Invasión
Cuando enfermas, todo empieza con una bacteria. Un único y repugnante intruso. En poco tiempo, el intruso se duplica. Y son dos. Después, los dos se convierten en cuatro. Y los cuatro, en ocho. Y antes de que tu cuerpo se de cuenta, le están atacando.
El hospital por fin sufre la invasión de los residentes del Kirigakure Byôin. Todos con sus uniformes color naranja pastel.
Es una invasión. La cuestión para el médico es...cuando aparecen los invasores, cuando se apoderan de tu cuerpo, ¿cómo te deshaces de ellos?
Gaara continúa ingresado tras la intervención en su hígado. Todos estaban en su habitación.
-Son langostas alimentándose de nuestras operaciones-dijo el pelirrojo mientras Sasuke le mullía la almohada y Kiba comía un bollo de chocolate sentado a los pies de su cama.
-Deberían comportarse como invitados durante unos días antes de poner los pies sobre la mesa-dijo el azabache.
Kankurô miraba por el ventanal, a través de las persianas-¿por qué llevan pijamas naranjas?¿no quieren nuestros uniformes?
-No hay bastantes-respondió Gaara- están pedidos. El proveedor dice que llegarán en una semana. Te enteras cuando te pasas el día en la cama.
-Están aquí. Se acabó-sentenció Sasuke con mala cara.
-No somos unos imbéciles-dijo el pelirrojo intentando subir los ánimos-no pueden invadirnos. No pueden adherirse a nuestras caras y cuando estemos comiendo, reventarnos el pecho y salir patinando por el suelo. Es nuestra nave. Esta es nuestra nave.
-Perdona...¿te refieres a la película Alien?-cuestionó Kankurô intrigado, haciendo sonreír a los demás.
-Calla.
-Eso pasa cuando vives aquí-apuntó Kiba- ves mucha televisión.
-Es nuestro hospital. Hemos nacido en este hospital. Y nos aferraremos al hospital, hasta nuestro último aliento. ¡Salid ahí a buscar operaciones antes de que os las quiten!-Gaara estaba muy motivado. Todos se fueron, salvo Sasuke, que parecía ido-¿y a ti qué coño te pasa?
-No sé por qué estoy luchando.
-Operaciones, Sasuke. Operaciones. Algún día vendrá un dios de la cardiología. Alguien mejor que Shizune. Y cuando venga debes haber practicado. Anda, vete.
Neji estaba en urgencias, cuando Tsunade se le acercó.
-¿Te ha encontrado el caballero de la sala de espera?-cuestionó la mujer.
-¿Qué?
-Ese caballero que posiblemente sea tu padre.
Neji, asustado, miró por un ventanal y allí, sentado, vio a Hizashi. Se acercó a el.
-Papá...-el hombre se levantó.
-Neji.
-¿Qué...haces aquí?-el chico mantenía las distancias.
-Vengo a verte.
-¿Por qué?
-Neji, antes hablábamos. Hablábamos todos los domingos. Esperaba tu llamada y me lo contabas todo. Cuando tenías problemas, me llamabas. Lo solucionábamos. Siempre lo solucionábamos.
-Papá...perdóname, lo siento mucho, pero que hayas venido...-musitó conmovido y le abrazó. Pero al hacerlo, detrás de su padre, sentado a cierta distancia, vio que un cura les observaba y entonces se dio cuenta-¿ese cura nos mira por alguna razón?-se separó de su padre.
El cura se puso en pie-hola Neji.
-¿Habéis...venido a...?-miró a su padre con asombro-¿quieres redimirme rezando?
-Si pudiéramos hablar...-Hizashi estaba nervioso.
-Rezar no me cambiará- Neji empezó a alejarse-¡ser gay no se cura rezando!-gritó, haciendo que todos los de alrededor le mirasen. Fue corriendo en busca de Rock Lee, al que encontró en un cuarto de material-mi padre ha volado muchos kilómetros para hacerme hetero. ¡Con un cura!, y tengo suerte de que no hayan entrado en urgencias con un incensario haciendo un exorcismo. Ha venido para echarte de mi vida, ¿no es abominable?
-Si, pero...
-Déjate de peros. ¿O qué?¿es que acaso entiendes su postura?
-Deberías intentar hablar con él-comentó el pediatra.
-¡No tengo nada que decirle!, si quiere romper la relación conmigo es cosa suya.
-Él no ha hecho nada. Tu has cambiado de juego-soltó. Neji le miró con intriga.
-¿No esperabas que lo entendieran al contárselo a tus padres?
-Ahm...yo no tuve novias, nunca. Tenía un póster de Bruce Lee en mi habitación y no era su nunchaku lo que miraba. Por eso no sorprendió a mi madre que llevara a casa a un chico...pero tus padres te creían hetero. ¿Quieres hablar de la relación con tu padre?, él ha sido coherente durante toda su vida, y tú ahora has cambiado. Así que...dale una tregua. Siéntate y charla con el. Permítele que...se escandalice.
-Te odio-dijo Neji conteniendo una sonrisa.
-Tengo razón. Soy fantástico-dijo y le besó la mejilla, antes de marcharse patinando.
Kankurô andaba por un pasillo, junto a una chica del Kirigakure Byôin. Era joven, de largos cabellos negros y ojos color perla.
-Gracias por ser mi guía en este día de locura-dijo ella con las mejillas sonrojadas.
-Nos han asignado a ambos la zona cinco, así que...
-No tenías alternativa. Pero finges bien que no te importa. Ser la nueva te...
-Asusta, lo sé, Hinata- dijo el castaño terminando la frase de la chica.
-¿Estabas aquí cuando el conciliábulo psicópata entre internos que se descuartizaban y se operaban?, debió ser espeluznante.
-Fue un órgano, un apéndice. No un conciliábulo.
Los dos atienen a un joven apaleado cuando intentaba robar a un hombre, con además Naruto. Kiba y otra de las chicas nuevas, Tenten, se encargan de un hombre con problemas de estómago.
Al mediodía, Naruto fue a ver a Gaara, que leía una revista en su habitación. Solo.
-Hola-dijo el rubio mientras bajaba las persianas para tener más intimidad.
-¿Has hablado con alguno?
-¿Con quién?
-Con los del Kirigakure Byôin.
-Si- Naruto se sentó a su lado, sobre la cama y le quitó la revista de las manos.
-¿Y?
-Y...-se inclinó sobre el, para besarle-te quiero-le besó.
-No hablo de eso. Quiero saber qué está pasando. Quiero saber cómo está Sasuke. La cardio abstinencia le deprime.
-¿Estáis en un lugar oscuro y retorcido?¿has vuelto a tu oscuridad?-le besó nuevamente.
-Hemos vuelto.
-Los dos sois iguales.
-Ya te lo dije-Gaara sonreía.
-Lo sé- Naruto rió y volvió a besarle.
Neji fue a ver a su padre, estaban a solas en una sala, junto al cura.
-De acuerdo, lo entiendo. Te lo solté sin más-dijo comprensivo el más joven-no lo has asimilado. Y no tienes experiencia con homosexuales. Hazte a la idea. Aunque deberías...haberte hecho ya. Se supone que me quieres pase lo que pase. Es lo que un padre hace.
-Te quiero con todo mi corazón-dijo Hizashi serio-pero con lo que te está pasando ahora mismo...oye, me da miedo por ti. Es una abominación. El infierno eterno.
-No empecemos a hablar del infierno-dijo el cura.
-¿Has corrido tantos kilómetros para mandarme al infierno?, creía que venías a pedirme disculpas.
-No puedo pedírtelas Neji. No entiendo qué ha pasado ni en qué me equivoqué.
-¿En qué te equivocaste?-preguntó el chico alucinado-Jesús dice en sus mandamientos, amarás al prójimo. Estaría avergonzado de ti por juzgarme. Avergonzado de ti papá, porque me dieras la espalda. Muy avergonzado-dijo dolido y se fue.
Kankurô almorzaba solo en la cafetería. Saboreaba un pedazo de sandía. Kiba se sentó a su lado.
-Que asco-dijo el recién llegado.
-¿Te están jodiendo?-preguntó Sasuke sentándose también.
-Cállate.
-La mía tiene una libreta en la que anota cosas, cosas muy personales-dijo Kankurô mostrando que tenía la susodicha libreta en las manos y la estaba leyendo-y se la he robado.
-¿Cómo dices?-Sasuke no salía de su asombro.
-Golpea-dijo Kiba orgulloso y le besó en la mejilla.
-No, no voy a rebajarme a su nivel. Son vengativos y agresivos y...no juegan en equipo. Si no tenemos cuidado, ese espíritu va a infectar nuestro hospital. Hay que combatirlo-dijo y guardó la libreta en el bolsillo de su bata.
-¿Por eso se la has robado?-Uchiha preguntó divertido, haciendo reír a Kiba.
-Y leído-agregó Inuzuka.
-Nos sentimos amenazados-dijo Kankurô apenado.
Kiba entonces miró alrededor, no había nadie con uniforme naranja-chicos...no están aquí.
-Aleluya-dijo Sasuke.
-No comen. Trabajan-se metió todo lo que pudo de su sándwich en la boca y se levantó.
-Mierda, mierda...-el azabache salió corriendo con un bocadillo en las manos.
-Oh, no...-Kankurô cogió su bata y salió por piernas.
Rock Lee entró en una sala de descanso. Allí estaba Neji, con mala cara.
-No ha ido bien, ¿no?
-Al menos ya puedo seguir con mi vida. Ya no hace falta que considere tener relación con mi familia. No necesito un padre-el pediatra se sentó junto a el y le abrazó-ya no...mi padre no me acepta.
Gaara estaba viendo un película en blanco y negro, cuando Sasuke entró y cerró la puerta. Lo que hizo que apagara la televisión.
-Sasuke...-el azabache se puso a llorar- Sasuke...dime qué te pasa. ¡Sasuke!¡¿qué ha pasado?!, cuéntame qué te ha pasado.
-¡Nada!¡nada es lo que me está pasando!...no sé que estoy haciendo. ¡Corro detrás de operaciones que ni me importan!...¿sabes cuánto tiempo hace que no sujeto un corazón en mis manos?-las lágrimas caían por sus mejillas-¿desde cuando no siento esa alegría?¿ese...poder?....echo de menos a Deidara...le recuerdo a todas horas. A diario, cuando él estaba cogía corazones. Y no me elegían por favoritismo, sino porque era...solo...era lo correcto. Y aprendí muchísimo...sabían que existía...Kakashi lo intenta. Me da operaciones, pero no es lo mismo. No son las que me llenan. No es lo que me hace sentir cirujano. Y ahora no sé qué hacer. Me paso el día luchando...y ya no quiero luchar más-dejó de llorar.
Gaara palmeó la cama-ven aquí-el azabache se tumbó a su lado y su amigo le rodeó con los brazos. Encendió la tele y ambos se pusieron a ver la película, Sucedió una noche.
Hizashi estaba en una sala de espera. Un nervioso Rock Lee se acercó a el. El mayor le miró.
-Señor Hyûga, mi nombre es Rock Lee y...
-No te conozco, como para hablar de el-dijo el hombre con brusquedad sabiendo en un instante de quien se trataba- no quiero hablar.
-Me educaron para ser buen marino en la tormenta. Para amar a mi país, a mi familia y proteger lo que amo. Cuando mi padre supo que yo era gay...dijo que tenía una pregunta. Yo me preparé para '¿cuándo vas a marcharte de mi casa?'. Pero me dijo: ¿todavía sigues siendo aquel que yo eduqué?. Mi padre cree en su país. Como usted cree en dios. Mi padre no es de los que ceden, pero cedió por mi, porque soy su hijo. Soy un buen marino en la tormenta. Quiero a su hijo y protejo aquello que amo- Hizashi le miró de nuevo-aunque él no lo necesita. Es fuerte, generoso, y respetable. Es tal y como usted lo educó-añadió con su imperturbable sonrisa y se fue.
Kankurô devuelve la libreta a Hinata y le pide disculpas.
¿Qué hacer cuando la infección te ataca y se apodera de ti?
Cayó la noche. Neji salió del hospital. Su padre le abordó en la salida.
-Neji...
-No quiero seguir hablando. Nos veremos en el infierno-dijo el chico dispuesto a seguir su camino.
-Escúchame. Tengo que cogerte- el menor le miró sin entender nada-toda tu vida has estado sobre un puente Neji. Desde que eras un crio. Y tu no te dispones a cruzarlo, no, te dispones a saltar. Cuando lo haces, cuando eso pasa, debo estar ahí para cogerte.
-No tienes que cogerme.
-Claro que si. Es mi obligación. Oye si...funciona lo tuyo con Lee...¿sería posible que le concedieras a tu madre una boda?
-Si Rock Lee quiere pasar el resto de su vida conmigo...si. Iré al altar.
-¿Qué pasa con...los nietos?
-No sé...si llega el momento...podría haber niños-no parecía muy convencido.
-¿Te hace feliz?
-Claro que si-rió-me hace muy feliz-suspiró y abrazó a su padre-te quiero, ¿sabes?
Su padre se separó de el-no será vegetariano, ¿no?, no sé cuanto más podría tolerar.
-No es vegetariano-dijo riéndose y volvió a abrazarlo.
-Me siento muy viejo.
¿Haces lo que debes hacer y tomas las medicinas?¿o aprendes a vivir con ello y esperas que desaparezca?
Kakashi estaba frente al tablón dando órdenes a un par de enfermeras, cuando alguien apareció a su espalda.
-Por fin-dijo una voz detrás suya, lo que le hizo girarse y descubrir quien era.
-Ahm...Itachi...
-Ha sido difícil encontrarte-dijo el chico sonriente.
-Si, es que he pasado el día en casa, pero ahora tengo una operación así que...-le miró de arriba abajo viendo el uniforme-¿eres del Kirigakure?
-Si, lo era.
-Ahora entiendo lo de la visita...
-Si, quería ver como era el hospital en el que tenía que empezar a trabajar por la fusión-tenía ambas manos metidas en los bolsillos de su bata.
-Dijiste que había sido difícil encontrarme, ¿me buscabas?
-Pues quería invitarte a...
-¿Itachi?-Sasuke se acercó al dúo-¿qué coño...haces tú aquí?
-¿Le conoces culito?-preguntó el peliblanco confuso.
-Sasuke...a ti tampoco te vi. Aunque francamente, tampoco te busqué-admitió Itachi despreocupado.
-¿Te pasaron aquí?. Lárgate. Pide que te vuelvan a trasladar. Este es mi hospital.
-Lo siento, no va a ser posible-miró sonriente a Kakashi, que se apresuró en volver a preguntar.
-¿De qué os conocéis?
-Es mi hermano-dijo el azabache menor.
-¿Qué?-por eso le era tan familiar.
-Sasuke no pasa nada, no me va cardio. Y ya ni me lo planteo-seguía mirando a Kakashi.
-Aún así, lárgate. No quiero trabajar en el mismo hospital que tu.
El peliblanco estaba atónito, además de incómodo por la extraña tensión que se respiraba de pronto-esto...tengo que operar-dijo, besó con rapidez los labios del Uchiha menor y salió corriendo de allí.
Itachi se había quedado estático-¿pero qué...?
-Es mi novio. ¿Mamá no te dijo que salía con alguien?
¿O te rindes y esperas que te mate?
Continuará...