No me abandones
Los cirujanos no son conocidos por su afabilidad. Son arrogantes, impacientes y fríos.
Sakura había pasado la noche en casa de Sasuke y Kakashi. Mientras el peliblanco hacía el desayuno, en la mesa del comedor, los dos amigos repasaban el historial de la chica.
-Te daremos quimio e inmunoterapia-dijo el azabache-la tasa de supervivencia es baja, pero a veces se dan buenos resultados. Puede que podamos extirpártelo.
-Shhh- la chica mandó a callar al ver que Kakashi aparecía por la puerta vaivén.
-¿Qué hacéis?-preguntó al verles con papeleo desde primera hora.
-Ahm...nada, cosas del trabajo-dijo Sakura nerviosa, cerrando la carpeta que contenía sus documentos.
-¿Es algo interesante?-cuestionó besando la coronilla a su novio y sentándose para comer una tortita con sirope.
-No es nada-respondió Sasuke restándole importancia y robándole el pedazo de tortita que iba a llevarse a la boca.
-Sea lo que sea, te elegirán a ti culito. Sakura sigue enseñando a los internos-se levantó y volvió a la cocina.
-¿Seguro que no me dejas contárselo?-preguntó el azabache incómodo.
-Seguro.
-Pero es mi novio...¿y a Gaara?
-No. A nadie. Me lo prometiste Sasuke.
-De acuerdo. He recopilado información-sacó unos papeles de su bolsillo-deberías leerla antes de visitar al oncólogo.
-¿Cuándo es?
-Intentaré que sea hoy. Deberías pedir la baja.
-¿Por qué razón?
-Porque deberías leer esto y estás mala.
-Shhh.
Kakashi volvió con café- culito, ¿Gaara sigue sin saber nada de Naruto?
-Si.
Dicen que no tienen amigos porque no les aguantan. Los cirujanos son como un mal catarro. Desagradables, insistentes.
Por petición expresa de Tsunade, un reticente Neji es enviado a ver como está Naruto. El caso importante de la semana es un paciente de Kakashi, apodado 'agujero negro', porque le falta la nariz y parte del rostro por un accidente. Le harán un trasplante facial. Le ayudaran Tsunade, Kankurô y Sakura. Sasuke operará solo por primera vez, a una mujer con una hernia.
Cirujanos. Desagradables, agresivos, imparables. El tipo de gente que necesitas a tu lado cuando estás jodido.
Neji llegó al terreno donde Naruto tenía la caravana. Hacía un día espléndido. Perfecto para pasarlo en el campo. Encontró al rubio en una silla, bebiendo cerveza al aire libre.
-Un poco pronto para eso ¿no?-preguntó el azabache no muy cómodo, dado que no eran muy amigos que se diga.
-Pareces mi madre.
-La conocí. Me cayó bien.
-¿Quién te envía?¿Jiraiya?
Neji se sentó junto al otro- Tsunade. Siento lo de tu paciente, sé lo duro que es. Tuve un paciente hace unos años. Era joven, unos cincuenta. Una operación de rodilla. El postoperatorio fue bien, le dije a su mujer que podía llevarle comida, era solo un reemplazo de rodilla. Pero empezó a faltarle el aire. Le di anticoagulantes para un edema pulmonar. Y...cuando vomitó sangre oscura y me miró a los ojos diciéndome que se moría...fue cuando caí en mi equivocación. No era un edema. Tenía hemorragias internas. No debió morir, pero los anticoagulantes...jamás olvidaré la cara de su mujer. Vino con un sándwich en la mano preguntándome por qué él no estaba en la habitación...
-¿Cómo vives con eso?. Matarlo. Quitárselo a su mujer. ¿Cómo vives con eso?
-Se llama negligencia médica...
-Ya sé como se llama. Cuando te despiertas por la mañana, ¿cómo puedes mirarte al espejo?. Solo te lo pregunto.
Neji le miró unos instantes-¿puedo coger una cerveza?
-Si.
Gaara y Sasuke andaban juntos por un pasillo, pero el azabache estaba pendiente del teléfono móvil.
-Es que no sé nada. No sé si está bien. No sé si volverá...tal vez me ha dejado. No saber si estoy soltero me dan ganas de vomitar. No estás escuchándome ¿verdad?-preguntó el pelirrojo a su mejor amigo.
-Ahm...perdona.
-No tranquilo, lo entiendo. Tu tienes tu operación y a tu cirujano plástico. Una vida ideal, no hay tiempo para mi.
-No tengo una vida ideal-sonrió.
Tsunade manda a Shikamaru en busca de Naruto y Neji.
Sakura estaba comiendo sola. Sasuke se sentó a su lado.
-¿Viste mi busca?, hemos quedado dentro de quince minutos. Soy increíble. Normalmente tardan semanas. ¿Has visto los papeles que te di?
-Por favor, déjame comer.
-No, perdona, no hay tiempo.
Kiba, Sasori y Gaara se sentaron con ellos.
-¿Para qué?-preguntó interesado Kiba.
-Es que tengo un...un enema-dijo la pelirrosa.
-El enema de Sakura- secundó Sasuke.
-Si, iban a ponerme un enema, pero he decidido que esperen. ¿Y si hablamos de otra cosa?
-No, tenemos que hablarlo. Llevas días quejándote de tu...estreñimiento. Y te he conseguido hora-siguió el azabache.
-Si necesitas un enema no deberías comer patatas-dijo el castaño y le robó algunas del plato. Ganándose un golpe en la mano de parte de la chica.
-¿Le has conseguido hora para un enema?-cuestionó extrañado Gaara.
-No puedes contarme que estás estreñida y quedarte aquí. Si tomas la decisión de ponerte un enema, debes ponértelo- Sasuke seguía a lo suyo con la otra.
-Me parece que eres tu el estreñido-le dijo Kiba-¿tienes miedo de operar?, te ayudaré. Escucha, si no puedes, yo me haré cargo.
-Yo no me...yo no...solo digo que los enemas pueden ser algo serio.
-A ver, ¿a qué se refiere con enema?-cuestionó Sasori que llevaba un tiempo pensando que a su mejor amiga le pasaba algo desde que la vio hablando sola.
-Es mi enema- Sakura se levantó cansada-mi problema.
-¡Quince minutos!-gritó Sasuke a la chica mientras ella se alejaba.
-Hoy es un día muy raro-dijo Gaara.
Shikamaru ya había llegado a la caravana y estaba sentado con los demás contando sus tristes experiencias.
-Era residente. Llegó un trauma de tráfico. Los padres delante, tres niños detrás. Estaban bien. La madre y el padre...lesionados, pero nada grave. Estaban hablando y riendo en urgencias y resulta que los padres tenían lesiones internas gravísimas- el castaño sujetaba una cerveza-operé a los dos aquella noche. Durante horas. Los perdí a ambos. Si hubiera sido rápido y les hubiera hecho un escáner habría sabido su estado mucho antes, pero...no lo hice. Uno tenía nueve años. Cuando salí a contarles lo del padre...intentaba consolar a sus hermanos de tres y cinco por lo de su madre. No me quito esa imagen de la cabeza. Aquel crío de nueve años abrazando a los dos más pequeños...sus brazos no alcanzaban. No sé como pude volver. Parte de mi no lo hizo-miró a los otros-lo que intento decir es que volví. Que volví. Volví a trabajar ¿sabes?-se dirigió a Naruto.
-Muerto por dentro-dijo el rubio-muerto, porque si de verdad lo sentiste, si te invadió ese sentimiento, no puedes volver. No puedes.
Shikamaru alzó la cerveza, y todos a la vez dieron un trago a sus respectivas bebidas.
Sasuke pilló a Sakura en los vestuarios. Sola y con la mirada perdida.
-¿No has ido?
-Sasuke, por favor...
-He pedido favores a medio hospital y a parte de otros. Te conseguí cita con la mejor cirujana oncóloga del país. ¿Por qué no has ido?
-¿Por qué te importa?-ella seguía ensimismada.
-¿Y por qué a ti no?, me mato por ayudarte, lo mínimo que podrías hacer es...
-Le llaman agujero negro. No solo los internos, también Kiba y a saber quien más. ¿Cómo me llamarán a mi cuando sea paciente?¿la cerebro de gruyer?
-No, es demasiado largo. Algo más conciso.
-No seré un trozo de carne mientras todos os peleáis para poder abrirme y os reís mientras tanto.
-Vale, lo que te pasa es una respuesta emocional normal. Por eso deberías contárselo a Gaara o a Sasori...
-No pienso contarlo, así que olvídalo.
-¡No!, no cargaré con el peso. No morirás en mis brazos. Se lo dices tú o lo hago yo.
-¡Oye ni siquiera sé si quiero tratarme Sasuke!, sé demasiado. Sé lo violenta que es la operación. Me abrirán el cerebro, me abrirán el abdomen para sacar los órganos ¿y para qué?, las operaciones fallan continuamente. Naruto está en el puñetero bosque porque ¡la cirugía falla continuamente!¡y aunque lo hagan todo bien hay un 5% de probabilidades!, un 5%...¿por qué voy a someterme a un infierno?, a meter veneno en mis venas, a radiar mi cerebro si no va a servir de nada.
Sasuke se rió-¿por qué me lo has contado?, si no quieres mi ayuda y no vas a hacer nada en absoluto, ¿por qué me lo contaste?
-Cállate y olvida que te lo he contado-la chica se marchó.
Cuando ya la tarde caía, el que llegó a la caravana fue Jiraiya.
-¡¿Qué coño es esto?!¡¿qué hacéis?!-estaba furioso-¡hay un hospital que atender!¡Y Naruto!¡¿qué coño te pasa a ti?!-el rubio ni le miraba, como si pasara de el-¡a todos nos pasa!
-Se lo hemos dicho-dijo un cohibido Neji.
-¡Todos perdemos pacientes!
-Eso ya lo sabe-dijo Shikamaru.
-¡Y volvemos al día siguiente para intentar salvar vidas!
-También se lo hemos dicho-dijo de nuevo el Hyûga.
-Bien, escúchame. Nada detiene a la muerte. La mantienes a raya un tiempo, pero todos morimos. No depende de nosotros.
-Llevé a una embarazada a una simple operación y me la cargué-dijo Naruto cabizbajo-fue culpa mía. Debo sentirme muy mal-ahora si le miró-y tú deberías sentirte mal, porque mientras estaba aquí, enviaste a Gaara buscando un anillo, ¡¿por qué lo hiciste?!¡¿por qué hiciste por tu cuenta una cosa así?!
-Ahm...quería ayudar. No quería venir. Él quería dejarte solo. Quería ayudarte.
-Querías ayudarte a ti, no a mi. A ti, ¿sabes?. Tiré el anillo al bosque. ¡Al bosque!, me has destruido-se levantó y entró en la caravana.
Jiraiya le siguió. El interior era un completo desastre.
-Vete- Naruto se acercó a el, molesto.
-No.
-¡Vete!
-No.
-¡Jiraiya!
-¡No!
-¡Vete!-y dio un puñetazo a la puerta.
-He destruido vidas en el pasado. Varias y la tuya no es una de ellas. Mandé al hombre que te quiere a ayudarte. ¡Lo envié hasta aquí!, para que te devolviera a la vida. ¡Si tú la cagaste allá tu!¡no fue mi culpa!. Tienes miedo, bebes, no sabes salir de esto, ¡tiraste el anillo de Gaara!¡y ahora quieres que me vaya!¡no pienso marcharme!, porque soy mayor que tu. Y he estado en tu lugar. Y necesitarás al menos un amigo cuando decidas salir del agujero que estás cavando- Naruto se echó a llorar-espero que salgas pronto. Búscame cuando salgas.
-No lo recuperaré...-dijo en medio del llanto.
-¿Le has llamado?
-¿Qué voy a decirle?
-Empieza por pedir perdón.
Kakashi hace el trasplante de cara. Sasuke hace su operación en solitario, pero antes de empezar, cuenta lo de Sakura a Tsunade y a Kiba que estaban con el en quirófano.
Tras las intervenciones, Sasuke se sentó en un banco en la entrada del hospital. Banco en el que ya estaba sentada Sakura.
-A veces fracasamos, pero no siempre-empezó el chico.
-Lo sé.
-El agujero negro tiene cara y lo que la gente le llame a fin de cuentas...
-Sasuke lo sé.
-Se lo he dicho a Tsunade. Y a Kiba. Y ellos a Gaara y a Sasori.
-Sasuke...
-No podía trabajar. Acudiste a mi buscando ayuda y te la he dado. Porque a veces ganamos Sakura. Debes intentarlo. Y por si eso te sirve, quiero que luches.
-Gracias-dijo ella aliviada y al borde del llanto.
Gaara fue a la caravana. Naruto le esperaba sentado en una de las sillas de jardín. Ya estaba solo.
-Gracias por venir-dijo el rubio. Se le veía avergonzado.
-Gracias por llamar-dijo el de orbes turquesa. Sonrió levemente y se le acercó con una bolsa en la mano.
-Te quiero.
-Lo sé.
-¿Me querrías si no fuera cirujano?
-No-dijo y se sentó a su lado-no, porque Sakura tiene un cáncer de piel extendido al cerebro. Eres una de las veinte personas en el mundo que puede salvarla. Y no sé si podría respetar a alguien que rechaza un don semejante. Por favor, no lo dejes-cogió la bolsa-son sus escáneres. Pinta mal-se los dejó y volvió al coche.
La práctica de la medicina no suele ser compatible con la amistad. Quizá porque la vida y la muerte son parte de nuestro día a día. Quizá porque ver la muerte a diario nos obliga a saber que la vida, cada minuto, es un regalo. Cada persona que nos permitimos querer, no es más que otra futura pérdida.
Sakura se convierte oficialmente en paciente del hospital. Y sus amigos la cuidan.
Por esa razón, conozco a médicos que no se molestan en hacer amigos.
Rock Lee estaba sentado en una silla, en una sala de espera. Concentrado en hacer una gran bola de chicle. Cuando Neji se paró delante de el.
¡Plof!, la bola de chicle explotó y se le pegó por los alrededores de la boca. La recogió con la lengua y siguió masticando- Neji- mostró una amplia sonrisa-te busqué para almorzar juntos.
-Lo siento, sé que habíamos quedado, pero tuve que ir a buscar a Uzumaki al otro lado del mundo.
-No pasa nada amigo.
-¿Es tarde para cenar?
-Mmm, no creo. Conozco un sitio-ambos salieron del hospital y anduvieron varias manzanas. Hasta que llegaron a un parque-comeremos aquí.
-¿En un parque?-el Hyûga puso mala cara. Pero no pudo replicar más, puesto que el otro lo cogió de la mano y lo arrastró hasta un puesto ambulante de perritos calientes.
-Son los perritos calientes más deliciosos de Konoha, ya lo verás. Sé que no estás acostumbrado a comer en sitios así, pero dale una oportunidad.
Neji miraba el perrito embadurnado de salsa y especias como si fuera basura, pero bajo la atenta mirada del otro le dio un bocado. Su expresión cambió en cuanto lo saboreó-exquisito.
Comenzaron a pasear por los alrededores mientras se comían la cena.
-He oído lo de Sakura Haruno- dijo Rock Lee-es una lástima, pero seguro sale adelante. Parece buena chica.
-Si...está rodeada de sus amigos.
-Es bueno tener amigos ¿ves?-ya se había terminado el perrito y tiró unas servilletas en una papelera cercana.
-Por cierto...amigo...
-¿Si?
-La noche que tenías una cita en el Ichiraku...¿qué tal con ese chico?-se sentía estúpido preguntando eso, pero le podía la curiosidad.
-No hubo chispa-reconoció abiertamente-ya sabes. Me gusta conocer gente nueva, pero no era para mi.
-Vaya...
-¿Y tu?¿no quedas con chicas?
-Ahm...claro, continuamente, pero tampoco ha aparecido la adecuada-mintió.
-No saben lo que se pierden-dijo como si fuera lo más normal del mundo el de cabello corto, haciendo que el otro se sonrojara.
Pero el resto nos empeñamos en retrasar ese momento. En desterrar esas pérdidas lo más lejos posible.
Continuará...