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Slave por Dark Engel

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Notas del fanfic:

Hola :D a todos, otra vez yo... si, este os era antes era un jmusic. para que lo sepan pero esta es la edició revisada del otro... espero les guste :)

Notas del capitulo:

Esta historia es muy especial para mí, sobre todo porque tengo un ligero trauma con los ojos verdes, es una cosa que no se... cuando lo escribí estaba decepcionada de alguien y bueno, es algo que creo que te sale y solo puedes puedes escribirlo y así te lo sacas de adentro.

Espero les guste :D

 

“Slave"

 

 

|….>>>.<<<…..|

 

“El poder elegir…”

 

 

En la vida jamás imaginas lo que te va a tocar, técnicamente no eliges. No eliges a tus padres, ni a tus hermanos, ni a tu familia. Lo que eliges es a tus amigos, al menos eso. Nadie quisiera que otros manejasen tu vida sin que tu dieras tu opinión, eso a nadie le gusta, por dios ¿A quién le gustaría eso?

 

Imaginarías algún día ¿que los demás te vean como a un títere? Tuviste siquiera la mínima idea de: ¿que tus padres controlarían tu vida? ¿Merecía vivir? Estaba lleno de lujos y comodidades pero que con ello… tenía todo y nada  a la vez.

 

-Tim cariño, es hora de bajar –asentí. Suspire y me cambie de ropa por una más “formal” mi vida era increíble, tenía 16 años y ya quería morirme. Fatalista ¿verdad?

 

-Ya voy mamá –conteste.

 

Mi madre, hermosa mujer de eso no había duda. De apariencia perfecta, siempre a punto con la moda (y todas las otras cosas que nada tenían que ver conmigo) pero de madre no tenía ni la “m”,  no tenía instinto maternal. Era cariñosa de una forma tan superficial que me daba escalofríos.

 

Baje arrastrando los pies, me dirigió una mirada de furia. Desvíe la vista y pose mi mirada sobre la perfecta vista que nos ofrecía el crucero en el que estábamos, el lugar estaba lleno de personas hipócritas que siempre pensaban en cómo ganar más dinero y en cómo evitar que los demás se enterasen de sus chismes privados.

 

-Ey despierta –dijo con una sonrisa mi mejor amigo, por no decir el único sincero que tenía. Sebastián era… era muy raro. Era muy atractivo todo el que lo miraba se quedaba prendado de su rostro ¡cómo no! ni tenía los ojos azul-grises. Antes era pelinegro pero se había pintado el pelo de color rubio, yo también era pelinegro y ahora tenía el pelo rubio con mechas oscuras.

 

-Estoy aquí –susurre, frunció los labios.

 

-Tranquilo, ya verás que esto acaba rápido –dijo tratando de hacerme sentir mejor pero nunca lo lograba.

 

*

 

“Mentiras, falsedad como en un baile de máscaras al estilo antiguo cada cual llevaba su respectivo disfraz”

 

-Espero que tu hija haya disfrutado de sus vacaciones en ¿Dónde era? –Comento mi madre a su “mejor amiga” ella simplemente río como tonta –a Italia –bien por ella, Tim fue el año pasado en un viaje, ya te comente ¿Verdad? él viaja tan seguido ya ni lo veo en casa…

 

 

Hay veces cuando sientes un vacío y unas ganas de decir “basta” pero no puedes hacer nada, te sientes impotente ¡oh sí! Cuando quieres opinar o tan solo decir unas palabras no puedes ¿Te ignoran? ¿No te quieren oír? El vacío estaba allí, era horrible no sentir nada. Era como vivir en un mundo surreal, donde te mueves al compás de un extraño manejo de otros. ¿Acaso no dicen que el dinero es la felicidad? Que importaba ya, nada importaba. ¿Era demasiado fatalista acaso preferir tirarte a un puente que cenar con tus padres y un grupo de quien sabe quiénes?

 

Siempre me hacía las mismas preguntas ¿Dónde estoy? ¿Por qué estoy aquí? ¿Merece la pena mi vida?

 

No supe ni cuándo ni cómo. Algo en mí se rompió, mis padres estaban cómodos hablando sobre quien sabe que sin importarse que yo no había probado bocado en todo el día. Mire a mi alrededor y no vi nada que me motivara seguir en aquel lugar y quise huir de allí, irme lejos de todo y de todos.

 

Simplemente no podía seguir viviendo, habían tantas personas en aquel lugar sentía como si no estuviera allí. Me levante sin que nadie se diera cuenta y me dirigí a la parte más alta que tenía el barco. No sabía exactamente como le decían a aquella parte después de todo no me importaba. Oh sí, ¿la borda o la proa? Daba igual, lo que importaba ahora era que estaría en el fondo del mar en algunos minutos.

 

Estaba cansado de vivir en un mundo lleno de mentiras, fingiendo ser alguien que no era. Creyendo tener control de algo… cuando no tenía nada.

 

El viento me azoto el rostro y sentí frío tanto frío como el que sentía por dentro, suspire y me acerque a la baranda del barco. Me quite los zapatos con cuidado y los deje sobre el suelo, no supe como pero me las arregle para quedar mirando de frente el mar bastaba un paso para tirarme de la borda.

 

¿Lo haría? Cerré los ojos y me solté de una mano, me dio miedo mucho miedo. Pero con el miedo estaba esa extraña sensación de libertad, sonreí.

 

-Yo que tu no lo hacía –dijo una voz haciendo que me sobresalte. No había notado que alguien me miraba, tan solo distinguía unos destello verde. Sabía que emanaba de una luz o algo así, algo me decía que eran como dos esmeraldas –si caes, te lastimaras y sinceramente el impacto de la caída te dolerá mucho.

 

-No te interesa –masculle, escuche una risita - ¡¿Qué?!

 

-Nada –podía notar que sofocaba una risa. Me volqué y le mire desdeñosamente, algo paso al verlo realmente mi corazón empezó a acelerarse mucho. Era un chico, alto y pelinegro vestido de gala era jodidamente lindo. ¿Por qué un chico me parecía lindo?

 

Que yo sepa, al menos hasta ahora, no era gay ¿O lo era y no lo sabía?

 

Sus labios eran carnosos y rojos, era de complexión fuerte, parecía de esos chicos que nunca salía de los gimnasios. Sus ojos eran verdes con motas cafés me hipnotizaron hasta que no pude dejar de mirarlos… lo único que supo hacer fue reírse. Una risa fluida, no de burla.

 

-¿De qué te ríes? –se mordió el labio.

 

-Es que… no puedo creer que una persona como tú se quiera quitar la vida –respondió mirándome con intensidad, de pronto sentí como si mis piernas fueran de gelatina – ¿Cuáles son tus motivos? ¿Qué podría faltarte? Debes tener todo lo que quieres, al menos yo nunca te negaría nada.

 

-Te das cuenta que soy un chico ¿verdad? No soy una chica con la que puedes tontear –pregunte, el asintió. Se quiso acercar adonde yo estaba y lo hizo.

 

-Sí, tu rostro y tu cuerpo parecerían de chica pero algo me dice que eres un chico –rodé mis ojos y respire profundo.

 

-Te agradecería que te fueras de aquí porque si no… -hoy te tropezaste conmigo y ni siquiera me pediste disculpas –dijo como si nada.

 

-¿Perdón?

 

-Sí, ni siquiera me miraste solo te fuiste –estaba mirando al cielo –ahora qué tal si vienes aquí y no cometes un gran error ¿Eh?

 

-No tienes idea de quién soy, mejor vete –siguió allí -¡largo! –insistí pero él no se movió.

 

-Este barco no es tuyo así que puedo hacer lo que me dé la gana –dijo, mientras se quitaba los zapatos y los dejaba junto a los míos.

 

-¿Qué se supone que haces?

 

-Lo mismo que tú, veo el mar…

 

-No seas idiota, mejor sube donde estabas y te vas a tu cuarto –no pude seguir hablando. Algo se me  quedo en la garganta unas arcadas evitaron que siguiera hablando. El me observo preocupado, todo se empezaba a mover y tenía un sabor amargo en mi boca. Mi estómago dio un retorcijón y me dolía mi cabeza. Dios, no sentía el cuerpo ¿Qué me pasaba?

 

-Ven aquí –no –negué mientras el hacía que subiera hacia al barco ¿Es que nadie podía dejarme morir en paz? No necesito que lo ayudara me tomo de los brazos y me subió ¿Tan débil estaba? No hizo ningún esfuerzo para subirme y ni siquiera parecía hacer hecho un gran esfuerzo.

 

-¿Quién eres? –musite con la voz a punto de quebrarse.

 

-Hannes, mucho gusto –murmuro acercando su rostro al mío, estaba cerca muy cerca – ¿y tú quién eres?

 

-Tim –me dolía mi cabeza, tan solo sentí que mi cuerpo estaba pesado y fue cuando perdí el conocimiento.

 

*

 

El no haber comido nada en todo el día había provocado que mis intenciones de tirarme por la borda se hayan convertido en un desmayo por la falta de alimento. ¿A quién le pasaba algo así? Obvio solo a mí.

 

El chico que, vergonzosamente, me había “salvado” era hijo de uno de los nuevos socios de mi padre. Para todos lo que había pasado era que había salido a respirar aire puro y como no  había comido en todo el día me había desmayado. Nadie lo sabía, nadie se había enterado que lo en realidad quería era otra cosa.

 

Sebastián me había mirado con desaprobación sabiendo que eso no era verdad, me daba vergüenza salir de la habitación. Obviamente iba a verlo a él ¿Con que cara le iba a mirar?

 

A este paso no iba a lograr salir de mi camarote, ¿¿realmente a que tenía que salir?? A nada, excepto las estúpidas cenas a las que tenía que ir ¿Por qué a mí?

 

Me aliste esa noche para la cena, tan solo unos sencillos pantalones y una playera gris. Nada elegante me había dicho mi madre, como la odiaba. Sebastián no iba a estar allí por la simple razón que le dolía el cuerpo, a él no lo obligaban a estar en sitios que no le gustaban.

 

-Solito –susurro una voz, “esa voz” pensé. Voltee y ahí estaba vestido todo de negro con maquillaje rojo y negro –pensaba que ya era hora que salieras de tu encierro, hasta se me ocurrió que podrías charlar conmigo.

 

-Yo te quería – ¿agradecer? De nada –sonrió mientras se llevaba a su boca un trago de lo que sea que tenía esa copa.

 

-¿Por qué mentiste por mi…? –pregunte incapaz de retener las palabras en mi cabeza. Simplemente se encogió de hombros y se pasó la lengua por los labios.

 

-Lo hice y ya, creo que es suficiente para ti–respondió algo cortante –por cierto aun no me pides disculpa por tropezarte conmigo.

 

-Lo lamento –dije rápidamente. Él se acercó a mí mientras dejaba que la distancia entre nuestros rostros sea mínima  y que un sonrojo apareciese en mis mejillas.

 

-Qué crees que dirían esas viejas boconas si nos largáramos ahora mismo –me dio un beso en la mejilla y entrelazo nuestras manos, deje que me llevase de allí quería sentirme libre por un  momento.

 

Me reí por la forma en que les saco el dedo del medio a las viejas mientras salíamos del comedor. Llegamos a un sitio que no había visto del barco, con razones ya que el barco era enorme, estaba en lo más alto.

 

El barco tenía tres pisos era algo así como un gran edificio, su decoración era… impecable y exquisita. Parecía una mansión, por momentos lo olvidaba y creía estar en un hotel de lujo.

 

El viento daba fuerte pero no se sentía desagradable sino muy fresco.

 

-Aun no entiendo porque querías hacer lo de la otra noche –comento como si nada. Quería decirle algo pero no se me ocurría nada-  no quería que pienses que era un caprichoso descontento con lo que tenía –te entiendo, aunque no me lo creas… sé que se siente cuando sabes que hay un montón de personas esperando que tu hagas algo para que ellos se diviertan.

 

-Siempre he sentido que no vale la pena nada de lo que hago –el me miraba, no pude mantener su mirada y baje la mía –mis padres jamás han estado ahí, soy una inversión que tienen, pero a las inversiones las cuidas –reí sin emoción –a mí no, apenas me hablan y no sé.

 

-Solo porque nadie te lo diga no significa que sea así, como significa que a pesar de que nadie te diga lo hermoso que eres, no lo seas –levante la mirada, me encontré con sus ojos verdes casi frente a los míos. Me apoye en la baranda y humedecí mis labios, sus labios se posaron en los míos y sentí como si hubieran un montón de cosas en mi estómago. También sentía que esas cosas parecían querer salir de allí.

 

-Porque lo eres, vales la pena –dijo moviendo sus labios contra los míos ¿En verdad estaba hablando sobre mis labios? –Es solo que son tan idiotas que no intentan ver cómo eres –coloque mis brazos alrededor de su cuello intentando tener más contacto.

 

Abrí mi boca y él puso sus manos en mi cintura haciendo una leve presión. Me trataba como si fuera algo que se podía romper y eso hacía que me derritiera por dentro. Mis dedos se enredaron en su cabello, quería sentir su cuerpo en el mío, pero ya.

 

Se separó mirándome de una forma tan fuerte que me sonroje y me mordí el labio. Rozo una vez más nuestros labios.

 

-¿Lo ves? Tienes mucho que dar –susurro acariciando mi rostro mientras yo suspiraba pesadamente –desde el día que te vi en el comedor, sentí algo que no creí sentir nunca –murmuro y me sonrió –al principio creí que eras una chica –me reí –pero luego te vi realmente y me di cuenta que sufrías, en ese momento quise dejar todo y abrazarte sin dejarte ir.

 

Lo bese, prácticamente salte por sus labios. Me devolvió el beso mientras tomaba mi rostro en sus manos.

 

-Esto es muy rápido –sonrió y enterró su rostro en mi cuello –cuando te vi venir a mi aquella noche, mi corazón se aceleró y dios… no sé.

 

-¿Hannes? –el miro– ¿eres gay o bisexual?

 

-Otro día te digo –sus labios estaban en mi cuello dejando besos cortos y haciendo que el calor de mi cuerpo se elevara hasta niveles insospechados – ¿y tú?

 

-Nunca me había detenido a pensar en eso pero hasta ahora ningún chico me había gustado –me sonroje por el hecho de decir eso.

 

-Bien por mí ¿a qué si? –Dijo jugando con mi cabello –creo que soy el primero que podría gustarte.

 

-No lo sé –respondí sonriendo, un golpe seco nos distrajo. Miramos y nos sorprendimos, los dos.

 

Al parecer algo se había caído de alguna parte, no nos molestamos en ver.

 

Pasamos la noche observando como las olas se rompían en el mar, se sentía tan bien estar con él. Hasta que se hizo muy tarde, trate de entender lo que había pasado. Primero me había besado lo asimilaba, luego había hecho que mi cuerpo se acalorara mucho. Pero no me había dicho si era gay o hetero, me gustaba su compañía ¡Rayos me gustaba el!  

 

-¿Pasa algo? Has estado callado –comento mientras me acompañaba a mi camarote.

 

-No es nada, estoy cansado –respondí, antes de que entre el me acaricio el rostro.  No tenía idea de cómo lo hacía pero me tranquilizaba el tenerlo cerca.

 

-Es porque te bese –pregunto como si nada –espero que no te haya molestado.

 

-No… es que –mi voz sonaba cada vez más débil.

 

-Entonces no entiendo –ya estaba en la puerta, tan solo tenía que entrar y ya. Me quería librar de ese sonrojo que cubría mis mejillas.

 

Sus labios estaban tan pero tan cerca. Era algo que iba a pasar ninguno iba a hacer nada para evitarlo. Me tomo de la cintura mientras abría la puerta y tomaba mis labios otra vez, gemí ya que su mano estaba bajando más abajo.

 

Eso realmente me ponía nervioso, muy nervioso pero también muy excitado. Cuando había estado con chicas, me gustaba pero no pensé llegar a este tipo de situación. Sus labios bajaban y subían de mis labios a mi cuello. Luego de mi mentón a mis mejillas, susurro un par de cosas que no le entendí.

 

Mis dedos estaban enredados en su cabello, sentí que se alejaba de mí.

 

-¿Qué pasa? –pregunte confundido, él estaba algo serio.

 

-Lo lamento, no debí –empezó a decir como si él me hubiera obligado a algo que no quería hacer.

 

-¿De qué hablas? –lo tome del rostro para besarlo de nuevo pero él se apartó –no debemos, apresure las cosas, lo siento –dijo como si eso me interesara, lo único que quería era besarlo, tocarlo pero que no se alejara de mí.

 

-¿Tienes idea de lo que estamos por hacer? –“Que más da” pensé, pero el no.

 

-Claro –en ese momento me di cuenta, tener sexo. Y yo por “esa parte” aún era virgen, mi cuerpo quería algo y mi mente otra cosa ¿Por qué no se ponían de acuerdo?

 

-Lo ves, no tienes idea –contesto algo triste –estoy apresurando las cosas y no debí, apenas y nos conocemos.

 

 -Es nuevo para mí, lo siento.

 

Y lamentablemente esas fueron las ultima palabras que le dije aquella noche, me pase días pensando si estaba bien lo que había hecho. ¿Podía rechazar al único que parecía ser mi salvación?

 

Quizás.

 

*

 

 

 

 

Al día siguiente, me bañe, me vestí y salí a tomar el desayuno. No lo vi por ningún lado, Dios solo esperaba que estuviera por allí y poder hablar con él. Pero no pude.

                

Pasaron los días y no lo volví a ver, no me lo explique, se suponía que estábamos en un barco, ósea no podíamos salir, eso era obvio. No podría decir que lo busque porque era mentira, no lo intente con los ánimos suficientes, ni siquiera cuando llegamos a nuestro destino: Berlín.

 

Parecía haberse evaporado, mis padres no me dieron tiempo de buscarlo. Apenas desembarcamos nos fuimos rápidamente de allí, todo seguía igual en mi vida excepto que ya no dejaba que mis padres manejaran mi vida.

 

Tuvimos una discusión fuerte que sirvió para que se dieran cuenta que no era un títere para que manejasen mi vida. Me sorprendí que lo hayan entendido, tome la decisión de viajar para ayudar a mi padre con unos negocios y conocer cómo eran esas famosas reuniones.

 

En mi mente aún estaba el recuerdo de Hannes, sus labios y su rostro se me aparecían constantemente en sueños. En un viaje a New York conocí a Iris, una chica muy dulce y atenta. También muy linda, con los ojos verdes… muy parecidos a los de Hannes.

 

Empezamos a salir y duramos casi un año…. Me gustaba y mucho, las personas tienen defectos pero los de ella apenas se notaban. Su carácter es fuerte, la admiro porque no deja que le impongan nada…

 

…Iris se dio cuenta de que por mucho que quisiéramos… no iba a funcionar.

 

*

 

Cada día me miraba al espejo, intentando reconocerme. Nunca lo lograba, espero un día encontrar en esos ojos verdes esmeraldas y en ese rostro pálido.  

 

Odiaba ese verde de mis ojos, no era como el de él. Obviamente, jamás sería posible. Al voltear y ver a una persona veía su color de ojos, siempre.

 

 

…..>.<……

 

 

Es de noche, acompaño a mi padre en un viaje de negocios… las luces hacen que mis ojos piquen. Camino en silencio, un grupo de personas pasa por mi lado; sonríen y charlan entre sí. A lo lejos distingo a un chico rubio bastante musculoso vestido totalmente de negro. Muchas personas se tiñen el cabello, es algo muy común ¿lo sabían?

 

Tiene los ojos verdes y con motas cafés. Su sonrisa es hermosa. Al verlo supe que encontré lo que tanto tiempo atrás creí perdido.

 

Cuando aquellos ojos verdes se acercaron más, sonreí y deje que sus brazos rodearan mi cintura y sus labios se posaran sobre los míos…

 

 

>>Solo alguien puede dirigir tu vida, tu<<

 

 

….FIN

Notas finales:

Pronto mis nuevos fic's que tengo varios ya para bajar ^^

Si les gusto dejen review, sino les gusto dejen review para saber porque y mejorar si eso creen :) y si quierendecir cualquier cosa también dejen review :D

Agrenme: https://www.facebook.com/profile.php?id=820887751#!/profile.php?id=1188566460

EN el twitter (mi nuevo ocio, creo) :  https://twitter.com/#!/July_Bizarrita

Nos leemos pronto :D y feliz dia del trabajo ^^


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