Adiós
El diccionario define 'pesar' como sentimiento o dolor interior que molesta y fatiga el ánimo. Profunda pena. A los cirujanos, a los científicos, se nos enseña a aprender y a confiar en los libros. En sus definiciones. En su autoridad. Pero en la vida raras veces son aplicables las definiciones rigurosas. El pesar puede manifestarse de muchas formas, que en poco, pueden parecerse a una profunda pena.
Kiba por fin había conseguido un piso asequible y empezaba a mudarse. Casualmente está justo enfrente del apartamento de Neji.
Kankurô le llevaba una maceta con una planta, mientras que el otro castaño cargaba con una caja.
-¿Enserio?¿nada?
-No-dijo Kankurô.
-¿No quieres ni un cajón?
-No-rió.
-¿Ni siquiera para una muda?-preguntó poniendo la caja sobre otro montón de ellas.
-No.
-Mierda...me gustan tus calzoncillos.
-Intento concentrarme...hoy voy a ser residente. Necesito concentración.
-Con eso me quieres decir que nada de sexo hasta nuevo aviso ¿no?
-Así es.
-Vivo enfrente del hospital, así que si vives aquí podrás ir a muchas operaciones...
-Déjalo ya...-dijo Kankurô agotado.
Kankurô se hace muy amigo de la chica de los brazos y la pierna amputados. Naruto ayuda a Rock Lee con un adolescente que tiene problemas en la columna.
Era mediodía. Sasuke estaba recostado boca arriba en un banco de los vestuarios. Gaara sentado junto a el. Las taquillas de Sasori y Sakura aún seguían intactas con todas sus cosas dentro.
-Aún no he llorado-dijo el pelirrojo rompiendo el silencio que les envolvía.
-Ni yo.
-Uso el trabajo y el sexo para distraerme y...creo que me está ayudando.
-Yo también uso el sexo. Es genial para abstraerse de la realidad, así que no te juzgo.
Todos tenemos alguna vez un pesar enorme. Cada uno lo encaja a su manera.
De noche, Kiba se levantó del sofá al escuchar como llamaban a la puerta de su nueva vivienda. Al otro lado estaba un sonriente Kankurô.
-Hola-le dijo y sonrió al ver que el recién llegado le mostraba un cepillo de dientes que tenía en la mano y en la otra unos boxers. Kankurô se los entregó a su novio, cogió la maleta que tenía a su espalda y entró en la casa.
No solo sentimos pesar por la muerte, también por la vida. Por la pérdida. Por el cambio. Cuando nos preguntamos por qué a veces todo es un asco, por qué duele tanto. Debemos recordar que todo puede cambiar en un instante. Así sigues viviendo. Cuando te duele tanto que no puedes respirar, así sobrevives. Recordando el día, en que sin saber cómo y aunque parezca imposible no te sentías así, no te dolerá tanto.
Tsunade estaba en el ascensor, ya se iba a casa. Cuando en una de las plantas, Naruto subió con ella. Ambos permanecían en silencio, pero el rubio parecía que se había dado cuenta de algo y detuvo el ascensor.
-Yo soy cirujana-dijo la mujer al ver que el otro chico solo la miraba como esperando-y he perdido a Akasuna No...y a Haruno...y no puedo permitirme preocuparme. Haruno no era mi hija. Akasuna No no era mi hijo. Tengo que olvidarlos...tienen...que dejar de preocuparme tanto. No puedo...sentirme tan mal cuando trabajo. Naruto no puedo dar tanto aquí...no puedo-estaba al borde del llanto-he acabado.
El rubio volvió a pulsar el botón y el ascensor siguió bajando.
El pesar le llega a cada uno a su hora. A su manera. Lo mejor que podemos hacer, lo mejor que cualquiera puede hacer es ser sincero. Lo peor del pesar es que no puedes controlarlo.
Gaara estaba en los vestuarios recogiendo sus cosas para irse a casa. Cuando un empleado del hospital comenzó a sacar las cosas de la taquilla de Sasori y las metía en una caja.
-¿Qué hace?-preguntó el pelirrojo algo turbado.
-Vaciar la taquilla.
Lo mejor que podemos hacer es permitirnos sentirlo cuando llega. Liberarnos de el cuando podamos.
Naruto entró en los vestuarios y encontró a Gaara sentado en uno de los bancos llorando amargamente. Se sentó a su lado y le abrazó.
Lo peor es que cuando crees que lo has superado, vuelve otra vez.
Kakashi y Sasuke estaban desnudos en la cama. El azabache permanecía entre los brazos del otro y de repente empezó a llorar.
-Sasori y Sakura han muerto...
Y cada vez, te deja sin aliento.
Por la mañana, Jiraiya reunió a todo el equipo y se dirigió a ellos desde lo alto de unas escaleras.
-Sé que habéis oído muchos rumores-dijo el jefe-os pido disculpas. Lo que voy a decir será difícil de digerir, también os pido disculpas. La situación económica es...todos la conocéis. En las próximas semanas el Konoha Byôin se fusionará con el Kirigakure Byôin- todos le miraron boquiabiertos-ojalá pudiera deciros que todos sobreviviréis a la fusión. Pero los puestos son limitados. Tendremos que tomar decisiones muy difíciles. Estoy de vuestro lado. Solo puedo deciros, por favor, esforzaos al máximo.
Hay cinco fases en el duelo. Se manifiestan de forma diferente en cada uno, pero siempre hay cinco. Negación, ira, negociación, depresión y aceptación.
Continuará...