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Los cuentos de Corea del Norte por kayako666

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Notas del capitulo:

Hola, bienvenidos a esta extraña serie de drabbles, en esta ocasión podrán disfrutar un poco de Russamerica, Corea del surxChina

La desgracia de ver a dos gordos copulando 

Uno no debe ilusionarse con la libertad apenas la recibe, en cuanto eres llamado 'hombre libre' secretamente hay una fila interminable de idiotas decididos a rebautizarte como su esclavo.

Iván era uno de esos idiotas.

Iván, Rusia, o gordo alcohólico (mi apodo preferido) tenía más defectos que virtudes, pero el peor de ellos se llamaba Alfred F. Jones. Gordo, idiota, simplón; nunca comprendí que fue lo que exactamente vio Iván en él, pero mi generoso maestro supo mantener la polla americana dentro de su culo durante varias décadas.

Tal vez los gustos de Iván hacia Alfred tenían que ver con la susodicha polla...

¿Han presenciado un accidente en medio de la calle donde la sangre y las tripas adoran el asfalto? Uno no puede dejar de mirar, por más que se quiera; algo similar me pasó cuando entré a la habitación de Iván y vi a 'los grandes señores de la guerra fría' fornicar como bestias salvajes.

No estaba seguro si se estaban matando o no, Iván brincaba sobre Alfred desesperadamente, el americano gritaba y presionaba la carne (extensa en cantidad) de Iván hasta enrojecerla. Se besaban, se mordían; no era sexo, era una pequeña guerra.

Me quedé hasta el final, ese gran momento de las películas porno donde el semen sale a chorros y el dios de su preferencia es invocado adornado de una maldición.

No fue una novedad para mi descubrir que Iván tenía la dulzura de un témpano de hielo, y para mi sorpresa fue Alfred quien intentó llenar el vacío emocional con caricias amorosas y palabras salidas de una novela romántica de supermecado, las cuales por supuesto, caían en oídos sordos.

Me he preguntado si estaban enamorados, no hay que amar para follar como ellos lo hacían, por lo menos como Iván lo hacía. Tal vez lo único que no ha sido una incógnita es la estupidez de Alfred.

Hay que ser retrasado para enamorarse de un témpano de hielo.

 



"A China le gustan las pollas pequeñas"

Pero extrañamente las pollas pequeñas prefieren otro tipo de pollas (o vergas, destesto abusar de las palabras) de las cuales les hablaré en otra ocasión.

Pero no sólo le gustan pequeñas, le gustan difíciles, inocentes, aquellas que rara vez entienden que un simple: puedes pasar la noche en mi casa significa "necesito un polvo urgentemente".

Mi pobre hermano gemelo desgraciadamente pertenece a este grupo. Han pasado por lo menos cincuenta años desde el primer "puedes pasar la noche en mi casa" que Yong-Soo no ha dejado de interpretar como la forma en que China acepte que ya es todo un hombre y puede pasar la noche en su casa discutiendo cosas que sólo los hombres harían.

si Yong-Soo supiera que lo único que ha China le importa de su hombría está entre sus piernas...

Yo no sé si los corazones momificados sean capaces de amar, ya es bastante sorprendente que aún bombeen sangre, pero China quiere a mi hermano...o secciones de este.

El querido lector se estará preguntando como poseo tan confidencial información.

El viejo China me lo ha dicho, cada mirada furtiva a mi gemelo, cada roce ocasional que se ampara en las "caricias de hermano", cada silencio tras sus palabras que espera ser llenado con una sonrisa bobalicona de Yong-Soo. Incluso ea forma tan infantil de evitarle es una invitación para perseguirle.

"El hombre anhela lo que no puede tener", China quiere ser inalcanzable para que Yong-Soo haga lo que sea por tenerle.

Lo que el viejo chino no sabe, es que Yong-Soo ya tiene algo mucho más inalcanzable que el propio Yao.

En conclusión, a China no le gustan sólo las pollas pequeñas, sino las pollas pequeñas y estúpidas.


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