Todo lo que necesitas es amor
Hay momentos de nuestra vida en los que el amor lo vence todo. El cansancio, la falta de sueño, cualquier cosa. Y hay otros momentos en los que parece que el amor solo nos da sufrimiento.
Día de San Valentín.
Era por la mañana, Naruto y Gaara se besaban, pero en medio de ambos dormía la pequeña Miina.
-Hay un bebé en la cama-dijo el rubio.
-Ya sé que hay un bebé en la cama.
-No hay bebés en la ducha.
-Si-se le iluminaron los ojos-no hay bebé en la ducha-ambos se levantaron, pusieron las almohadas a ambos lados de la niña y corrieron a la bañera. Pero estaba llena de juguetes, patitos amarillos en su mayoría-también hay un bebé en la ducha.
Naruto intentaba desnudarle-mira hacia otro lado...
-No puedo hacerlo delante de los patos.
-Claro que si, hazlo delante de los patos.
-No, vamos-el pelirrojo cogió a su marido de la mano y le arrastró hasta que se tiraron en el sofá del salón.
-Buenos días-dijo Hinata llamando su atención, dado que estaba sentada en otro sillón viendo la televisión-estoy viendo una pieloplastia. Puedo rebobinarlo si os apetece.
Gaara no dejaba de reírse-no gracias-dijo el rubio levantándose.
-Echa un vistazo al bebé-pidió Gaara a la chica antes de que él y su marido salieran por la puerta.
Ambos estaban dispuestos a hacerlo en el coche, hasta que Hinata les dio un par de toques en la ventanilla. Llevaba a Miina en brazos.
-Perdonad...-dijo ella de espaldas para no ver nada indebido-me parece que prefiere estar con vosotros...tranquilos, no ha visto nada.
Naruto miró a su marido que estaba encima suyo-se acabó el sexo para siempre.
-Oh...feliz San Valentín-se bajaron y el pelirrojo cogió a la niña-ven mi amor.
-Puedo quedarme con ella esta noche si queréis estar solos-dijo Hinata- no he hecho ningún plan...mi vida está vacía. Estoy sola y sin planes.
Rock Lee y Neji iban a desayunar.
-¿Has reservado en algún sitio bonito con un montón de velas?-preguntó el ortopeda.
-Tengo algo pensado, te gustará. Haz la mochila.
-¿Vamos fuera?¿y qué hacemos con Sasori?
-Hablé con Kakashi, dice que Sasuke tiene guardia esta noche, así que se quedará con nuestro hijo.
-¿Y qué me llevo?¿un bañador o...qué tienes pensado?
-Ahm...bañador no. Botas quizá.
Neji parecía contrariado-ah, vale...así que frío.
-Tal vez, y ropa interior de abrigo. De franela. Será divertido. Romántico.
Kakashi y Neji entraron juntos al hospital.
-¿De acampada?¿voy a irme de acampada el día de San Valentín?, quiere sorprenderme y la sorpresa va a ser dejarle tirado en la montaña. ¿A ti te parece sexy?, no es sexy.
-Al menos celebráis San Valentín. Yo estaré sin marido y aunque estuviera conmigo...días como este no le van.
-Bueno...necesito hacerlo con mi marido, al parecer en el campo sobre el frío suelo. Gracias por cuidar a Sasori.
La paciente de Gaara y Tsunade es una mujer con un Teratoma por el que le dan ataques y deben inducirle el coma. Una furgoneta de reparto se estrella contra la puerta de urgencias, entrando dentro del edificio. Atienden al conductor que se durmió al volante, Temari y Sasuke. Jiraiya con Kankurô, de un hombre atropellado mientras discutía con su novia. Kiba se ocupa de una niña con shock anafiláctico por comer bombones regalados por su novio, otro adorable niño de su clase.
Gaara y Tsunade operan a la mujer del Teratoma quitándole los ovarios. El atropellado fallece.
Al caer la noche, Kiba estaba en la habitación de la niña. Estaba sentado en una butaca mirándola dormir.
Kankurô entró con Sakura en un portabebés y una bolsa en la mano.
-¿Qué haces aquí?, te buscaba.
Kiba le miró-espero a que despierte.
-¿Está muy grave?
-No, es que su novio le ha escrito una carta y le prometí que no la dejaría sola-sonrió por la estupidez que era capaz de hacer por unos críos.
-Menos mal que traje la cena. Feliz San Valentín-dijo alzando la bolsa para que viera de que restaurante era. El otro se puso en pie y le besó en los labios. La niña despertó-hola...¿cómo estás?
-Muy bien...-miró alrededor-¿dónde está...?
-Quería quedarse, pero...ya sabes, su madre le obligó a irse.
-Claro...-dijo ella con pena.
-Ah, me ha dicho unas cosas que quería decirte, pero...bueno, escucha-sacó un papel del bolsillo de su bata y lo leyó en alto-siento que estés mala, pero no siento que seas mi novia-la niña sonrió y Kankurô también-no hay nada peor que estar solo en San Valentín. Pero estoy pensando en ti. Estoy pensando en como te cojo de la mano y saltamos en la cama elástica juntos. Te quiero...vaya...y postdata, me da igual quien pegara a quien los piojos, me alegro de que los tuviéramos a la vez. Has elegido bien.
-Si.
-Yo también, mira, este chico que está a mi espalda, es mi marido y esta cosita de aquí-dijo sacando a la bebé dormida-es mi hija. Pasaremos la noche contigo, ¿vale?
Kakashi estaba en casa de Neji y Rock Lee cuidando al pequeño Sasori cuando sonó el timbre y abrió la puerta. Encontrándose con Itachi.
-Traigo carne-dijo el azabache mostrándole una bolsa de papel-y una botella de tinto y ensalada. Voy a hacerte la cena.
-¿Itachi?, estoy casado.
-Y trabaja esta noche. Cuando Sasori se duerma, puedes ayudarme a estudiar. Voy retrasado. Muy retrasado y los exámenes se acercan peligrosamente.
-¿Cuánto te ha costado el vino?
-Cinco mil yenes.
-Pasa.
Rock Lee guiaba a Neji que tenía los ojos vendados.
-No soy de sorpresas, me encantaría serlo, pero...sé donde vamos. Seguro que estamos en medio de uno de los parques nacionales e intento con todas mis fuerzas ser positivo, pero esto es de no ver no me ayuda demasiado.
-Vaya...¿esa es tu actitud positiva?
-Vale, ya me callo.
Entonces se detuvieron-¿qué?¿estás listo?
-Si.
-¡Tachan!-le quitó el pañuelo que cubría sus ojos y vio lo que tenía enfrente.
-¿La caravana de Naruto?
-Imaginé que no la usaría, así que, le pedí las llaves.
-Si que es una acampada...-musitó. Entraron, pero el interior era confortable, había velas encendidas y pétalos de rosa por todas partes. Neji alucinó-no es una acampada...
-No, odias acampar.
-Así es. No sabes cuanto.
-Es casi una acampada, solo que...tenemos una cama y no hay gente en kilómetros...
Hinata estaba en el salón con Miina, hasta que Naruto y Gaara entraron corriendo por la puerta y dispuestos a subir al dormitorio.
-¡Necesitamos una hora más!-dijo el pelirrojo subiendo los escalones.
Buscamos el modo de aplacar el dolor. A veces aplacamos el dolor sacando lo mejor que tenemos. O dejándonos llevar por el momento. A veces, lo único que necesitamos para aplacar el dolor, es darnos una tregua.
Continuar...