Amber POV
Era un día cálido, el sol estaba en su máximo esplendor pero no quemaba como en otras ocasiones, simplemente se sentía bien. Dos chicas estaban sentadas en una playa, una al lado de la otra, al parecer simplemente disfrutando de su presencia y cercanía. Estaban juntas y tomadas de la mano…disfrutando el momento.
Una de ellas llevaba el cabello largo y de color castaño, tenía un sombrero de playa y no se le podían ver los ojos, solo se podría ver su gran y linda sonrisa.
-Oye, te extraño mucho cuando no estás…– Dijo tímidamente la chica del sombrero.
-Entonces…esta bien que estemos juntas para siempre, ¿Verdad? – Respondió la otra chica, una que se parecía mucho a mi.
La chica del sombrero volteó a ver a la chica en busca de una respuesta mas clara, algo sorprendida.
-Cásate conmigo, y se mi esposa – Aclaró la otra chica que se parecía a mi.
-¡Amber mas te vale que me abras la puerta ahora mismo o vas a ver como te va!
Abrís ojos, así que al final todo había sido un sueño, había sido extraño. Llevaba unos días así, soñando con la misteriosa chica de pelo castaño y con la que tenía un extraño parecido a mi. Al diablo todo, quiero dormir, me giré en la cama con la intención de dormir un poco.
-¡Amber!
Fruncí el seño y de mala gana me levante, ya nadie en esta vida tiene paz ni cuando esta durmiendo…haha.
¿Yo?, yo soy Amber Everdeen. Tengo 18 años y el pelo semi-largo de color rubio, mis ojos son de color celeste claro y tengo la piel pálida, gracias a mi “trabajo” tengo que mantenerme en buena condición, cierto…soy cantante a mi corta edad, todo gracias a que mi madre me metió a comerciales cuando era niña, ella encontró mi voz linda y…aquí estoy. Aun me sorprende, he estado recibiendo buena fama desde los 16 años, generalmente me especifico en el género del pop.
No me quejo, me gusta mucho cantar, soy joven, tengo un grandioso apartamento con el lujo que querría una chica de mi edad, cuando pienso en eso la sonrisa de mi rostro es inevitable.
Como cantante, no me gusta que mi música sea demasiado comercial, yo hago mis letras, curiosamente hay un tema que nunca he tocado en mis canciones: El amor…un tema que siempre esta presente en el mundo de la música.
¿Qué es el amor?, muchos te darían su propia respuesta de acuerdo a como se sienten, otros de acuerdo a lo que han escuchado, pero no hay mejor forma de interpretarlo que sentirlo…hay veces en que me cuestiono si en realidad existe. Nunca me he enamorado, nunca he podido sentirlo, ¿Por qué hacer una canción de amor si no se como se siente?
Mi madre solo me vio cara de billetera desde que ingrese al mundo del espectáculo…y no tengo padre, no tengo ni amor fraternal hacia mis padres. Nunca he podido enamorarme de alguien…e intentado tener pareja aun sin sentir el llamado amor, así que se podría decir que estoy jugando con los sentimientos de los demás.
Ese es el pésimo hábito que tengo, tener muchas novias y siempre dejarlas cuando me aburren, aunque tal vez, simplemente quiero ver si puedo enamorarme de alguna de ellas, puede que sea una mujeriega. ¿Novias?, ah si, tengo preferencias por las mujeres, siempre me parecieron mas atractivas.
Camine por mi lujoso apartamento y abrí la puerta, ahí estaba una señora de no mas de 26 años, Emma Morrison, mi manager. Era de pelo lacio y largo de color negro, y ojos grises, era linda. Se veía enojada.
-¿Se puede saber que rayos estabas haciendo? – Replico molesta y entrando a mi departamento.
-Estaba pensando sobre mi vida, ¿No puedo? – Le recrimine.
Un escalofrió me recorrió por alguna razón.
-No cuando tienes una agenda tan apretada, ayer por suerte adelantaste con la grabación de tu nuevo disco y firma de autógrafos, hoy solo tienes que ir a una fiesta por la noche – Dijo Emma dudosa mientras veía su agenda - ¿Hoy irás a una cita con la señorita Charlotte entonces? – Dijo con cara aburrida.
-No…terminé con Charlotte ayer, ahora tengo nueva novia.
Charlotte es una cantante también, aunque nueva, tiene una fama sorprendente, es linda y me pidió que saliéramos, solo habían pasado unas dos semanas y me aburrió, un día el karma va a caer sobre mi…vaya. No pasaron ni una hora desde que termine con Charlotte y empecé una nueva relación con otra chica llamada Helen, aunque ella es actriz.
Yo simplemente quiero enamorarme…puede que esta no sea la manera, pero es lo que quiero.
-Sabes, no deberías cambiar de novia tan seguido, te puede causar una mala reputación, dura con esta lo mas que puedas, ¿Bien? – Dijo mas como una amenaza.
Fruncí el seño.
-Esta bien, lo intentaré.
-Así esta mejor, además intenta escribir una canción con romance como eje, se que no te gusta pero tus ventas de discos incrementarían considerablemente – Dijo Emma mientras se sentaba en el sillón.
Emma era una desgraciada manipuladora, pero era amigable, le tenía cariño y solo eso, ella me conocía bien.
-Lo intentaré… - Aunque diga eso, la verdad es que no lo voy a hacer. No haré una canción romántica hasta que interprete bien ese sentimiento.
Emma solo me miró con reproche.
-¿Cómo vas con tu salud?, ¿Todo bien?, ¿Has podido recordar algo? – Preguntó Emma.
Siento como si me estuvieran haciendo un interrogatorio, me senté en el sillón de mi sala, frente a Emma. Otra vez hablando sobre mi salud…estoy bien, no he tenido complicaciones grandes con ella.
-Estoy bien, aunque no he podido recordar nada…
Soy joven, por lo tanto tengo derecho a vacaciones, conseguí vacaciones de mi estresante trabajo durante un año. A mis 17 años pedí unas vacaciones para viajar y alejarme de mi realidad…esas vacaciones terminaron hace un mes, pero al parecer tuve un desgraciado accidente en el avión donde solo yo quede ilesa…aquí hay algo raro, pero decidí no decir nada. Perdí todos mis recuerdos sobre que paso en ese año, pero total, es solo un año, ¿Qué de interesante pudo pasar?
-¡No me mientas!, aunque hayas salido ilesa perdiste parte de tu memoria, eso no es gracioso – Dijo Emma levándose y caminando hacia la puerta – Me voy mocosa, vendré a recogerte para la fiesta en la noche, espero que no huyas – Respondió con voz infantil mientras salía por la puerta de entrada.
Simplemente me dejé caer en el sillón, escuchando solo el silencio de mi apartamento. No se escuchaba nada, todo era tan…solitario, tanto que eso estremecía mi corazón, me sentía algo triste, pero que se le va a hacer.
Me gustaría desde el fondo de mi corazón enamorarme de alguien…tal vez eso es mucho pedir para alguien como yo.
Estoy sola, solo tengo mis canciones. Sin la música no se que sería de mi.
Me quedé un rato recostada en el sillón hasta que me digne a ver mi reloj, eran las 11 de la mañana, habían pasado unos 5 minutos desde que Emma se fue, ¡Que aburrido!, el tiempo pasa tan despacio, y no tenía ganas de desayunar o de hacer algo. Estaba a punto de dormirme pero un ruido me despertó, era el timbre de mi puerta, ¿Ahora quien diablos era?, si era Emma otra vez juro que la mató.
Me levanté de mala gana y abrí la puerta sin ver, estaba segura que era ella.
-¡Amber! – Dijo una chica misteriosa mientras se me aventaba encima y me abrazada, ella desprendía una calidez tan…extraña – Te extrañe mucho cariño, tengo mucho que contarte – Dijo mientras tomaba mis manos, me sonreía y pasaba adentro de mi apartamento.
¿Quién era esta chica?
Ella tenía el pelo largo y lacio de color castaño…como el de la chica del sueño, también tenía ese sombrero de playa, como si me leyera el pensamiento se lo quitó y me dejó ver sus ojos, eran de color miel. Me sonroje, ¿Por qué demonios lo hice?, ella tenía un aspecto tan familiar…me asustaba.
-Escuche que tuviste un accidente cuando venías de regreso de tus vacaciones, así que ahora que tengo las mías de la universidad vine a verte – Dijo ella mientras me llevaba corriendo hacia el sillón para sentarnos.
La solté de repente, temblando un poco.
-Oye…te sugiero que te calmes y te vayas o llamaré a seguridad – Dije con voz temblorosa mientras guardaba una distancia con la chica, aunque fuera linda, tenía miedo por lo familiar que se veía, además, ¿Qué harías si una chica desconocida viene y entra a tu casa como si te conociera de toda la vida?
-¿Qué rayos estas diciendo amor?, ¿Así actúas después de un mes sin vernos? – Dijo la chica misteriosa riendo un poco – Mejor dame un beso, te extrañe mucho sabes – Dijo mientras miraba al suelo tímidamente.
-Mira, me estas asustando, no se quien eres…así que vete o enserio llamaré a seguridad…enserio no estoy bromeando.
¿Por qué era tan cariñosa conmigo?, ¿Era solo una fan del montón?, podría serlo pero se veía diferente…había algo raro en ella. De pronto ella se acerco a mi lentamente y me golpeó en la mejilla, me sobresalte, nadie, y repito, nadie en mi vida lo había hecho, ahora si, voy a llamar a seguridad, me enoje pero…vi que estaba llorando y me olvidé de mi enojo, podía sentir su dolor.
-¡Eres una idiota!, ¡Ha pasado un mes desde que no nos vemos y actúas de esa manera! – Respondió mientras se caía al suelo y sollozaba, yo me quedé en blanco, no estaba tan acostumbrada a la gente demasiado expresiva…aunque pareciera solo una fan enloquecida, desprendía una aura tan cálida. Parecía buena persona.
Espera…¿Dijo un mes?
-Escucha, al parecer sabes que tuve un accidente, perdí la memoria sobre lo que pasó en el año en que estuve de vacaciones, así que perdóname si me conociste en ese entonces pero no te conozco… - ¿Por qué estaba dando excusas?, ¡Yo era la única extrañada aquí!, me aleje un poco mas de ella.
Ella dejó de llorar en el acto y me volteó a ver con una mirada curiosa, se veía algo linda.
-¿Enserio?, ¿No me estas mintiendo?
-Es la verdad, así que si comprendes…debes saber que te ves como una fan desquiciada, lo lamento pero, ¿Podrías irte?, cierto, ¿Quién diablos eres? – Tenía esa duda.
La chica se paró secándose las lágrimas pero sonrió, ¿Por qué?, sacó de su bolsillo su cartera y busco algo – Ya veo…no puedo creer que no me reconozcas, pero esta bien… - Su voz sonaba algo triste, me enseño una fotografía y lo que vi me sorprendió…en la fotografía estaba esa chica y yo, ella tenía un vestido blanco como en las bodas, incluso tenía un ramo de flores, yo tenía un traje negro y un cartel en mis manos que decía “Nuestra pequeña boda privada”, era yo, y mi letra, trague saliva y solté la fotografía, quedándome paralizada por un momento.
-Yo soy Emily Monroe…y soy tu esposa – Dijo con una sonrisa sincera y algo avergonzada.
¿¡Eh?!, ¿¡Tengo una esposa?!