Sus castañas orbes le miraban detenidamente. Se veía trastornado, perturbado por lo que acababa de pasar. Tomo en sus manos el cuerpo ajeno, porte tembloroso y tez pálida eran las características que poseía el cuerpo en sus manos. Soltó un grito ahogado, amargas lagrimas luchaban por recorrer su rostro y mientras que la sangre en sus manos goteaba sus prendas. Sus piernas flaquearon y lo hicieron caer de rodillas aun sin dejar de cargar aquel cuerpo sin alma, persona cuyo amor cambio su forma de vivir. Roso sus labios con los propios, aquellos que antes eran rosados y tanto le fascinaban ahora pálidos y fríos.
-Y que te sirva de advertencia –Dijo la mujer portadora del arma asesina.
-¿Por qué? –Sus pupilas se encontraban dilatadas por el pánico.
-Te lo dije, ¿No? –Pregunto cínicamente.
-¿Por qué él? –La ignoraba, hablaba para sí mismo -¡¿Por qué él y yo no?!
La sangre del castaño aun continuaba saliendo de la herida, el pelinegro se encontraba manchado de sangre ajena, porque aquella mujer era rencorosa, era la personificación del diablo en estos momentos para él. Una víbora, la villana de un cuento de hadas, pero esta obtuvo lo que quería. Aun con sus piernas flaqueando, se levanto y se fue del lugar, baño el cuerpo muerto, lo vistió de blanco y reposo en su cama mientras él se sentaba en una silla a la orilla de la cama.
-Jinki… Jinki… -Le hablaba esperando realmente una respuesta -¿Es una broma, verdad? Tiene que serlo, tú me prometiste que no me dejarías… amor…
Recostó su cuerpo sobre el colchón y empezó a llorar. Como desde hace mucho no lo hacía, cuando perdió a su madre, precisamente el día que lo conoció y lo recordaba perfectamente.
-Tu prometiste que regresarías mi felicidad y que nada nos separaría, que podrías remplazar su lugar opacando el vacio que sentía… Jinki… ¡Jinki!... ¡JINKI!
Tenían solo 17 y 16 años cuando ocurrió eso, han pasado seis años y todavía no lograba recuperar del todo su sonrisa, porque él aun le hacía falta, porque esos seis años eran los peores de su vida; lo que prometió no lo cumplió, “Él tampoco…” es lo que siempre repetía Jonghyun cada vez que inhalaba aquellos materiales tan dañinos, cada vez que marcaba su cuerpo tratando de intercambiar el dolor emocional con el físico, cada vez que se hería a sí mismo “Después de todo, la culpa es mía…” sus amigos se cansaron de intentar hacerlo cambiar de parecer y se negaba a ir a un psiquiátrico. Sus ojos vacios, cuerpo con vida pero sin alma… era la composición de aquella persona que alguna vez sonreía y vivía la vida como si no hubiera mañana.
-¿Quién eres? –Pregunto con un tono de voz frio.
-Taemin, a sus servicios –Dijo el pequeño haciendo una reverencia de gran magnitud y con algo de torpeza, provocando algo de ternura en Jonghyun.
Paso el tiempo, aquel chiquillo era algo torpe, de hecho bastante; Jonghyun proyectaba en él a Jinki, en su torpeza, su amabilidad y hasta en la forma en que se conocieron… básicamente Taemin no sabia hacer nada y Jonghyun terminaba haciendo las cosas el mismo mientras trataba de enseñarle.
-Me recuerdas bastante a alguien… -Susurro suavemente.
-¿Usted conoció a Lee Jinki? –Pregunto con simpleza.
-Si… yo… yo era su amante…
-Muchos me han dicho que me parezco bastante a él… -Le dio una sonrisa nerviosa.
-¿De dónde le conoces?
-Él era mi hermano –Dijo con una sonrisa triste.
-¿Y cómo superaste su muerte?
-El sigue vivo, al menos en mi corazón…
Poco a poco, Jonghyun fue repitiendo lo mismo que había sucedido… se había creado un aparente ciclo vicioso, en otras palabras, se enamoro de el hermano de su ex novio.
-Jonghyun… tu realmente me gustas –Le confeso de la nada mientras el mencionado tomaba te, haciéndole escupir el liquido caliente y casi ahogándolo -¿Yo a ti no? –Pregunto con un claro matiz de tristeza en su voz.
-Si… pero… no quiero que ocurra lo mismo…
“Si tu llegases a salir con alguien además de mi, esa persona morirá a mis manos, ¿Entiendes Jonggie?”
Taemin poso sus labios sobre los de Jonghyun, tocándose más sin ser un beso. Jonghyun lo beso, Taemin saco de sus pantalones una pistola y aun besándolo le disparo en la cabeza.
-Eso es por quitarme a mi hermano, idiota… no solo me lo tenias que arrebatas, ¿También lo tenían que matar por tu culpa? –Después de eso, se quito la vida a sí mismo.