Compasión por los padres
Los psicólogos creen que todos los aspectos de nuestra vida, todos nuestros patrones de conducta, son el resultado de la relación con nuestros padres.
Hacía una radiante mañana. Gaara y Naruto ya estaban despiertos, pero continuaban acostados, mirándose.
-Pareces muy pensativo-dijo el pelirrojo.
El otro le acarició el rostro-pensaba en lo guapo que eres-esto hizo que su marido sonriera-y lo guapos que serían nuestros hijos.
El semblante de Gaara cambió, algo serio-¿hijos?¿quieres varios?
-Hijo. Empecemos por uno a ver qué tal.
-¿Quieres empezar?
-Digo que eres guapo-le besó-solo eso.
Que todas las relaciones que tenemos no son más que versiones de esa relación. Que lo intentamos una y otra vez para hacerlo bien.
Sasuke estaba duchándose. Gaara entró en el cuarto de baño, todavía en pijama.
-Me ha pasado una cosa-dijo el pelirrojo sentándose sobre la tapa bajada del retrete.
-¿Qué ha hecho?¿quieres que le atice?-dijo abriendo la mampara de la ducha con jabón por el cuerpo.
-Quiere que tenga un bebé.
Sasuke puso cara de asco-así que quieres que le atice.
-Sasuke...
-¿Quieres tener un bebé?
-Ningún bebé me querría...tuve la peor madre del mundo, sería el peor...padre...madre...del mundo.
-¿Qué les pasa a los tíos últimamente?, Naruto quiere hijos, Kakashi quiere una relación por siempre jamás...y ni siquiera me mira. Intento hacerle señales para irnos a hacer guarradas a alguna parte del hospital, pero como si no existiera...
-¿Quieres que le atice?
Naruto abrió la puerta- Sasuke...-se silenció al ver a Gaara allí también.
-Cosas de amigos-aclaró el de ojos turquesa. El azabache asintió con la cabeza.
-Bueno...pues os lo digo a ambos, hay una chica abajo que dice que es hermana de Kiba. ¿Alguien sabe su dirección actual?
Kankurô abrió la puerta. Al otro lado se topó con una chica de largo cabello castaño y ojos oscuros.
-Ahm...¿hola?
-Hola, me han dicho que Kiba Inuzuka vive aquí...
-Si, ¿tú eres?
-Soy Hana, su hermana.
Minutos después, frente a una mesa con tortitas, magdalenas y café, Kankurô hablaba con su cuñada.
-Yo soy la mayor, le llevo cinco años.
El otro la escuchaba atento, hasta que Kiba apareció recién duchado-eh, ¿qué haces aquí?-la chica se levantó y abrazó con cariño a su hermano.
-Hermanito...te veo muy guapo.
-¿Qué haces aquí?-repitió.
-Pasaba por aquí, me quedaba de camino a mi nuevo trabajo y me dije...¿por qué no voy a ver a Kiba, mi pequeño y adorable hermano pequeño?
-¿Enserio?
-Kiba, es tu hermana y viene a verte...-dijo Kankurô. Entonces miró su reloj y se asustó-¡llego tarde a las rondas!-cogió una magdalena, la sujetó con los dientes, se despidió con la mano y cerró dando un portazo. A los pocos segundos abrió de nuevo-por cierto, encantado de conocerte, soy Kankurô y volvió a cerrar.
-Un encanto-dijo Hana y volvió a ocupar su asiento junto a la mesa. Kiba empezó a echar sirope sobre una tortita-no has venido a vernos en siete años...-reprendió ella.
-No exageres.
-Es la verdad, siete años.
-Hana, ¿qué ocurre?¿qué quieres?
-Que te echaba de menos y quería saludarte...-se miraron por unos momentos. La chica parecía nerviosa de repente-y como eres médico...preguntarte...-se puso en pie y se levantó la camisa. Sobre el ombligo tenía un bulto que sobresalía de su cuerpo-¿debería preocuparme?
Jiraiya, Hinata y Kankurô atienden a una mujer llamada Konan. Se desmayó en el supermercado y la ingresaron. Le acompaña su marido Nagato. Y resulta que tiene un tumor sangrante en el cerebro.
Kiba y su hermana ya estaban en el hospital. En la sala de espera. El chico rellenaba unos documentos.
-No creo que necesite operarme...-dijo ella nerviosa.
-Lo necesitas.
-Ni siquiera me duele.
-Tienes una hernia umbilical. Hay que operarla, calla y rellena los impresos-dijo pasándole los papeles a la chica.
-Si me operan me dolerá más. ¿Te acuerdas de cuando a papá le hicieron...?
-No hables y escribe.
-Satanás tiene hermanos- Sasuke se acercó a ellos y miró con interés a Hana.
-Este es Sasuke Uchiha- dijo Kiba con mala cara. Hana se levantó y estrechó la mano al recién llegado.
-Es un placer doctor Uchiha.
El de ojos carbón puso cara de asombro-dios mío, que educada es. Es amable. ¿Por qué no puedes ser como tu hermana?
-¿Y tú qué?, tu hermano me cae mejor que tu.
A Sasuke e Itachi les toca ocuparse de una agente de policía con heridas de bala. Es paciente de Shikamaru.
Tsunade y Gaara son los médicos de Hana. La mujer rubia examinaba a la chica mientras el pelirrojo rellenaba su historial.
-¿Cómo siendo tu hermano cirujano has esperado meses para que te vea?-Tsunade no salía de su asombro.
-No sé...los Inuzuka somos duros. Cinco años en casas de acogida te endurecen.
-¿Cinco años?
-¿Kiba también?-preguntó Gaara con sorpresa.
-Bueno, yo por temporadas, pero Kiba estuvo en...diecisiete casas diferentes en cinco años.
-Así que se crió con familias de acogida...-dijo el pelirrojo.
-Si, porque mi madre era...bueno, entonces no había los medicamentos de hoy y estaba...no podía hacer más, pero mi padre no era buena gente. Y Kiba estuvo en muchas casas y era muy difícil si no le conocías y nadie quería cuidarle. Terminó en menores.
-¿En un correccional?-cuestionó esta vez Tsunade.
-Si, porque mi madre se olvidaba a veces de comprar comida y...se le daba bien. No le habrían pillado robando si no hubiera sido por las videocámaras.
-¿Cuántos años tenía?
-Mmm once, tal vez doce.
Kiba entró-¡eh!¿qué hago con la veintiocho cero siete?-Gaara y Tsunade le miraron de modo extraño y él se dio cuenta, por lo que posó sus ojos sobre Hana-¿estás contándoles chorradas?
-No.
-Oye, trabajo aquí. Cierra el pico.
Jiraiya, Kankurô e Hinata operan a Konan. Pero le pasa algo y no despierta tras la operación.
Naruto e Hinata contemplaban la TC.
-Ha sufrido una hemorragia muy fuerte, mira-dijo el rubio a la de ojos perla, que a su espalda solo miraba al chico de ojos azules-¿lo ves?, el lóbulo temporal...la hemorragia parece...
-Vaya...-Gaara llegó y miró la TC- menuda hemorragia- Naruto lo miró de arriba abajo-¿qué?
-Estás más guapo con la bata-dijo sonriente. Hinata, aunque nadie se diera cuenta, les miró con tristeza.
-¿Qué vas a hacer con el derrame?-preguntó el pelirrojo.
-Nada.
-¿Nada?-dijo Hinata con sorpresa.
-No. Tiene una hemorragia en un lóbulo temporal que se ha extendido al sistema ventricular. No puedo hacer nada. ¿Quieres un café?-cogió de la mano a su marido y salieron de allí.
-Solo si sigues llamándome guapo.
Operan a la policía. Sasuke por accidente hace estallar una bala dentro de la paciente.
Hana estaba con Gaara sentados tras un mostrador mirando la pantalla de un ordenador.
-¿Es mi intestino?-preguntó la chica emocionada.
-Si, y esa parte debería estar dentro de la membrana, no fuera.
-Dios...que asco...¿me das una copia?, la pondré en mi nevera.
-Ahm...Hana, ¿cómo estás?, he oído que tienes una hernia-dijo Kankurô que se unió a ellos.
-Bien. Estoy viendo mi cuerpo por dentro-la chica parecía contenta-por cierto ¿cómo aguantas vivir con mi hermano?, como compañero de piso es un desastre...
-No somos compañeros de piso, soy su novio-la Inuzuka abrió los ojos con asombro y el castaño se dio cuenta de que había metido la pata-esto...no debí...
-¿Novio?¿mi hermano?
Kiba se acercó con papeleo-hola.
-Tío...-su hermana le miró seria-¿cómo no me dices que te has echado novio?
-¿Se lo has dicho?-preguntó Kiba a Kankurô.
-¡No!...bueno sí, que más da...
-Sí, pensó que tu hermana sabría que mantienes una relación estable, que vives con tu novio y esas cosas.
-Por eso no quería contártelo. Sabía que ibas a liarla...
-Tú si que la liaste Kiba. ¡Pasaste de nosotras!. ¡Te vienes a esta ciudad!. ¡Te mudas y ni sé donde vives!. ¡Para mi sorpresa tienes novio!. ¡¿Te vas a casar y no piensas invitarme?!
-¡Te recuerdo que cuidé de vosotras hasta que no pude más!¡te recuerdo que nuestro padre era un hijo de puta!¡te recuerdo que soy mayor de edad y puedo hacer lo que me dé la gana!¡y no conté lo de Kankurô porque no creí que fuera tan importante!
-¡¿Tienes idea de lo que hará mamá cuando se entere?!¡dejará la medicación y vendrá a verte!
-¡No hará nada porque no vas a contárselo!¡te operaremos y te largarás de aquí!
-Vale, ¿sabes qué?...no necesito tu operación. Adiós...-comenzó a alejarse, pero su hermano se interpuso en su camino.
-No te marchas-intentó agarrarla del brazo, pero ella lo evitó.
-Paso de tus gilipolleces. ¡Nos abandonaste!...de tal padre tal hijo.
Kiba se puso rojo de ira y la sujetó por los hombros. La zarandeó levemente-¡retíralo!¡retira eso!
Tsunade apareció por su espalda y le golpeó la cabeza con una carpeta-déjala.
Kiba la soltó y Kankurô le obligó a mirarle-márchate, Kiba, márchate.
Konan ha caído en un coma irreversible. Además resulta que firmó un documento para desconectarla y no mantenerla con vida mediante máquinas. Nagato no lo acepta y pide hablar con Naruto, pero éste tampoco puede hacer nada, puesto que se trata de un documento legal.
Hinata se siente mal por lo de la paciente y tiene que salir del despacho de Naruto. Kankurô la siguió.
-Es el marido de mi hermano-soltó para llamar la atención de la chica, ya que se había dado cuenta de las miradas que ésta le lanzaba al rubio.
-¿Disculpa?
-No te hagas la imbécil...-la de cabellos negros se detuvo y le dio la cara.
-No...no me hago la imbécil, lo soy-dijo sonrojada hasta las orejas y con lágrimas incipientes en los ojos-soy imbécil y me siento humillada y...lo siento...nunca había sentido algo así, no...no había sentido esto jamás. Te pido que olvides lo que has visto porque prometo que no volverás a verlo...¿te importaría que volviéramos a ser médicos?, por favor...
Kankurô la miró unos instantes-que asco de día-dijo de brazos cruzados y yéndose-lo odio.
Gaara y Tsunade estaban en quirófano. Iban a operar a Hana. Antes de sedarla, la chica les habló.
-Siempre nos ha protegido ¿saben?, le dio tal paliza a mi padre que nunca más volvió. Creía que lo hizo por nosotras, pero quizá le gusta pegar.
Gaara se inclinó para decirle algo- Hana, me caes bien, de verdad, pero no puedes hablar de mi amigo así.
Duermen a la chica.
-Un padre drogadicto. Una madre desequilibrada...no sé como Inuzuka pudo hacerse médico-dijo Tsunade- no soy impresionable, pero estoy impresionada.
Rato después, Kiba escribía nombres en el tablón. Gaara se le acercó.
-Hola. Hana está bien. La hernia tenía un tamaño muy grande, pero Tsunade ha puesto una malla para contenerla-el chico no lo miraba-y...se despertará en unos minutos si quieres ir a verla.
Ya era de noche, cuando Hana abrió los ojos. A su lado, sentado en una butaca, Kiba rellenaba más papeles.
-No tienes por que estar aquí...
-Quiero asegurarme de que no la palmas. Luego me largaré-dijo el castaño y siguió a lo suyo.
-Tú siempre me salvabas...yo era más grande que tú, pero aún así, me salvabas...eras mejor padre que papá y mamá juntos...¿qué te ha pasado?, dime...
-Os mando dinero cada mes. A mamá sus medicinas. ¿Acaso quieres que me marche?, estoy a punto de convertirme en cirujano. No puedo...no puedo estar allí y hacer esto. No puedo.
Hana decidió cambiar de tema- Kankurô parece buen chico. Me gusta.
-A mi también me gusta-dijo sonriendo Kiba.
La operación de la agente de policía es un éxito. Kankurô es el encargado de desconectar a Konan.
Es el trabajo más importante de mundo. Debería necesitarse una licencia, pero la mayoría no pasaríamos ni el examen teórico.
Kakashi encontró a Sasuke en un pasillo y se acercó a el.
-Sasuke..-el mencionado se giró en cuanto oyó su nombre con esa inconfundible voz-he oído lo de la bala...¿estás bien?-respiraba agitado de haber estado corriendo.
-Si-dijo como decepcionado.
-Me alegro-sonrió levemente y empezó a alejarse.
-Te echo de menos...todo el tiempo. Cada segundo de cada día...-soltó el menor haciendo que el otro se detuviese y le mirase-me muero por acercarme a ti, tocarte y besarte...
-No eres el único.
-Odio esto.
-Y yo...pero se nos pasará.
Hay gente que lo lleva dentro.
En casa de Neji, el de ojos perla estaba nervioso, pero tenía que hablar con su novio y se sentó frente a el mientras le cogía las manos.
-Me cuesta decírtelo porque me importas mucho...y...
-Dios...¿vas a romper conmigo?-se escandalizó el de corte a tazón.
-No, es que...no quiero ser padre. Nunca. Marido si, eso se me daría bien...pero padre...
-¿Nunca...nunca?
-Nunca.
-Te quiero...y me gustas mucho...pero está lo que necesito y no puedo cambiar...sé que no quiero un bebé mañana, ni pasado...pero nunca...son palabras mayores. No puedo pedirte que cambies, no quiero que lo hagas...
-Yo no puedo ser el que te impida tener un bebé...yo también te quiero...y podemos seguir...
-No sé a donde vamos- Rock Lee le miró unos instantes, dolido, separó las manos de las del otro y se fue sin mirar atrás.
Han nacido para ello. Otros tienen otros dones.
Kiba llegó a casa y encontró a Kankurô sentado en el sofá. Pero junto a la puerta había una maleta.
-¿Qué es esto?
Kankurô le miró durante unos segundos sin decir nada, hasta que se decidió-me he dado cuenta de una cosa...de que no te conozco. Hasta ayer creía que si, pero ahora sé que no. Tú sabes todo de mi. Conoces a mi padre, sabes que era alcohólico. Sabes que mi madre murió. Conoces a mi hermanastro. Me conoces a mi....mejor que nadie. Pero hasta esta mañana, yo ni siquiera sabía que tú tenías una hermana.
-¿Y por eso has hecho la maleta?
-No. La he hecho porque no quiero estar con alguien que no considera lo suficientemente importante esta relación como para contársela a su familia.
Kiba entonces cayó en la cuenta-estaba nervioso, eso lo dije porque...
-Fuiste sincero. Dolorosamente sincero. Furioso sacas la verdad Kiba, no es la primera vez que lo haces. Es lo poco que sé de ti-se levantó y fue hasta la puerta.
-No puedes hacerme esto...-musitó sin dar crédito a lo que pasaba.
El otro cogió la maleta de ruedas por una de las asas y salió de allí.
Lo bueno es que la biología establece que no tengas que hacerlo solo.
Gaara leía acostado en la cama, Naruto a su lado, solo miraba al techo, pensativo. Hasta que el pelirrojo llamó su atención-eh.
El rubio le miró y le cogió la mano-no quiero que estés solo...-pensaba en Nagato y la pérdida de su esposa-si me pasara algo, no...no quiero que...que te quedes solo.
-Tendríamos unos bebés muy guapos...
-¿Te lo estás pensando?
-Si, es posible-dijo y su marido se abalanzó sobre su cuello-pero no vamos a hacer un bebé ahora-advirtió.
-Es un ensayo-dijo y le besó.
Puedes pasarte la vida preguntándotelo, pero el único modo de saber qué tal padre serías es dejar de hablar de ello y hacerlo.
Continuará...