Seis días (1ª parte)
Sasori sacó un brik de zumo de la nevera y al cerrarla, el cheque cayó al suelo.
-Sakura...acabo de tirar al suelo ocho millones de yenes.
-¿Y?-ella no le dio importancia y leía tranquila el periódico.
-Que no quiero tirar al suelo ocho millones de yenes. ¡Tienes que cobrar el cheque!
-Sasori, operan a tu padre mañana. ¿No estarás descargando tu ansiedad sobre mi y mi cheque?
-No, no es por eso. ¡Ese cheque me jode todas las mañanas!¡tiene que estar en el banco!, ¿por qué no, por favor, aunque sea por mi...no lo llevas al banco?, por favor.
-Mmm, no. Pero si te portas bien los próximos minutos te llevaré al trabajo en coche.
El chico recogió el cheque del suelo-¡no te mereces estos millones de yenes!-chilló.
-Cierto...muy cierto-ella continuaba imperturbable.
Una hora y media después, seguían a Tsunade por los pasillos.
-¿Qué tal Deidara?-preguntó Sakura a Sasuke.
-No lo sé.
-No lo sabe-repitió Sasori.
-¿Le operaron ayer y no sabes como está?-cuestionó Kiba-¿ya no te importa tu mentor?
-No se hablan-apuntó Gaara.
-¿No habían hecho las paces?-dijo la pelirrosa.
-Bueno, casi.
-¿Pero siguen sin hablarse?
-Él no me habla a mi-aclaró Sasuke.
-No se hablan entre ellos-concluyó Gaara.
-¿Le preguntaste a Naruto qué tal la mano de Deidara?-preguntó a su mejor amigo el azabache.
-No quiero meterme en nada. Naruto y yo somos felices ¿no puedes dejarlo así durante un tiempo?
-Podrías tragarte tu orgullo y preguntárselo tú-dijo Sakura.
-No le cabría en el estómago-dijo el castaño provocando risas generales.
-Eres muy gracioso.
Fueron a ver al padre de Sasori, que tenía buena cara y estaba listo para la operación. También a Deidara, que volvía a ser un paciente más; a una adolescente con una enfermedad que la obliga a andar encorvada, y a un bebé prematuro en la incubadora con dilatación de intestinos.
Gaara con el padre de Sasori. Sasuke a urgencias. Kiba con Kakashi. Sakura se hará cargo de la adolescente, que es paciente de Neji. Y Sasori libre para que pueda estar con su familia.
A la mañana siguiente, los dos amigos volvían a estar en la cocina.
-¿Le operan hoy?-preguntó Sakura al ver al pelirrojo nervioso.
-Si, estoy bien.
-Tengo un buen presentimiento.
-¿Si?
-Si. No te he hecho una tarta.
-Gracias.
La pelirrosa fue a guardar algo en la nevera y vio el cheque.
Fuera llovía copiosamente. Kakashi llegó empapado al hospital y tosiendo.
-Su capuchino- le recibió Kiba entregándole un vaso de humeante líquido.
-Por lo menos está caliente. No deja de llover en éste infierno de ciudad.
-Apenas.
-Bien está saberlo. ¿Y el café a qué viene?
-Bueno...Iruka me ha pedido que opere con él.
-Y me sobornas para que no me enfade...buen chico-dijo y le revolvió el pelo al castaño.
Naruto ve a la paciente de Neji. Y si se somete a la operación adecuada, podría llegar a caminar erguida.
Sasori jugaba a las cartas con su padre.
-Perdona, yo atropellé a Tama.
-¿Qué?
-Tu perro. Aquel pequeño, Tama. Tú eras un niño. Lo atropellé y dije que se había escapado, lo siento muchísimo.
-¿Lo atropellaste a propósito?
-Claro que no. Corrió detrás de mi coche y se quedó enganchado en la rueda. Eras tan sensible. Eras muy blando, no podía decírtelo.
-No era blando.
-En el buen sentido, eras amable. Querías a los animales. Querías ayudar a la gente y no podía decirte a la cara que había atropellado a tu perro, así que te mentí. Te pido perdón.
-Vale.
-Eres un gran chico Sasori. Siempre fuiste un chico estupendo-el mayor parecía emocionado. La hora de la operación se acercaba y sabía que podía no salir bien la extirpación del tumor-quiero decirte que...
-Papá, no vas a morirte. Déjalo ya. No te despidas, no puedes entrar así en quirófano.
-Algún día moriré Sasori, todos moriremos y echado aquí en la cama he tenido tiempo de pensar en lo que nunca te dije.
-Vale, vamos, te toca-se refería a la partida de cartas. No quería seguir escuchando a su padre porque sentía que se podía poner a llorar como un bebé asustado y eso era lo peor que podría hacer delante de su progenitor.
-¿Tú no tienes nada que decirme?
-Papá...
-Vale-rió-voy con esa-dijo y echó una carta sobre la mesita.
-Mataperros-dijo Sasori y su padre estalló en carcajadas.
Tsunade, Jiraiya y Gaara operan al señor Akasuna No, pero el tumor se ha extendido mucho. En lugar de cerrarle, como sería común, le operan porque el propio padre de Sasori lo pidió en privado.
A la mañana siguiente, una llorosa Sakura está en el banco con el cheque.
-¿Se encuentra bien?-le preguntó un empleado.
-Es que...he heredado ocho millones de yenes...-las lágrimas le empapaban la cara-casi nueve en realidad...lo siento.
-Disculpe, ¿ha dicho...?
-Cójalo-le extendió el cheque y se sonó la nariz-cójalo por favor.
-Está lleno de manchas-apreció el hombre-¿qué es esto?¿una broma?
-Si, eso es. Una broma pesada.
-Dígame ¿quiere ingresarlo?
-¡¿Si quisiera ingresarlo cree que estaría llorando así?!
-No lo entiendo...
-Se supone que debo hacer algo bueno y...algo bueno...¡¿quiere ingresar el puto cheque de una vez?!
El psiquiatra de Sakura le da la aprobación para que pueda operar por fin, pero a la adolescente no la podrán operar, porque el seguro no se hará cargo y la madre de la chica no tiene el dinero necesario. A Sasori solo le queda esperar a que su padre despierte, porque ha sido una operación difícil y no saben si lo soportará.
Continuará...