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Anatomía de Sabaku No por Rukkiaa

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Notas del capitulo:

Disclaimer: basado en la serie Anatomía de Grey, de Shonda Rhimes y con los personajes de Naruto, de Masashi Kishimoto.

Me voy, me voy, me fui

Morir lo cambia todo. Están los efectos emocionales, pero también las cuestiones prácticas. ¿Quién hará tu trabajo?¿quién se ocupará de tu familia?. Lo único bueno para ti es que no tienes que preocuparte por eso. Unos desconocidos vivirán en tu casa, harán tu trabajo y el mundo seguirá su curso. Sin ti.

Gaara y Tsunade estaban junto a un mostrador. Ya el pelirrojo vestía con el uniforme azul oscuro.

Una interna, nerviosa, se acercó al Sabaku No. Parecía temerosa y fue Tsunade la que la apremió.

-¿Qué te pasa?-preguntó la mujer al ver a la chica plantada y mirándoles.

-Traigo unos resultados...para el doctor Sabaku No.

-Pues entonces, dáselos.

-Llevo esperándolos una hora, Anko- dijo el pelirrojo serio.

-Tuve un caso que...

-No pongas excusas y no hables-le arrebató los resultados de las manos a su interna y los ojeó-ácido láctico normal, ¿qué quiere decir?

-Que seguramente no hay sepsis y se recuperará. Pero el recuento de leucocitos es elevado así que debería vigilarlo. Y lo vigilaré personalmente.

-Vete a urgencias y no mates a nadie-ordenó el pelirrojo y la chica salió corriendo. Esto hizo reír a Tsunade.

-Impresionante...-dijo al ver el miedo de la interna-esperaba ese nivel de intimidación de Uchiha tal vez, no de ti. ¿Cómo está por cierto?

-Sigue en su habitación...no le deja solo ni un segundo.

-¿Sabe que hoy es el día?

-No...Jiraiya aún no se lo ha dicho...después de su estado tras el accidente...

-Pues ya va siendo hora de que lo sepa, porque hoy a las cinco de la tarde, se acabará todo.

Sasuke leía sentado en un sofá. Frente a el, Kakashi. Inconsciente. No se había separado de su lado desde que le habían dado el alta y, desgraciadamente, el peliblanco no daba muestras de mejoría. Le dolía horrores mirarle y verle conectado a tantos aparatos. Uno le daba de comer y otro le proporcionaba oxígeno.

Su Kakashi. El hombre tan lleno de vida que había sido, ahora no podía continuar sin ayuda externa.

Sentía las miradas de todo el personal médico cada vez que pasaban por la puerta de la habitación. Miradas de lástima. Al final no iba a irse al Otogakure. No estaba ejerciendo como médico ni estaba enseñando a un grupo de inútiles internos. Y las grandes muestras de afecto de la gente, habían hecho que alrededor de la cama del peliblanco hubiese todo un desfile de globos, tarjetas, muñecos de peluche y flores.

Más de una enfermera se había acercado a darle algún tupperware lleno de comida casera con los ojos irritados por el llanto. Gaara era el encargado de llevarle la ropa que pudiera necesitar cuando no salía él mismo a por ella y Shikamaru no dejaba de decirle que podía tomarse el tiempo que necesitase.

Apenas pensaba en Itachi. Era como si nunca hubiera ocurrido y esperaba el momento en que su hermano apareciera para ver a Kakashi dormir y chincharle de algún modo. Su madre, bañada en lágrimas, también había llegado uno de los primeros días. Le había abrazado con fuerza y había llorado más al ver el estado de su marido. Había perdido un hijo y casi perdía a los dos, no dejaba de repetir una y otra vez.

Pensaba en lo débiles que eran las personas de su alrededor. Puesto que él sabía perfectamente que Kakashi despertaría. Simplemente, le estaba costando encontrar las fuerzas y si moría, tampoco era el fin del mundo. Sería viudo. Le enterraría y seguiría con su vida. Intentaba autoconvencerse de ello. Al fin y al cabo, era Sasuke Uchiha. Era fuerte. Duro. Jamás había necesitado a nadie para vivir y esta vez no sería una excepción.

Simplemente estaba en esa habitación por si el mayor despertaba. Si despertaba y estaba bien, se marcharía. Se iría del Konoha Byôin Muerte sin mirar atrás y dejaría que el peliblanco rehiciera su vida con quién quisiera.

Releyó cinco veces la frase que por alguna razón no era capaz de asimilar y cerró el libro. Casualmente, al hacerlo se fijó en que Jiraiya, con semblante serio, estaba en el umbral de la puerta.

-Uchiha...tenemos que hablar.

-¿De qué?, no ha habido cambios.

-Precisamente-el hombre entró, cerró la puerta y se acercó al peliblanco. Dio un largo suspiro. Parecía incómodo por alguna razón- Kakashi firmó un documento...-se quedó inmóvil. Su cerebro terminó esa frase antes de que lo hiciera el mayor-por el que si no daba señales de mejoría...

-No...-musitó con un nudo en el estómago.

-Pidió que después de treinta días...

-No...-¿no eres fuerte Sasuke Uchiha?

-Me pidió que no te lo dijese...

-No...-no te importa si muere ¿verdad?

-Pero esta tarde, a las cinco, se cumple el plazo...

-No...-serás libre. Te irás de Konoha. Te olvidarás de Kakashi. ¿Qué importa?, será más fácil así.

-Le desconectaremos...

-¡No!-su gritó sonó tan fuerte que a través del ventanal que daba al pasillo pudieron ver como las miradas curiosas se dirigían hacia ellos. Se había puesto en pie y estaba rojo de la ira- Kakashi jamás firmaría algo así-¿qué mas da?

-Lo hizo, Uchiha. No se encontraba bien. Firmó para no vivir conectado a unas máquinas. Como médico, sabía que eso es algo terrible. Créeme cuando te digo que no deseo hacer algo así, pero...

-Nunca firmaría...sin decírmelo...

-Tu estado...

-¡Nunca firmaría sin decírmelo!-se acercó a donde su marido permanecía inconsciente. Los monitores no mostraban ni el más leve cambio. Él le había salvado la vida, allí en medio del bosque. Una y otra vez. Kakashi moría y él le reanimaba. Así durante cuatro días. No durmió durante esas interminables horas. Asustado. Vigilando. Sólo quería dormir sobre su marido, porque estaba cálido. Todo el mundo dormía, todos lo hacían menos él. Debía cuidarle. Debía velar por él.¿La historia iba a terminar así?¿era ese el final de Kakashi Hatake y Sasuke Uchiha?¿de esa manera?¿sin haberse dicho ni un mísero adiós?-no le creo-dijo entonces mirando desafiante al que antaño había sido su jefe.

El hombre parecía esperarse algo así y le tendió el documento. Firmado. Era la letra de Kakashi. Sintió náuseas. Quiso golpear a su marido por haberse atrevido a una cosa así. Sin consultárselo si quiera. Vale que se fueran a divorciar, pero aún había algo entre ellos ¿no?. ¿Qué importa si muere?¿tanto le quieres?¿no le guardas rencor?, te dejó. Te abandonó y quiere hacerlo de nuevo y esta vez no hay vuelta atrás.

Sintió un incontrolable impulso. Aquello iba contra la ley. Aquello iba contra todo lo que le habían impuesto y todo lo que le habían enseñado. El papel se resquebrajó entre sus dedos tan fácilmente que le parecía irreal haberlo roto. Jiraiya le miraba estupefacto. Había destrozado la última voluntad de Kakashi sin el menor miramiento.

-Uchiha...

¿Qué haces Sasuke?¿cómo te atreves a hacer algo así?, no tienes derecho. Eres un egoísta. No lo dejarás ir. Nunca.

-No le desconectará-dijo. Había algo en los ojos negros que hicieron que el hombre ni replicara-nadie tocará esas máquinas hasta que Kakashi no despierte por si mismo. No me importa si pasan meses, o años...o si no despierta nunca. Pero mientras haya una posibilidad, nadie me lo va a quitar-seguía destrozando el documento, que ya era solo pequeños trocitos de papel que iban cayendo al suelo.

-Lo que has hecho...no puedes...

-No pienso perder a nadie más-dijo serio y despreocupadamente se sentó en el sofá-ya no hay documento que lo certifique. Si desconectáis a Kakashi Hatake, se considerará un delito. Sigo siendo su marido, y yo lo denunciaré como tal si os atrevéis.

¿Qué estás haciendo Sasuke?. Era su decisión, no la tuya. Déjale marchar. Está sufriendo. Eso no es vida. Ese no es Kakashi y puede que nunca vuelva. Egoísta.

Naruto va a operar por fin con su, en teoría, recuperada mano.

Gaara escribía en el tablón. Shikamaru se le acercó.

-La prueba del interno...¿ya has elegido?

-Tengo a alguien en mente-dijo el pelirrojo.

-Oye...te buscaba. Sasuke...

Tsunade apareció- Sabaku No, necesito que me hagas la colecistectomía de las tres.

-No, tengo la prueba del interno.

-Vaya...Sabaku No, haces honor a tu apodo-dijo el de la coleta.

-¿Qué apodo?¿tengo un apodo?

-Te llaman Hades- dijo Tsunade divertida- el dios del inframundo. Alégrate, es mejor ser el jefe con un mote siniestro. Los tendrás metidos en cintura. Que se mueran de miedo.

-Como sea, Sabaku No...Uchiha ha roto la última voluntad de Hatake- Gaara y Tsunade miraron alarmados al Nara.

Gaara corrió a la habitación de Kakashi. Su mejor amigo estaba leyendo tranquilamente en el sofá.

-Sasuke...

-¿Ya te han dicho lo que he hecho?-dijo sin apartar la mirada de las páginas.

-¿Por qué hiciste algo así?

-Me convertí en Sakura. Me dio por ahí. Pero en vez de cortar los cables, rompí unos papeles. No es el fin del mundo-porque eres un egoísta.

El pelirrojo, todavía sorprendido, se sentó junto al otro.

-Lo hiciste porque le quieres y te comprendo. Pero puede que nunca...

-Me da igual. Me quedaré en este sofá el tiempo que haga falta. Despierte o no. No le dejaré solo porque si salgo por esa puerta, alguien con sentido del deber puede desconectarle-miró a su marido y de nuevo al libro. Te has vuelto completamente loco.

Gaara miró a Kakashi unos segundos-¿has llorado?

-No, y no pienso hacerlo-llorar es de débiles y yo no lo soy.

-Tienes todo el derecho del mundo. Puedes llorar, te ayudará.

-Gaara, yo no lloro. Déjalo ya-molesto, continuó leyendo.

-¿Y le hablas?, sabes que a pesar de estar en ese estado, los pacientes son capaces de escuchar, de hecho, eso puede ayudar en su recuperación y...

-Lo sé, pero yo no voy a hablar con el. Despertará sin que yo tenga que decirle nada. Además, vosotros le contáis vuestra vida cada vez que entráis aquí a examinarle. Con eso basta-no pienso despedirme. No se muere.

-Pero eres tu y...

-Gaara...

-Tengo un apodo-dijo para cambiar de tema- Hades, soy Hades Sabaku No.

-Me gusta. Es sexy.

Naruto opera, pero la mano se le duerme y no es capaz de terminarla.

Eran las cinco de la tarde. Sasuke estaba tumbado boca arriba en el sofá y miraba al techo.

Jiraiya entró en la habitación-no estás preparado-dijo llamando la atención del menor-no estás preparado y lo comprendo. Te daré tiempo para digerirlo, pero tú sabes y yo sé que mucho tiempo en ese estado hará que su cuerpo empiece a fallar. Sus órganos fallarán. Va a contrarreloj y no podremos evitarlo.

Lo perderás aunque luches.

Shikamaru fue en busca de Hinata. La encontró en la granja de su familia, con un cerdo.

-Doctor Nara...

-Hola. Tu padre me ha dicho donde encontrarte.

-¿Qué está haciendo aquí?

-Quiero que vuelvas y trabajes en el hospital.

-¿Qué?

-Ya nada es...lo mismo allí. Todo es...no paro de...pensar que podría haber hecho todo de un modo diferente. Todo es como es y no puedo arreglarlo. Salvo esto. Por ti. No te enseñé como es debido. Debí ayudarte a ser más fuerte en vez de presionarte cuando tenías un mal día. Jamás debí apartarte de tu trabajo. Tu sitio no está aquí en la granja. Está en el Konoha Byôin salvando vidas. Vuelve a casa.

Es duro decir adiós. A veces es imposible. No dejas de sentir la pérdida. Eso hace todo tan agridulce. Dejamos fragmentos de nosotros atrás. Pequeños recordatorios. Una vida llena de recuerdos, fotos, objetos.

Sasuke iba a dormir. Se había acostumbrado a aquel endemoniado sofá y estaba cansado. Era de noche y el hospital estaba en calma, así que era el mejor momento. Miró a Kakashi, imperturbable y le dio la espalda para dormir de lado.

Pero llamaron a la puerta.

Se levantó para abrirla y al otro lado estaba Gaara con una mochila a cuestas.

-Gaara, ¿qué...?

-Si vas a quedarte aquí a dormir y no piensas salir del hospital, me quedaré contigo. No dejaremos a Kakashi solo ni un instante, ni te dejaré solo a ti-entró en la habitación. Sasuke iba a cerrar la puerta, pero alguien se lo impidió. Era Kiba.

-¡Eh!, casi me la cierras en las narices-se quejó. En las manos tenía un saco de dormir.

-¿Qué coño haces tú aquí?¿no os ibais Kankurô y tu esta noche al Tsume?-preguntó el azabache.

-Lee me necesita, no iba a dejarle en la estacada. Además, empezar de nuevo y procurar que mis nuevos compañeros me caigan bien...paso. Ya me costó bastante con vosotros.

-Será al revés, tú caerles bien a ellos- Gaara rió mientras acomodaba su saco de dormir junto al sofá.

-He traído cartas, ¿os hacen unas partidas de póker?-el castaño ya estaba sentado sobre su saco con las piernas cruzadas.

Sasuke sonrió. Estaba pasando por una pesadilla, pero no estaba solo.

Cosas por las que nos recordaran, aunque ya no estemos.

Continuará...

Notas finales:

Canción: One two --> Without you

https://www.youtube.com/watch?v=BRC9joEC3dU


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