Corre, pequeña, corre
El sistema suprarrenal reacciona ante el estrés liberando hormonas que nos ponen en alerta. El problema es que el sistema suprarrenal no sabe distinguir entre unos simples nervios o la proximidad de un desastre.
La navidad había llegado a Konoha y el hospital ya estaba decorado con sus habituales adornos.
Kiba en colaboración de Anko atiende a un niño con problemas de estómago. Naruko continúa en la ciudad, ha venido para ayudar a recuperar la mano de Naruto.
En una sala, Naruto daba vueltas inquieto alrededor de una mesa. Sentados en ella estaban Naruko, Gaara y Kakashi. El peliblanco hablaba con la chica rubia.
-En cuanto extirpe el nervio sural de tu pierna, el doctor Hyûga lo unirá al nervio medial del doctor Uzumaki- informaba Kakashi- seguramente sentirás molestias en la pierna durante unas semanas...
-Meses-interrumpió Naruto- meses. Lo que él llama molestias, son dolores horribles-aclaró para que la otra cambiase de parecer.
-Me encanta tu tacto-dijo Naruko para nada afectada.
-No quiero que dentro de seis meses me digas que no puedes moverte y que el ibuprofeno te ha destrozado el estómago-siguió el rubio al que se le notaba a kilómetros que disgustaba la idea.
-Me hace sentir como una mujer de noventa años...-dijo la chica mirando a Kakashi-¿lo has visto?
-No quiero ser el culpable de cargarme tu vida-dijo Naruto.
-Lo que intentas decirme es 'gracias prima por cortarte una pierna y dármela'-el rubio rió falsamente ante el comentario de la joven.
-Así será recordado. Es un nervio, no toda la pierna.
-Vale, centrémonos-dijo Gaara para calmar los ánimos-¿Kakashi?
-El doctor Uzumaki tiene razón, si no estás segura...
-Le estoy fastidiando porque me lo pone muy fácil-dijo Naruko- déjame el impreso.
-Muy bien-el peliblanco se lo tendió y ella firmó sin titubear.
-Y ahora...¿puedo ir a ver a Miina a la guardería?-dijo la chica.
-Lo siento- Gaara se revolvió incómodo en la silla-no dejan que los adultos entren y salgan, luego se quedan llorando.
-Te la traeré después-dijo Naruto.
Más tarde, Gaara fue a la consulta de Yamato.
-Bien, quítate la camisa-dijo el moreno al de ojos aqua que estaba sentado al borde de la camilla, con los nervios a flor de piel-y ponte esto encima-le tendió una bata de paciente-ahora vuelvo-y salió de la habitación.
Naruto se acercó a su marido que estaba con un semblante más serio del habitual.
-Oye...quería contárselo a Naruko...si no te importa.
-Ahm...creo que es un poco pronto-dijo el pelirrojo deshaciéndose de su ropa.
-Con lo que va a hacer por mi...
-Se lo contará a tu madre.
-Se lo has contado a Sasuke.
-No lo he hecho-eso pilló por sorpresa al rubio.
-¿Ah no?
-No hay porqué. Puede producirse un aborto.
-Gaara...
-Me ciño a los hechos. Tengo un cuerpo muy inestable, el bebé lo tiene difícil. Solo soy realista.
Yamato volvió a entrar y ya Gaara estaba recostado en la camilla.
-Se pueden hacer muchas cosas para evitar perderlo a pesar de...nuestro historial-dijo Naruto al obstetra mientras éste se preparaba para hacer la ecografía.
-Desde luego-dijo Yamato- hay factores de riesgo, pero lo vigilaremos.
-Vale-dijo Naruto suspirando aliviado y se acercó más a su marido para, juntos, ver la primera imagen de su hijo. Le dio la mano y ambos miraron al monitor.
Gaara solo miraba de reojo a la pantalla hasta que la imagen de su bebé en blanco y negro apareció y empezaron a escuchar sus latidos-ahí está...-dijo Yamato sonriente-hola pequeño...
Naruto también sonreía de oreja a oreja, pero Gaara no podía hacerlo y giró el rostro para mirar hacia otro lado.
Lo primero que hicieron el pelirrojo y el rubio al salir de la consulta fue ir a una sala donde Kakashi y Neji contemplaban unas TC.
-Los muslos de Naruko son más cortos de lo que creíamos-informó Kakashi.
-¿Eso supone un problema?-preguntó Gaara preocupado.
-No. No si cogemos un poco de nervio de la otra pierna.
-¿Estás diciendo qué...?, no. No.
-Naruto...-el de ojos aqua ya sabía cual iba a ser la reacción de su marido.
-De eso ni hablar. No me gusta desde un principio. Buscaré otro donante o no se hará.
-No hemos podido encontrar otro donante...-dijo Gaara.
-Mala suerte.
-No podemos...
-No vamos a hablarlo. No vamos a proponérselo a Naruko. No vamos a abrirle ambas piernas para quitarle trocitos. ¡No habrá operación!-sentenció Naruto y salió de allí airado.
Gaara no se rendía y fue a hablar con Naruko en una sala de espera. La chica se miraba los muslos.
-¿Son cortos?
-Tienes unos muslos perfectos-dijo el pelirrojo enseguida para que no se ofendiera-es que...no tendríamos suficiente nervio...solo con uno...es mucho pedir.
-No...está bien. Haz lo necesario-la chica sonreía.
-Naruto cree que es demasiado, pero lo necesita, así que si trata de disuadirte deberás ser firme.
-Naru no puede conmigo.
-Pero no le digas que te lo he dicho yo porque...no le gustará.
-Los tienes bien puestos-la chica rió.
-Si...es demasiado. Cancelaremos la operación.
-Sabes que tú y yo somos familia ¿no?-la rubia se puso seria de pronto, algo que nunca había visto en ella-después de la boda no volví a veros. Adoptasteis un bebé y ni la hemos visto en persona. No habéis aceptado la invitación para visitarnos y solo tenemos dos fotos enviadas por email. Tras un año empiezo a plantearme si existe ese bebé.
-Lo siento...es que con todo lo que ha pasado...
-Ya sé que estamos todos ocupados, pero no te has cortado para pedirme trozos de mi cuerpo ¿y ahora quieres que se lo oculte a Naru?
-Mi visión de la familia no es como la vuestra. Os ponéis a parir y luego os reís de ello. Hacéis lo que sea por el otro. Los Sabaku No no somos así...bueno, ni yo...ni mi madre, ni mi padre...Kankurô si, él es la excepción.
-Naruto dice que tu hermano trabaja aquí.
-Hermanastro.
-¿Iba en el avión?
-No. Pero el hermano de mi mejor amigo si...y no volvió. Prefiero no hablar de esto. Es mi marido el que necesita ayuda, no tienes que tenerme cariño a mi, solo a el.
-Tenéis una niña. Es parte de mi familia. Tú mejor que nadie deberías saber que necesitas apoyo de tu familia, el máximo posible. Naru lo es todo para mi...y para ti. Yo incluso le apoyé para que estuviera contigo. Soy tu familia te guste o no.
-Un placer charlar contigo-dijo Gaara incómodo. Se levantó y se marchó dejando a la chica sola. No por mucho tiempo, ya que Naruko fue en busca de su primo al que encontró frente a un ordenador.
-No van a operarme-fue lo primero que dijo el rubio cuando se percató de la presencia de la otra.
-Pues claro que si-dijo ella despreocupada y sentándose a su lado-¿sabes qué pasó cuando accedí?, tu madre me llamó tres veces en un día. ''Se me empañan los ojos...''-dijo imitando la voz de Kushina.
-Está fatal.
-¿Crees que yo voy a renunciar porque me abran las dos piernas?
-Naruko...
-No hay más que hablar, está decidido. Échale valor Naru.
-¿Crees que es una excusa porque tengo miedo de operarme otra vez?
-No...-dijo irónica-claro que no, tu no te asustas.
-¿Y si no funciona?¿y si pasamos por ello y no logramos nada?
-Bueno...lo...habremos intentado. Voy a hacerlo. Solo di gracias-dijo Naruko y sonrió, contagiándole la sonrisa a su primo.
Kiba opera a su paciente y durante la operación Anko mete la pata y se va de quirófano llorando, lo que hace que al salir, Inuzuka le eche la bronca.
Cuando cayó la noche y ya la pequeña Miina estaba dormida, Naruto y Gaara permanecían recostados en su cama. El rubio estaba abstraído con la mirada perdida en el techo. El de ojos aqua le miró.
-¿Sigues enfadado porque llamé a Naruko?-silencio-¿aún me quieres?
-Un poco menos...-dijo Naruto, aunque con tono amable.
-Solo quiero que se te cure la mano para olvidarnos de una vez del maldito accidente.
A primera hora de la mañana, Sasuke atiende un disparo en el pecho. Y llega la hora de operar a Naruto de la mano y todo sale bien tanto para el chico como para su prima.
Cuando Naruto abrió los ojos en su habitación y con el brazo izquierdo escayolado, lo primero que vio fue a Gaara.
-Oh...estoy soñando que un médico macizo ha venido a cuidarme-dijo el rubio somnoliento y haciendo reír al otro.
-Este macizo te va a dejar para ir al cuarto de Naruko. Neji dice que no pudo ir mejor. ¿Tienes molestias?
-No. ¿Qué tal Naruko?
-Estaba durmiendo cuando fui a verla, pero voy a volver por si acaso-le dio un beso en los labios e iba a marcharse, pero Naruto le cogió la mano evitando que se alejara.
-Eh...tal vez funcione-dijo esperanzado.
Como había dicho, Gaara fue a ver a Naruko, que en esta ocasión si estaba despierta.
-Todo ha ido bien-informó el pelirrojo a los pies de la cama-te pondrás bien y Naruto está despierto y bien también.
-Sé que soy muy puñetera...-dijo la chica-ya lo sé. Sobretodo cuando me conociste...suelo ser demasiado intensa. Soy consciente, pero hacías...y haces tan feliz a mi primo que no podía contenerme. También sé que tú no tienes porque tenerme en tu vida.
-Si...eres muy puñetera-dijo sonriente y la otra también rió-y apenas te conozco. Me diste algo de miedo cuando te conocí la primera vez-se quedó en silencio unos segundos y se sentó al lado de la chica, cerca de la cama-verás...no se me da bien esto. Pero lo intentaré. Voy a enseñarte algo, pero debes prometerme no decírselo a nadie.
-Vale.
-¿Prometido?
-Si.
-Vale...-entonces Gaara sacó una pequeña fotografía del bolsillo de su bata blanca y se la tendió a Naruko.
Se le iluminó el rostro-¿tuyo?
-Si.
-¿Enserio?
-Si.
La radiante sonrisa no tardó en aparecer-vas a tener un bebé...-dijo sin dejar de mirar la ecografía.
-Si.
-¡Bien!
Kakashi estaba en una sala de descanso recostado en la cama de abajo de una de las literas. Estaba solo hasta que Sasuke entró.
-¿Me has mandado un busca?-dijo el azabache algo agitado de haber venido corriendo.
El mayor se sentó y le miró serio. Entonces con un gesto de la cabeza le señaló algo que había sobre una mesita cercana y Sasuke lo cogió. Al principio creyó que era un bolígrafo, pero al tenerlo en las manos se dio cuenta de que era un test de embarazo. Al fijarse más, vio que era positivo.
-¿Estás...?-el peliblanco asintió-bueno...esto no siempre es fiable. Podría ser un falso positivo.
Kakashi, que parecía que se esperaba ese comentario de antemano, sacó cuatro test de embarazo más de uno de los bolsillos de su uniforme. Todos positivos.
-Vamos a ser padres Sasuke.
El cuerpo no sabe diferenciar entre los nervios y la emoción, el pánico y la duda, el principio y el fin. El cuerpo solo te dice que corras. A veces lo ignoras, es lo más razonable. Pero a veces le haces caso. Uno debe confiar en su instinto ¿no?. Si tu cuerpo dice corre...corre.
Continuará...