Manos inactivas
El trabajo mantiene activa la mente. Evita que nos metamos en líos. Cuando no estamos trabajando, nuestras manos están ociosas y el diablo busca las manos ociosas. Y cuando tu mente está ociosa seguro que también intervendrá el diablo.
Recostados en la cama, cuando ya era noche cerrada, estaban Naruto y Gaara antes de irse a dormir. El pelirrojo leía una revista mientras el otro le hablaba al bebé que estaba en su vientre acariciando la barriga por encima de la tela del pijama.
-Llovía y hacía frío, me constipé y estaba deseando repetir. Fue la primera vez que pesqué con mosca-le dio un beso y miró a su marido-¿ya no patalea?
-De momento. Su vista se está desarrollando esta semana-respondió sin apartar la mirada de la revista científica-a no ser, claro, que sea ciega.
-No es ciega. O ciego. Si es ciego o ciega no importa. No pasa nada.
-¿Cómo lo llamamos?¿'Eso'?
-Que uno diga ''El'', otro ''Ella'' y se acabó.
-No, porque nacerá pensando que uno de los dos se equivoca...bah, lo mismo ni nos oye, es sordo.
-No pasaría nada-dijo el rubio y apagó la luz.
-Vale, pero ¿y si ha absorbido a su gemelo y tiene dos cabezas o tres brazos?
-Para.
-Solo digo que si alguien tuviera un bebé con dos cabezas, tres brazos u once dedos, sería yo.
-¿Quieres dormirte por favor?-dijo Naruto acurrucándose contra el cuerpo de su marido.
Por la mañana, todo el mundo está embobado con la nueva máquina que ha llegado a urgencias, el Lodox. Les permitirá escanear un cuerpo en trece segundos. Y además, ya el hospital está oficialmente bautizado con el nuevo nombre.
Gaara, Sasuke y Kiba estaban junto a un mostrador frente al tablón. El azabache leía una revista en la que salía un artículo sobre el hospital.
-Alucinante...somos lo más. ¿Has visto las fotos?-preguntó al castaño mostrándole la página.
-Estoy de veintiocho semanas-dijo el pelirrojo sin apartar la vista del tablón-me preocupa el síndrome DiGeorge.
-¿DiGeorge?¿cuál es la proporción?¿una entre cien mil?-preguntó Kiba al ver al otro tan inquieto-es muy raro. Es más probable un labio leporino o un defecto cardíaco.
-Si tiene un defecto cardíaco se lo arreglaré-aclaró Sasuke.
-¿Y la fenilcetonuria?
-Se ve al nacer y se trata con una dieta-respondió Inuzuka.
-¿Y un hemangioma gigante?, un chupasangres descontrolado.
-Eso es posible o una malformación adenomatoidea congénita tal vez.
-Le operaré y le haré un trasplante de pulmones. Tenemos un hospital-dijo Sasuke- un hospital con la última tecnología, con un centro de urgencias avanzadísimo- eso lo leía en la revista-si le pasa algo al bebé, lo arreglaré.
-Estaréis de acuerdo en que le pasa algo.
-Le pasa algo a tu cabeza-dijo Kiba.
-Dios mío...-Sasuke se detuvo en una página al ver una cara familiar-este tío es un gilipollas de un curso inferior al mío en la universidad...y acaba de publicar con su mentor sobre...¡No!¡cirugía robótica para regurgitar la válvula mitral!
-Tiene cara de listo...-apreció Gaara ganándose una mirada de odio de su mejor amigo.
-¡Es un zoquete!-dijo y se fue.
-He oído que un obstetra usó fórceps en un parto de nalgas-dijo Kiba- apretó demasiado...y pop-a la vez que lo decía, quitó la tapa a un bolígrafo que salió volando a alguna parte.
-A eso me refería yo.
Kiba se ocupa de un niño con cáncer, y Anko es su interna. Hinata y Shikamaru están entusiasmados con las reformas en urgencias, dado que se han modernizado, además de con la nueva máquina de escáneres que los internos se mueren por utilizar, pero no llega ningún paciente que precise su uso. Lo que si llega es una joven implicada en un accidente de tráfico y deben operarla Naruto y Jûgo. Tsunade sigue a todos los miembros de la junta porque quiere empezar un programa de mapeo del genoma humano. Gaara tiene una paciente con ganglios, pero al abrirla descubre que es cáncer bastante avanzado e imposible de curar. Y Sasuke se propone empezar una investigación.
Gaara y Sasuke andaban por un pasillo. El primero pendiente de su tablet y el segundo con la revista de marras. Hinata se les acercó.
-¿Habéis visto urgencias?, es la bomba.
-Hay que ver como te emocionas-dijo Gaara a la chica.
-Lo merece. ¿Y el bebé?
-Probablemente tiene tres brazos y cola.
-Por cierto...¿sabéis que he conocido al hombre perfecto?
-Kakashi está cogido-aclaró el azabache.
-Y Naruto, lo siento.
-No, Shino. Hablo de Shino- dijo ella.
-¿Shino?¿quién...?
-El que tu llamas Sombrío-dijo su amigo.
-Ah...¿hay algo entre Sombrío y tú?-estaba claramente sorprendido.
-Si-dijo la chica cuyas mejillas adquirieron un tono carmesí en el acto-salimos juntos...y vivimos juntos.
-Vaya...
-Hinata, eso es impresionante. Anda con la mojigata.
-Calla-le dio una palmada en el hombro al azabache-no soy mojigata y es el hombre perfecto. Es el que yo estaba esperando desde...siempre.
-¿Cuánto le mide?
-¡Sasuke!
-¿Qué?, me puede la curiosidad- Gaara no debía escandalizarse. Ya le conocía de sobra.
-A eso voy-dijo Hinata en extremo avergonzada-él no es como los demás. Shino...Shino es virgen como yo.
-Es gay-dijo Sasuke.
-No es gay.
-Es gay. O es raro...¿enserio es virgen?
-¿No se te ha ocurrido pensar que esperaba a la persona perfecta como yo?
-Bueno, pues si él es el perfecto...acuéstate con el. Ya lo has encontrado.
-Pues...pu...puede que lo haga-dijo ella algo molesta. Gaara solo sonreía.
-Por cierto...¿Sombrío no es un interno?
-Si.
-O sea...sales con un interno- Sasuke miró a su mejor amigo-son los nuevos Naruto y Gaara. Hinata, eres Uzumaki.
-Es verdad-secundó el pelirrojo y se carcajeó.
El proyecto de Sasuke estará relacionado con investigar la válvula Lotus para pacientes con defectos en la válvula aórtica.
Al día siguiente, Naruto y Jûgo deben volver a operar a la joven del accidente y siguen sin haber usado la Lodox en urgencias así que se plantean usarla para cualquier cosa aunque no haga falta.
Gaara descansaba con los pies en alto en la sala de relax. Parecía algo incómodo a pesar del agradable sofá en el que estaba sentado. Sasuke entró para servirse café.
-¡Deja de darme patadas!-dijo el pelirrojo hablando con su vientre-¿estás asfixiándote con el cordón?. Sasuke, dile algo. A él o a ella.
-¿A quién?
-Al bebé.
-No.
-Cuando oye mi voz patalea más fuerte. Naruto sabe calmarlo. Tal vez tú también.
-Le hablaré cuando lo vea. Ni siquiera hablo con los míos y Kakashi les lee cuentos y les pone música. Paso. Cuando tenga la primera regla si quieres te libro de eso o si tiene pene...le diré que no piense con el.
-Por favor...
-No le diré ni una palabra. Te las digo a ti y punto.
Tsunade había escuchado parte de la conversación, entró en la sala y se inclinó para hablarle a la barriga.
-Hola, soy Tsunade. Una excelente cirujana con una mente innovadora. Tus padres son cirujanos y seguramente tú acabes siéndolo, pero espero que cuando llegue tu turno queden pocas cosas que operar porque el mapeo del genoma humano dará a la gente información para poder combatir enfermedades antes de que pasen.
-Sigue hablando, funciona.
-Con esa información la gente tendrá una vida más larga y más sana. Bien, sé que es un proyecto muy costoso, pero a lo mejor si no hubierais gastado tanto dinero en un nuevo logo, habría dinero en la caja para financiar una mente como la mía.
-Se dirige a nosotros-aclaró Sasuke al ver la cara de extrañeza de su mejor amigo.
La mujer les entregó un par de carpetas-mirad, aquí está mi propuesta que he redactado para vosotros porque estáis al mando. Una equivocación, pero no entraré en eso porque quiero el dinero.
Casi al final de la jornada, llegó el paciente que usaría el Lodox, un hombre que sufrió una caída. Y la junta aprueba el proyecto de Tsunade.
Al principio el ocio puede parecer agradable con las bromas y las risas. Todos necesitamos el ocio para pensar en algo que no sea el trabajo, aunque signifique pensar en algo que nos da miedo.
Antes de irse a casa y dadas las preocupaciones de Gaara, él y Naruto fueron a la consulta de Yamato dispuestos a hacerse una ecografía en 3D.
El pelirrojo apretaba fuertemente una de las manos de su marido, temeroso.
-¿Estás nervioso?-preguntó Gaara aunque no veía ningún atisbo de ello en el otro.
-No. Tú mira y lo sabremos.
-¿Tiene un teratoma creciéndole en la cabeza?-cuestionó a Yamato.
-Véalo usted-dijo y giró la pantalla donde se veía con claridad y perfectamente formado el rostro del bebé.
-Eh...hola-dijo Naruto feliz.
-Ahí está...
-Y tiene diez dedos-confirmó el rubio.
-¿Once?-Gaara se asustó.
-Mmm, eso no es un dedo-dijo el de ojos azules y ambos se miraron sonrientes.
-Es un niño-el pelirrojo se entusiasmó y el otro se inclinó para darle un beso en los labios.
Descansar del trabajo es el modo de adquirir perspectiva. Solo después de ver las cosas con perspectiva recordamos donde deberían estar nuestras manos.
Continuará...