Después de que el trió de lobitos maniáticos se llevaran a inuyasha, nuestro misterioso espía se puso en marcha a sus dominios mientras trataba de idear una forma para robarle al youkai lobo el pequeño niño humano que traía consigo, el joven poseía un largo cabello blanco que casi rozaba el suelo, traía una gran estola y una fuerte armadura, aparentaba tener máximo unos 16 años. (Nekoboy: claro que todos sabemos que el mucho mayor).
-Ese niño…tiene que ser mío…se lo quitare a ese estúpido lobo…pero debo ser cuidadoso…si quiero obtener a ese humano, tendré que planear muy bien mis movimientos…pero por lo que he visto, no parece estar con ese lobo por voluntad…lo único que sé es que antes de que ese lobo se dé cuenta…yo tendré a inuyasha conmigo para siempre.
Mientras Seshomaru se dirigía a sus respectivas tierras, inuyasha que ya había despertado, se encontraba sufriendo en la cueva, pues apenas había despertado koga y sus amigos lo obligaron a jugar con ellos todo el día, para mala suerte de inu, los juegos de los lobos redefinían la palabra “Dolor” ya que los juegos de los lobos eran muy rudos y para el que solo era un niño humano común y corriente, todos esos juegos eran muy exigentes, cansado de este trato se subió a un árbol y se quedo en una rama mientras los demás le hablaban para que bajara.
-Vamos inu mi amor, no te canses tan rápido, aun es muy temprano, hay muchos otros juegos que podemos hacer.
-Koga, primero que nada no es nada temprano ya deben pasar de las 12 de la noche, y segundo sus juegos me van a matar, el primero fue saltar desde la cima de la cascada y me aventaste, el segundo saltar entre un montón de rocas muy afiladas, siguieron de esa forma todo el día, hasta que llegaron a este ultimo juego, Asustar al niño humano que está solo en el bosque durante la noche y no me hizo ninguna gracia, al contrario fue muy ofensivo, estuvieron asustándome toda la noche, fue muy grosero de su parte, no me voy a bajar de este árbol así que puedes resignarte y volver a esa oscura cueva.
Inuyasha creía estar a salvo, en la cima del árbol, pues incluso si koga se transformaba no podría alcanzarlo, pero todas estas ideas fueron destruidas cuando sintió un fuerte temblor y al mirar hacia abajo vio que Koga, Hakaku y Ginta habían tomado su forma de lobo y embestían el árbol para tumbarlo.
-¡¡¡¡Ya deténganse!!!¡¡¡¡Por favor no sigan!!!!¡¡¡¡Me voy a caer!!!¡¡¡Me van a matar!!!
Finalmente después de embestir el árbol varias veces, este cedió y termino cayendo, con inuyasha en sima y mientras este caía los tres lobitos solo pudieron decir ¡¡¡Fuera abajo!!! Una vez que el árbol cayó se pusieron a buscar a inu entre las ramas.
-(koga) No lo ven, porque yo no lo encuentro.
-(ginta) No aparece por ningún lado,
-(Hakaku) ¡Lo encontré! Se escondía debajo de una rama.
-Suéltenme, suéltenme me quiero ir de este sitio, no aguanto más, si siguen jugando así me van a matar.
-Pues mi lindo inu, te salvaste, porque con tu berrinche ya perdimos tiempo para jugar, vamos a tener que regresar a la cueva a dormir.
-Gracias dios finalmente un descanso, no podía más.
-Pero no pienses que podrás escaparte mientras duermo, por eso te tendré a mi lado toda la noche –una vez dicho esto tomo a inu con sus colmillos y se fue con los demás de regreso a la cueva para descansar.
Una vez que llegaron, los tres lobos volvieron a tomar su forma de niños, Ginta y Hakaku se fueron con sus padres y koga se llevo a inuyasha con él a su habitación, lo acostó sobre un poco de pasto seco el cual era su cama, después se acostó a su lado abrazándolo fuertemente pues no tenía la intención de dejarlo escapar, lo último que le dijo antes de dormir fue.
-Inuyasha te amo y nunca te dejare escapar.
-Eso ya me lo dejaste bastante en claro hoy.
Poco tiempo después todos en la cueva ya estaban dormidos, pero afuera de ella se encontraba Seshomaru el cual había descubierto donde tenían a su niño.
Solo 2 horas más tarde inuyasha despertó y vio que koga lo mantenía fuertemente atrapado con sus brazos, sabiendo que le era imposible escapar de él solamente se puso a observar la luna que podía verse a través de una grieta en el techo, en la mente del pobre niño solo se podía pensar en una sola cosa, sus padres.
-(Pensamientos) Papa, mama, no saben cuánto los extraño desearía estar con ustedes, no puedo imaginarme su reacción al despertar y ver que no estaba en la casa, quisiera haberles contado lo que ocurría pero…hubieran muerto si les decía, lamento mucho no haberme despedido de ustedes. En ese momento una lágrima caía por su mejilla hasta que sintió que alguien lo estaba lamiendo, esa persona era koga, quien lo acerco aun más a él.
-Inu…no llores mi niño…se que esa lagrima fue porque pensabas en tus padres…pero no tiene sentido que llores mas por esa razón…tu estas aquí y ellos en otro sitio al cual no puedes regresar…se que quizá fui muy brusco contigo el día de hoy pero…nunca te haría daño, inu yo te amo con todo mi corazón…por eso me gustaría que correspondieras esos sentimientos…solo te pido una oportunidad para que me dejes amarte.
-Koga, yo se que tu intención no era lastimarme, pero tu trato hacia mí el día de hoy no fue el mejor, aun así y aunque me cueste admitirlo estoy tratando de aceptarte, porque yo también quiero amarte, pero tú haces que eso sea muy difícil para mí.
-Lamento mucho causarte eso inu, te juro que a partir de mañana las cosas serán diferentes, seré más amable, te tratare mejor y voy a conseguir que me ames –una vez dicho esto lo beso para quedar dormidos al final.
Al siguiente día koga y los demás tuvieron que dejar a inuyasha en la cueva pues iban a cazar con el resto de la manada, así que inu quedo completamente solo en la cueva.
-No me había dado cuenta de lo grande que era este lugar, sin gente la vista cambia totalmente, pero bueno no me voy a quedar en este lugar todo el día, voy a salir un rato al bosque –se da la vuelta y antes de salir ve a alguien en la entrada- ¿Hay quien eres tú?
Seshomaru había llegado al lugar aprovechando que no había lobos cerca en ese momento y una vez dentro miro directamente a inuyasha, el cual tenía un gran temor.
-T…te lo…re…repetiré una vez mas ¿Q…quien e…eres?
-Mi nombre es Seshomaru y he venido por ti, tú vas a ser mi pareja.
-Otro! escúchame bien sashamalu o como sea que te llames, ya hay alguien que tiene la misma idea que tu, lamento decirte que llegaste tarde pero aparentemente yo ya tengo un dueño y como no hay ningún motivo para que te quedes lárgate.
-No era una opción, era una orden –lo toma del brazo y lo jala hacia afuera- yo nunca me rindo, si quiero obtener algo siempre los consigo y ahora te quiero a ti.
-Suéltame, no me gusta que me jalen, por dios suéltame no quiero ir contigo, te estoy diciendo que me dejes en paz no pienso acompañarte a ningún lado, ya… ¡¡¡SANTO DIOS!!!
Justo en ese momento koga apareció y le dio un golpe en el rostro a Seshomaru el cual soltó a inuyasha por la fuerza del golpe, inu lo único que hizo fue esconderse detrás de koga para protegerse.
-Inu, mi amor, mi vida ¿Te encuentras bien? ¿No te ha hecho nada?
-Tranquilo koga, me encuentro a salvo, pero ese loco apareció de la nada y quería llevarme a quien sabe dónde.
Koga volteo a ver a Seshomaru con un evidente enojo, ambos tenían una mirada de odio hacia el otro, pues ninguno tenía la intención de perder a inuyasha.
-Escúchame bien Seshomaru, este niño es mío y nunca dejare que un perro como tu se lo lleve.
-Eso ya lo veremos koga, en este momento tienes suerte de que no pueda enfrentarte, pues puedo percibir que el resto de los lobos se acercan, pero ya volveré luego a reclamar lo que es mío, -voltea a ver a inu- ¡Inuyasha! Muy pronto me pertenecerás.
Una vez dicho esto se transformo en un gran perro blanco el cual atravesó la cascada y salió surcando el cielo, justo a tiempo para que todos los lobos que lo alcanzaran a ver escapar.
-Koga, ¿quién es él? ¿Y cómo es que lo conoces?
-Ya te contare esa historia luego inu, pero por ahora será mejor que descanses.
Continuara…