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Sugar Pain por NanaMii

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Notas del capitulo:

Parejas: KaixUruha
Género: Drama.

 

 

Estaban al pie de un acantilado observando como el atardecer manchaba de rojizo el cielo azul. El viento les golpeaba con fiereza, refrescándolos y haciéndoles titiritar un poco. El más alto tenía en los bolsillos sus manos y observaba el horizonte con una sonrisa en los labios, al igual que el menor, sólo que este último tenía una sonrisa tan melancólica que bien podría parecer una mueca de dolor. Por un instante, se imaginó lo imposible, no le era difícil llevaba demasiado tiempo haciéndolo. Un prófugo suspiró abandonó sus labios, sacando al más alto de sus pensamientos.

 

 

—    ¿Sucede algo? —Preguntó el mayor, sin mirarlo. Hacia días que notaba a su mejor amigo algo distante, estaba seguro que él estaría igual si las cosas fueran al revés.

 

 

—    Nada…—Dijo en un susurro, hacía esfuerzos enormes por no dejar que su voz se quebrara, que las lágrimas de repente se agolparan en sus ojos se derramaran, delatándolo.

 

 

No ahora, no después de tantos años.

 

 

—    Todo será diferente ¿Cierto?—El castaño claro, acomodó sus cabellos y volteó a ver a su amigo,

 

 

—    Todo seguirá igual…—Respondió el más bajito, dedicándole una hermosa sonrisa.

 

 

Sí, todo seguiría igual. Tan lejos y tan cerca, arriba pero al mismo tiempo abajo. Unidos por amor y al mismo tiempo nada los ataba.

 

 

—    Seguiremos viéndonos, tenemos que…seguir siendo los mismos…— Yutaka volteó y  notó las lágrimas que surcaban las mejillas del otro. Su corazón se aceleró, dolió y se quebró. Todo al mismo tiempo.

 

 

Se acercó a su amigo y lo abrazó con fuerza. No quería dejarlo ir, quería que durara por siempre estar así. Se separaron lentamente, y el más bajo le limpió suavemente las mejillas, sonriendo como siempre, aunque en sus ojos se notaba la tristeza.

 

 

—    Te prometo que nos veremos una vez a la semana para ir a beber…—Hizo sonreír al más alto y el mismo quiso echarse a reír por esa bella expresión que se formó en ese rostro que...

 

 

—    A ti no te gusta beber, al menos que me quieras llevar a beber jugo de manzana.

 

 

Por su mente pasaron innumerables recuerdos: esas noches hablando hasta la madrugada, los juegos de videos en la casa de otro de sus amigos. Pero, sobre todo, esa personalidad tan suya, esa manera de querer sonsacarlo para que fuera un poco más “aventado”, su risa, su gusto por las cosas atrevidas. Quiso gritar de desesperación. Eran tan diferentes ¿Entonces por qué le amaba tanto? ¿Por qué él y no alguien más?

 

 

—    Lo prometo, también tenemos que ir al entrenamiento de futbol dos veces por semana…—Propuso el otro sonriendo aún más, tallándose los ojos para que no hubiera rastro del llanto. — Pareciera que me iré a vivir a otra ciudad, a otro mundo.

 

 

—     Es algo parecido, te irás del universo de la soltería…—Susurró, apartando la vista de su amigo para posarla en las olas del mar que golpeaban con las rocas.

 

 

—    Extrañaré esto, estar a solas contigo… poder llegar a las dos de la mañana a tu departamento…— Habló con felicidad sincera, agradeciéndole cada día de los diez años que habían sido amigos.

 

 

—    Aún puedes hacerlo, mi casa siempre será tu casa…— “Así como mi corazón solo será tuyo” Se mordió los labios despejando su mente de todos esos pensamientos sin sentido.

 

 

—    Gracias Yuta-chan… has estado conmigo hasta el final…—El pelinegro se volvió y le sonrió, volviendo las lágrimas esa sonrisa capaz de engañar a todos.

 

 

Sí, este era el final. Siempre lo supo, desde que se dio cuenta de que estaba enamorado de un hombre, no de cualquiera, sino de su mejor amigo. Su mejor amigo heterosexual, su mejor amigo que mañana se casaría bajo ese hermoso sol que ahora ambos veían ocultarse.

 

 

—    Por eso somos como hermanos Kou…—Respondió sin mirarlo, no quería ver esos ojos miel, estaba seguro que no podía aguantarse más. — Vayamos dentro, no queremos que el novio se enferme…

 

 

 

Durante diez años estuvo enamorado de Takashima, su mejor amigo, su confidente. La persona más especial que había conocido. Diez años en donde lo había compartido absolutamente todo: fracasos, risas, llanto, enojos, discusiones, abrazos, en fin…todo. Diez años callando todo lo que sentía por él, ese amor tan infinito que no conocía de género. Un amor que jamás sería correspondido por que vamos ¡Los dos eran hombres! No era natural, no en esta vida.

 

 

**

 

 

Estaban en la cena antes de la boda. Se veía tan feliz que se sintió egoísta por pensar en… Nada, ya no tenía caso repetirse todo lo que sería capaz de hacer por él. No, no tenía caso… todo estaba terminando. Uno de sus amigos, Takanori, se puso de pie y tocó suavemente con un cubierto la copa que tenía en las manos.

 

 

—    Es hora de que el padrino diga el brindis…—Todos voltearon a ver al baterista, el cual sonrió, como si nada estuviera quebrándose en su interior, y se puso de pie.

 

 

—    Bien…Nunca he sido bueno con las palabras pero…—Evitó mirarlo, fijando su vista en un feo cuadro que colgaba de la pared mostaza.

 

 

 — Te deseo lo mejor, sé que serás muy feliz a su lado…— “Puede darte lo que yo no. ¡Mírala! Es hermosa… parece un ángel con ese cabello azabache, esa piel nívea y esa figura monumental...Es lo que yo no podré ser jamás.”

 

 

—    Sé que ustedes son almas gemelas y su amor será por siempre. Amala y respétala por siempre Kou…— Las lágrimas quisieron escaparse de sus ojos, sus manos comenzaron a temblar y cuando creía que no podía más los demás comenzaron a aplaudir, el castaño apretó la mano de su novia y ambos le dedicaron una mirada de agradecimiento.

 

 

¿Qué se supone que haría él? ¿Darles las gracias por romperle el corazón? No, no podía ser tan injusto, ellos no tenían la culpa. Quizás, solo tal vez… era imposible.

 

 

 

 

**

 

 

 

Se miró al espejo, sus ojos estaban rojos por llorar toda la noche. Tomó agua del grifo  para refrescarse. Gotitas de agua resbalaron por su pecho, eran saladas y no podía parar de derramarlas. Todo terminaba aquella tarde, la poca esperanza que guardaba se esfumaría para siempre. Tal vez era mejor así, morir de una sola vez.

 

 

Se acomodó el moño del traje y alisó su cabello, se veía impecable. Trató de practicar la sonrisa que adornaría toda la tarde, trató de que… no se le notara el amor. Llamaron a la puerta, se acomodó una vez más el traje y salió de aquella habitación del hotel.

 

 

Se dirigió hacia la iglesia, estaban juntos en el vestíbulo. Esperando que los llamaran para entrar.

 

 

—    Yuta necesito hablar contigo…—Dijo Takashima, el más pequeño asintió al notar el nerviosismo de su amigo, ambos se dirigieron a los servicios.

 

 

—    ¿Qué sucede?— Preguntó curiosamente, esperando algo... ¿Esperando qué? Se burló de él mismo internamente. Claro, en segundos Shima le diría “Yuta, al que amo es a ti” Por su puesto.

 

 

—    ¿Qué tal y si no es la indicada? ¿Y si no somos almas gemelas?

 

 

Era su oportunidad, debía decir: “Claro que no son almas gemelas, tú debes estar conmigo, porque ni ella, ni nadie te amara como yo…”

 

 

—    No seas idiota, he visto como se miran…—Un poco de recelo afloró en su voz, aunque el otro no se percató de ello. Un nudo se hizo en su garganta y el corazón amenazó con terminar de romperse al pronunciar esas palabras: — Ustedes deben estar juntos  Kou, no dudes de eso.

 

 

Su amigo sonrió y lo abrazó, Yutaka se quedó estático unos momentos y luego correspondió, sabiendo que, para él, ese abrazo era más como una despedida. No podía seguir más tiempo conservando un amor no correspondido. No podía seguir viviendo de amistad, porque la amistad a él no le bastaba, no si estaba tan enamorado de su amigo. Por qué… no es que se diera por vencido, es que solo tenía que aceptar que si hay cosas imposibles, que hay cosas que no pueden suceder.

 

 

**

 

 

Sí, allá iba el hombre del que se había enamorado hace tanto. Los recién casados se despedían con la mano, dentro del automóvil lujoso en el que  se habían montado. No pudo hacer más que sonreír, y alzar los pulgares como muestra de aprobación.

 

 

No pudo hacer más que fingir que nada pasaba, como siempre. Dejo atrás su corazón y siguió adelante su camino. No quería olvidarlo, solo quería que no doliera más.

 

 

 

 

 

 

 

 

Notas finales:

Hola!
Lamento haber tardado tanto, es que la escuela se puso ruda conmigo y apenas salí la semana antepasada ;___; y la pasada me fui de vacaciones y bueno, ahora ando apurada para escribir >.<, espero que les haya gustado, esto fue lo último que escribi para alguien especial, cosas que pasan en esta vida(? en fin, nos vemos pronto!

´Quería hacerles una invitación a un Rol, nos hace falta gente ;__;, es yaoi y es exclusivo J-music, http://www.facebook.com/SekusuNoPalaceRol la gente es muy cálida y somos "activos" y todo :3

 

bueno esos es todo, nos vemos lindas y muchas gracias por sus rw *-*



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