Superstición
Mi universidad tiene una estatua mágica. Existe la tradición de que los estudiantes froten su nariz contra ella para que les dé suerte. Mi primer compañero de habitación creía en el poder de la estatua e insistía en que fuéramos a frotarnos la nariz antes de cada examen.
Deidara con Sasuke y Sakura, Iruka con Gaara, Tsunade con Sasori y Naruto con Kiba tienen operaciones importantes por la mañana.
Habría sido mejor que mi compañero estudiara. No pasó de segundo. Todos tenemos nuestras pequeñas supersticiones. Sino es creer en estatuas mágicas, puede ser no pasar bajo las escaleras, o levantarte con el pie derecho. Tocar madera. En martes ni te cases ni te embarques.
Todos los pacientes mueren durante las operaciones.
Lo que no queremos, es ofender a los dioses.
En los vestuarios, todos descansaban.
-Cuatro operaciones, cuatro muertos y acabamos de empezar-dijo Sasori y se giró hacia Sasuke que comía galletas recostado en un banco-¿me das un poco?
-No. Ya no vives en mi casa, por lo que ya no tienes derecho a mi comida.
-He hablado con el forense-dijo Sakura.
-¿El que tiene solo una ceja?- Gaara se sentó junto a su amigo azabache.
-El de los dientes-la chica mordió una manzana roja-dice que los muertos en operaciones vienen de siete en siete. Habrá otros tres en pocas horas.
-Oh, claro, si lo dice el de los dientes de conejo...-Sasuke era escéptico-¿sabéis a quién no se le hubiera muerto un paciente?, a Kakashi.
Sakura sonrió-¿a tu novio?
-Calla-el azabache se llevó las manos tras la nuca y se acostó cómodamente-no entiendo porque no se quedó a trabajar aquí. El jefe debió de haberlo contratado.
-Me dijo que solo estaba de visita-aclaró Gaara.
-Podría haber visitado mi cama.
-Bueno, dejando a un lado tus hormonas...-dijo Sasori- ese tío está en el depósito, sabrá muchas cosas de la muerte-añadió y se fue.
-Sigue ignorándome-dijo Gaara.
-Pues ignórale tú-dijo el azabache.
-Naruto dice que debo seguir insistiendo.
-¿Naruto dice?
-Es un consejo, es mi amigo, y como tal me aconseja.
-Yo soy tu amigo. Él es tu ex, no te engañes.
Tsunade llegó-vamos, a urgencias.
-¿Todos?-preguntó Sakura.
-Ha habido muertes, salvemos alguna vida-y la siguieron por el hospital.
Llegaron a la sala de urgencias, pero no había nadie.
-Genial-dijo Sasuke mirando alrededor-ni tripas, ni vidas que salvar. Es un cementerio.
Todos lo miraron escandalizados. Tsunade la que más-¿has dicho lo que he oído?
-¡Sasuke!-reprendió la pelirrosa.
-¿Qué?
-La palabra prohibida-dijo Sasori.
-Es como el amarillo en el teatro-siguió la chica.
-Por favor...¿creéis que por qué alguien diga cementerio va a...?
Las puertas se abrieron y llegó una mujer escupiendo sangre, de la que se ocupó Sasori. Y los buscas de todos empezaron a sonar.
-¡Ino!-dijo Sakura mirando su busca.
-Es mi paciente, voy yo-dijo Kiba y ambos salieron corriendo.
La sala se llenó de pacientes y resonaban ambulancias fuera. Tsunade miró a Sasuke con enfado.
Sasuke se tenía que encargar de un chico herido por accidente de coche, que además padecía de trastornos obsesivos compulsivos y Gaara de una chica que se cayó de un árbol. Jiraiya de una mujer con cirrosis.
Sakura auscultaba a Ino, mientras Kiba se ocupaba de las máquinas.
-Taquicardia sinusal, fiebre continua, oxígeno setenta y cinco-dijo el castaño.
-Hay fluidos en tus pulmones-dijo Sakura.
-Si...-Ino se veía cansada-hay un barco cruzándome el cuerpo.
-¿Te duele mucho?
-No lo sé, un poco cuando respiro. He oído que hoy han muerto cuatro personas y que esperan tres más.
-¿Quién te lo ha dicho?-preguntó Kiba.
-Nunca rebelo mis fuentes-ella sonrió y se volvió a tumbar-me gusta evitar el quirófano- Sakura y Kiba se miraron. Ino se dio cuenta-no me gusta esa mirada.
La pelirrosa se sentó en su cama-podría ser una embolia pulmonar Ino, una complicación de la operación. Tenemos que hablar con el doctor Deidara.
En el mismo ascensor, Sasuke y Gaara subían con sus respectivos pacientes.
-Me han dado chocolate-dijo el pelirrojo mirando a su amigo- el odioso Iruka me dio chocolate para alejar el yuyu después de nuestra operación. Y yo lo tiré. Es su amuleto.
-No me gustan los que usan amuletos. Creí que había amistad.
-Si, pero con Naruto, no con Iruka evidentemente. ¿Tengo que ser su amigo?
-Tal vez y así le pides el teléfono de Kakashi.
El ascensor llegó a su planta y Gaara se bajó-date una ducha de agua fría-dijo y llevó su paciente con el doctor Neji Hyûga.
A Ino la examinaron.
Habló con Sakura que estaba a su lado mientras Deidara y Kiba se encargaban de su corazón-¿te gustan los caballos?
-A todo el mundo le gustan.
-No es verdad. Los caballos saben juzgar a la gente, si no te gustan, no les gustarás.
-Ah.
-El coágulo es grande-dijo Deidara- con un catéter no podré sacarlo. Tendremos que volver a abrirte el pecho.
Kiba preparó entonces a Ino para la intervención, a solas.
-Sakura pinta todo de color de rosa porque le gustas-dijo Kiba mientras le sacaba sangre.
-Lo sé...
-Y porque le gustas, no podrá encajarlo.
-¿Te refieres a cuando muera?-el chico la miró-vamos, te lo estoy preguntando de médico a paciente-animó.
-Un coágulo en la arteria pulmonar no deja que el oxígeno pase a tus pulmones, morirás de hipoxia. Si la hipoxia no te mata lo hará el esfuerzo de tu corazón.
-¿Y la operación?
-No es nada rutinaria. Corres un gran riesgo de hemorragia, te hemos dado muchos anticoagulantes. Lo que digo es que a Sakura le gustas, ella no se despedirá de ti. Por eso me ofrecí también como tu médico. Porque alguien objetivo debía estar a tu lado en estos momentos.
Sasuke y Gaara fueron a comer.
-¿Y tu paciente?-preguntó el pelirrojo.
-Regular, ¿sabes por qué?, no podía arrancar el coche hasta que acabara de contar.
-Mi paciente tiene el bazo roto, y no quiere que la operemos por su horóscopo.
-Deberíamos presentarlos. Harían buena pareja- Sasori llegó y se sentó al lado del azabache. Sakura también y lo hizo junto a Gaara.
-Hola-dijo-todo ese rollo de los muertos es absurdo ¿verdad?, que hayan muerto cuatro no significa que mueran tres más antes de la media noche.
-¿No campanilla?¿tú crees?-preguntó Sasuke.
-¿Te preocupa Ino?-Gaara fue más amable.
-Si, y mucho. Es mi paciente. Si me preguntas si me preocupa personalmente...no-se dirigió a todos-¿os ha hablado Deidara sobre la operación de Ino?
-¿Qué más te da?, no te preocupa personalmente-dijo el azabache.
-Ya...bueno yo lo decía porque lo de los muertos es una estupidez ¿no?
-Voy a convencer a mi paciente para que se deje operar-dijo Gaara y se fue.
A Ino se la llevaban a quirófano. Sakura la abordó en el pasillo.
-Hola ¿cómo estás?
-Hazme un favor-dijo la chica con pánico en los ojos-mi testamento está en mi mesilla. Asegúrate de que llegue a buenas manos.
-¿Por qué me hablas de tu testamento?
-Hay que ser realistas doctora Haruno.
-¿Doctora Haruno?
-Debemos ser realistas...-se iba alejando en la camilla, mientras la llevaban un par de enfermeras-y si tú no puedes, yo si...
-Esperad un minuto- Sakura detuvo el avance y se inclinó hacia la rubia- Ino, escúchame, no vas a morir. No puedes ir al quirófano pensando eso-añadió y se la llevaron.
La operaron Deidara y Sasori. También al paciente de Sasuke y Naruto. Y Jiraiya con Tsunade operaron a la suya. La de Gaara se desangra por el bazo y fallece.
Ya son cinco los muertos.
Sakura, nerviosa, espera frente al tablón de pacientes. Gaara se reúne con ella, al borrar el nombre de la chica fallecida. La de Jiraiya se salva, el de Naruto no.
Las supersticiones vagan entre lo que controlamos, y lo que no.
La pelirrosa lloraba en el umbral de la puerta de la habitación, cuando Ino despertó y la miró-no he sido una de los siete-dijo con algo de dificultad. La otra se secó las lágrimas de las mejillas y se le acercó.
-No, y sólo ha habido seis.
-¿Por qué lloras?
-No lloro-dijo mientras seguía secándose las imparables lágrimas.
-Si lloras.
-Mierda...no puedo enamorarme de una paciente...
-Oh...vas a necesitar buena suerte.
Sakura rió, se inclino hacia la chica y la besó en los labios con ternura.
Una moneda en el suelo, cógela y se irá el mal agüero.
Sasuke, Gaara y Kiba estaban en los vestuarios cambiándose para irse a casa. Sasori llegó.
-Akasuna No-dijo Kiba mientras el pelirrojo menor se acercaba a su taquilla-eres un mal ejemplo para los tíos.
-¿Perdona?
-Me has oído. Eres como una niña llorica.
-Kiba- reprendió Gaara.
-¿Sabes por qué no te habla?-dijo el castaño al de los ojos aqua- porque no lo ha superado-y miró al aludido-echaste un polvo y salió mal. Un hombre lo superaría, pero tú vas por ahí gimiendo como un chucho al que le gusta que le apaleen. ¡Me pones enfermo!¡si no fuera porque me echarían del programa-gritó mientras se acercaba al chico-estamparía tu cara de gilipollas contra la taquilla!-estaba claro que defendía a Gaara a su manera, aunque un poco fuera de si. Volvió a su taquilla, la cerró de un portazo y se marchó. Y dejó a Sasori estupefacto.
Nadie quiere desaprovechar la buena suerte, ¿pero ayuda decirlo treinta y tres veces?, ¿alguien nos escucha?...y si nadie nos escucha ¿por qué nos molestamos en hacerlo?
Recurrimos a la superstición porque somos lo bastante listos para saber que no tenemos todas las respuestas. La vida está llena de sendas misteriosas. No rechaces los amuletos, vengan de donde vengan.
Continuará...