No responsable
Itachi estaba en la cocina untando mantequilla en una tostada junto a la encimera. A su espalda y sentados a la mesa, Naruto mostraba los planos de su futura casa a Gaara.
-He pensado poner la bañera aquí. Así podrías bañarte y ver los árboles por la ventana-dijo el rubio mientras señalaba en el papel-pero entonces tendríamos que poner el lavabo aquí, porque en esa pared no cabrían dos.
El pelirrojo parpadeaba en exceso, y cerraba los ojos como si le hubiera entrado alguna mota molesta-vale-dijo, el otro no parecía percatarse de su malestar ocular.
-¿Quieres que mueva la bañera o compartir lavabo?
-Yo...solo quiero una cosa...quiero que la bañera sea lo suficientemente honda como para que me cubra las rodillas...
-Las rodillas y el pecho al mismo tiempo-agregó su marido que se lo sabía de memoria-me voy-dijo y le besó en la coronilla-no me sirves. Te quiero-se marchó.
Itachi entonces miró a Gaara- te está haciendo una casa de la leche.
-Estas cosas me parecen absurdas-apartó los planos.
-No te importa en absoluto.
-Me están poniendo hormonas para que mi cuerpo forme un bebé. Se me secan los ojos y tengo que entornarlos para ver y tampoco me importa mucho donde estén la bañera y el lavabo ¿sabes?
-Habla con Yamato.
Todos creen que los médicos son las personas más responsables que conocen. Tienen vidas en sus manos. Son de fiar. No les pasan inadvertidos los detalles ni toman decisiones erróneas. Porque eso sería malo ¿no?
La nueva paciente del ensayo, es una de las más jóvenes con Alzheimer. Temari, Itachi y Kankurô se ocupan de un chico al que trasplantarán unos pulmones porque tiene fibrosis quística. Hinata está en pediatría con Rock Lee y su ya abultadito vientre. Operarán a un niño con un quiste que le bloquea la traquea.
Gaara estaba en una sala de oftalmología. Solo estaba él, hasta que Kiba entró.
-¿Me has llamado?
-Quiero que me examines los ojos-admitió el pelirrojo.
-No soy oftalmólogo, no sé como funciona eso-dijo el chico al ver que el otro estaba colocándose frente a un aparatejo.
-Ya he leído el cartel-dijo Gaara refiriéndose al cartel con letras que había en la pared más al fondo-estoy entre veinte y veinticinco. Pero ahora necesito que me mires los ojos con este cacharro.
-Tal vez sea un glaucoma- se puso frente al pelirrojo-oye, podrían recetarte marihuana...muy bien, mira arriba...-le miraba a través de aquel artilugio-abajo...no parece un glaucoma. La córnea está perfecta.
-¡Bien!
-Pero no puedes leer el cartel.
-Si entorno los ojos si.
-La gente normal no entorna los ojos ¿vale?-se puso en pie y se colocó junto al cartel-léelo. Sin entornarlos.
-D, C, P, I.
-Estás ciego.
-¡Cierra el pico!
-¿A mi me ves?
-¡Si!¡y tienes cara de capullo!-soltó molesto el pelirrojo-no eres oftalmólogo.
-¿Ves lo bastante para poder operar?
-Si entorno los ojos veo perfectamente. No eres oftalmólogo.
-Si sigues entornando los ojos acabarás con patas de gallo. Se me da bien la plástica, ¿quieres que te retoque?
Hora de almorzar en la cafetería. Kiba comía solo, hasta que Gaara y Sasuke aparecieron y se sentaron con el. El pelirrojo relataba a su amigo las noticias del día.
-Así que dice que solo tendremos un lavabo en el baño. Como si me molestara. ¿Para qué queremos dos?-en cuanto su bandeja se posó sobre la mesa, el castaño empezó a coger patatas de su plato.
-Porque algunos tíos dejan manchas de pasta de dientes en el lavabo-dijo Sasuke- en el tuyo no tendrás que verlas. Secas y coaguladas, llenas de bacterias fosilizadas.
-Yo dejo manchas de pasta de dientes...-admitió Gaara algo avergonzado-¿hay que quitarlas cada vez que te los lavas?
-No tuviste padres-dijo el azabache comprensivo y le acarició el hombro-es muy típico.
-¿De verdad vas a vender la casa?-preguntó Kiba.
-¿Me echarás de menos?-preguntó el de ojos aqua conmovido.
-Si Kankurô y yo nos peleamos no sabré donde encontrarle si se larga.
-¿Sabes?, me cuesta ver las letras pequeñas, pero veo tus zarpas en mi comida-dijo y le pegó en la mano mientras cogía más patatas.
-Uh...-Sasuke le robó otra patata.
Rato después, Sasuke estaba junto a un mostrador. Kakashi apareció, se puso a su lado y le besó en la mejilla.
El azabache le miró unos segundos en silencio, sonriente-estoy tan agradecido de que no quieras preñarme...-suspiró.
-No hay de que-respondió el otro algo consternado.
-Neji se tira de los pelos, y a Gaara lo están atiborrando a diario de hormonas. Es una pesadilla, de verdad. ¿Y para qué?, ¿para que luego te esperen dos años de no dormir y de cacas?. Me hace feliz no tener que vivir eso.
-Ya, ya, ya-fue lo único que dijo el peliblanco antes de irse.
Naruto y Gaara intervienen a la mujer del ensayo, pero el pelirrojo no puede inyectarle el medicamento, porque ve borroso. Temari, Itachi y Kankurô hacen el trasplante de pulmones.
Kakashi escribía en el tablón. Sasuke se le acercó.
-Te he dicho que no quiero tener hijos y has dicho: ya, ya, ya. ¿Qué significa ese 'ya, ya, ya' Kakashi?
-Claro que no quieres tenerlos, eres residente. Yo pensaba lo mismo cuando empecé, así que he pensado que podríamos retomar la conversación en el futuro.
-Ya lo hemos hablado.
-Si, pero la gente cambia. Mírame a mi. Puede que en unos años cambies de opinión.
-¿Cuándo he cambiado yo de opinión?
-La idea de que tu carrera es lo único que va a importarte, francamente, es típico de los jóvenes. Después de lo vivido estos meses, creía que tendrías una visión más...matizada sobre el asunto.
-Así...así que pensaste que iba a madurar y que iba a superar mi visión infantil de mi vida.
-Es un modo de decirlo. También pensé que podrías encontrar un hueco para mí visión de la vida.
-Bueno...ya he madurado todo lo que pensaba hacerlo-admitió Sasuke- y...mi opinión es la misma.
Naruto examinaba los ojos de su marido.
-¿Seguirás queriéndome si soy ciego, todo se estropea y tengo que dejar de ser cirujano?-preguntó Gaara.
-No tiene gracia. No sé como entraste al quirófano sin decir nada.
-No fue intencionado. Empecé a ver mal esta mañana.
Yamato se les acercó-tienes consulta en oftalmología. Tómate el día libre. Y tienes que dejar el tratamiento de fertilidad.
-No puedo parar...
-Si que puedes. ¿Has visto los efectos secundarios que aparecen en el prospecto?-Yamato estaba serio-estás sufriendo uno. Podrías dañarte permanentemente la vista. Se ha acabado.
Naruto y Gaara se miraron con tristeza sabiendo lo que aquello significaba. Y el rubio besó al otro en la mejilla.
Cuando cayó la noche, Kakashi y Sasuke estaban solos en los vestuarios. Ambos vestían ropa de calle, pero el azabache se terminaba de preparar para irse.
-Creo que tengo derecho a negarme-dijo el menor junto a su taquilla-no se debe traer a un ser humano a este mundo si una de las partes no lo desea. ¿Qué más hay que discutir?
El peliblanco estaba sentado en uno de los bancos, cerca suyo-¿discutir?, yo solo te doy mi opinión. Has tomado una decisión y yo no pinto nada. Y sí, pienso que tener una familia es una parte fundamental de lo que significa estar vivo...sabías que quería tener hijos Sasuke, esto no es nuevo para ti.
-Soy la persona incorrecta para eso. Tal vez es así, no sé, te metí prisa para casarnos. El trauma me dejó hecho un ovillo en el sofá.
Kakashi se levantó-no me vengas con esas gilipolleces. Nos casamos, y no porque fueras un caso perdido, sino porque nos queríamos y queríamos vivir juntos. No me amenaces con romper solo porque he expresado una opinión distinta a la tuya. Piénsalo bien Sasuke. ¡Me vuelves loco!. Tienes la obligación de, al menos, fingir que te importa qué coño quiero-concluyó y se marchó dando un portazo.
Somos responsables con nuestros pacientes. El problema es que la responsabilidad se nos agota en el trabajo. En nuestras vidas no pensamos bien las cosas. No tomamos la mejor decisión. Ya lo hacemos en el hospital. Cuando se trata de nosotros, no nos queda nada.
Gaara estaba en una habitación esperando al oftalmólogo. Junto a él, Sasuke.
-Él sabe que no quiero hijos-dijo el azabache jugueteando con los objetos de la sala-¿y de repente me cargo su visión del futuro?
-No me hables de visión. ¿Y si no puedo volver a operar más?
-Se camarero. Me lo pasé muy bien.
-Si, las cinco horas que fuiste camarero-rió.
-Copas gratis.
-Chôji no te dio ninguna, fue porque te las servías tu.
-Recuperarás la vista, tranquilo.
Jiraiya entró-bien, ¿cómo estás?-preguntó a Gaara.
-Oh, estoy mejor.
-El oftalmólogo te examinará a diario. Hasta que no te de el alta no pondrás un pie en el quirófano.
-No puedo coger el bisturí, pero puedo observar ¿no?
-No, lo siento-dijo el jefe y salió de nuevo por la puerta.
Gaara miró a su amigo-¿estoy en el banquillo?
-Joder...
En la azotea del Konoha Byôin, tres amigos lanzaban pelotas de golf.
-No le pareció importante decirme que no veía-dijo Naruto y luego golpeó una pelota con el palo-pensó que...bueno, no hacía falta. No sé si estoy más cabreado como marido o como jefe.
-No te incluyó en el proceso-dijo Kakashi- como Sasuke. No necesita hablar conmigo sobre lo de tener hijos. Sabía que yo quería y aún así me pidió matrimonio. Fue él.
-Tú pensabas hacerlo ¿no?
-Si, pero se me adelantó. Es su culpa-golpeó su pelota.
-Que bonito-rió Shikamaru.
-Si...no solo no pinto nada, no quiere ni hablarlo.
-Quieren todas las cartas-dijo el rubio dando un trago a un botellín de cerveza- Gaara ni saca la conversación, no quiere votar, simplemente omite la información. No puedo opinar.
¿Y merece la pena ser responsable?. Porque si te tomas tus vitaminas, y pagas tus impuestos, y no te cuelas en las colas, el universo sigue dándote gente a la que querer y luego deja que se te escapen otra vez. ¿Y qué te queda?, vitaminas y nada.
Continuará...