Esperanza para los desesperanzados
'No podemos hacer nada más por usted'. Son las últimas palabras que un cirujano querría decir. No nos es fácil darnos por vencidos y hacemos lo posible por no hacerlo. Para los cirujanos 'causa perdida' significa esforzarse más.
Kankurô vuelve al trabajo con Naruto, y ambos operarán un tumor en principio inoperable como plan del rubio de ayudar a los desamparados. Un neuroblastoma a un niño de once años.
Por la mañana, en la cocina de casa de Gaara, el pelirrojo terminaba de decorar una gran tarta de nata. Itachi desayunaba y Miina estaba en su sillita.
-¿Yupi Miina?¿enserio?-preguntó el azabache mirando lo que el otro escribía sobre el pastel-la gente normal pone feliz cumpleaños.
-Ya...pero no me cabían tantas letras...-cogió a la niña en brazos-guarda la tarta en la nevera. Yo me voy, tengo una reunión con Shikamaru. La fiesta es a las ocho, no os retraséis-dijo a Hinata que aparecía por la puerta en albornoz.
Jiraiya tendrá su operación número diez mil. Será un trasplante de hígado entre hermanas y contará con la ayuda de Gaara y Tsunade.
Gaara entró en una sala de juntas donde el jefe Nara leía documentos.
-Siéntate-dijo el castaño cuando le vio.
-Sé que no he hecho muchas operaciones últimamente-el pelirrojo se quedó de pie-pero he estado organizándome con Miina y está todo controlado. Estoy listo. ¿Era eso?-el otro negó con la cabeza y entonces tomó asiento.
-No has elegido especialidad.
-Lo sé, es una decisión importante y aún me lo estoy pensando.
-Dejaste neurocirugía, también obstetricia, eres el único de quinto sin rumbo fijo. Estás naufragando.
-Naufragar es muy fuerte.
-¿Y general?, has ayudado a Tsunade con el ensayo de la diabetes, Jiraiya ha sido tu mentor, por no mencionar a tu madre, una de las mejores cirujanas generales de este país. Con esos antecedentes, lo llevas en la sangre.
Sasuke lleva ocho operaciones en setenta y dos horas que ha realizado con Temari y aún así quieren más y le roban a Kiba un paciente que tiene el corazón atravesado por un pedazo de verja metálica.
Gaara corrió junto a Tsunade para ir juntos a ver a las hermanas del trasplante.
-El jefe quiere que elija especialidad. Ha sugerido general...
-Bien por ti, mini Karura Sabaku No-dijo la mujer.
-No, aún no me he definido porque hay muchas especialidades posibles.
-No seas idiota, lo llevas en los genes, sería lo más lógico. Tienes las manos de tu madre.
-No se emocione...aún no me he decidido.
-¿Y qué vas a hacer?¿neuro?¿cardio?...si quieres desperdiciar tu talento jugando con un pequeño órgano predecible el resto de tu vida...yo preferiría trabajar pasando del hígado al páncreas o del estómago a los intestinos. Cualquiera deja de funcionar en cualquier momento. No tiene nada de malo conocer un órgano a la perfección, ni pasa nada por ser la quinta viola al fondo de la orquesta, pero es mucho más divertido ser el director.
Hora de comer. Gaara y Sasuke estaban juntos almorzando en el despacho de Hinata.
-¿Y ortopedia?, Neji sería buen mentor-dijo el azabache.
-¿Huesos?-dijo como si fuera aburrido.
-¿Oncología?
-Muy triste.
-¿Trauma?
-Bastantes traumas he tenido en mi vida.
-Pues elige algo, decidir es importante.
El pelirrojo se acercó a la pequeña nevera y empezó a sacar cosas-¿qué haces?-preguntó Kiba entrando a la habitación seguido de Kankurô y la pequeña Sakura que llevaba en brazos.
-Necesito comida para la fiesta, creía que tendría tiempo para comprar, pero la operación de Jiraiya va a durar una eternidad...-sacaba tupperwares y miraba su contenido-¿creéis que a Hinata le importará que me lleve la comida que tiene aquí?...solo tengo refrescos y patatas.
-No, no me importa-dijo la chica entrando y sentándose en el sofá.
-¿Tenéis que traer al bebé mientras comemos?-comentó Sasuke molesto.
-No quiero dejarla en la guardería cuando podemos aprovechar este ratito con ella...-Kankurô hacía carantoñas a su niña.
-Si te molesta, que te den por culo-dijo Kiba.
-Oh Gaara, proctología- dijo el azabache mirando a su amigo-una gran especialidad. Buscar los misterios del culo.
-¿Por qué no haces general como tu madre?-preguntó la chica-estaría bien.
-Y tendrías el marketing. Cuando la gente oye Sabaku No, sabe que hay calidad-dijo Kiba y miró a su chico.
Jiraiya hace su operación rodeado de una gran expectación. Naruto y Kankurô operan al niño, pero ven que no hay nada que hacer y le cierran sin hacer nada. Temari y Sasuke salvan al de la verja.
Casa de Gaara y Naruto, ocho de la tarde. Fiesta de cumpleaños de Miina.
La casa estaba llena de gente, no faltaba nadie y habían globos y guirnaldas de colores en las paredes.
Naruto tenía a Miina en brazos. La niña llevaba un vestido largo color fucsia y un lacito a juego en el pelo. Gaara y su marido estaban en la cocina frente a la tarta.
-Nos perdonará ¿no?-preguntó el pelirrojo.
-No lo recordará.
-¿Hacemos una foto?
-Si...-sacó la cámara de su bolsillo, juntaron las cabezas y pulsó el botón-felicidades...- Gaara borró el nombre de Miina de la tarta dejando solo el 'yupi' y salió con el pastel en las manos al salón donde estaban los demás.
-Felices diez mil doctor Jiraiya- dijo emocionando al hombre al que había pillado por sorpresa.
-¿Es para mi?, no...
-Vamos-dijo Naruto- no todos los días se llega a las diez mil operaciones.
El mayor sopló la vela y todos aplaudieron.
Kakashi y Sasuke se acercaron a sus amigos.
-Eh, parece que el vestido que le compramos a Miina le ha gustado-dijo Hatake sonriente mirando a la niña.
-Está como loca con el, es como de princesa-dijo Gaara.
Sasuke cogió a la pequeña en brazos, arrebatándosela a Naruto y mostrándole un oso de peluche grande que también le habían comprado-¿sabes qué ha hecho hoy el tío Sasuke?, he operado un corazón así de grande...
Jiraiya fue junto a Gaara- me han contado la noticia. Tsunade dice que eliges general.
-No lo tengo tan claro.
-Oh, bueno...creía que ya estaba. Es lo normal dado que tu...
-Por mi madre, lo sé, no lo digas también. No paran de decírmelo. Lo llevo en la sangre, en los genes, por eso no quiero hacerlo. No quiero ser como mi madre.
-Gaara...recuerda lo que has hecho hoy. Este cumpleaños para tu hija. Las cosas que has hecho por tus seres queridos. No tienes que preocuparte porque no eres como tu madre. La conocía, no eres como tu madre. Tienes un don, aprovéchalo.
¿Cuándo tiras la toalla?¿cuándo admites que una causa perdida lo es?. Llega un momento en que es demasiado. Y estamos cansados de seguir luchando y nos rendimos. Ahí empieza el trabajo de verdad. Buscar esperanza donde parece que no hay ninguna en absoluto.
Continuará...