos asuntos, pero vas a estar bien y ya sabes que hacer.
Naku: No papá, no te vayas, quédate conmigo, es que no me gusta quedarme solo en la casa con esos ninjas que me vigilan.
Yuu se agacho dándole un tierno beso en la frente a su pequeño hijo acariciándole el cabello y le sonrío.
Yuu: No me puedo quedar y lo sabes.
Naku: ¡Nooo! (Llorando teniendo su rostro de cálidas lágrimas cristalinas)
Yuu se agacho para abrazar a su pequeño y acariciar su espalda.
Yuu: Mi bebe ya eres un niño grande ya no debes llorar, regreso a la casa en la noche y te baño.
Naku: Esta bien (Inflando sus mejillas y limpiando sus lágrimas)
Yuu se dio la vuelta dejando a Naku sobre la cama moviendo las piernas, salió de la casa la cual era rodeada por un grupo de ambus y puso una expresión muy seria cuando se acerco a ellos y distinta a la tierna y cariñosa que le mostraba a su hijo y se detuvo al lado de un ninja.
Yuu: Cuídenlo y no hagan ninguna estupidez.
Yuu desapareció a una gran velocidad en medio de los arboles que rodeaban la mansión, mientras que los ambus solo rodearon la casa como siempre y Naku se recostó sobre la cama para mirar el techo blanco pensando.
Naku: Quiero salir….
Yuu llegó a un gran despacho, entro y se sentó detrás de un gran escritorio de madera, cuando entro uno de los líderes del clan, hombre de edad media alto de cabello negro y ojos del mismo tono con una expresión muy rencorosa.
-Te ves muy contento al lado de tu hijo
Yuu evadió la mirada retadora y volteo a otro lado.
-Tú sabes que tu hijo es el demonio decisivo de 10 colas “Juubi” el cual tomo como pago la vida de tu esposa al nacer.
Yuu: Cállate Hôki, Nami jamás me lo perdono. (Triste)
Hôki: Quiere ser ninja… ¿verdad?, pero si no controla sus poderes tendrás que matarlo o me equivoco.
Yuu: Lo sé pero eso no sucederá.
Hôki: Espero que sea así, por tu bien y el del clan.
Yuu: Si es lo mejor para el clan así será. (Cerró los ojos resignado de la decisión que debía tomar)
Naku estaba recostado en su cama, se levanto, salió de casa y fue a la puerta trasera y la abrió.
Naku: Voy a dar una vuelta y regreso. (Sonriendo muy feliz de su travesura)
Pero cuando iba a dar el primer paso fuera de la mansión, apareció un joven con ropa ninja de unos veinte años, cabello rojo y ojos verdes en vuelto en una nube de vapor y lo detuvo.
Jôki: Naku-sama a donde cree que va. (Sonriendo)
Naku puso una expresión muy tierna en su rostro y que lo hacía ver tan inocente como para dejarlo hacer lo que quisiera.
Naku: Quiero salir, por favor
Jôki lo levanto en sus brazos y camino de regreso a su habitación.
Jôki: No puedes salir son ordenes de tu padre.
Naku comenzó a llorar, odiaba aquella barda que no le permitía salir y odiaba ser vigilado.
Naku: Yo quiero conocer el clan
Jôki: Que tal si juego contigo y así dejas de llorar… Naku
Naku: Bueno yo quiero jugar escondidillas si…
Jôki: Claro, claro vamos a jugar.
Ambos jugaron hasta la noche y Yuu regreso a casa, vio a Jôki jugando con Naku y eso lo molesto.
Yuu: Naku… (El pequeño corrió a los brazos del adulto con solo oír su voz y este lo levanto en el aire) ¿Qué estabas asiendo Naku?
Naku: Jôki y yo estábamos jugando.
Yuu: Retírate.
Jôki: Si, Yuu-sama
Naku: ¿Porqué lo corriste yo quería seguir jugando?......
Yuu; Por qué ya es noche y te tienes que bañar, cochinito.
Naku: No quiero (Asiendo pucheros)
Yuu: Los niños de cinco años siempre obedecen a su padre.
Naku: Bueno. (Sonriendo)
Yuu cargo a Naku hasta el baño, lo desvistió y Naku se sonrojo por el toque y Yuu no pudo evitar excitarse al pensar en lo que sería el cuerpo de Naku más adulto. Pero esas imágenes que pasaban por su mente de ese cuerpo tan inocente, tan delicado, tan puro y sensible, lo excitaba metió a Naku a la tina. El pequeño se sonrojaba lentamente por que estaba avergonzado.
Yuu: Te da pena que te vea.
Naku: ¿Porqué?..
Yuu: Estas rojo…. Y eso quiere decir que te da pena
Naku: No…. Solo eres tú y yo te quiero.
Yuu: Yo igual mi bebe, eres tan adorable y tierno que tu madre te adoraría.
Naku abrazo a su padre asiéndolo sentir su cálido cuerpecito mojar el suyo.
Yuu: No Naku estas mojándome
Yuu lo cargo mientras lo cubría con una toalla, lo llevo a su habitación y lo recostó en la cama, le puso su pijama y lo metió en las cobijas.
Yuu: Ya duérmete.
Naku: No tengo sueño.
Yuu se agacho dándole un beso en la frente, mientras el pequeño se sonrojaba y con una sonrisa en la boca, se quedo dormido y Yuu rápidamente regreso a su habitación y se sentó en la cama preocupado.
Yuu: No puede ser que me excite bañar a mi propio hijo.
A la mañana siguiente trajo un ninja medico, ambos fueron a la habitación de Naku y lo despertaron.
Naku: Papá
Yuu: El médico vino a acerté una revisión
Naku entristeció casi al punto de llorar y miro a su padre.
Naku: No me gusta, me duele y duermo mucho.
El ninja medico le dio a Naku un coctel de 10 pastillas y un vaso con agua.
-Tienes que tomártelas
Naku: Pero…
Yuu: Naku por favor tómalas.
Naku comenzó a tomar cada una de las pastillas hasta que ya no hubo más y su cuerpo se desplomo quedándose dormido.
Yuu: Y luego.
-Hay que esperar.
Yuu cargo a Naku hasta el patio y lo recostó, ambos adultos esperaban a que algo sucediera, pero una ráfaga de viento salió del pequeño, este se levanto, los ojos rojos y tres marquitas aparecieron en sus mejillas de ambos lados el fuego salía de su cuerpo rodeándolo y alzo su brazo asía el cielo creando un rio de fugo que subía directo hasta esté desapareciendo en nubes de vapor, bajo su brazo cerrando los ojos y cayó en el suelo inconsciente. Ambos adultos no sabían que decir era increíble el poder que guardaba el pequeño cuerpo de Naku.
Yuu: ¿Por qué se desmayo?
-El cuerpo de Naku no es lo suficiente maduro para resistir esa energía por lo que simplemente no la utiliza.
Yuu: Su poder seguirá creciendo
-Sí, pero si se sigue restringiéndolo no habrá peligro.
Yuu cargo a Naku hasta su cama, dejándolo dormir mientras lo cuidaba el ninja medico y regreso a su oficina para arreglar algunos asuntos pendientes.
Jôki: Me mando llamar Yuu-sama
Yuu: Quiero que hagas unas misiones fuera de la aldea.
Jôki: Pero…
Yuu: Es una orden
Jôki. Si…
Yuu regreso en la noche a la casa donde le agradeció al ninja por sus servicios y le dijo que podía retirarse. Se sentó en la cama acariciándole el cabello rubio a su hijo, bajando lentamente esa cobija que cubría su cuerpo, mientras subía esa camiseta acariciando esa piel tan suave que algún día será tan deseable, que nadie se podría resistir a ella, ni él, al imaginar ese cuerpo tan inocente pero maduro su corazón se acelero y comenzó a excitarse deseando un toque más profundo.
Bajo la camiseta de Naku y le acomodo a ropa y Yuu regreso a su habitación, fue al baño y se hecho agua en la cara para tranquilizarse.
Yuu: ¿Qué demonios me pasa?
Yuu estaba dormido cuando el aire de su cuerpo fue obligado a salir por una fuerte presión en su estomago, abrió los ojos y vio a Naku sentado en él.
Yuu: Naku, travieso ya despertaste
Naku: Hoy me vas a sacar de la casa, papá
Yuu: Ya sabes que no puedo
Naku: Siempre hago lo que tú quieres y nunca me das nada (Llorando), solo quiero salir.
Yuu le acaricio la cara al pequeño mientras le limpiaba las lágrimas y le sonreía.
Yuu: Ya no llores, hare lo que tú quieras Naku pero deja de llorar.
Naku: Lo que yo quiera verdad.
Yuu: Si, mientras no salgamos de casa
Naku: Quiero un beso…
Yuu: Un beso… (Intrigado)
Naku: Si ayer mientras trataba de salir, vi a un niño besando a una niña y yo quiero saber que se siente.
Yuu: Naku, eso está mal ya sabes que no debes salir.
Naku: Mi beso…. O ya no te voy a escuchar y me iré de casa
Yuu: Pero este te lo tiene que dar una chica cuando crezcas.
Naku: Solo dámelo o me sacas tú decides y no aceptare un no.
Yuu: Bueno cierra los ojos.
Yuu sentía como su corazón se aceleraba, esos labios eran de él, le pertenecían desde este momento, “Pero es mi hijo”, Naku cerró los ojos mientras se iba sonrojando, quería saber que se sentía y no podía esperar. Naku se acerco al rostro de Yuu abriendo la boca, el cual lo tomo del los hombros acercándolo aún más a su cuerpo, lo beso introduciendo su lengua en la boca del menor, moviéndola desesperadamente en la misma encontrando contacto con la otra lengua juguetona, gozando ese beso cada segundo más mientras su corazón palpitaba aceleradamente y alejo a Naku.
Yuu: Nunca me lo vuelvas a pedir Naku.
Naku: Lo siento yo solo quería saber que se sentía.
Desilusionado Naku no dijo nada y Yuu sólo fue al baño a pensar.
Yuu: Soy un imbécil que hubiera pasado si me dejo llevar.