El vuelo
Gaara permanecía tirado en el suelo. Tenía los ojos abiertos y miraba al cielo. Lo poco que podía vislumbrar entre las ramas de los árboles.
-Gaara...Gaara...-la voz de Sasuke llamó su atención, aunque al principio le sonaba lejana y lo vio de pie a su lado- Gaara, levanta. Debes levantarte. ¡Gaara que te levantes!-ordenó al ver que su amigo le miraba, pero no obedecía. El azabache le ayudó con una mano, pero al hacerlo, sintió un dolor en el hombro izquierdo. Lo tenía dislocado.
El pelirrojo se quedó sentado tal y como le había dejado su amigo y por fin miró alrededor. Rock Lee estaba a cierta distancia, junto al fuselaje del avión.
-¿Qué...?-dijo cuando fue consciente de la realidad. Entonces sintió algo en su muslo izquierdo y vio que tenía clavado algo metálico. Cogió el primer trapo que vio por el suelo y que resultó ser una camisa-¿cuánto he estado inconsciente?
-No lo...no lo sé...he...-Sasuke se sujetaba el brazo, adolorido y que le colgaba inerte-he perdido un zapato.
Gaara entonces se arrancó el trozo de metal y lo cubrió con la camisa antes de que la sangre saliera a borbotones de la herida. Se puso en pie como pudo.
-¿Dónde está Naruto?-preguntó preocupado.
-No lo sé...ni donde están Kakashi e Itachi- miraba alrededor-he perdido un zapato.
-¿Qué ha pasado?-el pelirrojo tenía una herida en la coronilla y sangraba profusamente.
-¡El avión se ha estrellado!¡eso ha pasado!¡estábamos en un avión y se ha estrellado!
-¿Y Naruto?¡Naruto!-chilló en dirección al profundo bosque. Acto seguido, miró a su mejor amigo con miedo en los ojos- Sasuke ¿y Naruto?
-Salió por un lado al darnos contra los árboles. Luego la parte trasera del avión se separó del resto.
-Tu hermano iba en la parte trasera.
-¡Cuando miré atrás solo vi el puto cielo!
-¿Dónde está?
-¡No lo sé, solo tengo un zapato!
-Tengo sangre...-dijo el pelirrojo palpándose la parte de atrás de la cabeza.
-¡Kakashi!
A los pocos segundos, un pálido peliblanco apareció de entre los restos del avión. Andaba con torpeza y desorientado.
En ese momento, empezaron a escuchar un extraño sonido. Eran unos golpes.
-¿Oís...oís ese ruido?-preguntó Gaara-¿de dónde viene ese ruido?
-¡De allí!- Rock Lee tenía sangre en el rostro y continuaba tumbado sobre la tierra. Pero les señaló la dirección.
Un tambaleante Kakashi, Sasuke y Gaara fueron por donde les había indicado el de corte a tazón. Tras varios minutos andando, dieron con el origen.
Alguien estaba atrapado bajo el motor del avión y golpeaba la parte metálica con una piedra para que le encontrasen. Se trataba de Itachi.
Rock Lee se sentó y se apoyó en el fuselaje. Le dolía la pierna horrores.
-¿Hay alguien?-la voz de un hombre sonó cerca. Era el piloto, que seguía en la cabina.
-Estoy aquí-dijo Lee para que el hombre le escuchase.
-No puedo salir.
-Es mejor que no te muevas...eso podría empeorar tus heridas.
-Los controles se...creo que uno de los motores se paró. ¿Hay más supervivientes?
-Pues...si. Estamos todos vivos, creo...creo que lo estamos.
-Sois cirujanos-dijo el piloto. Rock Lee empezó a reír a carcajadas-¿de qué te ríes?
-De que estoy casado con un cirujano ortopédico y creo que tengo rota la pierna...no sé de qué me río, creo que estoy en estado de shock...no puedo dejar de reírme.
-Oye...
-¿Si?
-No me noto las piernas...-Rock Lee dejó de reír en el acto-ya sabía que era malo-dijo el hombre al darse cuenta.
-Itachi...-Kakashi se había agachado a la altura del azabache. La parte inferior de su cuerpo estaba aplastada por el gigante motor del avión. El chico estaba pálido y un hilo de sangre le caía por el borde de los labios. El peliblanco intentaba palpar sus constantes en tal difícil situación.
-Sabía que vendrías...-dijo con voz ronca por el dolor, pero con una leve sonrisa.
-¿Cómo está?-preguntó Gaara agachado también.
Sasuke, atónito, solo les miraba a cierta distancia. Asustado.
-Despierto y responde-dijo Kakashi-¿cómo estás?
-Estoy...genial...
-¿Si?, buen chico-el peliblanco sonrió. A pesar de la situación, el otro se permitía el lujo de fingir que estaba bien-vamos a sacarte de ahí.
-Vale...-dijo en un susurro. Apenas tenía fuerzas ni para hablar.
Kakashi se puso en pie y habló con los otros-tiene taquicardia. Le falta el aliento.
-Hay que buscar a Naruto- dijo Gaara.
-Nosotros nos quedamos con Itachi, ve a buscarle-dijo Sasuke.
El pelirrojo obedeció.
Hatake habló con su, todavía, marido.
-Tenemos que sacarle.
Sasuke le miró unos instantes-pónmelo bien-dijo refiriéndose a su brazo-pónmelo bien-el otro le sujetó por el hombro y el antebrazo-espera, espera, espera...-tenía que mentalizarse y le miró a los ojos-vale, hazlo...¡Ahhhhhhh!¡joder!
-¡Naruto!-el pelirrojo andaba entre los árboles dando gritos. Todo lo fuerte que podía, porque se estaba quedando ronco-¡Naruto!¡Naruto!
El rubio abrió los ojos. Su espalda estaba contra el tronco caído de un árbol, pero su mano izquierda estaba atrapada entre un gran amasijo de hierro, parte del fuselaje- Gaara...-susurró en cuanto escuchó la voz de su marido, pero no podía liberarse.
-¡Naruto!
En el Konoha Byôin estaban muy ocupados. Un edificio se ha derrumbado sobre algunos bomberos. Jiraiya ha organizado una cena para los residentes y está muy entusiasmado.
-¿Alguien puede apiadarse de mi y matarme para no tener que ir?-Hinata entró en los vestuarios donde ya estaban Kiba y Kankurô. La chica llevaba en brazos dos perchas con ropa.
-Mátame y yo te mato-dijo Inuzuka.
-Eso es cosa mía- Kankurô seguía molesto.
-Itachi, Sasuke y Gaara se han marchado a tiempo-dijo Kiba al que tampoco le apetecía ir a la cena de Jiraiya.
-Oh, no. Vuelven para la cena-dijo Hinata metiendo las ropas en una taquilla-he ido a por su ropa al puñetero tinte y he mirado en sus puñeteros armarios para encontrar sus puñeteros zapatos mientras cuidaba a su puñetera niña...no es puñetera, es una cría adorable.
-¿Estás seguro de que eso es lo que quieres?-preguntó Kiba a su marido ignorando los desvaríos de la morena.
-Si. Iremos contigo. Iré al Tsumegakure y me alejaré de mi hermano. Dejaré a todos mis amigos y nuestra casa. Me iré contigo, pero te juro por dios Kiba...que si vuelves a ocultarme algo y me entero por otra persona, lo lamentarás el resto de tu vida-se alejó y cuando llegó a la puerta se giró de nuevo-y le cambiaré el apellido a nuestra hija-concluyó antes de salir.
-Tienes un futuro...cuando yo vuelva a mi casa trabajaré en una hamburguesería u ordeñando vacas-dijo Hinata deprimida.
-En la hamburguesería seguro.
-Uno...dos...¡tres!-Kakashi y Sasuke intentaban levantar sin éxito el motor del avión para liberar a Itachi, pero pesaba demasiado y ambos no estaban en plenas facultades físicas en ese instante. Sobretodo el azabache, que tenía el brazo izquierdo en cabestrillo.
-¡Mierda!-dijo el peliblanco cayendo de rodillas en el suelo.
Sasuke se agachó a mirar a su hermano- Itachi, dime tu estado.
-Las piernas y la pelvis aplastadas...y no siento el otro brazo así que no sé si sigue ahí todavía...y...el pecho parece que me va a explotar...así que probablemente tengo un neumotórax.
-Podemos...podemos darle oxígeno del avión-dijo Kakashi- y líquidos, necesita beber y los tubos...podemos darle oxígeno e hidratarle ¿vale?, vamos. Vamos a por ello. Vamos- Sasuke no se movía del sitio y le miraba serio-¿por qué no te mueves?
-Sabe que no servirá...-dijo Itachi.
-No. Vas a ponerte bien-reprendió Kakashi-¡te pondrás bien!¡vamos a por ello!-esta vez el grito era a su impasible marido.
Sasuke miró a su hermano. Éste tiritaba-enseguida vuelvo. No lo dejes solo-pidió a Kakashi antes de irse lo más deprisa que pudo.
El azabache recogía todo lo útil que veía en los alrededores del cuerpo principal del avión. Rock Lee continuaba sentado junto al fuselaje y hablaba con el piloto. Sasuke entró en la cabina y sacó más cosas.
-¿Encontrasteis a Naruto?-preguntó interesado Lee.
-Aún no.
-¿E Itachi?
-Muy mal-se acercó al piloto-¿hay un botiquín?
-Tenemos uno grande en el armario de la derecha, detrás de la cabina-dijo el hombre. Pero el azabache miró y justo era la parte del avión que se había desvanecido.
-Creo que ha volado.
Cuando ya tenía un bolso lo bastante lleno, se dispuso a volver a donde estaba su hermano. Pero Gaara le interceptó- Sasuke...no le encuentro. Le he buscado por todas partes.
-Quizá está bien y fue a buscar ayuda.
-Puede...tengo que seguir buscándole.
-Te necesito...mi hermano...no saldrá de esta.
Kakashi se había tumbado boca abajo sobre la tierra para poder ver mejor a Itachi.
-Estás bien-le dijo en tono calmado- Sasuke volverá en un momento.
-Kakashi...
-Vamos a estabilizarte y te vas a recuperar, ¿vale?
-Kakashi...
-Aguanta solo un minuto. No tardará.
-Kakashi...me...muero...
-No es cierto.
-Me muero...por favor, dile a Sasuke...que le quiero y que siento...mucho...el daño que le hice...ha sido un buen hermano...
-No te mueres. Te pondrás bien- Kakashi seguía en sus trece-somos los figuras de la cirugía...los dos, juntos...
-Coge mi mano...-pidió y extendió levemente la mano derecha.
-No voy a cogértela, no te mueres.
-Cógemela por favor...
-No, no te mueres ¿me oyes?. No vas a morirte-se puso en pie e intentó otra vez levantar el motor. Sin resultados nuevamente. Así que volvió a tumbarse y le dio la mano al otro que temblaba.
-Te quiero...-dijo Itachi. Un par de lágrimas cruzaban su rostro.
-No tienes que decirme eso ahora...reserva tus fuerzas para...
-Te quiero Kakashi....te quiero...desde que te conocí, siempre estuve enamorado de ti...nunca fue un juego...ni...competencia entre hermanos...de haber podido elegir...te habría escogido de todas maneras...
El peliblanco no pudo evitar que las lágrimas escaparan de sus ojos dispares-tienes que seguir con vida Itachi...serás un gran cirujano...los hospitales pelean por ti...
-Te quiero muchísimo...me habría gustado tanto...haber sido...importante para ti...
-Eres importante para mi. No lo dudes.
-Estoy tan feliz...-sonrió-estás aquí conmigo...serás lo último que vea...
-Itachi...
-Te quiero...
-Itachi...
-Te...-los ojos negros se quedaron mirándole, pero ya no parpadeaban y su cuerpo había dejado de temblar.
-Somos la pandilla de plástica...Itachi...-Kakashi apretó la mano del chico y empezó a llorar con fuerza.
Sasuke y Gaara aparecieron.
-Itachi...-musitó el azabache.
El de ojos aqua empezó a llorar-oh...no...
Kiba encontró a Neji y le abordó.
-Tu marido está pirado-dijo molesto.
-Si, pero es mono.
-Me ha quitado todos los casos de pediatría antes de marcharse. Me castiga por querer ir al Tsumegakure.
-Ahm...
-¿Sabes?, me da igual. Voy a llamarle ahora mismo-dijo y sacó su teléfono del bolsillo de su bata.
-Inuzuka, no, no vas a sacar nada en claro.
-Estoy cabreado.
-Y él contigo. ¿Sabes?, te quiere. Se le pasará. Déjale en paz, espera que vuelva. Hablad mañana cuando estéis más calmados.
-¿Por qué mañana?, vuelve esta noche.
-Esta noche tengo otros planes que no incluyen gritar tu nombre-dijo el ortopeda- si no tienes nada que hacer vente conmigo, tengo un fémur abierto.
Kakashi continuaba dándole la mano al fallecido Itachi y Sasuke permanecía sentado mirando a la nada. Como en otro mundo. Gaara se levantó y empezó a gritar.
-¡Naruto!¡Naruto!
Sasuke pareció volver en si y se puso en pie también. Su amigo había empezado a caminar y se alejaba, así que le siguió.
-No entiendo por qué nos pasa esto-dijo el azabache.
-Sasuke, hay que encontrarlo.
-Enserio...no entiendo porqué nos ha pasado esto.
-Hay que encontrarle porque no ha ido a buscar ayuda.
-Nos morimos. Hemos tenido un accidente ¡hace un segundo!
-Si Naruto hubiera ido a pedir ayuda, habría enviado un mensaje o algo. Tenemos que encontrarle. Le ha pasado algo.
-Te lo juro...cuando salgamos de aquí me iré muy lejos del Konoha Byôin Muerte y no miraré atrás.
-Sasuke...-el pelirrojo detuvo sus pasos y empezó a llorar-creo que Naruto ha muerto...habría venido a buscarnos...seguro que habría venido a buscarnos...ha muerto...¡también Itachi!. Mi marido y tu hermano están muertos.¡Si, están muertos y nosotros también moriremos!¡vamos a morirnos aquí!
Sasuke le sujetó del hombro-cálmate ¡cálmate!
-¡Cálmate tu!
-¡Eso intento! -le acarició la cara-debes intentar calmarte.
-Tu hermano ha muerto...
-Cálmate.
-¿Crees que Naruto ha muerto?
-No lo sé, tal vez, pero...estoy traumatizado, no puedes fiarte de mi.
-Sasuke...tu eres mi persona...aunque yo no sea la tuya...-no podía dejar de llorar.
-Gaara...Gaara...
-Gaara- la voz del rubio les llegó de entre los árboles y en pocos segundos lo tuvieron delante. Se sujetaba el brazo izquierdo que tenía lleno de sangre-he oído tu voz-dijo sonriendo al ver a su marido-creía que era un sueño-y se desmayó.
Sasuke volvió a lo que quedaba del avión a por más cosas que fue metiendo en una maleta de ruedas.
-¡Aquí está!-gritó de pronto.
-¿El botiquín?-preguntó Rock Lee.
-¡Mi zapato!
El de corte a tazón comenzó a toser y escupió sangre.
Gaara se encargaba de desinfectar la gran herida que Naruto tenía en el brazo a pesar de que el rubio se retorcía del dolor.
-Lo siento-dijo el pelirrojo.
Sasuke llegó con la maleta y empezó a sacar las cosas. La mayoría eran prendas de ropa.
-¿Itachi?-preguntó el de ojos azules a su marido, pero por la mirada que éste le echó, supo al instante lo que había ocurrido-no...
-Intenta mantener la calma ¿vale?
-Suelta el torniquete un poco-pidió el rubio.
-Te desangrarías.
-Quiero salvar la mano.
-Antes es tu vida.
Entre Sasuke y Gaara cierran la herida de Naruto usando un imperdible. Debido al dolor, el rubio se desmaya.
Sasuke volvió a rebuscar en la maleta.
-Cerillas...por fin-dijo aliviado-podremos hacer fuego.
-Hay que hacer un fuego-secundó Gaara- así podrán vernos.
-¡Kakashi!, vamos a hacer una hoguera-gritó a su marido que seguía sentado impasible dándole la mano a Itachi-¡Kakashi!¡necesito tu ayuda!-el otro no se movía.
-Yo te echaré una mano-dijo el pelirrojo e iba a levantarse, pero su amigo se lo impidió.
-No, ¡no!, Kakashi no puede estar así. Tiene que ayudarnos. Era mi hermano y yo estoy ayudando. Tiene que ayudar porque la situación es muy crítica-se acercó al peliblanco.
-Sasuke...
-No, no, no....si he aprendido algo con todas las bombas...las armas apuntándome y los autobuses matando amigos es que no me interesa morir-dijo a Gaara- quiero salir vivo de aquí. ¡Quiero ir a casa!¡todos tienen que echar una mano!-llegó hasta donde estaba su marido- Kakashi, levanta de ahí y ayúdame-se agachó y tiró de su hombro, pero el mayor parecía ido y a punto de caer en la inconsciencia. Sasuke le sujetó el rostro ahora preocupado- Kakashi...Kakashi...por favor...por favor...-le tumbó en el suelo y le rasgó la camisa. En su pecho pudo ver una gran mancha violácea-joder que mierda...¡Gaara!¡tiene un taponamiento cardíaco!
-¿Seguro?-preguntó Gaara. Con los gritos, Naruto volvió en si y se les acercó en cuanto pudo.
-Al setenta y cinco por ciento...-parecía muy nervioso de repente-al setenta...al setenta por ciento...joder Kakashi...
-Eso no es mucho.
-Y no tengo un ecógrafo, mierda, mierda, mierda...o dreno el saco pericárdico y alivio la presión o...se le parará el corazón.
-¿Con qué?, no tenemos agujas del dieciocho-apreció Naruto.
-¡Maldita sea!
El rubio sacó una botella de la maleta-coge esto y saca el tubo del dosificador. Servirá.
Cuando Sasuke vio que efectivamente era así, suspiró aliviado. Y como él tenía una mano inmovilizada, el encargado de hacer la intervención es Gaara. Por fortuna, con éxito.
Junto a una máquina expendedora, Kiba, Hinata y Kankurô se atiborraban a chucherías. Neji les pilló y se acercó a ellos enfadado.
-¿Qué coño hacéis?-gritó haciendo que a Hinata se le cayeran las cosas que tenía en las manos.
-Comer-dijo Kiba como si no fuera de lo más obvio.
-No, no. Tenéis una cena. La mayor de vuestras vidas.
-No quieren ir a cenar-aclaró Kankurô con el que no iba la cosa.
-Ya ha encargado el pato-el ortopeda se refería a Jiraiya- vamos, ¿y vuestra capacidad de entusiasmo?
-En el Tsumegakure- dijo Kiba que comía patatas de bolsa.
-Suspendí mi examen-aclaró Hinata-¿voy a celebrarlo?
Neji fingió que lloraba a modo de burla-oh, pobre, ha suspendido, que tragedia. Aunque estés pasando un bache, da igual, es pasajero. Mientras tanto pierdes el presente. Habéis sobrevivido a la residencia, paraos y celebradlo. La vida cambia en un instante, gira de pronto, hoy estás hundido y mañana...conoces al hombre más maravilloso del mundo y te enamoras. Éste momento es vuestro. Pasa una vez. Ah y el pato está estupendo-añadió y tiró la bolsa de patatas de Kiba al suelo de un manotazo.
Entre Naruto, Gaara y Sasuke fueron capaces de llevar a Kakashi hasta los restos del avión donde se encontraban Rock Lee y el piloto.
-Kakashi...-dijo el pediatra al verlo-¿qué le pasa?
-Un taponamiento- dijo Sasuke- le hemos hecho una pericardiocentesis.
-Dios mío...
-Está estable-dijo Gaara poniéndole al peliblanco una chaqueta doblada a modo de almohada.
-¿Itachi?¿dónde está?
-Itachi ha muerto-dijo Sasuke que no se separaba de su marido.
-Deberíamos encender un fuego-apuntó el pelirrojo.
-Yo tengo las cerillas-el Uchiha las sacó y se las tendió a Naruto- nos quedan cinco.
-Haz una hoguera grande-pidió Gaara.
-Shhh, escuchad-dijo el piloto-un helicóptero.
Y efectivamente, así era. Intentaron pedir ayuda usando la bengala para emergencias, pero la pistola para lanzarla no funciona y el helicóptero se marcha.
Ya era de noche. Kiba vestía con un elegante traje negro y corbata azul oscuro. Estaba en la entrada del hospital, llamando por teléfono.
-Soy el doctor Lee, deja tu nombre y te llamaré, gracias-buzón de voz-oye, hola, soy Kiba...ahm...la razón por la que me quieren en Tsume es porque tú me transformaste. Me has cambiado como médico y aún no sé porqué me dijiste una vez que habías visto algo en mi, ni...debes de estar loco, pero debo ir al Tsumegakure porque quiero ver si soy buen médico sin ti cerca cogiéndome de la mano. Te estoy dando las gracias o eso creo. No lo sé. Si quieres cabrearte pues...pues cabréate. Adiós.
Alrededor de la fogata estaban sentados Naruto, Gaara y Sasuke. Rock Lee y Kakashi habían sido acomodados dentro del avión, a cubierto.
-Miina...-musitó el pelirrojo.
-Shikamaru sabrá ya que hemos desaparecido-dijo Sasuke para tranquilizarle-habrá enviado a alguien...que hambre...
-Piensa en otra cosa.
-Tengo hambre.
-Aún me queda un chicle.
-No quiero chicle, quiero comida...joder-el fuego se apagó y no les quedaban más cerillas. Para colmo, hacía un frío insoportable. Miró a su amigo y le dio un golpe en el hombro al ver que cabeceaba-no te duermas. Sigue despierto.
-Vale.
-¡Naruto!¡Kakashi!¡Lee!¡no os durmáis!¡quiero a todos conscientes!
Gaara sacó el chicle que tenía en el bolsillo, lo partió por la mitad y le dio una parte a su mejor amigo.
Kiba e Hinata estaban en un elegante restaurante junto a Jiraiya.
-¿Sabéis algo de los Uchiha o de Sabaku No?-preguntó el mayor mirando su reloj.
-No-dijo Kiba y bebió de su copa de champán-el avión llegó hace una hora, así que estarán al venir.
-¿Sabéis?, hay un consejo que doy en estas cenas todos los años-dijo el hombre alzando su copa-es un secreto que os ayudará a superar las dificultades que os esperan-iba a seguir, pero se fijó en las sillas vacías-deberíamos esperar al resto.
Shikamaru, en una sala se puso a escuchar los mensajes de su contestador. Todos eran de la preocupada jefa del Sunagakure. Los médicos que habían mandado, nunca llegaron al hospital.
Nuestros años como residentes serán los mejores y los peores de nuestras vidas. Rebasaremos nuestros límites. Aquí empezamos. Esta es la línea de salida. La victoria depende, de nosotros.
Continuará...