Un pedazo de mi corazón
Los grandes cirujanos no se hacen, nacen. Necesitan gestación, incubación y sacrificio. Mucho sacrificio. Pero después de lavarte la sangre y los restos de entrañas, el cirujano en el que te conviertes te hace olvidarlo todo.
Iruka vuelve al Konoha Byôin por un caso.
Gaara estaba muy feliz esa mañana.
-El primer día, mi ensayo clínico. Mi criatura está a punto.
-A nadie le importa tu ensayo ni tus pacientes terminales-dijo Sakura tomándose un café-seguro que prefieren morir tranquilos.
-Tienes envidia.
-Si.
-A cualquiera podría habérsele ocurrido-dijo Sasuke- podría habérseme ocurrido a mi.
-Envidia.
-¿Sabéis que Shizune ni me habla?-estaba bastante harto y se le notaba-podrías usar tu busca brillante para meterme en alguna operación con ella.
-Sasuke, ni siquiera pienso en mi busca porque mi ensayo clínico empieza hoy. A ver, tenéis que pensar un momento, reflexionad y veréis lo contentos que os ponéis al ver como me abro camino en la historia de la medicina-sonriente se marchó.
-No estoy contenta-dijo ella.
-Ni yo.
Iruka se acercó a Naruto y a Gaara, que iban rumbo a ver a su primer paciente del ensayo. El castaño, contra todo pronóstico, abrazó amigable al pelirrojo.
-¿Qué tal te va?-preguntó un sorprendido Gaara.
-Muy bien, fijaos te he abrazado. Me robaste a mi marido y te he dado un abrazo. He madurado y me alegro mucho por la feliz pareja. Bueno, me voy a salvar una vida. Me alegro de veros. De verdad-se marchó.
-¿Feliz pareja?-cuestionó el pelirrojo al otro.
El paciente es el mismo al que atacó el oso. Muchos internos tienen resaca porque Kankurô y Sasori dieron una fiesta la noche anterior en su nuevo apartamento. El caso de Iruka es el de un bebé no nato cuyo corazón está creciendo fuera de su cuerpo, Kiba le ayudará, además de Kakashi y Sasuke. Tsunade pone al día a Iruka en las cosas que ocurrieron en su ausencia. Sakura y sus internos en la clínica gratuita.
Iruka corrió a buscar a Naruto.
-¡Así que has roto con Gaara Sabaku No!
-Estamos haciendo juntos un ensayo clínico.
-Naruto, le he dado un abrazo y resulta que no sois pareja ya ¡¿qué ha ocurrido?!-silencio-está bien, háblame del ensayo clínico.
-Bueno, si no da resultado, estaré matando a alguien. Cuando voy al quirófano, soy un experto. Detengo hemorragias, extirpo coágulos, soy un experto. Pero en los ensayos clínicos, experimento. Me muevo en la oscuridad deseando hacer lo correcto. Pero él espera de mi que haga algo grandioso.
-Enserio...dime la verdad, anda.
-Quiero una vida a su lado, pero el no quiere formar parte de esa vida.
Los internos quedan para jugar un torneo de dardos en el Ichiraku al salir del trabajo, pero Sakura se apunta para estar con su mejor amigo. Lo que provoca un conflicto en Sasori, que no quiere molestar a la pelirrosa, pero tampoco quiere perder la amistad de sus nuevos compañeros que no quieren a una residente en su tiempo libre con ellos. Al final opta por sus amigos y la pelirrosa se molesta.
Naruto opera al paciente del ensayo, el tratamiento se basa en una inyección en el cerebro. Inyectando un virus que puede destruir el tumor y hacer que desaparezca. Iruka y los demás también operan al bebé, sacándolo mediante cesárea.
El paciente de Naruto muere. Los demás se salvan.
Sasori ya se iba, y Sakura le esperaba.
-Vas a llegar tarde a tu fiesta-le dijo la chica.
-No voy a ir, prefiero estar contigo.
-Sasori lo entiendo, no me gusta, pero lo entiendo.
-¿Sabes?, cuando alguien dice algo gracioso y me río siempre miro alrededor para ver si te hace gracia, aunque no estés, lo hago.
-Vete-dijo conmovida.
Quizá dar a luz sea tan intenso y mágico como dicen, aunque el acto en si no es precisamente agradable. Pero también es el comienzo de algo increíble. De algo nuevo. De algo impredecible. De algo verdadero. De algo a lo que merece la pena amar. De algo que merece la pena echar de menos.
Muchos internos, y residentes estaban en el Ichiraku. Gaara estaba sentado solo en la barra, mientras Sasuke y Kakashi bailaban animados cerca de la máquina de discos. Entonces el pelirrojo se fijó en que Iruka se marchaba.
-¿Ya te vas?
-Tengo que coger un avión-iba a salir por la puerta, pero volvió sobre sus pasos y se acercó al otro-ahora paseo por la playa, compro velas aromáticas...soy muy feliz. Pero tengo muchas ganas de pegarte una patada en el culo y no puedo casi resistirme.
-¿Disculpa?
-Hablo de Naruto. De Naruto Uzumaki. ¿Vas a dejarlo marchar?. Te juro por dios Gaara que si dejas que acabe con otra persona...-no terminó de hablar. Salió del bar.
De algo que te cambia la vida para siempre.
Continuará...