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Anatomía de Sabaku No por Rukkiaa

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Notas del capitulo:

Disclaimer: basado en la serie Anatomía de Grey, de Shonda Rhimes y con los personajes de Naruto, de Masashi Kishimoto.

A un paso demasiado lejos

Nos enseñan a estar alerta. A dar con la causa del dilema. A hacer las preguntas adecuadas. A hallar la raíz del problema. Hasta que sabemos lo que ocurre y podemos afrontarlo. Hay que ser muy prudente.

Antes de amanecer, un ansioso Sasuke ya estaba en el hospital, planta por planta mirando en las salas de descanso. Hasta que en una de ellas, dormido, encontró a Kakashi, pero se despertó cuando la luz que entró por la puerta abierta le dio de pleno en el rostro.

-¿Qué?¿qué pasa?-preguntó levantándose al ver a su marido parado en la entrada.

-No has ido a casa.

-Hubo un accidente de autobús...¿qué hora es?¿qué haces aquí?

-Pensé que habrías tenido una noche dura...ahm...y te he traído un café.

-Genial, gracias. ¿Dónde está?-preguntó al ver que el otro chico no llevaba nada en las manos.

-Se me olvidó, pero...vuelve a dormirte...-dijo y cerró la puerta.

O podríamos precipitarnos creando problemas donde no los hay.

Jiraiya y Tsunade operan a una mujer y le darán una vejiga nueva. Kiba sigue tratando al bebé de la interna. Kankurô vuelve a estar con Naruto, la paciente es una chica con un quiste en el lóbulo temporal. Sasuke es el responsable de conseguir que un hombre acepte desconectar a su marido, mantenido con vida artificialmente.

A la hora de almorzar, Gaara estaba sentado en el sofá del despacho de Hinata, mientras Sasuke sacaba cosas de la nevera.

-¿Has probado el plato del día?-preguntó el pelirrojo.

-¿Jambalaya?, que asco. ¿Por qué se esfuerzan?. Hinata tiene yogur...-lo sacó y se lo pasó al otro-y un tupperware con algo-lo cogió y se sentó junto a su amigo.

-Kankurô le ha extirpado un tumor a una mujer-dijo Gaara e introdujo el tenedor en la comida que el azabache tenía entre las manos.

-Esto está buenísimo...cocina bien.

Kiba entró directo a la nevera-maldito día de la jambalaya...es como un plato de salmonella.

-¿Cuánto hace que no echas un buen polvo?-preguntó Sasuke al ver su mal humor.

-Me paso el tiempo estudiando...y Kankurô está agotado porque cuando llega a casa de pasar el día aquí se ocupa de Sakura. Le estoy agradecido porque me quita trabajo para que estudie...pero me van a explotar las pelotas.

-Kiba...estamos comiendo-dijo Gaara con cara de asco y miró a su amigo-¿estás mejor con Kakashi?

-¿Eso es mi estofado?-Hinata apareció por la puerta.

-Si...¿cómo consigues que la cebolla esté tan crujiente?-Sasuke cogió una cucharada y le pasó el recipiente a la chica.

-La pongo al final. Llevaba pensando en esto todo el día...-hizo un puchero mirando lo poco que quedaba.

-Delicioso.

Hinata, frustrada se marchó.

-No me has respondido...-soltó el pelirrojo a su amigo nuevamente-¿Kakashi y tu?

-Va a dejarme-dijo de lo más calmado y cogió un poco de yogur.

-¿Qué?, no.

-Claro que si, va a hacerlo. ¿Y sabes qué?, no me importa. Si quiere dejarme, si quiere odiarme, pues vale, no puedo obligarle a quedarse.

-Quizá podrías suplicarle.

-Estoy ocupado, centrado, soy cirujano.

-Todos lo somos y no significa...

-Si, para mi si-dijo tajante el azabache-soy brillante, tengo talento, y no...no suplico. Si quiere irse, pues que se vaya.

Sasuke habla con el marido del paciente del que se encarga y consigue que permita su desconexión.

Nuestras intenciones son siempre puras. Queremos hacer lo correcto. Pero también deseamos extralimitarnos. Corremos el peligro de llevar las cosas demasiado lejos. Nos dicen que no causemos daño mientras nos enseñan a abrir con cuchillos. Así que hacemos cosas cuando debimos no haberlas hecho. Porque cuando no hay problemas nos cuesta admitirlo.

Sasuke llegó a casa y encontró a Kakashi sentado en el comedor. Apoyaba los codos sobre la mesa y se cubría la cara con las manos.

-Hola...-musitó audible para que el peliblanco supiera que había llegado. Consiguiendo que bajase las manos y le mirase.

-Tenemos que hablar-su voz sonaba seria y unas pequeñas ojeras adornaban el bajo de sus ojos. Cosa que no se acostumbraba a ver jamás en el rostro del otro.

-¿De qué?-preguntó con sorna. Sabía lo que vendría y sin mirarle, empezó a quitarse el abrigo y a dejarlo en el perchero.

-Estoy cansado...-comenzó a frotarse las sienes y suspiró-no dejo de darle vueltas y creo que ya es hora de dejar las cosas claras-se escuchó el ruido de la silla al ser desplazada y vio que el mayor se había puesto en pie-no soporto la idea de cuidar un bebé que no es mio cuando podría tener mis propios hijos.

-Pues no lo cuides, es cosa tuya que...

-¡No!-chocó con fuerza las manos sobre la superficie de la mesa creando un ruido seco que le silenció instantáneamente-¡basta!, es cosa tuya Sasuke...-malo, cuando le llamaba por su nombre, su interior se estremecía.

-Otra vez con lo mismo-le miró con algo de rencor y se sentó en el sofá intentando ignorarle para que cambiase de tema, pero no parecía una de esas ocasiones.

-Eres un egoísta...-lo soltó sin titubeos e incluso se permitió una sonrisa sarcástica-creí que podría con ello, pero no...no lo soporto. Eres como eres y pensé que siempre te querría de ese modo. Pero yo cambié por ti Sasuke Uchiha, cambié mi manera de ser por ti, me quedé en Konoha por ti, y lo único que te he pedido...lo único...-respiró hondo. El menor estaba petrificado mirándole desde su asiento-quiero el divorcio-las palabras resonaron huecas a oídos del azabache. Como si estuvieran solos en la habitación y el eco se las devolviera. El peliblanco comenzó a andar, parecía como si todo fuera a cámara lenta y él solo fuera mero espectador. Hasta que consiguió ser consciente de la realidad y le sujetó de la muñeca antes de que subiera los escalones al piso superior.

-¡¿Qué estás diciendo?!¡¿divorcio?!¡¿por un puto bebé?!

-¡Yo quiero eso Sasuke!¡lo deseo!¡tú deseas la cirugía, pues yo deseo un hijo!

-Eso es absurdo...es...

La mano de Kakashi que no era presa de las del otro, le obligaron a soltar el agarre-lo siento. Es lo que quiero. Quiero una vida. Para mi hay más que la medicina-tenía los ojos dispares brillantes, pero las lágrimas no le salían-el divorcio es la única salida. Duele, duele...mucho, pero así tu encontrarás a alguien ideal para ti y yo haré lo mismo.

Sasuke se puso rojo de la ira, y en pocos segundos le había cogido por los hombros y le empujó contra la pared. Respiraba agitado-¡es por Itachi!¡no soy estúpido!¡en cuanto nos divorciemos te irás con él!¡jamás te lo permitiré Kakashi, jamás!¡¿me has oído?!

El peliblanco le observó unos instantes en silencio. Esos arranques de niño caprichoso que tanto le gustaban, pero a la vez tanto detestaba-no me escuchas...siempre tú, tú y tú...-lo dijo lo más alto que pudo, pero el nudo en la garganta dificultaba el hablar con propiedad-cambié cuando te conocí...cambié mi forma de ser...el antiguo yo...habría estado con cualquiera...el antiguo yo ni siquiera...pero te amo, te amo y sé que lo haré siempre y que jamás conseguiré amar a nadie como te amo a ti...pero quiero y me merezco ser feliz. Quiero ser padre y lo seré sin ti-sintió la presión en sus hombros cada vez más fuerte. Aquello le dejaría marcas, sin duda, pero no mostró un ápice de dolor. El dolor físico era una nimiedad con lo que estaba sintiendo en ese momento.

-¡Pues vete!¡lárgate!¡se acabó!-chilló con fuerza el menor. Le soltó y a grandes zancadas entró en la cocina.

Kakashi temblaba de pies a cabeza. Trastabilló un poco cuando pisó el primer escalón y tuvo que sujetarse de la barandilla para no desplomarse. Una vez en el dormitorio, abrió el armario, pero veía borroso por las lágrimas que se agolpaban en sus ojos. Cogió algunas prendas y una pequeña mochila y las metió adentro sin delicadeza. Cuando apenas hubo terminado de cerrar la cremallera, el azabache le habló desde el umbral de la puerta.

-No quiero un bebé...-sus mejillas estaban húmedas-no odio a los niños, los respeto y creo que deben tener unos padres que los quieran...no deseo tener un hijo...no deseo ser padre...-hipaba-por favor...te lo suplico...no me odies...

No hacer nada antes de empeorarlo.

Naruto se levantó del sofá. Alguien había llamado a la puerta y fue a abrir.

Al otro lado se topó con Kakashi, pálido y con los ojos rojos.

-Hola...-el peliblanco simuló una sonrisa. Siempre mostrando esa tranquilidad aunque fuera falsa.

Su amigo le miró y se fijó en la mochila que llevaba-¿qué ha pasado?

-Creo que soy el único que jamás ha dormido en vuestra casa...pero esta noche...lo necesito.

Antes de causar un daño terrible.

Continuará...

Notas finales:

Canción: Zola Jesus --> Lick the palm of the burning handshake

http://www.youtube.com/watch?v=zIb4rL6ipbs


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