El fin es el comienzo del final
Un mes después...
Era por la mañana y la radiante luz del sol entraba por los ventanales del dormitorio. Naruto y Gaara permanecían recostados en la cama.
El rubio rodeaba la espalda del otro con sus brazos, que se dejaba hacer-es el gran día...-dijo Naruto mientras besaba el cuello de su marido.
-Si, estoy muy contento.
-¿Enserio?¿vas a decirle a Sasuke lo de tu embarazo?
-¿De qué estás hablando?
-Hoy es el último día del primer trimestre. Y además, él te contó que Kakashi está esperando un hijo suyo.
-Yo me refería al accidente de avión. El juez podría decidir hoy sobre si el hospital es culpable o no.
-Eso no va a pasar.
-Los abogados pidieron un fallo sumarial.
-Es una formalidad. Irán a juicio. Tardarán meses en decidir-dijo con seguridad el rubio mientras acariciaba con la nariz la nuca de Gaara.
-Tal vez no.
-Gaara...el primer trimestre ha acabado-se alzó levemente y le besó en la mejilla con cariño-centrémonos en eso. Relájate un poco. Disfruta. Díselo a tu hermano el retorcido...y a tu hermano de verdad. Se alegrarán por ti.
El gran día ha llegado. El día en el que te darán la noticia. El resultado de la prueba. ¿La biopsia es maligna o benigna?. ¿Viviré o moriré?
Kakashi llevaba ya más de veinte minutos en el cuarto de baño inclinado sobre el retrete. Unas oscuras ojeras adornaban el bajo de sus ojos y un frío sudor húmedo hacía brillar la piel de su rostro. Cuando las náuseas hacían acto de presencia, era insufrible.
Sasuke, de pie junto a la puerta, le observaba mientras intentaba recobrar el aliento apoyado en un lateral de la bañera.
-¿Te traigo agua?, tienes que beber-dijo de brazos cruzados el azabache.
-No...tráeme...un par de caramelos de jengibre por favor...y se me pasa...
-Hoy tienes que pedirle consejo a Yamato...tienes demasiadas náuseas. No hay mañana que no te levantes así últimamente. Te vas a deshidratar.
-Soy médico...gracias...
-Ya lo sé...-desapareció por unos minutos y volvió con los caramelos-pero ya que lo vamos a ver hoy para la primera ecografía, aprovecha.
El peliblanco se metió los caramelos en la boca, ambos, y miró a su marido desde el suelo-vendrás ¿verdad?
-Claro.
Solo quieres saberlo, aunque temas saberlo. Así podrás seguir con tu vida para bien o para mal.
Naruto entró en el ascensor. Era su primer día de trabajo ahora que podía volver a operar si todo iba bien. Y antes de que las puertas se cerraran, un serio Shikamaru subió con el y se puso a su lado, de cara a la puerta.
-Quizá haya una resolución hoy, espero que os sea favorable-dijo el castaño.
-No es verdad- Naruto parecía molesto con el jefe-si no vamos a juicio, el hospital es negligente. Cometiste un error contratando a esa compañía aérea para el hospital.
-Evidentemente hace mucho que lo piensas. Me alegra que lo digas abiertamente-dijo y las puertas se abrieron, por lo que salió, pero antes de que se cerraran de nuevo se giró hacia el otro-y que conste, espero que os sea favorable.
Sasuke estaba desayunando en la sala de relax para especialistas. Kiba estaba tomándose un café a su lado.
-Mi hija ha dicho papá-dijo el castaño con una sonrisa de oreja a oreja y brillo en los ojos-a mi. Estaba conmigo cuando dijo papá. Me emocioné tanto que ahora le pido que lo repita a cada momento.
-Oye...que estoy desayunando-dijo mostrándole el sándwich que tenía en la mano.
-Ya verás...es increíble. No lo comprendía hasta ahora.
-¿Te quieres callar?
-¿Y a ti qué te pasa?¿no se supone que vas a ser padre?, aunque ambos sabemos a qué progenitor va a querer más tu hijo.
-Cierra el pico-le lanzó una fulminante mirada que obtuvo el resultado deseado. Silencio.
Kankurô entró con una lata de galletas en la mano y las puso sobre la mesa-¿queréis galletas?, me las ha regalado un paciente. Quería compartirlas con vosotros-entonces miró a su marido y sonrió-hola papá.
-Hola papi- dijo Kiba divertido, se puso en pie y le besó en los labios.
-Voy a vomitar...-musitó Sasuke.
Suigetsu trabajará con Kakashi, su paciente es un joven con síndrome de Crouzon al que deben operarle el rostro. Anko tiene postoperatorios con Sasuke y Suigetsu estará con Gaara y una chica que se come el pelo, lo que le crea una obstrucción intestinal. Tsunade e Hinata atienden a un matrimonio lesionado durante un juego sexual.
Naruto entró en una sala de juntas. Ya iba vestido con su uniforme y su bata blanca. Pero se sorprendió porque Neji estaba en la habitación y ponía una red en el medio de la mesa.
-Creo que la última vez nos equivocamos al reincorporarte tan rápido-dijo el ortopeda en cuanto le vio-esta vez, poco a poco.
-Hyûga...
-¿Quién es el paciente?
-Yo soy el paciente.
-Eso es, bien-sacó una pala de ping-pong y se la tendió-en este juego se hace un movimiento idéntico con la muñeca que el que haces con las pinzas Lexel. Así que eso vas a hacer hoy.
-¿Cuánto tiempo?
-Ahm...¿cuánto duró tu último meningioma?
-Ocho horas creo.
-Pues...
-¿Vamos a jugar ocho horas?
-Yo no, tengo que operar-dijo Neji.
-¿Con quién?
-Buenos días-dijo Jûgo apareciendo por la puerta-¿de vuelta al tajo?
Sasuke se paseaba por un pasillo con la lata de galletas en la mano. Hasta que llegó a un mostrador donde se encontraba Gaara.
-¿De dónde las has sacado?-preguntó el pelirrojo en cuanto vio la comida.
-Kankurô es una hermanita de la caridad-dijo dándole un bocado a una galleta con trocitos de chocolate-están buenísimas.
-¿Cómo está Kakashi?¿cómo lo lleva?
-Pues...mal. Tiene náuseas y no deja de ir a mear. Es un asco el embarazo.
-Te lo repito. ¿Te arrepientes?
-No. No seas pesado.
-Hoy tiene la eco de las ocho semanas ¿no?
-Si...-dijo sacando otra galleta de la lata, pero no se la llevó a la boca, sino que parecía contemplarla como si fuera algo de lo más interesante. Gaara le imitó y cogió varias galletas-¿hay algo que quieras contarme?-cuestionó al darse cuenta de lo que hacía su amigo.
-No, nada que contar-dijo el pelirrojo apilando las galletas en su mano.
-De acuerdo-dijo y se marchó dejando la lata atrás.
Todos los implicados en el accidente reciben la llamada del juzgado. Ha llegado la hora de saber la resolución.
Neji fue el último en llegar y allí estaban sus compañeros, pero ya el juicio había terminado.
-¿Qué me he perdido?, mierda, lo siento. He salido del quirófano en cuanto he podido. No pensaba que fuera a pasar...hoy. ¿Malas noticias?
-Ganamos-dijo Rock Lee. Pero todos tenían un semblante serio.
-Ha dicho que la aerolínea tenía un historial de problemas mecánicos con el avión-informó Naruto- era de dominio público y el hospital debió saberlo.
-Le han acusado de negligencia-continuó Gaara.
-Habéis ganado-dijo un sonriente Neji-¿sabemos cuánto van a pagar?, no quiero hablar de dinero, pero...
-Ya lo sabemos-interrumpió Sasuke.
-¿Y?
-Nos dan quince millones de yenes-dijo Lee- a cada uno.
La abogada se acercó a ellos.
-¿Y ahora qué?¿el hospital nos va a dar un cheque por quince millones de yenes?-preguntó Gaara.
-El que paga es su seguro-dijo la mujer-tardarán un tiempo mientras se encargan de los trámites burocráticos. Pero si, si no hay apelación la compañía extenderá para cada uno de vosotros un cheque.
-Tengo un partido de ping-pong pendiente-dijo Naruto.
-Yo tengo una operación-dijo Rock Lee y todos se pusieron en pie.
-Yo tengo que ir al baño-dijo Kakashi y salió corriendo.
-Un momento-detuvo Neji al grupo, salvo al peliblanco que se había esfumado-¿a qué viene tanta prisa?, es un momento trascendental. ¿No deberíamos celebrarlo?...vale, celebrarlo tal vez no sea la palabra. Cenar. Vamos...llevamos reuniéndonos durante meses para hablar de esto y acabamos de ganar. ¿Qué tiene de malo reunirse ante una buena comida?
Volvieron al hospital.
En el ascensor, Naruto, Gaara y Sasuke iban charlando. Kiba, a su espalda, solo les escuchaba.
-Podríamos comprar una casa-dijo el pelirrojo.
-Tenemos una-dijo Naruto.
-Me refiero a otra.
-O tal vez cinco.
-Podríamos comprar cinco casas-dijo Sasuke- con un jardín con un campo de fútbol.
-Y un equipo para que juegue en el campo-secundó su mejor amigo.
-¿Quién jugaría contra ellos?
-Compraríamos otro equipo-dijo el rubio.
-Solo quería una casa-soltó Gaara.
-Más dinero, más problemas-dijo Sasuke.
-Debí subir al puto avión-dijo Kiba y se bajó molesto en cuanto se abrieron las puertas. Gaara le siguió.
Naruto y Sasuke continuaron dentro.
-Gaara está preñado-dijo el azabache ganándose una mirada de sorpresa del otro.
-Lo sabes-dijo con sorpresa.
-Claro que lo sé. Está hinchado desde hace dos semanas y come todo lo que pilla. Además, vivo con uno.
-¿No te lo ha dicho todavía?
-No-dijo como si no tuviera demasiada importancia-pero sabe que lo sé.
-¿Sabes que él sabe que tú lo sabes?
-Ajá. Me lo dirá cuando por fin se alegre por ello. Te felicito.
Rato después, ya Naruto estaba jugando al ping-pong con Jûgo.
-Vuelve a ganar doctor Uzumaki- dijo el pelinaranja.
-Espera...vale ya.
-Juega...usted...bien.
-Me estás dejando ganar.
-Ahm...es muy listo-reconoció el interno.
-Lo soy.
-Y yo, por eso le estoy dejando ganar. Darle una paliza no me conviene. Es usted competitivo, le gusta ganar.
-¿Sabes quién es más competitivo?, un neurocirujano. Creía que tu podrías serlo.
-Ya...soy inteligente y está picándome, pero no le gusta perder.
-Aún no he perdido.
-Se cabreará y no me vendrá bien para poder convertirme en usted.
-Me da repelús oír eso.
-Lo siento, pero es así.
-Debo ponerme a prueba, ¿vale?-dijo Naruto- hay una malformación de Chiari, me gustaría que alguien ayudase a mi sustituto, y si ganas la partida, tú...-el otro lanzó la bola, esta vez tal y como debía hacerlo.
-Uno a cero.
Hinata estaba contemplando la partida a través del ventanal al otro lado. Shino se le acercó.
-¿Puedo vivir en tu casa?
-¿Cómo?
-Sé que alquilas habitaciones.
-No tengo muebles. Ni tiempo ni dinero para comprarlos-reconoció la chica sin perder de vista el juego-¡bravo doctor Uzumaki!-gritó al tiempo que el rubio ganaba un punto.
-¿Quieres darle emoción?-dijo Shino- mil yenes a que gana Jûgo.
-Hecho.
-Hola- Neji se unió a mirar-¿quién va ganando?
-Tenpin No está acabado-dijo Hinata convencida.
-El acabado es Uzumaki- dijo Aburame.
-Es mi muñeca-dijo orgulloso el ortopeda al ver como jugaba Naruto.
-Puedes echarte atrás-dijo el interno a la chica de ojos perla-soy un caballero.
-Cinco mil yenes-dijo ella.
-Vale y si gano además podré vivir en tu casa.
Neji entró en la habitación-¿y si descansáis un poco?, quiero verte la muñeca.
-La muñeca no es el problema-dijo Jûgo- son los pies, está lento porque está mayor...perdone doctor Uzumaki. No sé porque lo he dicho, a veces me dejo llevar cuando juego.
-Nueve a ocho-dijo Naruto después de lanzarle a traición la pelota.
-Es un tramposo.
-Chicos, recordad que esto no es Wimbledon, sino la mesa de una sala de reuniones que se está usando para fortalecer unos músculos para volver a operar-informó Neji al ver que la cosa se iba calentando-y responde a mi email de la cena. Diles a todos que te mueres por ir.
-No me apetece-dijo el de ojos azules sin dejar de jugar.
-Vamos Naruto, si vas irán todos-dijo y salió por la puerta.
Sasuke estaba solo en la cafetería sentado en una mesa. Frente a el tenía una taza de frío café que no había sido tocado y el teléfono móvil apagado. No dejaba de mover el pie derecho como si tuviera un tic nervioso y se mordía las uñas de la mano derecha.
-¿Irás a la cena de Neji?-preguntó Gaara sacándole de su ensimismamiento y sentándose junto a el con una manzana en la mano.
-¿Qué?...no lo sé-parecía nervioso, como un niño que rompe algo valioso y teme que le descubran.
-¿Estás bien?
-Si.
-Oye...¿no deberías estar en obstetricia?¿no era a esta hora?
-No...era hace cuarenta y cinco minutos...-reconoció-no he ido.
-¿Cómo?
-No puedo hacerlo Gaara...dije que si, pero ahora...
-Sasuke...no puedes hacer esto. Mírame-le cogió el rostro y le obligó a mirarle-ese hombre espera un hijo tuyo y sé, sé que nunca le harías eso a Kakashi. Sasuke...no se lo hagas. No dejes a ese niño. No. Tu no. No le hagas lo que me hicieron a mi, porque si lo haces...ya no habrá vuelta atrás.
-Va a odiarme de todas maneras. No seré un buen padre.
-Si lo serás. Serás su persona. Serás todo para el y por muy mal que lo hagas te querrá. Te lo aseguro.
Kakashi estaba en la habitación sin despegar la mirada del reloj que había en la pared. Sus piernas inquietas colgaban al borde de la cama y tenía puesta una bata de paciente. Yamato entró.
-Ha pasado una hora-dijo el moreno-¿va a venir o lo dejamos para otro día?
El peliblanco cerró los ojos y suspiró cansado-no...lo haremos hoy. Con o sin el-dijo y se recostó en la camilla.
-Muy bien...pues voy a preparar esto.
-Sabía que lo haría...-dijo Kakashi con pena en la voz y mirando fijamente al techo, como si hablara para si mismo-sabía que no vendría...y de ingenuo llegué a pensar...
-Tal vez tiene una buena excusa-intentó defender Yamato que no estaba demasiado al corriente de la situación, pero con los cirujanos se esperaba cualquier cosa, sobretodo en cuestión de retrasos-vamos a ver a ese bebé...-dijo mientras le aplicaba el gel transparente sobre la piel del vientre.
-Si...debe estar a miles de kilómetros de aquí. Esa es la excusa.
Alguien entonces llamó a la puerta y entró sin esperar invitación. Era Sasuke con cara de culpabilidad.
-Siento el retraso...-dijo cerrando tras de si-estaba con un paciente que...
-No mientas- Kakashi se enfadó. Sintió como la ira se adueñaba de su cuerpo y de no ser porque debía permanecer tumbado, le habría dado un puñetazo.
-No, es que...siento el retraso de verdad. ¿Cómo está el bebé?¿está bien?
-Aún no hemos empezado-dijo Yamato- íbamos a hacerlo ahora.
-Te estaba esperando, pero puedes irte Sasuke- dijo el peliblanco sin mirarle. No podía hacerlo-vete. Te libero de esto. Vete.
-¿De qué hablas?-el menor se acercó a su marido y le intentó dar la mano, pero este la apartó.
-No soy estúpido...ya no más. No quiero esto Sasuke. No quiero vivir con miedo por si te largas del país. No puedo hacerlo...así que te libero. Sin rencores. Será mi hijo. Solo mio. Vete.
-No-los ojos dispares le miraron-no me iré...reconozco...reconozco que te mentí, no había tal paciente, estaba en la cafetería, pero es que tengo miedo...
-¿Crees que yo no?
-Si, pero...tu deseabas esto tanto...
-Pensé que era mutuo.
-Y lo es...pero tú serás un padre de la leche...vamos, Sasori te adora. Miina no se quita los vestiditos que le regalas en una semana...hasta Sakura se alegra cuando te ve. Eso a mi no me pasa.
-Chicos...-Yamato les llamó la atención-deberíais mirar-dijo y todas las miradas fueron a parar al monitor. Allí, en blanco y negro se apreciaba el feto.
-Eso es...
-Nuestro bebé...-terminó de decir Kakashi emocionado, pero de pronto su cara cambió a un ligero desconcierto-espera...¿eso qué...ese es otro embrión?-señaló alarmado.
-Así es-dijo Yamato- en el mismo saco amniótico. Vais a tener gemelos.
Kakashi estaba pletórico, aunque no quería mirar a Sasuke. Esperaba el momento en que escuchase la puerta cerrarse, pero lo único que podía oír eran los latidos de sus dos pequeños. Y lo notó. La mano de Sasuke se aferraba con fuerza a la suya y no despegaba los ojos de la pantalla con una sonrisa en el rostro.
Jûgo gana la partida de ping-pong. Gaara y Kakashi operan a sus respectivos pacientes.
Y finalmente, al caer la noche, llegó la hora de la elegante cena de Neji en un restaurante de lujo. Todos estaban sentados alrededor de una mesa redonda.
-¿Qué tal todo?-preguntó el ortopeda dado que el silencio era ya incómodo.
-Bien-dijo Sasuke y cogió un pedazo de su solomillo.
-Bien-empezaron a decir todos los demás.
-Está rico-dijo Lee.
-¿Qué tal fue lo de tu paciente?-preguntó Naruto a Kakashi.
-Le hice el avance en monobloque.
-¿Enserio?¿cuánto tardaste?
-Cinco horas.
-Quiero hacer un brindis-dijo Neji cogiendo la botella de champán de la cubitera.
-Neji, déjalo, vamos a cenar y se acabó.
-Lee...Naruto jugó al ping-pong. Eso es importante-interrumpió el de ojos perla.
-Y perdí-dijo el rubio.
-Y quería jugar más tiempo porque la muñeca no le dolía-dijo mientras servía un poco de champán a todos en sus copas-os habéis rehecho. Estáis progresando. Echo de menos a Itachi, pero estamos aquí, y hay que celebrarlo. Vamos a brindar-alzó su copa.
-Yo no...-dijo Gaara.
-Todos vamos a tomar champán, así que...-dijo el ortopeda.
-No, no puedo. Estoy embarazado.
Sasuke empezó a reírse satisfecho. Neji estaba asombrado-¿qué?¿tú también?
-Soy feliz, celebrémoslo- dijo el pelirrojo y alzó su vaso que contenía agua.
-Felicidades-dijo Lee. Todos chocaron sus copas.
-Por cierto...díselo tú culito- dijo el peliblanco.
-Nosotros vamos a tener...¡dos!-dijo eufórico y sacando de un bolsillo la foto de la ecografía que luego pasó al resto- mirad que guapos.
-Dios mío...-Neji alucinaba en colores.
Dicen que la ignorancia es felicidad, porque en cuanto sabes que tienes un tumor o conoces el pronóstico, no puedes volver atrás.
Naruto cogió el teléfono móvil y se alejó de la mesa para llamar.
-Nara, ven aquí-dijo en cuanto Shikamaru le respondió.
-No, no puedo-dijo el castaño al otro lado de la línea.
-No fue culpa tuya, de verdad. Pasemos página. Ven a tomar una copa. No sé lo que estás haciendo, pero que lo haga otro. Ven a tomar algo.
-En otro momento. Pasadlo bien-y colgó. Se guardó el teléfono en el bolsillo y entró en una sala de juntas que estaba llena de abogados y miembros de la junta. Se sentó con ellos-¿por dónde íbamos?
-La aseguradora ha hallado una laguna. Al parecer hay una regla por la que no más de dos especialistas pueden subir a un avión medicalizado. Cuando el doctor Lee sustituyó al doctor Inuzuka en ese avión...el caso es que no van a pagar-dijo uno de los miembros de la junta.
-¿Y quién pagará?
-Nosotros. El hospital.
-Pero...pero no tenemos tantos fondos-dijo Shikamaru contrariado.
-No los tenemos. Nos declaramos en quiebra. El hospital cierra sus puertas.
¿Serás fuerte o te derrumbarás?, es difícil de saber, así que no te preocupes por eso. Disfruta de la vida antes de que te den la noticia. La ignorancia es felicidad.
Continuará...