Grandes esperanzas
Nadie cree que su vida acabará siendo de lo más normal. Todos pensamos que será fantástica. Desde que decidimos ser cirujanos, tenemos grandes esperanzas. Esperamos hallar avances, ayudar a la gente, marcar la diferencia. Tenemos grandes esperanzas sobre quienes seremos y luego llegamos hasta aquí.
Gaara y Naruto cenaban en casa de Deidara, puesto que el cirujano se jactaba de ser un gran chef.
-Hoy corría un rumor disparatado por el hospital-dijo Naruto al otro rubio mientras éste les servía vino-que Jiraiya va a jubilarse.
-Algo había oído...
-¿Qué?¿es cierto?¿va a nombrar un nuevo jefe de cirugía?
-Habló conmigo...pero dije que no. Ya sabes...mi brazo no estaba en condiciones y eso.
Naruto se puso pálido-¿te lo pidió?
-¿Quién quiere postre?-preguntó incómodo.
Una hora después, en el dormitorio del pelirrojo, mientras Gaara se cepillaba los dientes, Naruto se quejaba.
-Me dijo que cuando se retirara, yo sería el jefe. Pero no, no, no, no...se lo pidió a Deidara.
-Supéralo...
-Dijo 'Uzumaki, eres mi hombre', no Deidara.
-¿Cómo podemos tener una relación si tu ni me escuchas?-el pelirrojo salió del cuarto de baño y se tumbó junto al otro, que estaba sentado en el borde de la cama.
-Debería ser yo el jefe.
Por la mañana, todos se terminaban de preparar en los vestuarios, cuando llegó Sakura aún con su ropa de diario.
-¿Qué os pasa?
Gaara estaba tumbado en un banco, Sasuke se ponía la bata blanca y Kiba hacía lo mismo.
-Naruto no me ha dejado dormir con sus lloros, Sasuke y Deidara siguen sin dirigirse la palabra...
-Oye, estoy bien, y no seré yo el primero que hable. Le salvé el culo a ese cretino y así me lo paga.
-Y a Kiba no sé que le ocurre-concluyó Gaara ignorando a su amigo azabache.
-Yo estoy bien, no soy como vosotros-dijo cerrando su taquilla.
-Quiero recordaros-apuntó Sakura- que aún estoy recuperándome de la muerte de Ino. Mi carrera hace aguas. He tenido que ingresar un cheque de ocho millones que era para una buena causa y no la he encontrado y que estoy en tratamiento. Podría estallar de repente. Bien y otro punto del día, es que el padre de Sasori murió.
-Estoy bien-dijo el aludido apareciendo a su espalda.
Sasori y Sakura estarán con Iruka atendiendo a una chica con cáncer. Tsunade habla con Jiraiya porque quiere abrir una clínica gratuita. Gaara y Kiba con Kakashi, que va a hacer su última rinoplastia. Sasuke con Neji.
Gaara abordó a Kakashi en un mostrador.
-¿Última rinoplastia?¿te marchas?-preguntó el pelirrojo.
-En cuanto vea al jefe y le de mi carta de dimisión-dijo como si tal cosa.
-¿Por qué?
-Odio esto. Odio la ciudad...odio el tiempo...
-¿Qué pasa con tu contrato?
-¿Mi contrato oral no vinculante con Jiraiya?, si, voy a rescindirlo.
-Tampoco es que pueda obligarte a que lo cumplas ¿no?
-¿De qué hablas?
-Hay rumores de que se jubila-dijo Gaara. Si aquel hombre se parecía a su mejor amigo, estaba seguro de que esa información le importaría lo suficiente como para no marcharse de la ciudad.
-¿Y quién va a ocupar su puesto?
-¿Qué más te da?, si tú te marchas-concluyó satisfecho.
Naruto abordó a Iruka.
-Cuando Jiraiya te pidió que vinieras a trabajar a este hospital ¿qué te dijo?-preguntó intrigado el rubio.
-Me dijo que tendría la mejor unidad neonatal del país.
-Ya...no te dijo nada de ser jefe.
-¿Por qué?¿qué sabes?
-Nada, lo que tu-añadió y se fue.
Rato después, saliendo de un ascensor, Naruto pilló a su mejor amigo.
-Dicen que te marchas de la ciudad.
-¿Quién te lo ha dicho?
-Las buenas nuevas vuelan-dijo divertido el rubio-iba a pedirte que me ayudaras en una reconstrucción del nervio periférico, pero claro, es tu último día y...
-No lo es. Lo haré encantado.
-¿Qué?, creía que...
-Iba a irme, pero ya no. He oído que el jefe se retira.
-¿Quién te lo ha dicho?
-Las buenas nuevas vuelan-dijo el peliblanco y rió-sobretodo si tienes novios cotillas-añadió y le dio una palmadita al otro en el hombro-nos veremos en la línea de meta.
Rato después, fuera del despacho de Jiraiya, se encontraba Iruka. Deidara se le acercó.
-¿Estás esperando al jefe?
-Si ¿y tú?-el castaño se puso a la defensiva.
-Si.
-¿Para?
-Ya sabes, cosas...administrativas.
-Si, como yo.
Naruto llegó-¿qué hacéis aquí?
-Estamos esperando al jefe-aclaró Deidara.
-Ah ¿tú también?
-Si, Naruto, ambos-dijo Iruka.
-Eres increíble.
-¿Soy increíble?, ¿Jiraiya se va y crees que todo se reduce a Deidara y a ti?
-¿Crees que ganarás?
-No haber apoyado a ninguno de los dos significa que tiene a otro candidato en mente.
Kakashi apareció.
-¿Qué?¿nadie me invita a la fiesta?
Jiraiya también llegó segundos después y todos corrieron hacia el y empezaron a hablarle al mismo tiempo.
-¡Todos a la vez no!-dijo el mayor-tú, dime que pasa.
-Todos quieren ser jefes y yo también por cierto-dijo Kakashi.
-E Iruka tiene envidia-dijo Naruto.
-¡Se acabó!¡ya basta!-Jiraiya llamó al orden-he tenido un día perfecto. He hablado con la junta y les he dicho que me jubilaba. He salvado una vida. Y ahora me voy a casa. Había sido un día perfecto hasta que vosotros me lo habéis estropeado. Entre todos me estáis amargando la jubilación. Sois como buitres sobrevolando mis huesos.
-Jefe-la voz afectada de Tsunade se escuchó a su espalda-¿va a jubilarse?
-En cuanto encuentren un sustituto, dejaré la jefatura de cirugía. Pero aún no se cuando, porque por ahora no veo candidatos adecuados. Perdonadme-dijo y se fue a su despacho. La mujer rubia le siguió.
-¿Por qué no me dijo que estaba pensando jubilarse en lugar de mandarme a hacer el tonto con lo de mi proyecto de clínica gratuita?
-Tsunade...necesitas a esos chicos para que aprueben tu propuesta, porque quizá uno de ellos sea jefe de cirugía en un mes. Me cuesta imaginarlo, a mi más que a nadie, pero como tú no estás preparada, alguno de ellos tendrá que estar durante unos años.
La mujer abrió los ojos con sorpresa-¿yo?
-Tú ocuparás mi puesto, es para ti. Serás la jefa de cirugía. No te mandé a hacer el tonto, quería que te acostumbraras a hacer las cosas sin mi.
Los otros cuatro seguían fuera del despacho de Jiraiya. Se habían sentado en el suelo, apoyando la espalda en la barandilla por la que se podía ver la planta de abajo.
-Va a jubilarse-dijo Iruka- ahora si es verdad.
-Uno de nosotros será jefe-dijo Kakashi.
-No, uno de nosotros tres será jefe, tú no lo creo-apuntó Deidara.
-Yo podría ser jefe.
-Tu deliras-dijo Naruto.
-Kakashi Hatake, jefe de cirugía...-dijo Iruka- me entran náuseas solo de pensarlo.
Tsunade apareció y les entregó unos documentos. Se la veía decidida.
-Estas son vuestras cartas de apoyo a mi clínica gratuita. ¡Firmad!
-¿Por qué tienes tanto interés Tsunade?-preguntó Deidara.
-Eres cirujana-apreció el otro rubio.
-Porque necesito algo más. Vosotros tenéis vidas amorosas complicadas, y secretos y gilipolleces...yo quiero más. Yo necesito algo en lo que creer de verdad. Una razón para pensar que podemos hacer más que dar puntos y dar de alta. Necesito creer que la medicina no solo salva vidas, que puede cambiarlas. Necesito creer en algo, igual que antes creía en vosotros. ¡Firmad de una vez!
La obedecieron.
-Necesitas fondos-dijo Naruto, antes de que la mujer le arrancara los papeles de entre las manos y se fuera.
Tsunade por fin podía respirar tranquila. Había dado un paso más. Sakura la vio y se le acercó.
-¿Qué tal su clínica?
-Ya tengo las firmas. Solo es el comienzo, pero el Konoha Byôin tendrá clínica gratuita-dijo orgullosa.
-En memoria de Ino Yamanaka-dijo la pelirrosa.
-¿Qué?
-Tengo ocho millones.
-Esto es...-por primera vez, a Tsunade no le salían las palabras.
Todos creemos que nos irá bien. Y nos sentimos decepcionados cuando no se cumplen nuestras expectativas. Pero a veces, nuestras esperanzas se frustran. A veces lo que esperas es peor si lo comparas con lo inesperado.
-¡Hijo de puta!-gritó Sasuke nada más poner un pie en la sala de descanso en la que se verían esa noche y tras pegar un sonoro portazo.
-¿Disculpa?-Kakashi le miró con los ojos muy abiertos por la impresión. Estaba recostado, leyendo un libro de tapa naranja y dibujos graciosos en la portada.
-¡Ibas a marcharte!¡pensabas irte de este hospital sin decirme una palabra!¡eres un cabrón de mierda!
-Relájate, ya no me marcho. Y aunque lo hiciera, no soy el único con el que poder desfogarte culito- devolvió la vista a las páginas.
-¡Pues claro que si!-estaba tan enfadado, que cuando quiso darse cuenta de lo que había dicho, se llevó ambas manos a la boca con rapidez para tapársela.
-¿Qué?-cerró el libro y le miró con curiosidad.
La cara de Sasuke reflejaba auténtico pánico. De haber sido un ratón, se habría colado por el primer agujero que hubiese en la pared para desaparecerse de allí. Parecía debatirse mentalmente en algo que el peliblanco no llegaba a comprender, por más que escudriñara sus gestos. Tras unos minutos, pareció calmarse y se destapó la boca.
-No me mires.
-¿Cómo dices?-Kakashi sonrió ante el comentario, pues le había sonado a broma.
-¡Que no me mires joder!¡cierra los ojos!
-Vale...-dejó el libro en una mesita cercana. Volvió a recostarse, se cruzó de brazos y bajó los párpados. Como si esperase impaciente.
Escuchó al otro suspirar y maldecir por lo bajo.
-No puedes irte...no puedes marcharte de éste hospital porque...quiero exclusividad-el peliblanco se sintió tentado de abrir los ojos, pero si lo hacía probablemente el menor se enfadaría y quizás se detuviese en su monólogo, así que se contuvo-joder...¡me gustas!...y mucho...eres la clase de tío con el que yo estaría...no puedo creer que esté diciendo esto...-bufó molesto varias veces y soltó un par de improperios más para si mismo-contigo sería capaz de mantener una...relación...nunca me había pasado una cosa así...pero no me gusta que veas a otros. Me cabrea- Kakashi abrió los ojos y le miró serio. El más joven estaba colorado hasta las orejas y se notaba que lo que decía le estaba costando expresarlo horrores-no conocía esa faceta de mi...yo jamás...antes de venir a éste hospital yo iba a mi rollo. Solo pensaba en mi mismo y en conseguir ser cirujano. Pero entonces conozco a Gaara y empiezo a preocuparme por otra persona que no sea yo. ¡Una locura!, y para colmo, Sakura y Sasori....¡vivimos todos bajo el mismo techo!¡comparto mis cereales con esa gente!...y después apareces tú...que me atraes. Se suponía que solo era eso, atracción. Y luego vas y provocas que piense en ti...que...que quiera estar contigo ¡yo no soy así!-respiraba agitado y andaba de un lado a otro.
El peliblanco decidió intervenir- culito...¿todo eso que me cuentas es para pedirme que seamos pareja?
-Yo no pido esas cosas...eso significa que ganas tú. ¡Si!¡tú ganas!¡yo, Sasuke Uchiha, vengo aquí a suplicarte que no te vayas porque no sé si sería capaz de soportarlo!-se le veía muy contrariado consigo mismo, algo desquiciado-¡a ti!¡a un tío como tú!¡soy un imbécil de primera!-se carcajeó levemente.
-Sasuke, cállate-el mayor se puso en pie y se le acercó un poco.
-Adelante, ríete de mi. Tienes mi permiso.
-¡Cállate y escúchame!-el chico le hizo caso-te mentí. No había otros tíos...bueno, al principio si, las dos primeras noches. Francamente, tú y yo conectamos en la cama, pero no esperaba que después de la primera vez volvieras a por más. Nadie viene a por más. Yo no soy como Naruto. Yo no soy de esos que ves y piensas que son perfectos para casarte y tener hijos y envejecer juntos viendo pasar las estaciones del año cogidos de la mano en el porche. Solo soy un rollo de una noche. Pero tu me gustas. Eres como yo. Sabes lo que quieres, como lo quieres y cuando. No puedo prometerte una historia de cuento de hadas, porque nunca la he vivido...ni sé como va...pero podemos intentar algo, a ver como sale.
-¿Por qué me mentiste?-atinó a decir el azabache después de tanta información recibida.
-Porque no quería que pensaras que yo veía nuestros encuentros como algo más. Soy Kakashi, por dios, soy el que se acuesta con todos. Temía que te asustaras...yo estoy asustado. Soy un cobarde. Guapo, pero cobarde.
-Eres un maldito genio-repitió lo que tiempo atrás el otro le había dicho-lo hiciste para que yo diera el paso...
-Jamás creí que lo darías.
-¿Y pensabas irte a pesar de todo?
-No me gusta esta ciudad, te soy sincero. Vine por Naruto. Me quedé porque Jiraiya me lo pidió...pero nada me ata aquí.
-No puedes irte-sentenció.
-Nada me ataba aquí-corrigió.
-Si te vas te pateo el culo-lo decía muy enserio.
-No esperes de mi grandes avances Sasuke. No sé lo que es una relación de pareja...al menos en términos prácticos. Trabajo mucho. Duermo lo justo y adoro el sexo.
-Creo que nos irá bien.
-Entonces termina lo que empezaste culito...¿qué somos?-Uchiha le miró desafiante y negó con la cabeza-vamos, dilo-se acercó al muchacho y le abrazó, dejando que la cabeza del menor reposara sobre su hombro.
-Novios-dijo cerca de su oído.
La razón por la que nos aferramos a nuestras esperanzas, es que lo que esperamos, es lo que nos mantiene vivos. En pie. Esperando. Esperar es...solo el comienzo. Lo inesperado es lo que cambia nuestras vidas.
Continuará...