Todo fué un éxito. La segunda corrida de conciertos en Seúl fueron de lo mejor, lo pasamos bastante bien y a decir verdad todo el esfuerzo dió fruto. Más de cinco meses, grabando y ensayando, nos dejaron exahustos, pero luego de ver las críticas más felices no podíamos estar. El público y sus gritos, cuando coreaban, escuchar lo felíces que estaban. Todo eso era para mí la mejor recompensa.
Nos dirigimos a los camarínes, estabamos cansados y lo que más queríamos era una ducha. Yo entré de los primeros y me senté en un banco para sacarme las zapatillas, la polera y secarme un poco con mi toalla. Los camarínes tenían a un lado unas bancas, al otro unos casilleros, ahí teníamos nuestras cosas.
-¡Yo entraré primero!- Gritaba Yeol, sacándose una zapatilla.
-¡Y yo!- Resoplaba MyungSoo con la seriedad que lo caracterizaba.
-¡Yo también!- Se escuchaba chillar desde la entrada de los camarínes al menor, Sungjong
El tema de las duchas era de todos los días, en la casa ocurría igual. Yo ya no me hacía problemas y esperaba hasta el último.
-Yo tambien quiero- Decía Dongwoo frunciendo el seño, sabíendo que las duchas son para 3 personas.
-Báñate con Hoya Hyung- Se burlaba Sungjong en dirección a las duchas con solamente la toalla en la cintura.
Al escucharlo volteé a mirar a Dongwoo, él se veía extrañamente sonrojado, seguramente le incomodó el comentario.
-¡No es gracioso!- Le grité a Sungjong quien había desaparecido completamente trás la pared revestida con cerámicas que separaba el camarín de las duchas. Nos miramos con Dongwoo sin prestarle atención.
Luego de aquello Sungkyu y Woohyun se hecharon a reír. Me gustaba la relación que teníamos en general, en el fondo nos queríamos y nos respetabamos, y con esto de los conciertos, hacían que nuestros lazos se afianzaran, en el buen sentido de la palabra claro.
Estabamos próximos a nuestro aniversario y lo queríamos celebrar con todo, nuevo disco, nuevos videos, nuevas sorpresas ¡Estamos emocionados!
Me levanté en dirección a los casilleros, abrí mi bolso para sacar mi shampoo y me sorpendí pues había un regalo. El papel era morado y tenía una tarjeta; 'Empieza a practicar'. No entendí para nada lo que significaba, aún así lo abrí sigilosamente sin meter tanto ruido y llamar la atención del resto. Jamaás me hubiera imaginado ver algo como aquello, quedé sin aire, sin saber como reaccionar. Simplemente cerré el bolso dejando el shampoo ahí y me volví a sentar con la cara de nada.
-Hoya, estás pálido ¿Qué ocurre?- Me preguntó Dongwoo con algo de asombro.
-N..nada- Respondí titubeante con la mirada al suelo.
-Vamos Hoya ¿Qué ocurre?- me tomó del brazo, moviendome de un lado a otro.
-¡Nada!- Respondí en voz alta y cortante. No quería pensar en ello... pero ¿Quién me dejó eso en mi bolso?¿Por qué lo habrá hecho? Yo no hago ese tipo de cosas, y creo que no lo necesito. ¡No!
Yeol, Jong y L salieron de las duchas con la toalla en la cintura, ya estaban bañados y aparentemente secos.
-Nos toca.. ¿Vamos Hoya?- Se dirigió a mí Dongwoo con un tono suave, seguramente le hice sentir mal al gritarle. Yo simplemente negué con la cabeza aún muy preocupado por aquel 'regalo'. Quizás sea una broma, pero, jamás había visto uno. ¿Que haré con él al llegar a casa?
-¡Vamos Hoya! Solo tú sabes como me gusta que me jaboneen la espalda- Bromeó sin recivir respuesta mía alguna.
-Uuuuuy.. todo eso se sabe!!!- Comentaron los chicos siguiendo el juego de Dongwoo.
-Vamos mejor- Reto Sungkyu dándose cuenta de que no estaba bien.
Entró finalmente él, Dongwoo y Namstar a ducharse, por último iría yo.
-Hoya hyung ¿Qué te ocurrió?- Preguntó en un tono inoscente el maknae. Esta pregunta llamó la atencion de Sungyeol y de MyungSoo quienes voltearon de inmediato ya estando vestidos.
-Nada, no me ocurre nada- Respondí rápidamente, lo único que quería era pensar en otra cosa.
-Hey, puedes confiar en nosotros- L se sentó al lado mío, colocando una mano en mi muslo.
-De verdad que no me ocurre nada, solo es que estoy... muy cansado- Aquello parecía una buena escusa, solo es que me conocen bien, y saben que aunque estubiera cansado siempre mantenía el buen ánimo.
-¿Vamos a tomar algo?- Preguntó al aire Yeol tratando de cambiar el tema.
-Yo quiero un café!- Demandó Sungjong mirandome fijo -Hoya ¿quieres algo?- Negué con un leve movimiento de mi cabeza. -Gracias.
-Yo también quiero- Dijo Myungsoo levantándose de mi lado.
Los 3 salieron de los camarínes en busca de café. Yo me levante y volví en direccion al bolso. Ahí estaba todavía. Envuelto en el papel de mi color favorito, con aquella nota sobre él. El objeto era negro, liso. Independiente de haberlo analizado bien o no, sabía a que de se trataba.Todo esto inundó mi ser. Estaba muy desconcertado, jamás había visto uno, ni mucho menos había tenido uno. ¿Acaso el autor del regalo quería que yo hiciera esas cosas que ví en aquellos videos en el notebook de Sungjong? No soy de aquellos hombres que recurren a eso. Está bien que... que... sea gay ¡Maldición! ¿Pero hacer esas cosas?... Hace poco reconocí mi homosexualidad pero eso no significa que quiera hacer esas cosas. ¿¡Por qué me pasa esto a mí!?
-Es tu turno- La voz de Sungkyu se escucho tras mío. Yo casi automaticamente cerré mi bolso muy nervioso y me dirigí a las duchas tomandolo del mango. Dongwoo me seguía con la mirada. Cerré la puerta. Las duchas angostas y heladas, me sentía un poco solo ahí dentro. Me saqué el pantalón y la ropa interior. Volteé al bolso y saqué el shampoo, en eso tomé erroneamente aquel objeto. Por simple curiosidad lo saqué y observé cada detalle de él. Era grueso en la base, mientras que en la punta se angostaba un tanto. Tendría más o menos unos veinticinco centímetros. Era un consolador. Muchos pensamientos pasaron por mi cabeza.
Con el artefacto en la mano abrí la llave de la ducha, con la otra mano me resfregué el agua en mi cara.
Todo es tan extraño. Algo me hace no soltarlo. Algo en mí me insita a probar, a explorar aquella parte mía que jamá había conocido. Se sentía como una tentación.
Tontamente me acerqué con ambas manos a mi zona trasera, una de ellas portaba el susodicho.
En las peliculas de sungjong los tipos primero introducen el dedo. El índice fué el elegido. Llegué a la entrada e introduje mi dedo. Entró con dificultad, estaba demasiado extrecho ahí abajo. Nunca me había imagiando hacer algo así.
-M..mierda- susurré. Todo se sentía completamente extaño y novedozo. Sensaciones que jamás había sentido.
Llegué hasta la mitad del dedo para quitarlo con rapidez. Me dolía por una parte, pero mi interior me obligaba a seguir. Quería revancha. Volví a repetir la accion, esta vez con más seguridad. Al principio me producia un malestar, pero poco a poco me iba acostumbrando a él. ¿Por qué en los videos los hombres se quejaban tanto?¿Acaso introducir el objeto duele más? ... No lo sabría hasta comprobarlo por mí mismo.
El dolor estaba cesando, hasta que decidí ir con el segundo dedo. Este se coló con el primero haciendo que la cavidad sediera un poco más.
-Al carajo... lo haré de una vez- susurré nuevamente para mí mismo. Me acomodé en la ducha y tras eso, acerqué el consolador, dejándolo en posicion. Empuje poco a poco. Había logrado introducir la punta y el dolor era bastante. Seguí a la vez que soltaba pequeños gemidos. El calor inundaba mi ser, y la lujuria se hacía presente en cada rincón.
Mi 'amiguito' era el reflejo de eso, pues iba creciendo más y más.
La temperatura en mi aumentaba progresivamente. El agua ayudaba en la intromision del objeto y a calmarme.
Cuando este alcanzó una profundidad prudente empezé un movimiento circular, para así sacarlo un poco y volver a empujarlo, repitiendo la accion. El dolor era enorme pero estaba disminuyendo más y más. Se sentía tan bien todo.
Con mi mano libre masturbé mi pene, el cual había alcanzado su maxima embergadura. Tampoco era tan agraciado, pero creo que 20 centímetros no era nada de malo.
Volviendo con el 'trabajo', detrás mío, sentía como mi culo iba sendiendo al intruso, se aflojaba cada vez más y me pedía continuar.
Estube alrededor de 5 minutos aumentando la frecuencia, era una droga. Hasta cuando de pronto sentí como si hubiera llegado a un punto máximo. Sentí una gran estocada en mi interior. Tensé mis músculos y luego todo en mí se había detenido. Eso produjo automaticamente llegar al orgasmo y inundándome con el liquido blanquecino.
Jamás había tenido una eyaculación tan abundante. Por suerte el agua desechó los rastros inmediatamente. Mis piernas no podían más... estaba exhausto pero seguí con el objeto dentro de mí, lo movía lentamente. Debo reconocerlo ¡Todo me había fascinado! cuando de pronto...
-Hoya! olvidaste tu toalla- Sin observar al emisor supe inmediatamente de quien se trataba.
-¿¡D..dongwoo!?- Balbusié nervioso, intentanto recuperar el aire.
-¿Qué haces?- Su faz cambió repentinamente, dejó caer la toalla y sus ojos se abrieron de par en par para así contemplar cada detalle.
-No..no.. es lo que parece- Saqué el objeto y lo oculté de su vista. No sabía que hacer, que decir, como reaccionar. Bajé la mirada y aún tenía aquella erección. -¡Maldicion!- susurré para luego subir la vista y observar al mayor, Dongwoo hyung estaba solamente con la ropa interior, la cual se acentaba perfecto a su delineada figura. Me quedé detenido en su entrepierna. Su miembro poco a poco iba creciendo.
No entendía nada... ¿Acaso a mi Hyung le exitó verme así? Simplemente me quedé paralizado, aún sumamente avergonzado de que él me descubriera. Dongwoo se acercó a mí esbozando una leve sonrisa. Quedamos de frente, nos miramos fijo. Él acerco sus labios a los míos, rozándolos. Yo le correspondí, para así timidamente fundirnos en un profundo beso.
Siempre debíamos hacer fanservice, para los demás era un juego, pero entre nosotros, sabíamos que lo hacíamos con gusto. Dongwoo me encantaba, siempre me cuidaba y protejía. En la casa se comentaba su atracción por mí, pero no le prestaba atención. Simplemente eramos, los mejores amigos. Hasta hace poco. Sentí como todo cambió radicalmente, de ver a mi hyung como un hermano, lo veía como un deseo. Su actitud infantil, sus reacciones y sus tonteras, todo en él me había atrapado. Tarde o temprano me entregaría, le diría todo y... ¿Quién sabe? seríamos felíces.
Su lengua rastreo el interior de mi boca, chocando con mis dientes y jugueteando con la mía. Dejé caer el consolador para así acariciar la espalda de mi hyung, a la vez que él conocía mi pecho propinándome leves pilliscos a uno de mis pezones. Todo aquello era fantástico.
-D...dongwoo ¿Que haremos?- Pregunté con dificultad, aunque sabía la respuesta quería escucharlo de él.
-¿Qué crees?- Esbozó una leve sonrisa para luego acechar a mi cuello, besándolo y mordisqueandolo.
Bajó sus manos, recorriendo mi abdomen hasta mi vientre. Ahí se detuvo, torturándome. Viajó por mi cintura hasta llegar a mi culo, agarrándolo con fuerza y empujandome hacia él. Soltaba uno que otro gemido. Jamás me imaginé que estaría así con Dongwoo.
Deslize de apoco su boxer, liberándo su ereccion. Vaya, era más grande que el mío. Me atení a sonreírle ladino y a contemplar al mayor bajando con sus labios por mi pecho, comiéndoslo literalmente.
Con su mano libre tomé ambos penes, masturbandolos juntos. Sentía como su extención palpitaba, estaba cálida.
-Apúrate hyung- Susurré e inmediatamente sentí como una de sus manos se dirigía a mi entrada. Exploró el lugar para dar paso a uno de sus dedos. Lo introdujo con cuidado, aquellos eran largos y angostos. Entró fácil.
-Ya lo tenías listo- Dijo riendo. Yo me sonrojé. -No me esperaba que hicieras esas cosas cuando te duchabas Hoya- Me miro fijo. Yo sin saber que responder me acerqué a él y lo besé. Sus labios eran... adictivos, carnosos y muy dulces, sus besos sabían a una sutíl pizca de chocolate.
La cuenta ascendió a dos, luego a tres. Sus dedos se sentían mucho mejor que aquel inerte objeto, llegaban bastante hondo a decir verdad, pero quería más...
-Dongwoo, estoy listo- Yo...¿Realmente estoy diciendo eso? Jamás lo hubiera creído pero era algo que no podía controlar.
Me dió vuelta, yo me apoyé a la pared y me acomodé. Sentí como su miembro chocaba con el exterior de la entrada. Se puso en posición para luego introducirlo delicadamente.
-Tú me dices si te duele o no.. no haré nada que no quieras- Me dijo al oído. Eso me encantó.
-Solo hazlo, estaré bien- Sonreí, pero en el fondo, estaba nervioso.
Empezó a introducirse dentro de mí, avanzó lentamente y cada vez profundizando más. El dolor era relativo, pero era genial. De vez en cuando contraía mis musculos y escuchaba como Dongwoo soltaba pequeños gemidos juntandose con los míos también.
Luego llegó casi a la base, yo volteé y le asentí con mi cabeza en señal de empezar el movimiento. Me sentía tan bien pero quería más aún. Quería sentir el dolor que sentían los actores de las películas. Quería sentirme totalmente de él. Quería que esto jamás terminara.
-Empieza rápido- Dije, casi suplicando, anhelaba con ir más allá.
-Tus deseos son ordenes- Respondió Dongwoo casi automaticamente para así acelerar las estocadas. No solo la velocidad aumentaba, sino la brusquedad también.
Gemidos míos y jadeos de él era lo único, aparte del agua caer, que se escuchaba en aquella ducha, el agua por suerte camuflaba nuestros sonidos evitando llamar la atención del restro, que seguramente están afuera. Yo de momento me movía tambien para hacer sentir bien a mi hyung.
Estubimos así al rededor de diez minutos, hasta que hubo un momento en que él llegó hasta el tope, él había descubierto, como tambien lo hice conmigo mismo, el punto exacto en que me hacía volar. No me podía controlar, mis gemidos se volvieron en gritos de éxtasis.
-¡Hazlo ahí!- Demandé. Al parecer él sabía muy bien donde llegar.
-Hoya..me...me vengo...- Anunció con dificultad, a la vez que se escuchaba el golpe de su carne con la mía.
-Yo.. t..ah..tambie..en- Respondí entre gemidos.
Luego de eso, sentí la cálida sustancia llenando mi interior. Mi mente se nunbló y mi corazón se aceleró completamente.
Con mi mano guié mi miembro y eyaculé también, casi al mismo tiempo. Tras eso caí de rodillas, ya no podía más, me dolía todo... Él me abrazó en el suelo, permanecimos ahí durante un instante, luego me besó acariciando mi pelo.
-Fué genial- Me susurró.
-Eres genial- Respondí con una tierna sonrisa.
Luego se puso de pié y me ayudó a levantarme, nos limpiamos con el agua, luego de eso tomó mi toalla para secarse. Yo tomé el consolador y lo guardé en mi bolso, saqué otra toalla y me sequé con él.
-Me destá doliendo- Dije esuchando la risa de él como respuesta.
-¿Me prestas uno?- Me preguntó apuntando a su boxer mojado.
-Claro- Respondí con una leve voz. Siempre traigo más de uan prenda de cambio por cualquier cosa. Se lo entregué y se lo puso al instante. Yo me coloqué el segundo. Ordenamos la ducha y salimos de ella.
En los camarínes estaban los cinco chicos conversando, no le prestaron mucha atencion a nuestra prescencia. Solo observaban y seguían en su charla.
-¡Dongwoo hyung está usando un boxer de Hoya hyung! y ¡Hoya hyung tiene chupones en su cuello!- Gritó burlón interrumpiendo la diva. Estúpido Sungjong.
-Quizás que estubieron haciendo- Siguió el juego Sungkyu.
-Nada... solo lo ayudé a bañarse- Dijo Dongwoo con una amplia sonrísa. ¡Claro! Dongwoo está bien.. en cambio yo... nisiquiera puedo caminar normal por el dolor acá atrás.
-Seeeguro!- Soltó Woohyun, observándome sonríente. Todos se hecharon a reír, incluso nosotros. No sabíamos si ellos realmente sabían lo que hicimos pero... en fin, seguímos el juego sin prestarle importancia.
-Sungjong ¿Como conoces los boxers de Hoya?- Preguntó Yeol provocando en el menor un sonrojo y las burlas de los demás. Aquello hizo cambiar el tema al grupo.
Nos vestimos y salimos de los camarínes, Dongwoo y yo salimos de los últimos.
Se acercó a mí y me susurró al oído
-Te quiero Hoya- Besó mi oreja y mordío la punta levemente.
-Y yo a tí hyung- Le respondí sonriendo.
Estaba felíz por todo lo ocurrido. Luego sentí una palmada en mi trasero hecha por el mayor. Yo lo miré y él me guiñó el ojo... Todo esto me hizo pensar ¿Acaso mi hyung fué el que me dió el regalo?¿Fué un plan de él?¿Él sabía que lo usaría en la ducha? Preguntas iban y venían, pero lo único que sabía era que más contento no podía estar. Mi primera vez, junto con alguien al que quiero tanto.
Aunque una nueva pregunta se me pasaba por la cabeza ¿Será la misma amistad desde ahora en adelante? en fin. Definitivamente, este día jamás lo olvidaré.
Amor Yaoi
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