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Anatomía de Sabaku No por Rukkiaa

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Notas del capitulo:

Disclaimer: basado plenamente en la serie Anatomía de Grey, de Shonda Rhimes y con los personajes de Naruto, de Masashi Kishimoto.

¿Quién controla a quién?

Los secretos no pueden esconderse ante la ciencia. La medicina es capaz de destapar las mentiras. Entre las paredes del hospital, la verdad sale a la luz. Cómo guardamos los secretos fuera del hospital, eso, es otra cosa.

Sasori se despertó con un pequeño problema íntimo.

Tardaba tanto dentro del baño, que Sakura llamó a la puerta preocupada.

-¡Sasori abre!, ¡tengo que ducharme!

-¡Salgo en un minuto!

-¿Qué haces ahí?-preguntó pegándose más a la puerta para escuchar.

-Es privado.

-Oh, vaya, lo siento, no quería interrumpirte-tuvo que taparse la boca para que el otro no la escuchara reír.

Sasuke subió las escaleras y al darse cuenta de que la puerta estaba cerrada, se detuvo en el pasillo.

-¡No es eso!-gritó Sasori-¡no estoy haciendo lo que crees que estoy haciendo!.

-¡Sasori sal!¡el baño no es tuyo!¿sabes?-el azabache se levantaba de mal humor, y más cuando le tocaba dormir en el sofá por cierto rubio.

-No le metas prisa-sugirió Sakura sonriente-se está desahogando.

Sasuke puso cara de asco-¡acaba!

-¡Ya voy!¡ya salgo!

Algo es seguro. Sea lo que sea lo que intentamos esconder, nunca estaremos preparados para el momento en el que la verdad se desnude.

-No tienes que avergonzarte, es normal y saludable-dijo Sakura en cuanto el pelirrojo menor abrió la puerta.

-No me avergüenzo porque no estaba haciendo nada-solo llevaba un suelto pantalón de chándal. Sasuke al ver la entrada libre, se apresuró a entrar-no lo necesito, tengo novio.

-¿Un novio imaginario?-rió.

-Novio de verdad-¿tan difícil era de creer?.

-No te preocupes, no hay que decir nada, lo entiendo, es necesario...¡Sasuke!¡me tocaba a mi!-volvió a aporrear la puerta al darse cuenta de lo que había pasado.

Gaara abrió la suya, atraído por el escándalo-¿qué está pasando aquí?

-Nada-se apresuró a responder Sasori y empezó a alejarse por el pasillo.

-Le he pillado con una cosilla entre manos-dijo divertida Sakura al recién llegado.

-¡Tengo novio!-vociferó el otro chico a mitad de camino a su dormitorio.

Los secretos, como las desgracias, nunca vienen solos. Se van acumulando, hasta que se apoderan de todo. Hasta que no queda lugar para nada más. Hasta que tienes tantos secretos, que parece que vas a reventar.

Lo primero que hizo Sasori al llegar al hospital, fue ir a hablar con el enfermero.

-Me lo pasé muy bien el otro día.

-Yo también-el de ojos café estaba nervioso, porque no sabía como abordar el tema-¿te encuentras bien?.

-Bien, mejor, ahora que te veo ¿por qué?.

-Por nada, yo también estoy muy bien, pero...tengo picores.

-Sasori-Sakura interrumpió sin querer la conversación.

-Bueno, nos vemos luego-el enfermero se fue y Sakura se quedó mirando a su amigo.

-Si, está colado.

-Vaya Sasori, es muy mono, así que esta mañana no estabas...

-Ya puedes empezar a disculparte.

-¿Qué hacías en el baño tanto tiempo?.

-Tengo que irme.

Fue en busca de alguien que podría entender su problema. Kiba.

Éste estaba en el vestuario. Sasori le abordó por la espalda.

-Ya sé que soy guapo, pero no te acerques tanto.

-Tengo una pregunta-miraba de un lado a otro, no fuera que apareciese alguien inoportuno-parece que tengo algo en mi piel, es como un sarpullido y creo que sé lo que es, pero no me lo veo bien para estar seguro...

-A ver-el castaño se giró hacia él.

-Está en un sitio que...está...-acompañaba las palabras con gestos.

-Eres médico, se llama pene ¿tienes una erupción ahí?.

-Puedo describírtelo, es rojo y...

-Venga, enséñamelo, acabaremos antes.

Sasori obedeció. Era una situación muy incómoda, puesto que Kiba se había agachado a la altura de sus partes más íntimas y si entraba alguien, podría pensar lo que no era.

Tras unos segundos de observación, Kiba se levantó, y mientras le daba una palmada en el hombro añadió-tío, tienes sífilis.

-¿Tienes sífilis?-Sakura había llegado justo a tiempo para escuchar las últimas palabras y Kiba pasó a su lado, saliendo de allí.

-No sé como ha pasado-dijo Sasori nervioso. Corriendo se apresuró a cerrar la puerta.

-Si que lo sabes, ese enfermero no pierde el tiempo.

-Él no es así.

-Es otro milenio, los únicos que no son así son los amish, y parece que tu-rió.

-Tú que sabes, quizás me haya liado con muchos, ¿por qué no puede ser?-la mirada de la chica se lo decía todo-¡cierra el pico!...¿qué puedo hacer?

-No es para tanto, un poco de penicilina y desaparecerá.

-¿Qué voy a hacer?

-Primero, no acostarte con el enfermero, a no ser que quieras pegarle esa cosa-se estaba divirtiendo mucho.

-Oye, ya van dos veces que insultas a un chico al que podría, sino querer, al menos gustarme.

-¿Y si te lo ha pegado él?, debes decírselo.

-¡Tres!

-Vale, no te lo ha pegado, era virgen cuando te conoció, pero díselo para que se haga las pruebas.

-¿Cómo se lo digo?, hola, ¿qué tal?, por cierto, tengo sífilis ¿y tú?, un gran consejo, muchas gracias-y se marchó enfadado.

Sakura y Sasuke se hacían cargo de un paciente con problemas en el hígado. Kiba y Sasori de un hombre con un ovario. Y Naruto descubrió que Jiraiya estaba perdiendo la visión en el ojo derecho, lo que obviamente afectaba a su trabajo.

Sasori se armó de valor y habló con el enfermero, pero en cuanto le dijo que tenía sífilis, éste se había largado de allí rápidamente.

A la hora de la comida, se dio cuenta de que muchos lo miraban.

-Hola sifilítico-le dijo Sasuke en cuanto puso la bandeja de la comida sobre la mesa. Ya Kiba y Sakura estaban sentados también.

-¿Se lo has dicho?-cuestionó alarmado el pelirrojo a la chica del pelo rosa.

-Solo a Sasuke.

-Es mejor que raquítico, es una buena palabra-Kiba se disponía a saborear su enorme sándwich-sifilítico.

-Los chismes se extienden más rápido que las enfermedades, no ha hecho falta que Sakura me lo dijera-añadió el azabache.

-No es verdad, Sakura no puede mantener la bocaza cerrada-dijo Sasori sentándose molesto.

Llegó Gaara y se sentó en la silla libre que quedaba-Sasori ¿cómo estás?, siento lo de tu sífilis.

Al pelirrojo menor casi se le cae la cara de vergüenza-¿lo saben todos en el hospital?.

-Eres un machote-Kiba le veía un lado bueno al asunto.

-Estás enfermo-le dijo Sasori.

-Todos tenemos secretos-continuó el castaño-alégrate de que los tuyos se sepan.

-¿Si?¿cuáles son los tuyos?-le cuestionó Sasuke.

-Antes cuéntame los tuyos-le dijo Kiba flirteando-seguro que escondes algunos esqueletos en tu taquilla.

-Lo que haya en ella no te importa-Sasuke estaba sentado cómodamente en la silla, mientras comía patatas de una bolsita.

-Yo no tengo secretos, soy muy aburrida-dijo Sakura y dio un sorbo a su agua.

-Siempre hay algo que ocultar-soltó Gaara, pendiente de su comida y ganándose las miradas de intriga del resto de sus amigos.

Un rato después, tras una cortina, Kiba se disponía a pinchar a Sasori en el trasero.

-¿Seguro que sabes lo qué haces?-Sasori tenía un nudo en el estómago.

-Es penicilina, deberías agradecerme que me moleste. Sé más de ti de lo que querría. Voy a tener pesadillas-el otro chico se bajó ligeramente los pantalones, enseñando las nalgas y se recostó sobre una camilla, de espaldas al castaño.

De repente, alguien descorrió las cortinas.

-¡Gaara!¡vete!-Sasori no había esperado que la cosa podría ir peor.

-Vamos, vengo a darte apoyo moral-le estaba divirtiendo mucho ver a su amigo en tal situación. Se colocó junto a Kiba, viendo el trasero del vulnerable chico.

-No necesito apoyo moral-dijo Sasori a la vez que intentaba tapar la cara del otro pelirrojo con la mano-estoy desnudo.

-Sasori, no es para tanto-dijo apartando la mano-tienes un culo bonito-añadió sonriente.

-Yo también-dijo Kiba-¿quieres verlo?.

-¿Enserio crees que es boni...?

-No se lo estás poniendo bien-corrigió Gaara al castaño.

-Todo tuyo-e intercambiaron la jeringuilla de manos, siendo ahora el pelirrojo mayor el que se encargaría de la inyección.

-¡¿Qué?!¡Kiba!¡Kiba!¡oye!-el chico se marchó y Sakura apareció en su lugar-¡eh!

-¿Qué hacéis?-la chica estaba muy alegre.

-Violar mi intimidad-dijo Sasori mientras corría las cortinas de nuevo con ansiedad.

-Curarle la sífilis-dijo Gaara mientras pinchaba al otro, causándole dolor.

-Ay...odio las agujas.

-Menos mal que eres médico.

La cortina volvió a abrirse, y apareció Sasuke.

-¡No!-Sasori estaba adolorido y avergonzado.

-¿Qué hacéis?-el azabache también se puso a la espalda del involuntario paciente.

-Salvar a Sasori de un futuro de ceguera y de locura-respondió Sakura.

-Bonito culo-dijo Sasuke.

-Te lo dije-Gaara iba a pincharle en la otra nalga esta vez.

-Es como el de un bebé-añadió la pelirrosa.

Cuando terminó, el pelirrojo menor se levantó y se subió los pantalones, ruborizado-me he pasado horas, días, años, imaginándome desnudo en una habitación con dos hombres, la fantasía es mucho mejor-los demás se rieron y él se marchó corriendo.

-Creo que va a llorar-dijo Sasuke, provocando en el resto carcajadas.

A Gaara le llamaron de la residencia donde tenía a su madre, porque había visita familiar, y no tenía ningunas ganas de asistir. Y Jiraiya convocó una reunión para informarles de que más médicos y enfermeros/as tenían sífilis.

Jiraiya resulta que tiene un tumor que presiona el nervio óptico, y Naruto se encargará de extirpárselo. Debe ser un secreto, pero el rubio se lo cuenta a Gaara. El paciente de Sasuke y Sakura fallece.

En un pasillo, Gaara habla con Naruto.

-¿Me lo dirías si tuviera que hacerme las pruebas?.

-¿Crees que he estado con otro?-el rubio parecía escandalizado.

-No, que va, pero no hemos tenido normas, ni nada, no hemos...impuesto ni reglas...no te lo echaría en cara.

-No tengo tiempo de que me peguen la sífilis, me dejas exhausto, además, tú y yo somos como un anuncio de condones.

Gaara rió-ya no quedan de sabores.

-No tienes porque preocuparte-Naruto se quedó pensativo un instante mirando al otro a los ojos-quizá deberíamos poner ciertas normas.

-De acuerdo.

-Vale.

-Vale-dijo el pelirrojo y empezó a alejarse.

-¿Sabes una cosa?-Gaara se giró a mirarle-me encantan los de sabores.

-A mi también.

La de la residencia continuó llamando a Gaara durante la tarde para que fuese, y Naruto le pilló al teléfono.

-Hola-dijo Gaara nervioso en cuanto colgó.

-Has tenido unas cuantas llamadas.

El pelirrojo lo observó unos instantes, ya era hora de contarle la verdad-si, es mi madre...no está viajando, ni escribiendo un libro, no es cierto, he mentido a todo el mundo.

-¿Por qué?-Naruto levantó la mirada de unos informes.

-Tiene Alzheimer.

La cara del ojiazul cambió en el acto-¿en qué fase?.

-Avanzada, está en una residencia, soy el único que lo sabe y no sé que más puedo hacer ¿entiendes?.

Naruto no sabía que decir. Solo pudo acariciar el blanquecino rostro del pelirrojo y lo abrazó.

La operación de Jiraiya fue un éxito. En cuanto Gaara cruzó la puerta de su habitación, le dirigió la palabra.

-Gaara-aún estaba algo adormecido por la anestesia-es un adjunto y tu un interno.

-¿Nos vio?, eso quiere decir que puede ver, la operación salió bien.

-¿Sabes que diría tu madre si estuviera aquí?, que cometes un error muy grande.

-Y yo le diría que no es un error.

Algo que la gente olvida, es lo bien que se siente uno cuando libera sus secretos. Sean buenos, o malos, al menos han sido destapados. Te guste o no.

En los vestuarios, el ligue de Sasori se le acercó, cabizbajo.

-Sasori, espero que entiendas, que cuando empecé a salir contigo, estaba saliendo con alguien. No sabía que me ibas a gustar tanto y al darme cuenta, rompí con el otro.

-¿Quién?¿quién era?-el otro chico miró a su espalda, donde estaba Kiba, y la ira invadió el cuerpo del pelirrojo, que se lanzó contra él, lanzandolo al suelo mientras gritaba-¡me has pegado la sífilis!-y le asestaba varios puñetazos en la cara.

Gaara, Sasuke y Sakura tuvieron que separarlos. El azabache calmó al pelirrojo menor y Gaara al castaño, que sangraba por la nariz.

Una vez que los has destapado, no tienes que esconderte tras ellos nunca más.

Naruto esperaba a Gaara en una de las salas de espera.

-Un largo día-dijo con cansancio en cuanto lo vio aparecer-ahí fuera hay un filete con tu nombre, y quizá una botella de vino.

-Por eso te hago caso-dijo el pelirrojo complacido.

-Tenemos que hablar-dijo Naruto, serio de pronto.

-Primero al vino, luego hablamos.

-¿Quieres emborracharme para abusar de mi?-rió.

-Creo que me gusta lo de las reglas-añadió sonriente mientras se ponía el abrigo.

-Y a mi-le imitó el otro.

De repente, un chico de cabello castaño, recogido en una coleta, se les acercó.

-Gaara, lo siento-fue lo único que dijo el rubio, en cuanto vio al recién llegado.

El problema con los secretos, es que incluso cuando crees tener todo controlado...

-Iruka.

No lo está.

-¿Qué haces aquí?-Naruto no parecía para nada contento de verlo.

-Lo sabrías si te hubieras molestado en contestar a mis llamadas-miró a Gaara, que estaba confuso y le extendió la mano a modo de saludo-soy Iruka Uzumaki.

-¿Uzumaki?

-Tu debes de ser el que se está follando a mi marido.

Continuará...

Notas finales:

Canción: Destiny's Child --> Perfect man.

http://www.youtube.com/watch?v=A60hLYotMNI


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