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Sol de Invierno por Carito_d

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Notas del capitulo:

Holi! hace dos dias pase por aqui y nunca pense ke volveria tan pronto, muchisimas gracias a todas esas personas ke hicieron posible ke tuviera mis 50 reviews ;O; las amo, las amo tanto ♥ Como yo doy una mujer d epalabra aqui tiene su capitulo y lo unico ke pedire ahora son:

69 REVIEWS Y SUBO EL SIGUIENTE CAP.

Capítulo 23

Había ido a clases por obligación. Key se había dado el tiempo en la última semana, de aparecerse por su casa, lo suficientemente temprano para llevarlo al colegio.

Incluso le llevaba comida preparada para que llevase.

Lo obligaba a bañarse, a hacer sus tareas, a ordenarse el cabello y le limpiaba su uniforme. Sí. Era peor que una madre.

Onew le agradecía y él bufaba cada día que sentía la luz encenderse dentro de su habitación, porque aún no era capaz de dormirse a una hora lo suficientemente temprano por culpa de esos pensamientos que no lo dejaban dormir.

Y ahora sufría por eso.

Estaba en la sala de su colegio en mitad del recreo, solo, amurrado y sentado en el último asiento del lugar. El único que le permitía no tener que escuchar todo y podía permanecerse algo apartado de sus demás compañeros.

Sí, odiándolos a todos cada vez más con cada segundo que pasaba.

-       ¿Qué mierda te pasa?

Kai da un salto sobre la mesa que impresionaría a cualquier chica o chico con desviaciones por él, pero cuando se trataba de Taemin, ni el más halago de parte del moreno lograba impresionarlo.

No ahora. No más adelante. No nunca.

Minho lo odiaba, lo que le generaba menos credibilidad inconscientemente a todos sus actos desde que lo supo.

-       ¿Por qué no sales?- le insiste, sentándose sobre la mesa del lado, sonriendo-. Hay un sol que calienta a cualquiera.

Siempre sus dobles intenciones. Está acostumbrado a ellas.

-       No quiero. No tengo ganas.

Kai le estudia y Taemin se siente expuesto ante su mirada.

-       ¿Estás enfermo?

-       No.

Se acuesta en la mesa, estirando los brazos y dejándolos colgar.

-       ¿Y por qué no habías venido a clases?

Prefiere ignorarlo. Su vida se torna más fácil y silenciosa sin tener que responder ese estúpido cuestionario.

-       ¿Es por ese tipo?- el muy desgraciado insiste y acierta, haciéndole incómoda la posición sobre su pecho. Taemin suspira y no sabe que contestar-. ¿Por el tipo que te gusta?

-       Sí.

Ahora el moreno parece entretenido porque lo mira más sorprendido y algo emocionado.

-       ¿Terminaron?

-       Sí- suspira. Ya no quería más preguntas.

-       Olvídate de ese imbécil- bufa de pronto-. No vale la pena. Hay cosas mejores que él.

Ojalá.

Le dan ganas de seguirle el juego y salir de esa puta depresión que lo atacaba día tras día.

-       ¿Cómo qué?

Kai se sorprende ante su pregunta y sonríe. Y lo hace de esa forma como cuando sale al ataque de una nueva víctima.

Taemin se siente así y jura que el moreno lo está haciendo a propósito.

-       Como yo por ejemplo.

Y le vuelve a sonreír y el castaño lo mira serio, anonadado con su respuesta, inquieto con lo que puede pasar. No sabe que decirle ni tampoco como cambiar el tema, porque cuando Kai se lame los labios de esa forma, está más que claro que sus palabras son con otras intenciones con las que él solo había estaba jugando.

Si Minho viera eso probablemente habría sangre en medio de esa conversación.

Pero Minho no estaba. Y tampoco aparecería. Solo estaba él y Kai.

Mierda.

-       ¿Cómo tú?- intenta burlarse sin mucha convicción-. Eres la persona en la que menos pensaría.

Eso le ofende. Se le nota.

-       ¿Acaso no te gusto?

-       ¿Debería hacerlo?

-       Yo lo hago.

Está seguro que no se refiere a lo que cree que es.

Por favor que esté seguro.

-       ¿Hacer qué?

-       Gustarme, yo creí que era obvio.

Era una broma. Tenía que serlo.

-       Taemin, nosotros… -ahora parece más serio y le cuesta continuar-. Deberíamos salir algún día.

La mirada de su amigo era seria e intensa, esperando una respuesta para su juego y algo que le indicara que siguiera su camino, que él no lo detendría; pero Sulli aparece en el medio de la escena, sonriendo como si no hubiese pasado nada, salvándolo de la situación.

Benditos Choi.

-       ¿Qué les pasa a ustedes?- camina entre las mesas, contorneándose feliz hasta llegar donde ellos-. ¿Por qué están encerrados acá? Hay un sol perfecto afuera., deberían conocerlo.

Kai al fin deja de mirarlo y le sonríe a la chica de vuelta.

-       ¿Qué te había pasado, cariño?- se sienta en la mesa de Kai, pero más cerca del castaño. Le entrega una botella de jugo y Taemin no puede negársela.

-       Parece que está enfermo- le interrumpe el moreno volviendo a mirarlo hipnotizado.

Y lo ponía incómodo. Le hacía pensar cosas que no se le habían cruzado por la mente y a las que Minho se había adelantado.

¡Para de pensar en Minho por la mierda, Taemin! contrólate.

Sulli lo mira asustada al verlo tan concentrado en sus pensamientos, mientras Kai bebía agua sin dejar de estudiarlo.

Ya le molestaba que lo mirara así.

-       ¿Tienes fiebre?- Sulli le toca la frente, asustándolo-. ¿Qué te pasa? Le puedo decir a mi mamá que te vea, no tendrá problema.

Lo único que faltaba, que su ex suegra lo revisara.

Sí, Sulli. Tengo fiebre. Una fiebre que me tiene a punto de morir por culpa de tu hermano.

Una respuesta con menos información le parece más sensata.

-       No. No me pasa nada, solo tengo sueño.

-       Estás como mi hermano.

Taemin cree no escuchar bien y la chica sonríe, sin dejar de beber su maldito jugo de naranja.

¿Minho? ¿Le pasaba algo a Minho?

-       ¿Cómo tu hermano?

Asiente.

-       Ahora nunca quiere levantarse. Vive pegado a las sábanas.

-       ¿Está enfermo?

-       Está como tú.

Cuando Taemin levanta su cuerpo y mira a la chica con el corazón palpitando en la boca, siente como Kai lo mira más que extrañado y al parecer, uniendo piezas que antes no habían sido tan obvias.

Por lo visto, el moreno ya había unido más que bien ese maldito rompecabezas que nadie había logrado entender.

**

Desde lo que había pasado lo que pasó, Minho dormía más de lo que incluso una persona normal podía llegar a dormir. Él ya no dormía, simplemente hibernaba.

Al principio lo hacía cuando tenía hambre, cuando le entraban ganas de llorar y cuando pensaba cosas que lo sacaban de quicio. Cuando llegaba su mamá también dormía, porque no quería que descubriese con su ojo clínico que era lo que le pasaba.

Estás enfermo de amor, cariño.

Sulli a veces se acostaba con él y le hacía cariño mientras leía un libro. Jonghyun le contaba historias y él seguía ahí, quieto, mirando el techo, a punto nuevamente de caer en un sueño profundo.

Cuando él dormía las cosas parecían mejores. No tenía nada de que preocuparse y Taemin le sonreía en sus sueños. Sí. Admitía que por eso siempre terminaba acostándose, porque Taemin siempre se aparecía, una y otra vez.

Pero ahora un ruido lo despierta en medio de la noche. Unos pasos que se acercan sigilosos hacia su habitación, desde el pasillo, esperando el permiso para entrar.

Minho se sienta en la cama, aturdido, viendo como su puerta se abría lentamente para dejar entrar a una persona. No era Sulli, era más alta que ella.

¿Jonghyun? ¿Key?

-       Minho, soy yo.

Su voz le llega como golpe a los oídos, asustándolo y provocando que se quedara quieto en su cama. Ve como la figura se acerca más y como un rayo de luz llega justo en su rostro, develando de quién se trataba.

Era Taemin.

-       Minho, te extraño.

Era él. Era imposible, pero era él. Siente su suave voz, viéndose interrumpida por el llanto que apenas le dejaba respirar.

¿Cómo mierda había entrado él a su pieza? ¿Sulli lo habría invitado mientras él dormía?

Le da igual. No sabe qué hacer aparte de levantarse rápidamente y acercarse a él, aún en shock. Necesita comprobar que no es producto de su imaginación y lo toca. Le toca los pómulos que se encontraban húmedos a causa de las lágrimas y los labios carnosos que tan bien conocía.

Mega mierda. Era Taemin.

De verdad era él.

-       Minho- le vuelve a repetir como si no le hubiese escuchado-. Te extraño demasiado.

Le seca las lágrimas con la ayuda de sus dedos y sostiene su rostro entre sus manos, intentando tranquilizarlo. Su corazón estaba a full, a punto de un infarto cardíaco tras tanta adrenalina, pero de todas formas lo acerca y el menor se hunde en su cuello, llorando con más fuerza y enterrándole los dedos en las costillas, sin dejarlo ir.

-       Ya estoy aquí- le susurra, apretándolo más y besándole con cuidado sobre su cabello-. Tranquilo.

El menor se separa con fuerza de voluntad y lo mira con los ojos inyectados en sangre. Parecía que las lágrimas no se acabarían nunca porque ahora salían con mayor intensidad.

-       Lo siento. Fui un estúpido… soy un estúpido Minho. Un verdadero idiota. Perdóname por favor.

Vuelve a sumirse en un abrazo más estrecho, ya casi quitándole la respiración al alto. El moreno siente como su camiseta comienza a mojarse por sus lágrimas y como su cuerpo comienza a acompasarse a los sollozos que soltaba el cuerpo de Taemin.

El menor estaba destruido. Más de lo que alguna vez a Minho se le pasó por la cabeza.

-       Taemin- intenta separarlo, pero el castaño se resiste-. Taemin mírame.

Y cuando le hace caso, Minho cree que su sufrimiento no era suficiente al ver el del menor frente a él. Ahora podría decir sinceramente que tenía el corazón hecho pedazos.

-       Taemin- le acaricia las mejillas y le limpia lágrimas nuevas-. Escúchame- el aludido asiente, aún sin parar de sollozar-. Te amo- le susurra sobre sus labios, mirándolo serio-. Te amo tanto Taemin, tanto tanto.

El menor sonríe entristecido, pero lo hace de todas formas, dándole el valor suficiente como para dejarse besar una y otra vez por Minho. Se besaron corto y miles de veces. Largo y pausado. Desesperado como necesitado.

Minho se separaba cada ciertos instantes, para repetirle como si no hubiese sido suficiente, todo lo que lo quería. Cuánto lo amaba y cuanto lo necesitaba.

Se saborean los labios con restos de lágrimas, mientras sus pestañas bailan en una nueva reconciliación. Quince minutos y Taemin no aguanta más, y tiene que empujarlo a la cama porque necesita comérselo a besos. Arrancarle la ropa y marcarlo y gritarle y dejarle claro cuanto lo ama.

Cuando Minho intenta protestar, Taemin ya le quitaba la camiseta por la cabeza y se sumía en un recorrido desesperado de besos sobre su pecho. Le lame cerca de las heridas del corazón y sonríe ante un fuerte suspiro que suelta el moreno.

Y lo intenta acercar para besarlo con furia, desesperado, cuando siente que el cuerpo de Taemin parece escaparse de entre sus manos, sin dejarlo cerca de él. Pero trata de nuevo, acercándolo ahora del cuello, para que una vez más, sienta como se desvanece ante su tacto, como si agarrase aire.

Por favor no.

Se sienta en la cama y nuevamente lo jala hacia él, mientras Taemin sonríe y cada vez se desvanece más.

Por favor no.

Entonces despierta.

Abre los ojos de golpe justo en el instante en que una despeinada Sulli entraba asustada a su habitación. Tenía la mirada perdida y lo miraba extrañado, como si hubiese tenido que presenciar algo raro.

-       ¿Estás bien?

Se acerca sigilosa sin prender la luz y se sienta a su lado, hundiendo el colchón con su peso. Le toca la frente llena de sudor y le retira un poco la sábana que se encontraba pegada a su cuerpo.

-       ¿Te sientes mal? ¿Llamo a la mamá?

-       No- se apura en responder-. Estoy bien.

-       Estabas hablando. ¿Soñabas algo?

Si supieras.

Sulli lo mira preocupada y le acaricia la cara, intentando consolarlo de algo que ambos parecían entender de distinta manera.

-       ¿Soñabas con papá?

Le duele que no haya sido así. Hubiese sido mucho mejor y más confortante.

-       No. No lo recuerdo.

-       Levántate entonces- le sonríe y lo jala de una mano-. Ya es hora de dejar las sábanas y volver al mundo real.

Sabe porqué le dice eso.

Lo ha visto más de una semana en un estado deplorable, que solo inspiraba lástima y que le había obligado a mentir a su madre para no asustarla de que algo malo le ocurría.

Había sido buena y no le había dicho sobre su problema amoroso.

Sulli era la mejor hermana que podía tener. Lo sabía, lejos.

-       Hey- le grita antes de que la chica saliera de su habitación.

-       Qué pasa bonito.

Extrañaba sus sobrenombres que le hacían sonreír. Y lo hace. Consigue una maldita sonrisa que no se había visto en él hace bastante.

-       ¿Quieres que te vaya a dejar?

Sulli le sonríe de vuelta y suspira.

-       Solo quiero que vuelva mi hermano Minho a la vida, no pido más.

**

Minho corrió hacia la universidad. No supo porqué, pero sentía la excesiva necesidad de contarle su sueño a Jonghyun. Sabía que él le daría ánimos y probablemente ilusiones que no tenían razón de ser.

Jonghyun era un buen amigo. Tenía que agradecérselo.

Sube los peldaños de dos en dos y apenas se da el tiempo de devolverle el saludo a alguien que se le cruza. Corre con una croquera bajo el brazo y entra con el aliento perdido cuando ve a su amigo.

Estaba al final de la sala, cortando un par de papeles, solo.

Sumido en la soledad.

Algo pocas veces visto en él.

Se acerca casi corriendo y afirma ambas manos en la mesa en la que cortaba tan concentrado el moreno, pero Jonghyun no lo mira, no levanta la cabeza ni tampoco lo saluda; solo corta papel concentrado como si no hubiera algo más importante que hacer.

Minho ignora eso y se concentra en los oscuros lentes que tenía puestos. ¿Por qué andaba con lentes de sol en un lugar con ausencia de luz solar?

El sueño de Taemin. Cierto, eso era lo importante.

-       Jonghyun.

-       Qué- le responde seco, apenas audible.

-       Soñé con Taemin.

-       Ah.

El moreno continúa en su labor, cortando, a la vez que sorbetea sonoramente la nariz.

Le da rabia su despreocupación repentina.

-       ¿Me estás escuchando?

Y vuelve a ignorarlo. Continúa con la cabeza gacha, sumido en su trabajo. En un trabajo que parecía inútil porque lo único que hacía era cortar largas tiras de papel.

A Minho le dan ganas de golpearlo, pero prefiere devolverle toda esa paciencia que ha tenido con él.

-       ¿Qué mierda te pasa?

Y al fin levanta la cabeza. Le mira a través de esos lentes oscuros y vuelve a sorbetear la nariz.

-       Key se va a Estados Unidos en una semana más.

Con razón.

Pero a Minho le preocupa otra cosa que probablemente Jonghyun ni siquiera había pensado. Las palabras le salen por reacción natural.

-       ¿Y quién se preocupará de Taemin?

-       ¿¡Qué mierda me importa eso!?- le explota en la cara-. ¿¡Crees que me importa Taemin en este puto minuto!?

No. Ya estaba claro que no.

Minho parece ordenar un poco las ideas, soltando un largo suspiro.

Y acerca una silla y se sienta al lado de su amigo, que hundía la cabeza entre sus manos, al parecer comenzando a llorar.

O a sufrir. O a ambas.

-       Lo siento- le soba la espalda con una mano, buscando algo de consuelo-. Soy un idiota.

-       Un grandísimo idiota.

Prefiere ignorar sus ofensas.

-       ¿Por cuánto se va?

-       No sé, no quiero saber.

-       Quítate esos lentes, te ves más patético.

-       Quién habla de patético.

De todas formas le hace caso y se los quita, mostrando unos ojos rojos, ya casi anormales. Tenía las mejillas húmedas y hacía pucheros de forma inconsciente.

A Minho se le parte el alma verlo así.

-       ¿Qué haré sin él?- se queja, apoyando su cabeza en el hombro de su amigo, buscando consuelo.

-       Sobrevivir en la vida heterosexual.

-       Ser heterosexual era más fácil.

El alto bufa, riendo de su comparación.

-       ¿Te estás arrepintiendo de tu amor por Key?

-       No seas idiota- le mira, enojado-. Nunca haría eso.

Minho le pasa un pañuelo y Jonghyun se suena la nariz de forma poco formal y educada.

-       Oye Choi.

Parece serio, eso le asusta.

-       Qué.

-       Tú…- es una pregunta incómoda. Se toma su tiempo e incluso suspira-. ¿Tú te arrepientes de tu amor por Taemin?

No es la primera vez que se lo había preguntado.

Era algo constante todos los días. Apenas despertaba y antes de dormirse.

-       No- le dice sincero-. Ni una sola vez.

Notas finales:

Ya chiquillas, no nos tiren tomates ni piedras ni nada xD

 

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