-NOO! ¡Miyagi!- gritaba el castaño llorando, mientras abrazaba fuertemente a su mayor-
-¡Suéltame! ¡Estoy arto de ti!-le respondió enojado el azabache mientras lo empujaba-
El mayor de cabello azabache empacaba sus ropas y pertenencias, mientras discutía con un castaño 17 años menor que él.
-¡NO! ¡NO TE VALLAS!-le dijo mientras sacaba una de las ropas en la maleta-
- ¡Ya no me importas más! ESTAS COMPLETAMENTE LOCO-le arrebató la prenda-
-¡Se que me he portado mal! ¡Pero perdón!-el castaño seguía desordenando la maleta-
-¡Siempre me insultas y me gritas!- empujó al menor cerrando su maleta y saliendo de la habitación-
Se levantó corriendo y fue tras el mayor mientras lloraba.
-¡Sabes que puedo ser malo cuando quiero serlo! ¡Soy capaz de hacer cualquier cosa! ¡Solo por ti!
El mayor solo seguía caminado rápidamente sin mirar atrás, aproximándose a las escaleras.
-¡Hasta cortarte en pedazos!- le dijo el castaño tomando el brazo del mayor jalándolo haciendo que éste lo mirará.
-¿Qué?- le respondió el azabache-.
-Pero… mi corazón está… -miro fijamente al mayor- roto…
-¿Eh?..
El azabache lo ignoró y volteó para seguir con su camino, pero tropezó; comenzó a rodar por las escaleras, golpeándose fuertemente la cabeza y extremidades, el menor solo lo miraba extrañado.
Al finalizar la larga caída, el azabache no se pudo levantar, le dolía todo… lo último que recordó fue a Shinobu bajando las escaleras y diciéndole:
-Yo siempre digo que no te necesito, pero tú sabes que no es verdad, así que…- se acercó al mayor-…por favor, no me dejes.
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El azabache despertó adolorido, para su sorpresa estaba en una cama, el castaño estaba sobre él, vestido con un atuendo estilo lolita y maquillado raramente aunque aún estaba llorando.
-¿Cuándo me volví tan odioso?-le dijo el castaño mientras le cosía el antebrazo a la cama- ¿Qué es lo que tienes que me hace actuar así?
El azabache lo miró horrorizado… ¿Cómo es posible que Shinobu actuará así? No había duda alguna, había enloquecido.
-Nunca había sido así de sucio-le dio un pequeño golpe al mayor en el pecho mientras se levantaba de la cama y tomaba un palo de golf a un lado de esta-.
El azabache miró un teléfono al lado suyo, trató de alcanzarlo… pero estaba muy débil como para hacerlo aparte de que estaba cosido a la cama.
-Podemos decir que todo esto es solo un juego…. Gana el que golpee más fuerte… no es así Miyagi-san-sonrió-. Miyagi seguía tratando de alcanzar el teléfono, pero el castaño al ver que este no le ponía atención le volteó lentamente la cara con el palo de golf haciendo que lo mirará. -Pero cariño… no estoy jugando…- acarició la pierna del mayor con el palo de golf-… lo digo enserio… -levantó el juguete preparándose para golpear-. -¡No, no, no, espera Shinobu!
-Lo prometo…
Le dijo sonriente mientras le comenzaba al golpear la pierna con el palo de golf, una y otra vez, hasta hacerla sangrar y finalmente rompérsela, siguió golpeando el cuerpo de su mayor hasta que este perdió el conocimiento.
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Cuando el azabache volvió a despertar aun permanecía sobre la cama, vendado de la cabeza y la pierna, el teléfono ya no estaba; se escuchaban golpes en la planta baja… con los dientes comenzó a quitar las costuras de su brazo haciendo sangrar a este nuevamente.
Se levantó como pudo y comenzó a bajar las escaleras con mucho dolor, recargándose contra la pared dando pequeños saltos con solo una pierna, sosteniendo su brazo sangrante.
Al terminar de bajar tomó un pequeño respiro y se aproximó a la puerta… pero comenzó a escuchar la voz de Shinobu.
-¿Qué siempre va a ser lo mismo?- le pregunto extrañado mientras sostenía un tazón con repollo mal picado- Por favor, no me dejes.
Miyagi abrió la puerta, sonriente pensó que lo había logrado… pero… el pequeño perro chihuahua de Shinobu salto sobre él y comenzó a morderlo y rasguñó en la cara; Shinobu solo miraba la escena un tanto extrañado, suspiró y se aproximó al de nuevo inconsciente azabache.
Cuando el mayor abrió de nuevo los ojos estaba sentado en una silla de ruedas, el castaño le estaba pintando la cara, esta le dolía mucho, el menor tenía de nueva manera el vestido lolita y el rostro pintado.
-Oh… es verdad olvidé decirte en voz alta… lo hermoso que eres en realidad para mí. No puedo estar sin ti, eres…- el menor se alejo de la cara del mayor, sonriente le dijo- mi perfecta bolsa de caprichos y puñetazos- le golpeó el pecho-… y te necesito.
El castaño sin dejar de sonreí, se acercó dando saltos de felicidad hacía las agarraderas de la silla de ruedas puestas en la parte de atrás, comenzó a darle vueltas alegremente… hasta que se detuvo, le dijo sonrrente muy cerca del oído…
-Lo siento…
Empujó la silla por las escaleras y ésta rodo, lastimando más al azabache, el menor se acerco a él y se le aventó, comenzándole a besar las mejillas y repitiéndole:
-Por favor, por favor, no me dejes….
Le besaba el cuello y acariciaba su entrepierna, el mayor no le decía nada, no se podía defender le dolía todo el cuerpo, por primera vez había sentido asco de su lindo Shinobu.
El castaño comenzó a desabrochar el pantalón del mayor… lentamente bajo sus labios hacía el miembro de éste, comenzándolo a lamer, el azabache jamás lo miró…
Shinobu comenzó a masturbarse, metiendo uno de sus dedos en su abertura, mientras seguía jugando con el miembro del mayor; separó los labios de este, alzándose un poco el vestido de lolita, se puso encima del azabache, introduciendo el miembro de este en él.
Soltó un pequeño grito de dolor y placer, comenzando a moverse apoyando sus manos el pecho del mayor, Miyagi comenzó a llorar, lejos de disfrutarlo sentía asco, trató de liberarse del menor, pero el dolor que sentía era más… hasta que sintió como algo se derramaba en su pecho, el menor se había corrido.
Calló a un lado cansado, besando la mejilla del mayor y repitiéndole nuevamente:
-Por favor, cariño, no me dejes.
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El castaño abrió los ojos, sonriente, hacía tiempo que no lo hacía… pero se extraño al no ver al azabache a su lado. Se levantó desesperadamente y comenzó a buscarlo, se dirigió a una bodega, tomó un machete y se dijo a si mismo:
-Veo que no entiendes… pues… supongo que si dejas de moverte estarás conmigo por siempre…
Caminó por toda la casa, no pudo haber salido ya que el perro estaba afuera, no pudo haber llamado porque había cortado los cables del teléfono, tal vez… estaba en la planta alta… subió las escaleras hasta que vio al mayor tratando de huir torpemente.
Sonrió y se dirigió hacia él corriendo, con el machete en manos, pero una puerta se atravesó en el camino.
Comenzó a golpearla desesperadamente con su “juguetito” mientras gritaba:
-POR FAVOR NO ME DEJES, NO ME DEJES, NO ME DEJES, NO ME DEJES…
Cuando hubo un hoyo más grande en la puerta, asomó la cabeza con esa sarcástica sonrisa y mirada juguetona; pero el mayor le roció algo en la cara provocándole ardor en sus ojos, comenzó a gritar mientras se agarraba la cara, retrocedió por el dolor causado caminando torpemente por todo el piso alto… hasta que… tropezó…
Calló desde del piso más alto hasta el primero… dándose un golpe mortal en la cabeza…
Lo último que recordó fue a su lindo Miyagi caminar hacía el…
-P-por favor... n-no me dejes cari-…
Murió antes de terminar la oración. Miyagi solo observó… se dio cuenta de lo que EL había hecho, trató de caminar hacía Shinobu… pero antes de llegar se desplomó en el piso…