Que la verdad me hiera
Los médicos les damos a los pacientes muchas cosas. Medicamentos. Consejos. Y muchas veces les damos nuestra atención. Pero lo más difícil de darle a un paciente es la verdad.
En el ascensor, Kiba miraba seductor a Kankurô. Le coqueteaba y sonreía. Pero entonces entraron unos internos.
-Salvó a un tío con un paro cardíaco-dijo uno-él solito.
-Sabe lo que se hace. No se equivoca en las rondas. Sabe responder-dijo otra.
-Y siempre calmado. Yo aterrorizada y él tan tranquilo-dijo una chica.
-Es el mejor interno-dijo otro.
-Oye ¿de qué están hablando?-preguntó Kiba a Kankurô.
-De Sasori Akasuna No.
Rió-¿es enserio?¿no saben qué...?
-Shhh.
Sasuke y Gaara subían en el ascensor. Iban rumbo a los vestuarios. Naruto subió con ellos.
-Hola-dijo sonriente al ver al pelirrojo.
-Hola. ¿Cómo te encuentras?
-Bien.
-Me alegro.
El rubio entonces miró de arriba abajo al otro y Sasuke se dio cuenta.
Las puertas se abrieron y ambos chicos salieron disparados en direcciones opuestas. Dejando al azabache confuso. Sakura estaba pasando por ahí y Sasuke le habló.
-Gaara se tira al macizo, me está mintiendo. Se están acostando.
-Me alegro.
-¿Por qué coño no me lo ha contado?
La verdad es dura. La verdad es incómoda. Y a menudo, la verdad duele. La gente dice que quiere saber la verdad, pero ¿es cierto?
Naruto y Gaara terminaron su rápida sesión mañanera de sexo en un cuarto de material.
-¿Tengo mal el pelo?-preguntó al rubio mientras se subía los pantalones.
-He hecho bien mi trabajo-dijo el otro con una amplia sonrisa.
-Sal tu.
-¿Qué?
-Yo esperaré un minuto.
-Así que no solo es sexo de ruptura. Es también sexo secreto de ruptura. ¿Es por Sasuke?¿por lo del ascensor?
-Es que no sé que hacer ¿sabes?, seguro que se enfada conmigo por lo que hacemos tú y yo. Yo quiero ser buen amigo y cuidar de el, pero él también me cuida a mi...y no le caes demasiado bien.
-O sea que estar conmigo es engañar a Sasuke...
-Si se entera de lo nuestro...
-Tendréis que hablar de ti y de mi. Aunque no me soporte, nos queremos...al menos por mi parte.
-Naruto...
Jiraiya adjudica a Kiba un interno mayor, más incluso que él. Al castaño le saca de quicio. Kakashi se encarga de una mujer con cáncer en la lengua, con Gaara y sus internos. Matusalén despierta y Sakura y sus internos se ocupan de el.
Kakashi investigaba para una operación, cuando Naruto llegó y se sentó a su lado.
-Gaara no le ha dicho a Sasuke lo nuestro. Y le cuenta todo a Sasuke.
-Ya lo sé...pero yo creía que habíais terminado.
-Yo también.
El peliblanco se le quedó mirando-crees que quiere volver contigo...
-No.
-Si, crees que madurará, se repondrá y va a querer volver.
-No creo.
-Que mal mientes. Nunca se te ha dado bien.
Gaara deja que Sasuke opere con Kakashi y él se encarga de los internos del azabache. Naruto y Kiba se encargan de un chico con hidrocefalia.
En urgencias, Gaara se acercó a Kankurô.
-Estoy sustituyendo a Sasuke, ¿qué tal va todo?
-Le he sacado una astilla de un dedo a uno y...estoy escribiendo el informe.
-Muy bien ¿tienes alguna pregunta?
-Uf, tengo un montón, pero no sobre las astillas-reconoció el castaño.
-Pregunta.
-¿Seguro?-en ese instante llegó un herido grave por accidente. Gaara ordenó a Kankurô que le intubase, pero el paciente fallece, lo que deprime al interno.
-No ha estado mal-animó Gaara- no ha estado mal para ser tu primera intubación.
-¿Me tomas el pelo?-preguntó incrédulo-ese hombre ha muerto.
-Estaba muerto cuando llegó aquí. Murió en el acto. Viajó muerto muchos minutos en la ambulancia. Estaba muerto antes de que lo intubaras.
-Eres un poco desconsiderado ¿no?...le trajeron aquí para que lo salvaras.
-Le trajeron aquí porque legalmente están obligados y te he hecho intubarlo porque debo enseñarte y así es como se aprende.
-No...no, deberías haber hecho todo lo posible.
-Se podía hacer solamente eso-dijo Gaara con seguridad.
-¡¿Pero qué clase de médico eres?!
-¿De qué estás hablando?. Si no quieres aprender de mi, de acuerdo, pero debo ocuparme de urgencias. ¿Por qué no nos haces un favor a los dos y vas a ayudar a Tsunade en la clínica?
-De acuerdo-el chico se marchó muy afectado y fue en busca de la mujer rubia-doctora Tsunade...el doctor Sabaku No me envía con usted.
-¿Que te envía él?¿por qué?
-¿La verdad?, no quería trabajar conmigo. Me ha echado.
-Ve y dile al doctor Sabaku No que la clínica no es un vertedero de basura. No es la isla de los internos abandonados. Por favor díselo.
-Por favor, no puedo hacer eso...no puedo trabajar con Gaara Sabaku No, no puedo trabajar con el porque no puedo mirarlo. Porque me odia, odia a mi padre y odiaba a mi madre. Y bueno...por favor, deje que me quede aquí hoy, por favor...
-El niño de la tres necesita puntos.
Tsunade fue a buscar a Gaara.
-¿Por qué me mandas a Kankurô Sabaku No?
-Le dije que intubara a un hombre muerto. Algo que usted nos obligó a hacer muchas veces. Intentaba enseñarle...no sé que le habrá dicho.
-Me ha dicho que lo odias.
-¡Eso es...!
-Y que odiabas a su madre.
-Eso no es cierto.
-Su madre que vino a verte por un caso de hipo y murió en nuestro hospital. ¿Ves a dónde quiero llegar?
-Kankurô no es mi interno.
-No, es tu hermano. Y no le has dicho una palabra amable desde que llegó aquí. Y tú trataste a su madre ¿qué va a pensar si...?-su busca sonó y la interrumpió-escucha, te guste o no, es tu labor que sea un médico mejor. Cumplela- añadió antes de irse.
Matusalén muere. De camino a su habitación, Gaara y Sasuke se encontraron. El pelirrojo se le enganchó del brazo.
-Te tiras a Naruto- reprochó el azabache.
-¿Cómo lo sabes?
-¿Crees que no podré aguantar tu vida sexual porque es con ese imbécil?
-Bueno, yo soy tu persona...no quería que te enfadases conmigo.
-¿Ocultándome las cosas?, esa no es mi persona. Así no te quiero y lo sabes. Quiero al Gaara sincero. Y no quiero que 'ese' vuelva a hacerte daño, porque no quiero volver a estar junto a una camilla esperando que no mueras ahogado. ¿De acuerdo?
-Vale...
Entraron en la habitación de Matusalén. Ya el cuerpo no estaba, solo la cama vacía, pero todos la rodearon.
-¿Qué vamos a decir?, no conocíamos a ese tío-dijo Sasuke molesto. Todo era cosa de la chica pelirrosa.
-Hemos comido aquí un año. Lo menos que podemos hacer es dedicarle unas palabras-dijo ella.
Todos miraron a Sasori, para que empezara-no...no roncaba muy...fuerte.
-No sé...no se quejaba. Tomaba sus medicinas-dijo Gaara.
-No se tiraba pedos-dijo Kiba- le operaron doce veces este año y logró sobrevivir, es impresionante.
-Gracias Kiba- apreció la chica y miró al azabache que parecía distraído- Sasuke...
-Yo practiqué cosas con el. Vías centrales e intravenosas.
-Lo cierto es que era un cabrón-dijo Sakura- tenía mala leche, era un cabezota...vamos, un cabrón. Sin embargo, sabía lo que quería. Se agarró a ello y demostró que si se quiere de verdad una cosa con determinación y eres paciente, al final ocurrirá. Eso me da esperanzas, así que...gracias. Buen viaje.
La verdad es dolorosa. En el fondo no queremos conocerla, sobretodo cuando sabemos que nos afectará.
Ya era tarde. Kankurô leía un informe sobre un mostrador. Gaara se le acercó.
-¿Qué?-preguntó el castaño. No estaba de humor.
-Tengo el certificado de defunción de tu madre-dijo mostrándole los documentos en su mano-todo lo que pasó el día que murió está aquí. Y lo sé porque lo redacté yo, así que podemos repasarlo si quieres.
-Si...
-En primer lugar quiero decirte todo lo que pasó aquel día-dijo el pelirrojo ya junto al otro-las complicaciones. Había una probabilidad del uno por ciento de que pasara aquello. Un uno por ciento. Tu madre fue ese uno por ciento. Vino aquejada de un hipo persistente- Kankurô respiró hondo y se centró en los papeles que su hermano le mostraba-se hizo una funduplicatura endoscópica.
-¿Le hiciste una endoscopia?
-Fue para evitar abrirle-aclaró Gaara- para no emplear la cirugía. Por si te sirve, apreciaba mucho a tu madre. Era...la apreciaba mucho. Sufrió una endocarditis bacteriana.
A veces decimos la verdad, porque es lo único que podemos ofrecer. A veces decimos la verdad porque necesitamos decirla en voz alta para poder oírla.
Tocaba irse a casa. Kiba estaba solo en el ascensor, hasta que Kankurô, otros internos y Sasori entraron.
-Le has salvado la lengua a una mujer ¿no?-preguntó una interna al pelirrojo.
-Estaba allí, pero yo no hice nada-reconoció el chico.
-Ya, pero aún así eres el interno al que querían-dijo otro.
-Está repitiendo-soltó Kiba, ganándose una mirada ofendida de Kankurô- vuestro superhéroe fue interno el año pasado. Por eso sabe ciertas cosas. Ya ha pasado por esto. Pero si queréis aprender, aprender de verdad, acudid a un residente no a este tío.
Nadie sabía qué decir. Miraban al pelirrojo.
-Tiene razón-dijo Sasori- si queréis imitar a alguien no me miréis. Yo no soy nadie.
Antes de bajarse en su planta, Kankurô miró a Inuzuka con decepción y se marchó con los demás.
Otras veces la contamos porque no podemos aguantarnos y otras, la contamos porque a alguien le debemos al menos eso.
Continuará...