Lo que soy
Llega un momento durante la residencia, en el que los internos van comprendiendo quienes son como médicos y en que clase de cirujanos quieren convertirse. Si les preguntas te lo dirán. Quieren ser cirujanos generales. Cirujanos ortopédicos. Neurocirujanos. Distinciones que apenas describen su área de especialización. Definen quienes son, porque fuera del quirófano no es que los cirujanos no sepan quienes son, es que temen averiguarlo.
Es por la mañana, en los vestuarios. Gaara se tomaba una bebida energética mientras Sasori se terminaba de vestir a su lado para poder empezar las rondas. Kiba llegó y se acercó a su taquilla para prepararse también.
-¿Sakura ha salido esta mañana?-preguntó el pelirrojo menor terminando de ponerse el uniforme azul claro-es una buena señal ¿estás bien?-cuestionó a su amigo que parecía beber nervioso.
-Si...es que no me siento yo mismo.
-Akasuna No tiene ese efecto sobre los tíos-dijo Kiba desvistiéndose.
Tsunade apareció por la puerta-venga chicos, llevo en quirófano desde las dos de la mañana, no estoy de humor-y la siguieron.
Sasuke llegó corriendo.
-¡Uchiha llegas tarde!-gritó Kiba sonriente.
-Antes que Sasori- apuntó.
-Yo ya estaba aquí-dijo el chico que apurado se colocaba la bata blanca sin dejar de andar tras la jefa.
-Que detalle que aparezcas Uchiha- dijo Tsunade sin girarse si quiera y Kiba se rió.
-¿De qué te ríes?, estás en la brigada de ginecología- se burló Sasuke.
-Lo que tú digas...
Gaara parecía agobiado, y en medio del pasillo detuvo sus pasos. Sasuke al percatarse se paró junto a él.
-¿Qué te pasa?
-Cosas de hombres, eso de salir con dos me está estresando. Bastante. Sai/Naruto. Naruto/Sai. Me saldrá una úlcera-mientras hablaba se tocaba el lado derecho, por encima de la cadera.
-Eso si no te salen más cosas.
-Debería decidirme y olvidarme-añadió y volvieron con los demás.
Mientras ven a los pacientes, Tsunade se da cuenta del estado de Gaara.
-¿Estás bien Sabaku No?
-Si doctora Tsunade...es que... -le dolía el lado derecho y tuvo que sentarse. Naruto apareció-tengo que decidirme de una vez.
-Inuzuka, Sabaku No...tengo un aneurisma de arteria basilar ¿te interesa?-preguntó el rubio al de ojos aqua.
Entonces todos los de alrededor se percataron, de que al otro lado del cristal que tenían enfrente, se encontraban Kakashi Hatake con bata blanca incluida y Jiraiya.
-Dios mío...-musitó Sasuke incrédulo.
-¡Ay dios mío!-gritó Gaara, pero por el dolor que sentía.
-¿No es...?-intentó preguntar Sasori.
-El mismo-dijo Sasuke con una sonrisa de oreja a oreja.
Entonces Gaara vomitó y todos volvieron sus ojos sobre él.
Kakashi se encarga de un paciente con el rostro quemado y Kiba se enfrenta a Iruka para poder estar en plástica con el peliblanco.
Naruto se ocupaba de Gaara- tienes fiebre.
-Estoy bien- Sasuke le dio un vaso de agua.
-No estás bien. Guapo si, pero bien no-siguió el rubio.
-Bah, es vomitivo-dijo Sasuke en baja voz pero audible.
-Vete, debes ir a operar. Y reencontrarte con un cirujano-apuntó refiriéndose al peliblanco recién llegado.
-Si y dame su teléfono-dijo Sasuke sin perder ocasión.
-Pídeselo tú. Yo soy vomitivo-aclaró Naruto orgulloso de si mismo-cuida de él-dijo al azabache y se alejó.
Gaara volvió a vomitar en una papelera cercana.
-¡Joder! ¿estás preñado?-preguntó en voz alta Sasuke.
Sasori llegó y le proporcionó un pañuelo, mientras le acariciaba la espalda. Naruto volvió sobre sus pasos. Iruka estaba cerca y se había enterado de todo. Tsunade también.
-El bello fruto del adulterio-dijo Umino cuando el rubio pasó a su lado.
-No te debo ninguna explicación. Gaara...-se acercó al otro.
-Déjalo-dijo Tsunade- ya ha hecho bastante-entre el otro pelirrojo y ella cogieron a chico de las manos y lo guiaron a una habitación.
Sasuke le examinó-¿y quién es el padre?-preguntó divertido.
-No estoy embarazado-el pelirrojo estaba tumbado boca arriba y se dejaba hacer.
-El dolor abdominal...la fiebre...los vómitos...
-No estoy embarazado.
-No sabes quién es el padre ¿verdad?
-Tendría que ser de Naruto, es imposible que sea de Sai.
Sasuke se escandalizó-¿no te has tirado al veterinario?-el otro negó con la cabeza-debes dejar esa relación de inmediato.
Gaara entró en pánico-no puedo estar embarazado Sasuke.
-Del macizo-dijo como si eso suavizara el golpe.
-No está embarazado-dijo Tsunade entrando por la puerta con el informe en la mano-habrá que hacerle más pruebas.
-¿En ese caso puede darme morfina?-preguntó el pelirrojo.
Mientras Naruto echaba un vistazo al brazo de Deidara en una sala, entró Sasuke.
-La doctora Tsunade quiere saber si necesitas un interno.
-No-dijo Naruto- ¿qué tal está el doctor Sabaku No?
-No está embarazado de nadie así que...-se dio cuenta de su metedura de pata y se marchó.
Sakura fue al Ichiraku. Llevaba el jersey violeta de punto que le había hecho a Ino. No había nadie en el local. Solo Chôji.
-Sakura, me alegra verte. ¿Quieres algo?
-No, he quedado-dijo y se sentó en un taburete.
-¿Le conozco yo?
-No le conozco ni yo.
-¿Nunca le has visto?-ella negó con la cabeza-¿sabes como es?-otra negativa-¿podría ser mayor?¿con brillantes ojos verdes y con larga cola de caballo?
La chica se giró y junto a la entrada, vio al hombre que le describió el barman.
-¿Doctora Haruno?
-Señor Yamanaka- dijo ella tendiéndole la mano y se las estrecharon.
-Por favor, llámame Inoichi.
Se sentaron ambos en una mesa.
-Es muy guapa-dijo el hombre mientras la chica removía su té caliente-no parece del tipo de Ino.
-¿Enserio?¿cual era su tipo?
-Chicas morenas, listas...no es que usted no lo sea. Es médico, es evidente.
-Lo era, pero eso ya se acabó.
-Ah, es verdad. El doctor Jiraiya dice que renunció.
-¿Ha hablado con el doctor Jiraiya?
-Si, y me ha dicho que si quería saber toda la historia hablara con usted si no le importa doctora Haruno...
-Sakura- interrumpió ella.
-Sakura, si no te importa necesito saberlo todo.
Gaara estaba ingresado oficialmente. Llevaba ropa de paciente y permanecía recostado en su camilla. Sasuke leía un libro a su lado.
-Eres un buen amigo-dijo el pelirrojo.
-Estás colocado.
-Yo diría que eres el mejor amigo del mundo entero-seguía el otro.
-No sabes la pena que me das.
-¿Por qué?¿por qué podría morirme?
-No soporto estar con gente colocada...
-Si me muriera hoy me recordarían como el putón del interno que se lió con dos médicos.
-Con un médico y un veterinario-aclaró Sasuke.
-Naruto/Sai, Naruto/Sai...me moriría como el chico que no se decidió.
-Probablemente, pero no importaría, porque estarías muerto.
-Doctor Sabaku No-dijo Tsunade que llegó seguida de Sasori- tienes fiebre, aumento de leucocitos y molestias en el costado derecho, lo que sugiere...
-Apendicitis-dijeron Sasuke y Sasori a la vez.
-Akasuna No, prepara a Sabaku No para la operación. Me ayudarás.
-¿Yo voy a estar presente?-el de ojos café se sorprendió.
Gaara intervino asustado-¿soy el único que se acuerda de que la última vez que Sasori estuvo en una apendicectomía casi se carga al paciente?, perdóname.
-No tengo porque estar doctora Tsunade- dijo el otro pelirrojo nervioso y se ganó una mirada severa-salvo que usted quiera. Perdone, no volverá a pasar.
-¿Eso te sirve Sabaku No?-preguntó la mujer.
-Es muy guapa-fue la respuesta del chico. Y la rubia se fue- Sasori, tráeme un helado-apuntó antes de que su amigo siguiera el mismo camino que la jefa. Sasuke se marchó y Naruto entró.
Se acercó a la camilla y empezó a examinar al pelirrojo-tienes la cara enrojecida. Tu abdomen está blando...¿no te alegra que tu novio trabaje aquí?
-Por ahora solo eres uno de los muchos hombres con los que salgo.
-¿Ah si?¿cuántos somos?-dijo y le acarició la mejilla.
-Bueno...estás tú, y Sai...y...
-Perdona por decirte algo obvio, pero no veo ningún veterinario junto a tu lecho.
-Deberías darte la vuelta-se oyó entonces una voz procedente de la puerta. Era el mencionado.
-Ah Sai- dijo Naruto como si nada.
El azabache llevaba un ramo de flores en la mano- Naruto.
-No sabéis cuanto me alegro de estar de morfina hasta el culo-dijo Gaara.
-¿Qué tal todo en el reino animal?-preguntó el rubio a su 'rival', que se había posicionado en el otro extremo de la camilla.
-¿Y tú Naruto?¿todo bien?
-Veras...-su busca empezó a sonar.
-Si necesitas irte, no te...
-No-apagó el aparatejo- puedo quedarme.
-Bien.
-Bien-dijo Gaara.
-Bien-dijo Naruto.
-Bien, voy a prepararte-dijo Sasori entrando por la puerta y paralizándose al ver lo llena que estaba la habitación-doctor Uzumaki, doctor Sai.
-Ya están todos mis chicos-dijo el pelirrojo enfermo sin dejar de sonreír-sois todos tan guapos y besáis tan bien.
-Joder...-dijo Sasori sonrojándose hasta las orejas por lo incómodo de la situación, mientras escuchaba las risas de su amigo.
-¿Disculpa?-preguntó Sai.
-Está drogado-aclaró el pelirrojo menor.
-Es un besador excelente-aclaró Gaara.
-¿Salisteis?-preguntó el veterinario.
-¿No lo sabías?-Naruto lo dijo con cierta burla.
-No salíamos, solo tuvimos una desastrosa e incómoda experiencia sexual- Gaara se estaba sincerando a tope.
-No puedo estar aquí-dijo Sasori dispuesto a irse.
-Nadie puede estar aquí-dijo Tsunade en el umbral-van a someterlo a una operación. Todos deben irse.
-Que bien-apreció el pelirrojo menor.
-Tu no Akasuna No.
-Doctora Tsunade están todos mis novios-dijo Gaara que parecía orgulloso de si mismo.
-Despídete de ellos Sabaku No-el chico obedeció agitando la mano.
-Estaré cuando despiertes-dijo Naruto saliendo por la puerta.
-Yo también-dijo Sai.
-Fuera-dijo Tsunade y les cerró la puerta en las narices.
Sakura seguía relatándole todo al padre de Ino en el Ichiraku.
-El trasplante fue mejor de lo esperado. Todo iba...estaba...mucho mejor. Pero Ino...antes de operarle estuvo conectada a una máquina...
-No contestas a mi pregunta.
-Lo intento. El proceso fue muy complicado. Su corazón estaba...
-Me importa un huevo la medicina. Sé lo que mató a mi hija. Su corazón estaba mal, ya sé que no funcionaba hacia tiempo. Pero no entiendo cómo una chica como tú, pasa de ser la médico de mi hija a ser...su prometida el mismo día en que van a trasplantarle un corazón. No entiendo como conseguiste que te pidiera matrimonio horas antes de morir.
Iruka pasó por delante de la habitación de Gaara y éste le llamó.
-¡Iruka!¡doctor Umino!
Iruka respiró hondo y entró-¿has bramado doctor Sabaku No?
-Hola.
-Ya veo que estás drogado-dijo y ojeó su historial-pero no estás preñado.
-No. ¿Te encuentras bien?
-Claro. ¿Qué tal tú?
-Intento escoger entre dos hombres.
-Oh, vale, pues buena suerte-dijo dispuesto a irse.
-¿Cómo supiste que Naruto era el adecuado?
-¿Disculpa?
-Ya sé que me odias y que no me debes nada. Nada. Nada...¿qué estaba diciendo?
-Naruto.
-Eso...quiero que sea el elegido, pero lo sabría si fuera el adecuado. ¿Tu lo sabías verdad?
-Nos impusieron el matrimonio, al menos a él. Pero yo estaba encantado. Eso no se sabe...pero Naruto es de esos tíos que no te hacen daño, no a propósito al menos, no como yo se lo hice no dándole antes el divorcio.
-Él me hizo daño, cuando no me contó lo vuestro.
-Debí dejarle irse. Debí retirarme. Ser mejor persona y...debí hacer muchas cosas.
-Yo también, muchísimas.
-No te odio-dijo Iruka como si se acabara de dar cuenta en ese momento.
-¿Por qué no habíamos hablado de esto antes?
-La única razón por la que estamos hablando ahora es porque sé que no recordarás ni una palabra en cuanto se te pase el efecto de la morfina-añadió y se fue.
Naruto lo pilló saliendo de la habitación-¿has hablado con Gaara?
-Si-dijo y le miró unos instantes.
-¿Qué?
-No le hagas daño otra vez.
En el Ichiraku.
-Señor Yamanaka, Ino y yo...fue mi paciente varios meses.
-Y en cuanto muere tú dejas de trabajar.
-¡Porque no podía...!
-Cuatro años de universidad es un gasto enorme ¿cómo habías pensado devolverlo?¿eh?¿creías que Ino lo pagaría todo?-la pelirrosa lo miraba estupefacta.
-¿De qué está hablándome?
-Te hablo de proteger a mi hija.
-¿Dónde estaba cuando le necesitó?, porque yo estuve allí todo el tiempo. Estuve allí ¡trabajaba ochenta horas semanales y permanecía siempre a su lado!¡sufrió un montón de operaciones!¡un montón de operaciones y ella tenía miedo!¡¿dónde estaba usted?!¡¿dónde estaba?!-se levantó dispuesta a marcharse-quizá no lo entienda, pero recuerde que yo tampoco le entiendo. No entiendo como un padre abandona a su hija moribunda.
-Espera, espera ¿eso te dijo?¿que su madre y yo la abandonamos?. No, no te contó la verdad. Fuimos de médico en médico. Todos tenían una opinión distinta y cada vez eran peores. Antes de eso Ino nunca había estado enferma. Antes de eso era...-se notaba emocionado-¿sabes lo que es pensar que tienes que enterrar a tu hija?. Su madre y yo no lo llevábamos muy bien. Un día llegamos a casa y vimos una nota en la que decía que no quería que la viéramos morir y se fue -Sakura no podía contener las lágrimas-creímos...creímos que estaba muerta todo este tiempo.
-No tenía ni idea. Créame si yo lo hubiera sabido...no le habría permitido que lo hiciera.
-Me lo creo-dijo el hombre con sinceridad.
-Me gané la vida mientras estudiaba...
-Yo...
-Pagué mis deudas- Inoichi le dio la mano por encima de la mesa, arrepentido de lo que le había dicho.
-Perdóname por lo de antes, no tienes que explicar nada.
-Sé que quiere protegerla porque usted es su padre, y quiero que sepa que pagué todas mis deudas. Cuando conocí a Ino quería ser cirujana. No necesitaba su dinero. Tenía todo lo necesario. Tenía lo necesario hasta que...-empezó a sollozar.
-La echo de menos. La echamos de menos.
-Claro...y yo. Si.
Inoichi rebuscó en sus bolsillos y sacó un sobre que tendió a la pelirrosa.
-¿Qué es esto?
-Es para ti. De Ino.
Sasuke descubre que Deidara no puede operar porque su brazo no se ha recuperado aún, le tiembla y está dispuesto a ayudarle en las operaciones para que nadie se entere de que todavía no puede ejercer como cirujano.
Sasori llevaba a Gaara a quirófano mientras escuchaba como éste le daba instrucciones-en la mesa tápame bien. Ya me ha visto desnudo demasiada gente. Deseo conservar algo de dignidad-entonces vio a Kakashi cerca de un mostrador-¡el otro macizo!
-Gaara...-Sasori no se sentía a gusto con su enfermo amigo en ese estado desinhibido.
-¡Eh!¡macizo!¡uh!-le hacía señas para que se acercara y el peliblanco lo hizo.
-¿Así me llamáis aquí ahora?-preguntó sonriente al pelirrojo mayor.
-Si, pero creo que no deberías saberlo.
-¿Cómo está mi chico favorito?- Kakashi sonreía y llevaba puesto el uniforme para operar.
-Shhh, que no te oiga Sasuke o me mata.
-¡Gaara!- los ojos de Sasori parecían a punto de salirse de las cuencas.
-¿Sasuke?-el peliblanco se agachó levemente, para acercarse más al paciente. Intrigado.
-Le pones como una moto.
-¿Ah si?
-Tengo que llevármelo o Tsunade me echará una bronca. Disculpe doctor Hatake- dijo Sasori y se llevó a su amigo de allí lo más rápido que pudo.
Operan a Gaara, Tsunade y Sasori. Todo sale bien.
Cuando Naruto va a la habitación del pelirrojo, ya éste está despierto y Sai está con él.
-¿Cómo estás?
-Avergonzado.
-Acabo de contarle la experiencia de Gaara colocado-aclaró Sai que estaba sentado sobre la camilla.
-¿No te acuerdas?
-¿Ha sido memorable?
-Que te lo cuente Sai- dijo e iba a marcharse.
-Espera-el azabache le detuvo-me ha asignado una misión. Tengo que traerle un helado, ahora vuelvo-y salió dejándoles a solas.
-¿He hecho mucho el ridículo?-Naruto se sentó en la camilla-¿qué?
-Te mereces estar con alguien que te haga feliz-dijo serio-alguien que no te complique la vida. Alguien que no te haga daño. Él es mejor Gaara. Es mejor persona.
-Naruto...
-Yo me retiro-fingió una sonrisa, se levantó y desapareció.
Sasori volvió a casa. Había recibido una llamada urgente de Sakura y la encontró en el salón. Sentada en el sofá, con los codos apoyados en las rodillas. Se sentó a su lado y la chica le habló.
-Dejó un mensaje. Un mensaje para sus padres la noche que...su padre me ha dado el número y el código, pero...no podía hacerlo sola.
Sasori le dio la mano. Y Sakura cogió el teléfono.
Escuchó a través del auricular.
-Ha llamado a casa de los Yamanaka...-la pelirrosa comenzó a pulsar las teclas, marcando el código del contestador y al otro lado sonó la voz de Ino- mamá, papá, soy yo. Os llamo desde el Konoha Byôin donde la hermosa, inteligente y cabezota doctora Sakura Haruno me ha dado un corazón nuevo y ha accedido a casarse conmigo. Hemos tenido nuestras diferencias, y siento no haberos llamado. Lo creáis o no, he intentado mejorar mi vida, sé que estáis enfadados y espero que me perdonéis, pero a veces una tiene que equivocarse. A veces hay que cometer errores para averiguar como acertar. Los errores duelen, pero son el único modo de averiguar quien eres. Ahora sé quien soy. Sé lo que quiero. He encontrado a la mujer de mi vida, un nuevo corazón y quiero que vengáis a Konoha a conocerla-a Sasori le llamó la atención el sobre que había sobre la mesita de centro y lo abrió-todo será diferente. Lo juro. De ahora en adelante, nada será igual. Os quiero. Adiós.
Sasori se quedó impactado, dentro del sobre había un cheque a nombre de Sakura, por ocho millones setecientos mil yenes.
Ya era tarde. Sai iba a marcharse.
-¿A qué hora dejan venir a las visitas para ver a los pacientes por la mañana?
-Es muy temprano.
-No me importa.
-No Sai, de verdad, no deberías venir.
-Es por Naruto.
-Lo siento.
-Dime porque.
-Naruto es un gran chico. Eres maravilloso, y puede que tú seas el mejor. Pero...
-Él gana.
-Y ojalá no fuera así.
-Volverá a hacerte daño- Gaara asintió-y cuando lo haga, yo no estaré. Cuídate-añadió y se fue.
Kakashi ya había terminado su operación al paciente que se había quemado el rostro. Y se detuvo a hablar con un par de enfermeras en un pasillo. Hasta que vio pasar a Sasuke que parecía concentrado en un historial.
-Uchiha- dijo para llamar la atención del interno. Atención que no tardó en captar. Las orbes negras se posaron en él y se le acercó-he oído una cosa muy interesante sobre ti Uchiha Sasuke.
-¿Sobre mi?
-Me han dicho que te sientes atraído por mi-soltó como si tal cosa.
Las mejillas del azabache se tiñeron de un rojo carmesí-eso no es...¿quién le ha dicho eso?
-Lo que importa no es quién sino...¿es cierto?-dio un par de pasos hacia el menor, haciendo que éste anduviera los mismos hacia detrás. Quedando levemente acorralado. Contra una pared.
Sentía el corazón latirle a mil por hora. Él no era de los que se acobardaran en absoluto, pero ese hombre le ponía extrañamente nervioso. Y a pesar del sonrojo más que evidente de su cara, su boca actuó por si sola-no...
-¿Ah no?-el peliblanco puso una de sus manos en el mentón del chico y le obligó a mirarle a los ojos fijamente. Comenzó a inclinarse, con un claro objetivo. Besarle.
Sasuke empezó a temblar y sin darse cuenta cerró los ojos y entreabrió los labios. Pero el beso no llegaba. Abrió los párpados y el rostro del otro estaba a escasos centímetros del suyo. Podía ver a la perfección el iris negro y el rojo, sentía el cálido aliento contra su piel y aspiraba su seductor perfume. Sus miradas se cruzaron unos instantes, pero Kakashi se alejó sonriendo.
-Ya veo que no...-dijo satisfecho mientras se marchaba y dejaba a Sasuke estupefacto, molesto y sintiéndose más ridículo que en toda su vida.
Continuará...