De un susurro a un grito
Los médicos conocemos los secretos de todo el mundo. Sus historias clínicas, sus experiencias sexuales, información confidencial tan esencial para un cirujano como un bisturí. E igual de peligrosa.
Guardamos secretos. Es necesario. Pero no se pueden guardar todos los secretos.
Hacía una hermosa mañana. Gaara comía galletas sentado en su cama y Naruto estaba tumbado a su lado haciendo un crucigrama.
-Apogeo...cinco letras.
-Cenit.
-Estoy encantado sin sexo, todo el día haciendo crucigramas. ¿Y ahora qué toca?¿hacer calceta?-preguntó el rubio irónico haciendo reír al otro.
-Cierra el pico. Lo bueno se hace esperar- Naruto gateó hacia él y tiró de sus piernas obligándole a tumbarse y quedando debajo suyo.
-¿Si? , quiero sexo.
-No va a haber sexo-dijo divertido.
La puerta se abrió y Sasuke entró.
-¿Interrumpo un polvo?
-No-respondió Naruto con tristeza.
-Pues lárgate.
-No puedes echarme-se quejó.
-Gaara...
El pelirrojo al ver la cara de su amigo, besó a Naruto- será un segundo.
Uzumaki se levantó y se dirigió a la puerta-cuando vuelva quiero sexo-anunció antes de salir.
Sasuke se apresuró y se tumbó en la cama junto a su mejor amigo.
-¿Por qué estás sudando tanto?¿vienes tú de echar un polvo con Kakashi?
-No, eso fue anoche. He corrido...ya sabes, deporte.
-¿De verdad?, tú no corres-su amigo parecía algo ido- Sasuke...
-¿Y si Naruto robara un banco?
-¿Qué?
-Supón que atraca un banco y mientras tanto le esperas fuera con el coche en marcha para escapar.
-¿Para qué iba a atracar un banco?
-Imagínatelo.
-Vale, atraca un banco.
-Y le cogen. Pero a ti no te involucran porque tu solo conducías.
-Vale. Naruto en la cárcel y yo en un coche ¿cuál es la pregunta?
-¿Tú te entregarías? ¿callarías y dejarías que Naruto asumiera su responsabilidad en un atraco del que eres cómplice o compartirías la culpa con él?
-¿De quién fue la idea de atracar el banco?
-No lo sé...no lo sé...de él, pero le ayudaste. ¿Podrías perdonártelo? ¿no confesar y que ese hombre cargue con la culpa?
-Si me lo cuentas, tal vez pueda ayudarte-concluyó Gaara- si me lo cuentas.
-Te veo en el trabajo-dijo el azabache, y se levantó.
-¡Sasuke tú no corres!¡ni tú ni yo!
-¿Es que Sasori te ha dicho algo?
-¿Algo de qué?
-Si corro, algunas veces. Sin ti-concluyó y se fue.
Mientras bajaba las escaleras, se topó con Sasori.
-¿Y tu padre?-preguntó incómodo.
-Le operan hoy.
-No debes preocuparte.
-No lo hago. Ya no.
-¿A qué viene eso?
-Hola- Sakura apareció con mala cara-¿interrumpo uno de vuestros momentos 'somos colegas y compartimos secretos'?. Estoy de mal humor, ir de enfermera me tiene frita.
Naruto también hizo acto de presencia- Sasuke se va-dijo Sasori.
-Ah, ya puedo volver con mi novio-dijo y subió corriendo las escaleras.
Sasuke se marchó.
-¿Qué le pasa a ese?-cuestionó la pelirrosa a su mejor amigo. Pero éste no le respondió.
En el hospital, todos deben echar una mano en urgencias, porque un coche ha atropellado a varias personas en un mercadillo. Todos ayudaran, salvo Sakura que se quedará con el padre de Sasori. El pelirrojo menor tampoco está, lo que preocupa a Sasuke. Al final, resulta que como Sasori no se fía de Deidara, ha buscado a otra cirujana cardiotorácica para que opere a su padre.
Kakashi, Iruka, Gaara y Kiba se hacen cargo de una chica con heridas por cristales y además embarazada y con un fragmento de vidrio en el corazón. Naruto y Sasuke atienden al causante del accidente.
Mientras Naruto examinaba al paciente, Gaara llegó.
-¿Has visto a Neji?
-No. Que mañanita. Dos muertos, catorce heridos...
-No hago más que ver sangre y más sangre.
-¿Qué le pasa a Sasuke?
-¿Cómo?-eso le descolocó.
-Me echa de la cama a las seis de la mañana para poder hablar contigo, y ahora no le encuentro y es mi interno asignado. He tenido que hacer yo la TC ¿qué está pasando?
-Nada, Sasuke está bien.
-¿Qué te dijo ésta mañana?
-Habló de atracos...pero esa no es la cuestión ¿vale?, estaba corriendo y bueno, no seas duro con el hoy. No quiero meterme, pero...
-Ya estás metiéndote.
-Voy a volver a pedírtelo-y se puso a coquetear-no seas duro, anda. Por favor...
-Hay un modo de agradecérmelo. El sexo.
Gaara rió-tengo que irme-y salió corriendo.
Tras angustiosas horas, llega el momento de las operaciones. Deidara con ayuda de Sasuke, operan a la chica del vidrio en el corazón. Naruto opera al que provocó el accidente y Gaara colabora. Y el pelirrojo acaba descubriendo lo que Sasuke está haciendo por el cirujano cardiotorácico y comprende porque siempre estaba en sus operaciones. El azabache no puede con la presión y termina contándoselo a Jiraiya.
Por fortuna, todos los pacientes se salvan.
En el ascensor, Naruto se encuentra con Deidara a solas.
-¿Por qué no me lo dijiste?-Uzumaki parecía dolido.
-Lo siento...ha sido un día eterno. No tengo fuerzas.
-Creía que eras mi amigo.
-Y yo que eras mi cirujano.
A veces, la traición es inevitable. Cuando nuestros cuerpos nos traicionan, la cirugía suele ser la clave para recuperarnos. Cuando nos traicionamos entre nosotros, el camino para recuperarnos, no está tan claro.
Ya era de noche. Sasuke estaba sentado en un banco, en la calle, a la salida del hospital. Gaara y Sasori llegaron. El pelirrojo menor siguió de largo su camino, pero el otro se detuvo con su mejor amigo.
-Fue idea de los dos-dijo el azabache-él tiene una reputación. Era mi ejemplo a seguir. El cirujano que yo quiero llegar a ser...no podía perder algo así. Robamos el banco los dos.
Gaara se sentó a su lado-lo sé.
-Es que ya no podía seguir más...no era...
-Has hecho lo correcto.
-¿Y entonces por qué cuando atravesaba el parking me he dado cuenta de que no puedo volver a mirarle a la cara?
Ya era tarde. Ni Naruto ni Gaara podían dormir.
-No dejabas de mirarle las manos...-dijo el rubio que cayó en cuenta-¿lo sabías?
-No puedo decir nada. Sasuke me cuenta cosas, es mi amigo. No puedo decir nada.
-No, así no funcionan las cosas. ¿Cómo sabiendo lo que sabías o sospechándolo no me lo dijiste?
-Tú le diste el alta a Deidara, Naruto. ¿Cómo no te diste cuenta?. No puedes enfadarte conmigo. Es mi mejor amigo y se equivoque o no, él...
-¿Qué?
-Estaba cuando tú no-ante eso no hubo réplica. El rubio le abrazó.
Esa noche, sí habría sexo.
Unos desnudos Kakashi y Sasuke recuperaban el aliento en una sala de descanso, revueltos entre las sábanas. El azabache ya se disponía a dormir. Esa noche no tenía guardia, y aún así, debía pasarla en el hospital ahora que Naruto y Gaara estaban juntos, y que él se dedicaba a retozar con Hatake.
-Eres un genio culito- oyó decir al peliblanco.
-Ya lo sé...¿pero concretamente por qué?
-Sabías lo de Deidara y te callaste la boca. Eso te aseguraba un primer puesto en todas y cada una de sus operaciones cardíacas. Un genio. Me quito el sombrero.
-No lo hice por eso...aunque no me creas. Deidara es una leyenda y...
-Y es tu maestro, ya me sé la película. Yo también tuve uno de esos, pero le acabarás superando y te reirás al recordar la estupidez tan grande que cometiste siendo un mero interno- Kakashi también iba a dormirse, y le dio la espalda al otro.
Sasuke apoyó el mentón en su cuello-no me llames culito.
Hacemos lo que haga falta para volver a ganarnos la confianza perdida. Pero algunas heridas, algunas traiciones son tan hondas, tan profundas, que no hay forma de reparar lo que se ha perdido. Y cuando eso ocurre, solo nos queda esperar.
Continuará...