Cicatrices y recuerdos
Tenemos cicatrices en los lugares más insospechados. Como si fueran mapas secretos de nuestra historia personal. Vestigios de viejas heridas.
Sakura se estaba duchando, cuando Kiba entró en el cuarto de baño.
-¡Kiba!¡joder!-chilló ella y se cubrió con una toalla.
-Tranquila, soy médico-dijo y se puso a hacer pis como si nada.
-¡¿Qué coño haces aquí?!
-Sasuke se pasa las noches con Hatake follando por ahí...y Gaara me deja ocupar vuestro sofá.
-¡¿Qué?!
Algunas heridas se cierran, dejándonos solo una cicatriz. Pero otras, no.
Sakura fue a la habitación del pelirrojo a echarle la bronca.
-¿Kiba vive aquí?, ¿en ésta casa?
Naruto y Gaara abrieron los ojos adormilados.
-El sofá cama debe amortizarse-dijo el pelirrojo desganado.
-¿Por qué?-ella no estaba nada conforme.
-Con lo a gusto que estaba...-dijo Naruto tapándose con las mantas hasta la cabeza.
-Ya...y yo desnuda en el baño cuando ha aparecido Kiba. Y para colmo va y se pone a mear-el rubio se levantó y fue al cuarto de baño para dejar de escuchar a la chica-¿le pasa algo al sitio dónde vivía?
-No sé donde vivía-confesó Gaara.
-En una granja de cerdos-dijo y se sentó junto a su amigo-no quiero que viva en nuestro salón...
-Me importan las personas. Kiba es de los nuestros, no podemos dejarlo en la calle.
-Vamos, a ti no te gustan las personas...¿es por lo de tu madre?
-No. Vi esa especie de luz. Casi muero. Y ahora vivo, así que quiero aprovechar la oportunidad y ser más positivo. Lo que importa es la gente pintada con los colores del viento.
-Ah, vale- Sakura se levantó-estás como una cabra.
-Estoy vivo.
-Si, ya-añadió y se fue.
Algunas cicatrices las llevamos a todas partes y aunque la herida cierre, el dolor persiste.
Sakura y Gaara estaban en los vestuarios listos para ponerse el uniforme. Sasuke y Kiba llegaron. También Sasori que había tenido guardia.
-¿Ya estás vestida?-preguntó el castaño a Sakura.
-Cállate.
-¿Cómo estás?-preguntó el pelirrojo menor al de ojos turquesa.
-Vale, escuchad, lo diré una vez. Estoy bien. La han cremado. He escogido una urna preciosa y la he puesto en mi armario-explicó Gaara-¿más preguntas sobre la muerte de mi madre?¿o trabajamos?
-¿Alguien sabe quién es el candidato a jefe?-cuestionó Sasuke.
-Quizá no quiera a vuestros novios-dijo Sasori.
Tsunade apareció- Akasuna No vas con Uzumaki. Uchiha con Umino. Haruno a la clínica. Kiba ginecología y Sabaku No, oficina.
-Me encuentro estupendamente-dijo el pelirrojo molesto.
-Me da igual cuantas veces me lo digas. Tu madre murió y casi vas detrás. Tranquilízate.
Naruto y Sasori tienen una paciente con un tumor cerebral. Sakura un hombre con una bala en la espalda. Kiba sigue con la embarazada desconocida.
Después de ocuparse de sus pacientes, Sakura se tomaba un tentempié mientras charlaba con Gaara por un pasillo.
-¿Qué haces luego?-preguntó con la boca llena-no quiero ir a casa, encontrarme a Kiba y que nos quedemos solos, no somos amigos. Y él no sabe si debe hablarme o no hablarme. Es una situación incómoda. Preferiría la incomodidad en grupo- Gaara entonces vio a su padre y a su actual esposa, así que se metió en la primera habitación que vio dejando a la pelirrosa hablando sola-no quiero que me mire como un pasmarote...¿Gaara?
-¿Has visto a Iruka?-le preguntó Sasuke.
-No...¡eh!¿qué vas a hacer?¿vienes a casa?...nunca hemos salido juntos a divertirnos-a la chica entonces le sonó el busca y lo miró. Sasuke entonces entró en la misma habitación que su amigo.
-Este es mi escondite, mi padre está ahí. Lárgate-dijo el pelirrojo a Sasuke en cuanto lo vio. Estaban en un pequeño cuarto de suministros médicos.
-Métete en el baño.
-Mis dificultades con mi padre son conocidas.
-No quiero hablar con Sakura. Está pesadísima desde que Kiba ocupa mi lugar en el salón. Se le ha ocurrido incluso divertirnos juntos...como si yo la soportara tanto tiempo.
La madrastra de Gaara entonces abrió la puerta y el azabache se marchó.
-Oh...es que estaba buscando unas...-el chico intentó disimular.
-Supimos lo de tu madre-dijo Mei a un incómodo pelirrojo-lo lamento.
-Gracias.
-¿No vas a hacer un funeral?
-No, ella no quería.
-Hemos venido para saber si estabas bien-dijo la mujer con cariño.
-Ah, bueno, gracias, pero no estoy en estado de shock. Ni voy llorando. Mi vida sigue.
-Te has escondido-dijo ella viendo lo obvio.
-Ya...es porque he visto a mi padre.
-Le he mandado a por un café...nos encantaría hacer una cena o algo. Para ti. Está preocupado por ti. Es la única familia que te queda.
-Yo no lo veo de esa manera.
-¿No vas a olvidar...?...cometió errores, pero no es un monstruo. Le cuesta expresarse. Cena con nosotros esta noche. Haré tallarines y no estarás más que una hora. Lo soportarás.
Gaara fue a buscar a Naruto.
-Voy a cenar a casa de mi padre, ésta noche. ¿Cómo he podido acceder a esa cena?
-Cenad en tu casa. Es tu territorio. Iré y seré tu carabina. Será divertido. Saldrá bien. Es tu familia.
-¿Por qué todos decís eso?-no le gustaba para nada.
-Tienes una familia, te guste o no.
A la hora de la comida, se sentaron todos juntos como siempre.
Cuando Sasuke se sentó, la pelirrosa aprovechó para preguntarle-¿qué tal con Hatake?
-¿Me has oído hablar de mi vida sexual alguna vez?
-Es que me gustaría saber como se lo hace...ya sabes. Tendrá mucha experiencia-dijo Sakura.
-Tranquila, ya hablará-dijo Kiba.
-Debía de haber sido un buen día, pero voy a cenar con mi padre en casa de mi madre. No sé cocinar ¿qué voy a darles?-dijo Gaara.
-Yo te prepararé algo-la pelirrosa se ofreció. Y siguió con el azabache-anda, dime como es en la cama...¿podemos seguir llamándole doctor caliente?
Sasuke la ignoró y se dirigió al pelirrojo mayor-como soy tu amigo, pasaré un rato por la casa durante la cena y fingiré una crisis. Así si es insoportable, podrás abrirte.
-Gracias.
-¿No vas a soltar nada después de lo que hemos vivido?-Sakura no paraba-¿nada?
-Es el puto dios del sexo ¿contenta?
-¡Si!¡lo sabía!...deberíamos hacerle un monumento...porque ha hecho que estés de mejor humor.
Kakashi opera a la embarazada sin memoria y Kiba le ayuda. Naruto opera a la del tumor cerebral con Sasori. Jiraiya y Sakura sacan la bala de la espalda del paciente.
Cayó la noche, y Sakura terminaba el asado para la cena. Le entregó la fuente a Gaara.
-Está listo. No lo mezcles para presentarlo.
-Quédate a cenar-pidió el pelirrojo.
-Debes cenar con tu gente. Importan las personas-dijo ella sonriendo.
-Odio a la gente-reconoció.
-Tendréis que hablar.
-Ya hablamos de la investigación. Del hospital. De mi madre muerta...estoy harto-añadió y fue al comedor con la cena.
Allí estaban Naruto, su padre y Mei. La chimenea estaba encendida y en la habitación hacía un calor agradable.
-Parece delicioso...-dijo la mujer viendo la comida que Gaara puso sobre la mesa.
-Lo he comprado-dijo el chico.
-Las judías tienen buena pinta-siguió la mujer que parecía empeñada en alabar su cena.
-No...las he hecho tampoco.
-Está bien presentado-dijo Naruto divertido.
-Sakura lo ha preparado...-Kiba entonces entró por la puerta-¡Kiba!-Gaara hasta se levantó a su encuentro.
-Es un compañero-aclaró el rubio a los invitados.
-Siéntate-el pelirrojo puso otra silla en la mesa-cena con nosotros-el chico obedeció. No parecía notar nada raro-ella es Mei y él es mi padre-presentó.
-Encantado.
-¿Qué tal te ha ido el día?-el pelirrojo centró su atención en el recién llegado.
-Bien, estoy hambriento-y se sirvió comida.
-Ya...-miró a su padre-¿cómo estás?
-Genial...
De repente hubo un apagón. Solo eran capaces de verse por la luz que irradiaba la chimenea y un par de velas sobre la mesa.
-¡Oh mierda!-oyeron gritar a Sakura-¡perdón, creo que he fundido los plomos!
-Voy yo-se ofreció Hashirama.
-Déjalo, no sabes donde...
-Aún me acuerdo-aclaró su padre y salió.
-Si...se me olvida que es su casa-dijo Gaara a los demás.
Kakashi estaba sentado tras un mostrador, ocupado en el ordenador.
-Me voy a casa-anunció Sasuke, provocando que el otro levantase los ojos de la pantalla y le mirase.
-¿A casa?¿me dejas solito ésta noche?-dijo con pena.
-Lo siento. Solo será un rato. Gaara cena con su padre y no le cae muy bien.
El peliblanco se levantó, le atrajo hacia si por las muñecas y le besó-entonces te esperaré.
Hashirama tardaba.
-¿Crees que está bien?-preguntó Gaara a su madrastra.
-Lo arreglará-dijo ella.
-Seguro que ni ve...mmm hay una linterna en el armario.
-Ya voy yo-se ofreció Naruto y se fue.
-Lo siento-dijo el pelirrojo a la otra cuando se quedaron solos, puesto que Kiba hacía rato que había terminado de comer y se había ido al hospital.
-Está yendo bien.
-Es que...no sé que decirle.
-No es fácil. Tu padre te teme-reconoció Mei.
-Debo ser más amable. Ojalá pueda.
-Gaara, es normal que sientas lo que sientes.
Sasuke apareció-¿qué hacéis a oscuras?
-Ha habido una avería-respondió el pelirrojo.
-Tengo una crisis- Sasuke se acercó a la mesa.
-No necesito que me rescates...Mei es muy simpática y lo llevamos mejor.
-Vamos a conseguirlo-dijo ella.
-Ah, vale-dijo el otro y se sentó a comer algo-esto está frío...
Sasori también llegó-ah...hola ¿Sakura?
-En la cocina.
-Vale-dijo. Se veía que no quería participar en esa cena.
-Lo siento-dijo Gaara a la mujer-no suele ser así...nos llevamos bien y siempre estamos juntos.
-No mientas, aquí cada uno vamos a nuestra bola-dijo Sasuke mientras tomaba un sorbo de vino-me largo, ya no se me necesita.
Naruto encontró a Hashirama sentado en una mecedora. Le apuntó con la linterna.
-¿Encontraste los plomos?
-Si, es que tenía que...
-¿Respirar?-preguntó el rubio comprensivo.
-No lo sé-rió-¿de qué puedo hablar con él?
-Empieza por su trabajo-aconsejó Naruto- está orgulloso de el. Lo hace bien. Yo le preguntaría.
-Os entendéis...que suerte.
-A veces me gusta...otras me gustaría llegar y olvidar.
-¿Un mal día?
El chico asintió-casi pierdo un paciente en quirófano.
-¿Fue culpa tuya?
-No lo sé...estabais nerviosos-dijo cambiando de tema-ya os habéis calmado.
-¿Estaba nervioso?
-Si...Gaara es duro y lo oculta. Es difícil, pero conocerle merece la pena.
-¿Lo conoces?
-No del todo-sonrió-pero merece la pena.
Hashirama se levantó y arregló el problema. La luz volvió. El busca de Naruto sonó.
-Tienes que volver-dijo el hombre como si fuera algo de lo más familiar para el.
-Si.
Ya era tarde y Mei y Hashirama se iban.
La mujer abrazó al muchacho cuando ya estaban en la entrada.
-Me alegra haber venido.
-Gracias por haberlo sugerido, a mi no se me...
-No se te habría ocurrido-terminó ella, haciendo sonreír al pelirrojo.
-No.
-Buenas noches.
-Gracias, buenas noches- Mei se fue al coche y Hashirama habló con su hijo.
-Siento lo de tu madre.
-Gracias.
El hombre iba a irse, pero se fijó en que en el porche, había un banco columpio-sigue aquí...
-Si, aunque nadie lo usa mucho.
Entonces Hashirama sacó una de las piezas de entre la madera-mira, lo puse yo. Te pillabas los dedos-concluyó melancólico y se fue.
¿Cuales son peores?¿las nuevas heridas terriblemente dolorosas?¿o las viejas que debieron cerrarse hace años, pero no lo hicieron?. Quizá las viejas heridas nos enseñen algo. Nos recuerdan donde hemos estado y lo que hemos superado. Nos enseñan que debemos evitar en el futuro. O eso creemos. Aunque en realidad no es así. Hay cosas que debemos aprender una y otra vez.
Continuará...