- Cloud, no esperaba verte aquí - comentó Kuja parándose a mitad del escenario - ¿Acaso te gusta el teatro? -
- No del todo – respondió levantándose de los escalones.
- Oh, espera. No te vayas – pidió con cierta amabilidad – Me gustaría hablar contigo -
- ¿Sobre qué? - lo miró con extrañeza. Sabía que Kuja era un narcisista de primera y no hablaba con nadie a menos que le conviniera.
- Sobre ese tipo que es de tu mundo... ¿Sephiroth? -
- Sí...¿qué hay con él? -
- Yo sólo me preguntaba si... - bajó levitando del escenario y se acercó al rubio – ...si él te interesa de alguna forma -
- ¿Interesarme? - ladeó la cabeza, confundido - ¿Qué intentas decir? -
- No te hagas el que no sabe, Cloud – alzó un dedo e hizo una seña negativa – Sabes perfectamente de lo que estoy hablando – sonrió con malicia.
- En realidad no... - cruzándose de brazos – Di lo que tengas que decir. Estás perdiendo mi atención -
Kuja suspiró con enfado y se llevó una mano al cabello para peinarse, hacía eso cuando intentaba mantener la calma.
- ¡Jojojojo! ¡Pero miren a quiénes tenemos aquí! ¡Los chicos más bonitos y andróginos del lado de Chaos! - exclamó Kefka caminado hacia ellos – El ruebiecito y el afeminado... ¿Hacen fiesta y no me invitan? -
- Largo de aquí, bufón – dijo el peliplateado dándole la espalda – Esto es una conversación privada -
- Oooh, ¿pero es que no somos amigos? - haciéndose el inocente – Porque lo somos, ¿no?... ¿No? ¡Bah! Váyanse al diablo los dos entonces – frunció el ceño y se cruzó de brazos, ofendido.
- Me largo – dijo Cloud que había subido al Prima Vista en busca de tranquilidad, cosa que le acababa de ser robada por ese par de intrusos.
- ¿Ooh? ¿Vas en busca de Sephiroth acaso? - bromeó el arlequín y tanto él como Kuja terminaron riéndose a carcajadas.
- ¿Qué? - Cloud frunció el ceño, evidentemente sin aún enterarse de la gracia.
- Déjalo en paz, Kefka. Cloud no está interesado en Sephiroth – comentó Kuja fingiendo pena.
- ¡Ya veo! - aplaudió alegre – Eso significa que tengo una oportunidad... Cabecita rubia, ¿puedo decirte algo sin que te me ofendas? -
- Sólo dilo... -
El arlequín se aclaró la garganta y comenzó a hablar con voz seria.
- En estos momentos te estoy imaginado usando ropa de mujer y eso me excita – terminó de decir con cierta lujuria.
Cloud miró hacia otro lado e hizo como si no hubiera oído eso...por alguna razón sentía que no era la primera vez que lo escuchaba.
- ¿No tienes otro lugar en donde decir tus estupideces? - preguntó Kuja con la mirada entornada.
- No – contestó Kefka con simpleza – Bueno, en realidad sí, pero el Emperador hoy está de malas, así temo que mis malas bromas me ganen una ejecución ordenada por él – dijo encogiéndose de hombros.
- ¿Qué sucede aquí? - preguntó un hombre de largo cabello plateado y de un ala negra.
- Sephiroth, ¡qué oportuno que hayas venido! – exclamó Kuja antes de levitar.
- Sí, sí, muy oportuno – apoyó Kefka riendo.
- ¿Y eso por qué? - acercándose al grupo.
- Oh, por nada. Olvida lo que dije – dijo haciendo un ademán de restarle importancia – Kefka y yo ya nos íbamos – jalando al arlequín del cuello de su traje.
- ¿Eh? Pero yo quiero seguir aquí – resistiéndose.
- Vámonos, dije -
- ¡Necesito preguntarle a Sephiroth cómo es que puede volar con una sola ala! -
- ¡Se lo preguntas luego! -
- ¿Qué querían esos? - preguntó Sephiroth al verlos marcharse.
- Creo que molestarme... -
- ¿Y lo lograron, Cloud? - tomó al rubio de las caderas para atraerlo hacia sí.
- Pude con ellos – dijo, y tomó un mechón de cabello plateado para jugar con él.
- Me alegra oírlo – juntó sus labios con los del rubio y éste lo envolvió con sus brazos.
- Te dije que eran gays – comentó Kefka en voz baja, escondido detrás del telón.
- Supongo que no volveré a dudar de tu palabra, payaso – contestó Kuja de la misma manera y casi ignorándolo, estaba muy atento observando lo que la pareja hacía.
- Paga – exigió extendiéndole una mano.
- ¿Qué dices? No apostamos nada -
- Oh, es verdad... ¿Quieres ir a molestar a Ultimecia? Creo que le gustan las mujeres -
- De acuerdo, ¿por qué no? - rió.