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Conviviendo contigo por AnnyBB

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Notas del fanfic:

No

Notas del capitulo:

Bueno esté es el primer fic que público aquí, aunque no es el primero que hago.Es un JongKey, pero puede que haya más parejas en el transcurso, eso aún no lo decido,  espero que sea de su agrado y gracias por darle una oportunidad n_n 

Dejen reviews si les gusta, me interesa mucho saber su opinión.

 Capitulo 1: Un completo imbécil.

 

 

Desde que tenía once años Kibum vivía solamente con su madre debido a que su padre falleció por una enfermedad terminal; durante ese tiempo Kibum y su madre lo habían pasado realmente mal, la pérdida de su padre había sido un golpe muy duro y como si fuera poco él había dejado muchas deudas -todas generadas por las costosas medicinas -  las cuales, al morir su papá, pasaron a manos de su madre; pero gracias a que sus abuelos tenían ahorros para cuando Kibum fuera a la universidad pudieron pagar la mayor parte de ellas.

Había sido muy difícil recuperarse, sin embargo con el tiempo aprendieron a vivir con ello y lograron salir adelante; su madre consiguió trabajo como la secretaria personal de un importante empresario y después de dos años trabajando con él ellos comenzaron a salir; al principio Kibum no estuvo de acuerdo, de alguna manera sentía que ese tipo ocupaba el lugar de su padre fallecido e incluso varias veces intento deshacerse de “aquel problema”, haciendo una que otra travesura infantil al tipo ese, pero después de medio año de intentos y de observar que aquel hombre no desistía y sobre todo de ver la felicidad en el rostro de su madre comprendió que ella tenía derecho a ser feliz de nueva cuenta y si ese hombre la hacía sonreír de esa manera él no era nadie para interferir en su felicidad; después de que había aceptado a ese hombre en sus vidas, su madre no cabía de felicidad, tanto así que rara vez eran solo Kibum y su mamá, ya que ese hombre prácticamente se la vivía en casa y realmente hubiera resultado una molestia si no fuera porque aquel señor le llenaba de infinidad de regalos muy costosos, y no era que Kibum fuera un aprovechado, sin embargo algún incentivo extra no le venía para nada mal, y además él no lo obligaba a que le diera cosas.

Ese día, Kibum había decidido ir de compras con la nueva tarjeta que le había regalado el señor Kim –quien era el novio de mamá- su madre se había negado completamente a eso, ya que decía que aquello era demasiado, pero al final el señor Kim había insistido, y él, más que feliz no se había negado. Camino felizmente por todo el centro comercial, uno que le agradaba mucho ya que estaba lleno de tiendas de marca tales como Gucci, Chanel, Prada y las cuales amaba tanto como a él mismo; después de un extenuante recorrido por aquellas tiendas, decidió que era tiempo de un cambio de look, llevaba más de un año con el mismo aspecto y la verdad ya se había aburrido de el;  entró a un salón de belleza que tenía una excelente reputación y le indico a la señorita de ahí lo que quería que le hiciera; cuando se vio al espejo quedo mas enamorado de sí mismo de lo que ya estaba, ese color rubio le hacía ver más atractivo de lo que ya era.

Cuando llegó a casa –cerca de las tres de la tarde- su madre se veía nerviosa, pero feliz a la vez; Kibum al verlo solo pudo esbozar una amplia sonrisa, después paso a dejar sus cosas sobre el sofá y se sentó.

-¿Qué sucede mamá?- Cuestiono el chico rubio con una sonrisa sobre el rostro.

Su madre lo vio, parecía indecisa, y fuera lo que fuera a Kibum lo estaba desesperando ya que odiaba el suspenso. Después de lo que a Kibum le pareció una eternidad ella se digno a hablar.

-Ji Woo nos invito a cenar está noche- Dijo ella sonriendo de una manera dulce.

Kibum pensó que había algo extraño en la manera de actuar de su madre, sin embargo no dijo nada, ella en ocasiones actuaba raro y a saber qué era lo que le sucedía, así que creyó que era lo mismo en ese caso.

-Bien- Respondió el rubio- ¿A dónde iremos?- preguntó curioso y emocionado a la vez; el señor Kim siempre los llevaba  a los mejores lugares.

-No me lo dijo, lo único que sé es que será un lugar muy lujoso y que debes usar un traje- Dijo su madre.

Se sentó a un lado de él y lo tomó de ambas manos, lo miró con profundidad y entonces Kibum pensó que parecía que su madre estaba más feliz que nunca ya que sus ojos brillaban con fuerza y parecía que sonreían.

-Estas actuando muy raro mamá- Comentó burlón Key. Tomo sus cosas y se levantó del sofá blanco en el que estaban sentados.

-Eso no es verdad- Respondió su madre con un puchero en el rostro.

 Key comenzó a reír por la actitud infantil de su mamá y le dio un pequeño golpecito en la cabeza con el puño cerrado, pero fue tan leve que su mamá a penas sintió el contacto, sin embargo eso no evitó que mirara a Kibum con reproche y después comenzaran a reír.

-Iré a mi cuarto, cualquier cosa que necesites dímelo- Informó el rubio.

-Sí, solo asegúrate de estar listo para cuando sean las siete, un auto pasará a recogernos a esa hora.

Kibum le respondió “si” desde las escaleras, ya que había comenzado a subir a su habitación.

Una vez que estuvo ahí dejo sus cosas sobre la cama y comenzó a elegir el traje que usaría, saco tres de los que más le gustaban, uno era gris, otro negro y el último era beige; también tenía uno de color blanco que le agradaba mucho, sin embargo pensó que parecería que iba a una boda con ese, así que al final opto por ponerse el beige.

Después de pasar tres horas arreglándose, se vio al espejo y pensó que fácilmente lo confundirían con un modelo, estaba realmente satisfecho con el resultado final. Cuando observó el reloj vio que eran casi las siete, así que bajo apresurado. Cuando entró a la sala se quedo impresionado al ver a su madre, quien llevaba un hermoso vestido de color azul obscuro y joyería plateada, y su cabello recogido en un bello peinado la hacía lucir simplemente hermosa.

-Te ves hermosa mamá- Comentó Kibum viéndola de pies a cabeza- El señor Kim es muy afortunado- Dijo mirándola con ternura y sonriéndole a la vez.

-Tú también te ves muy guapo Kibum, y por cierto el cabello rubio te queda perfecto.

Acomodó un mechón de cabello de Kibum y después se acercó hasta él, se paró de puntitas y beso la frente de su hijo. Él la vio con sorpresa, hacía mucho tiempo que su madre no lo besaba con tanto cariño, obviamente ella lo quería y siempre se aseguraba de decirle cuanto lo quería y de demostrárselo, pero ese leve beso en su frente se había sentido diferente, como si ella tratara de decirle que él era lo más importante y que nadie lo remplazaría jamás, porque era único.

Lo único que pudo hacer que saliera de su trance fue el sonido de un auto, que claramente los llamaba para que salieran, así que sin pensarlo más se subieron y se dirigieron al restaurant.

El lugar al que llegaron era un restaurant francés, y en el cual del techo colgaban elegantes candelabros, además se apreciaba una preciosa vista de la ciudad iluminada desde ahí, todo se veía tan elegante que el rubio quedo sorprendido; Kibum había visto muchos lujos desde que su madre anda con el señor Kim, pero nunca lo habían llevado a un lugar como aquel.

Un mesero se encargó de llevarlos hasta la mesa en la cual los estaban esperando. Conforme iban caminando Kibum observaba todo con detenimiento, no perdía de vista ningún detalle y entre más veía, mas se emocionaba.

Al irse acercando  Kibum logró reconocer la cabellera negra cubierta con unas cuantas canas del señor Kim, sin embargo no se encontraba solo, había una persona más con él, pero como se encontraba de espaldas no podía verle el rostro, un gran intriga le entró, nunca en sus anteriores cenas –o comidas- con el señor Kim los había acompañado nadie más.

-Te ves hermosa Yong Hee- exclamó Ji Woo al ver a la madre de Kibum, se acercó hasta ella y le dio un leve beso en los labios.

Kibum Saludo con una reverencia, le sonrió y después disimuladamente dirigió su mirada hacia el chico que se encontraba sentado – el cual aún les daba la espalda- sin embargo Ji Woo notó la mirada llena de curiosidad de Kibum por lo que se apresuró a llamar al chico que se encontraba sentado para que saludara;  cuando el chico de cabellos castaños se levantó Key se dio cuenta de que era un poco más bajito que él, pero era alguien muy apuesto y además se veía alguien muy elegante y educado.

-Kibum él es mi hijo, Kim Jonghyun- musito el señor Kim mientras pasaba una de sus manos  por el hombro de su hijo.

El chico de menor estatura le sonrió ampliamente e hizo una reverencia, la cual Key respondió al instante. Kibum recordaba que alguna vez su madre le había dicho que el señor Kim tenía un hijo dos años mayor que él, así que si sus cálculos no le fallaban ese chico tenía dieciocho años; nunca lo había conocido en persona, esa era la primera vez en los cuatro años que su madre llevaba con él señor Kim que lo veía, lo cual parecía increíble, pero a fin de cuentas era cierto.

El señor Kim le indicó a todos que se sentaran y así lo hicieron, la madre del rubio se sentó junto a su pareja y Key junto a Jonghyun. El ambiente era muy incomodo para Kibum debido a que todos participaban en la plática, sin embargo él se sentía fuera de lugar, parecía que Jonghyun se llevaba muy bien con su madre, lo cual le decía que ella ya lo conocía, sin embargo a pesar de que Kibum conocía desde hacía siete años al señor Kim, jamás había tenido completa confianza con él, o al menos no como la que demostraba tener Jonghyun con su mamá.

-Tenemos algo que decirles- Comentó el señor Kim de pronto.

 Tomó la mano de Yong Hee entre las suyas, ambos se miraron el uno al otro con completo amor en sus miradas mientras se sonreían.

-Bueno- Siguió hablando él. Dirigieron sus miradas hacia los dos chicos expectantes             -Tenemos juntos cuatro años y en todo este tiempo nos hemos dado cuenta de que no podemos vivir el uno sin el otro, por lo tanto… Kibum- se dirigió hacia el rubio –Quiero pedirte permiso de casarme con tú madre.

El rubio abrió sus ojos como dos platos enormes, claramente cuando  el señor Kim les empezó a dar ese discurso supo mas o menos de que iba el asunto, sin embargo el escuchar que su madre se casaría no le había agradado del todo, pero aún así con toda y su disconformidad estaba consciente de que no podía negarse y sobre todo sabía que no le estaban pidiendo permiso exactamente, más bien se lo estaban informando.

-Bueno…-comenzó a hablar Kibum – Esto es una sorpresa, pero mientras haga feliz a mi mamá yo no tengo porque oponerme- Dijo no muy convencido de sus palabras, no podía evitar sentirse algo celoso.

-Gracias- Dijo el señor Kim abrazado a Yong Hee – ¿No estás en desacuerdo verdad Jonghyun?- inquirió viendo a su hijo.

-Por supuesto que no papá, sabes que yo quiero mucho a la señora Kim- contestó esbozando una amplia sonrisa –supongo que ahora la tendré que llamar mamá, claro si no le molesta- Se dirigió a ella.

Aquello causo la risa de todos los presentes a excepción de Kibum quien simplemente sonrió forzadamente. Después de aquella extraña situación para el rubio la cena continuó tranquilamente, entre risas y planes para el futuro de los cuatro como una nueva familia.

El día que el rubio esperaba no llegará, para su desgracia llegó, el día en que se mudarían a vivir a casa del señor Kim – o más bien mansión- no quería irse a vivir ahí, sin embargo esa no era una opción, así que mas de fuerzas que de ganas empaco su ropa y se despidió de su casa y de todos los recuerdos que tenía de ella.

Cuando llegaron a la mansión, Kibum se sorprendió de lo bella que era, poseía un gran jardín y el camino hacia la entrada de la casa era tan largo que pensó que sería una tortura caminar hasta ahí.  Dentro, la casa era aún más impresionante, aquello claramente le recordaba a una especie de castillo, no le parecía malo el lugar sin embargo no estaba seguro de querer vivir en un lugar tan enorme ya que no quería llegar a perderse;  de pronto la voz del señor Kim lo interrumpió del escrutinio al lugar.

-Me alegra que les guste- comentó feliz al ver la cara de Kibum – Quiero que te sientas cómodo aquí Kibum, después de todo es tú nueva casa, así que cualquier cosa que necesites no dudes en pedírmela- Dijo con una amplia sonrisa.

-Claro- respondió el rubio sonriendo.

-Yo llevare a tú madre a conocer la casa y mientras Jonghyun te llevara a tú habitación.

-Si, gracias- respondió el chico rubio

Cuando Kibum vio marcharse a su madre junto a su nuevo padrastro se sintió incomodo estando a solas con aquel chico bajito. El no era alguien que batallara para hacer amistades, pero aquel chico tenía algo que no terminaba de agradarle y por algún extraño motivo no le daba confianza.

-Te llevare a tu habitación- Dijo Jonghyun.

Kibum asintió y comenzó a seguirlo; subieron las escaleras y caminaron por un largo pasillo con paredes blancas llenas de cuadros y puertas, había tantas que Kibum pensó que se encontraba en un hotel y no una casa normal –aunque de normal no tenía nada- dirigió su mirada a la espalda de aquel chico castaño y no pudo evitar pensar que tal vez no sería malo tener un hermano, quizá ahora tendría con quién platicar y salir de vez en cuando, pero algo en su interior le decía que ese chico no era alguien con quién pudiera tener una charla normal. Iba tan perdido en sus pensamientos que no se dio cuenta de que él chico había parado de caminar lo que ocasiono que chocara contra su espalda.

-L- lo siento- se apresuró a decir el rubio.

Pero no obtuvo respuesta del castaño, simplemente el otro se limito a abrir la habitación  y entrar en ella; el rubio se quedó sorprendido por la descortesía del otro, pero lo ignoró y entró justo detrás de Jonghyun.

Ya dentro del cuarto Key lo vio con detenimiento, y no pudo evitar pensar que aquello parecía la habitación de algún hotel lujoso de esos que había visto en las películas, ya que incluso tenía un jacuzzi.

-¿Ya puedes dejar de ver el cuarto así?- Dijo el castaño con cierto fastidio- Entiendo que seas pobre y nunca hayas visto en tú vida lujos, pero no es para tanto- agregó con cierto fastidio.

Kibum creyó haber escuchado mal, parpadeo varias veces y no dijo nada.

-¿Aparte de pobre eres sordo?- cuestiono con sorna Jonghyun – Genial nos hemos sacado la lotería- dijo sarcásticamente.

Kibum sintió que un rojo intenso cubría su rostro, nunca en su vida se había sentido así de humillado, pero sobre todo jamás había sentido tanto coraje. Ese chico no lo conocía, no tenía ni la menor idea de cómo era Kibum, así que, ¿Quién se creía él para decirle esas cosas?, por un instante pensó en responderle sin embargo prefirió callarse y aguantarse el coraje, él no le seguiría su jueguito.

-¡Hey!, indigente, ¿me escuchaste?- Volvió a hablar el castaño con toda la intención de hacer sentir mal al rubio, y por supuesto que lo estaba consiguiendo, pero Kibum no le daría el gusto de verlo molesto, así que si ese idiota quería jugar a ser un niño imbécil, bien por él.

-¿Dónde están mis cosas?- inquirió Kibum haciendo acopio de toda la paciencia posible por no responderle de mala manera al imbécil ese.

-Yo que sé, pero supongo que las confundieron con basura y las tiraron, no creo que tengas nada más que eso- Dijo el castaño con desinterés.

Ese había sido el último insulto que soportaba de aquel imbécil enano. El instinto de Kibum jamás fallaba y cuando sintió desconfianza con aquel chico supo que tenía que ser por algo, y ese algo era la estupidez que habitaba en el cerebro de Jonghyun.

-Escúchame bien maldito enano- Se paró frente al de menor estatura y lo encaró con toda la seguridad posible – tal vez yo no tenga tanto dinero como tú, es mas supongo que no tengo ni una milésima parte del dinero que tú posees, pero al menos no soy estúpido y por lo que notó tú estupidez es más grande que tú fortuna, pero sobre todo yo no pedí vivir aquí, si por mi fuera tú y tu asquerosa casa se irían al inferno, pero como mi mamá es feliz con tu padre no me queda de otra que estar aquí, aspirando el mismo aire contaminado  que tú respiras, así que, ¿qué te parece si me dejas en paz?, la casa es lo suficientemente enorme para que no nos veamos.

El castaño lo observó con los ojos bien abiertos, estaba sorprendido de que alguien se hubiera atrevido a responderle, pero aquella sorpresa cambió rápidamente por la furia, nunca nadie se había atrevido a decirle algo y por supuesto que no dejaría de molestar, ahora más que nunca odiaba a ese chico rubio.

-¡Mira estúpido niño, a mi me importa una mierda si quieres o no vivir aquí, lo único que sé es que tú y tu madre se aprovechan de mi padre y eso no lo voy a permitir!

-¡Mi mamá no es ninguna aprovechada, además, ¿se te olvida que fue tú papá quien le pidió que se casara con él?, no confundas las cosas!

-¡Yo no confundo nada!- Dijo Jonghyun colérico.

 Se acercó a Kibum y lo tomo por el cuello de la camiseta que traía; el otro chico intento liberarse sin embargo a pesar de que el otro era de menor estatura era mucho más fuerte y con facilidad lo contuvo.

-De una vez te advierto pobretón, te haré la vida imposible, te haré llorar tanto que lo único que te quedara por hacer será suplicarme de rodillas- Dijo Jonghyun a escasos centímetros del rostro del rubio.

Kibum no pudo evitar sentir miedo ante las palabras de aquel chico, sabía que no bromeaba y estaba seguro que cumpliría lo que decía.

Cuando Jonghyun lo liberó del agarré, se toco el cuello, aquel agarre le había asfixiado  un poco. Miró con rencor al de menor estatura y desvió la mirada con rapidez.

Escucharon unas voces que se acercaban cada vez más hacia la habitación en la que se encontraban; pronto estuvieron sus padres ahí, platicando animadamente con ellos, aunque como siempre Kibum apenas y articulaba palabras.

-¿Entonces qué te parece la casa Kibum?- preguntó Ji Woo sonriente mientras abrazaba por la cintura a Yong Hee.

-A mi me encanto- comentó emocionada la mamá del rubio.

-Si, es linda- respondió Kibum esbozando una sonrisa fingida.

Quería decirles lo que había sucedido hacía un momento, pero su madre podría tomarlo como que quería arruinar su nuevo matrimonio así que optó por callar.

-Espero que tú y Kibum se lleven bien Jonghyun- le dijo su papá.

-Por supuesto, de hecho ya platicamos y Kibummie muere por ir a la misma escuela que yo, ¿no es así?- Cuestionó Jonghyun al rubio. Pasó su brazo por encima del hombro de Kibum.

Kibum no pudo evitar sentir cierta repulsión hacia ese chico manipulador, y fue peor cuando dijo aquello con una sonrisa alegre en su rosto mientras lo abrazaba como si nada hubiese ocurrido; sin embargo no tuvo otra opción más que sonreír como si se llevarán de maravilla, sin duda su vida ahí sería un infierno, un verdadero infierno…

 

 

 

 

Notas finales:

Hasta el proximo capitulo!!!


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