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Sol de Invierno por Carito_d

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Notas del capitulo:

Holi Holi Holi! xd como estan? espero que felices porke les traigo un nuevo capitulo. Gracias a todas por los reviews, las amamos a todas y todos ♥

75 REVIEWS Y SUBO EL SIGUIENTE CAPITUlO.

 

Capítulo 24

Dobla una camiseta, a la vez que se rasca el cabello inseguro de que le faltase algo. Revisa mentalmente su eterna lista de cosas y se convence a si mismo de que todo estaba en orden como solía estar siempre su vida.

¿Camisetas? Miles. ¿Pantalones? Más de los que llevarían tres personas normales. ¿Sombreros? Ni hablar.

El sonido del timbre lo interrumpe justo cuando recuerda algo que no había dentro de su maleta, pero de todas formas camina rápido hacia la entrada, expectante, sabiendo perfectamente de quién se trataba.

-       No puedo creer que aún estás llorando.

Se afirma del marco de la puerta, sonriendo cruelmente, a la vez que Jonghyun da un paso hacia él, con las gafas oscuras que lo caracterizaban hace un par de días.

Key se reía de él, pero en el interior, le enternecía por completo.

-       No puedo creer que sigas encontrando divertido este tema.

Jonghyun da otro paso hacia él y se quita los lentes, mostrando la pésima cara que tenía, hundiéndose en emociones que antes se hubiese avergonzado en demostrar. Y el rubio no soporta más y termina por acortar la distancia, atrayéndolo desde sus hombros y besándole con ternura la mejilla.

-       Deja de ser tan llorón.

Entran a la casa a pasos torpes, sin dejar de abrazarse hasta llegar al medio del salón, en donde el moreno se hunde más en su hombro, atándolo por la cintura.

-       ¿Me vas a extrañar?

Key sonríe, sin demostrárselo. Pocas veces mostraba sus emociones, pero a veces sentía que estaba bien hacerlo. De vez en cuando.

-       Mucho.

-       ¿Y me vas a llamar?

-       Todos los días.

Jonghyun se separa y lo mira serio, casi analizando si le estaba diciendo la verdad o si estaba mintiéndole. Cuando Key se acerca y le besa suavecito, dejándole ese extraño sabor en los labios tan propio de él, se conforma.

-       No quiero que te vayas.

El rubio suelta un bufido, ya casi aburriéndose de la situación.

-       Jonghyun, me voy solo un mes y te colocas así, ni siquiera quiero pensar cuando me vaya para siempre.

El aludido le suelta las manos de la cintura rápidamente, frunciendo el ceño ante la nueva información.

-       ¿Y por qué tendrías que irte para siempre? ¿Quién mierda te dio permiso?

-       Corea no es el mundo, cariño- le acaricia la mejilla y le besa con cuidado-. Era solo una suposición.

-       No me gustan tus suposiciones, aún así no quiero que te vayas.

-       Me da lo mismo ir o no, solo iré a ganar a esa maldita competencia.

Le gusta su egocentrismo desmedido. Le hace una persona más feliz y más orgullosa de tener un novio así.

Caminan hacia la habitación del rubio con las manos entrelazadas, hasta que Jonghyun se lanza sobre su cama, mientras Key continuaba ordenando su eterna maleta.

No sabía si se iba a vivir a Estados Unidos o si iba a hacer una venta de garaje allá.

-       ¿Echaste tu cepillo de dientes?- le interrumpe el moreno, mirándolo y acomodándose en su cama.

Key lo mira casi ofendido.

-       Por supuesto que sí.

-       ¿Y tus telas?- el rubio continúa asintiendo-. ¿Y tus moldes? ¿Y los cables de tu computador?

-       Jonghyun, no soy tonto.

-       ¿Y una foto mía?- continúa enumerando-. Deberías echar dos o más.

-       ¿No te vas a detener?

-       ¿Y yo?

El rubio rueda los ojos y camina hacia la cocina, en busca de un jugo o algo que calmara al moreno que solo estaba consiguiendo colocarlo más nervioso de lo que alguna vez estuvo. Se decide por un jugo de naranja y camina rápidamente a su habitación, antes de que Jonghyun se quedara dormido y ahora comenzara a bajarle la preocupación por él; pero cuando entra a su habitación y ve un bulto dentro de una de sus maletas, intentando acomodarse encima de toda su ropa perfecta y pulcra, lo único que puede hacer es sonreír. Sonreír porque no es capaz de creer que Jonghyun lo haga morir y renacer en amor.

Jonghyun era lo que lo hacía sonreír en sus peores momentos.

Jonghyun… era algo así como su todo.

-       ¿Se puede saber que estás haciendo?

Sonríe sin ocultarlo y deja el vaso de jugo sobre la mesa, acercándose a su maleta y riendo en su propia cara. Jonghyun le miraba en una posición bastante contorsionista, digna de un actor de circo, con la mirada algo triste.

-       ¿Ves que entro?

Ve su ropa arrugada bajo su cuerpo, sus cremas desparramadas a punto de reventar y su ropa interior desordenada. Pero le da igual, se acerca más y le acaricia con cuidado sobre la nariz y frente.

-       ¿Puedes salir de ahí antes de que te quiebres la columna?

-       Dudo que pueda.

La respuesta fue tan sincera que Key tuvo que voltear un poco la maleta para que pudiese salir. Jonghyun se queja del dolor de piernas, mientras que el rubio por su ropa arrugada que tanto se había demorado en guardar.

Cosa que sinceramente, le importaba en lo más mínimo.

-       ¿Jonghyun?

Podía escuchar mil veces su nombre y seguir sonriendo. Key se sienta a su lado, con la mirada mucho más preocupada, al parecer preparándolo para un tema serio.

-       ¿Mm?

Le acaricia el final de la espalda y sonríe, atento. Lamentablemente ya podía saber de que se trataba: su tema favorito.

-       Cuida a Taemin, por favor- el rubio suspira y se deja acariciar-. Necesito que lo cuides, que siempre estés ahí, apoyándolo, o tan solo escuchándolo cuando lo necesite. A veces solo quiere hablar con alguien, no pide más. Y sé que Minho es tu mejor amigo, pero él es mucho más fuerte que Taemin, incluso, es capaz de apoyarte si ve que no lo dejas solo.

Jonghyun continúa sus caricias, mirándolo serio aún, sin creer que cada segundo que pasaba, Key lograra conquistarlo más. Asiente sin pensarlo y sin necesidad de dar explicaciones sin sentido.

El rubio sonríe entristecido, pero agradecido de todas formas, acostándose sobre él para sumirse en un beso con sabor a despedida y suspiros próximos. Jonghyun le acaricia el cabello, mientras que Key impregna su nariz con cada olor que tenía el moreno en su cuerpo. Le huele el pecho, las mejillas y se hunde en su cuello.

Eso es probablemente lo que más extrañara, su inconfundible olor a excesivo perfume masculino.

Key se inunda en su olor, mientras Jonghyun le recorre su pequeño cuerpo con sus torpes manos, caminando entre su ropa, sacando suspiros deseados y otros más desesperados. Le besa el rostro y los labios. Le besa con calma y con excesiva desesperación. El rubio le quita el polerón, mientras él solo se deja estar, sin poder creer que no tendría su dosis diaria de Key por un maldito mes.

Jonghyun deja de sonreír y el rubio le obliga a hacerlo cuando siente como comienza a besarle lentamente su pecho desnudo, conquistándolo y haciéndolo olvidarse de todo. De viajes no deseados y con sabor a soledad.

Cuando siente sus ágiles dedos comenzando a desabrochar su pantalón, el timbre suena interrumpiéndolos y provocando que ambos se sobresalten. Jonghyun por la impresión y Key porque sabía que esa visita no sería tan grata y menos en este momento.

-       Quién mierda molesta.

-       Woohyun.

El rubio se levanta de la cama, arreglándose rápidamente la polera y el cabello, mientras un confundido Jonghyun lo miraba desde la cama, sin entender absolutamente nada.

-       ¿Y quién mierda es ese?

-       Te lo he dicho toda la semana- le bufa, ya enojado-. Es mi compañero de viaje.

-       ¿Y qué mierda hace acá?

Key lo ignora y camina hacia la puerta, mirándolo y casi advirtiéndole que si no se arreglaba la camiseta y salía de una forma que no se notara lo que estaban a punto de hacer, lo mataría.

A sangre fría.

Y Jonghyun se toma todo el tiempo del mundo para vestirse y sentarse, escuchando lo que hablaban antes de aparecer en el lugar. Y cuando lo hace, no pone su mejor cara, tampoco una de simpatía o una gustosa por conocer al compañero de viaje de su novio, sino que la de máximo odio con la que era capaz de infundirle todo lo que sentía en ese momento.

Solo de vista ya le había caído mal. Y eso era mucho decir.

-       ¿Interrumpí algo?

Key le sonríe y luego lo mira, intentando decirle que si decía algo fuera de lugar, era hombre muerto, cosa que ya asumía desde que llego el puto Woohyun.

-       No, estaba terminando la maleta.

-       ¿Una de las miles?- se burla el recién llegado.

Su novio ríe ante su chiste y Jonghyun asegura que si él hubiese dicho eso, probablemente no le hubiese parecido chistoso.

De un momento a otro, los celos habían comenzado a comérselo vivo.

-       Se tienen que cuidar- les interrumpe de repente en medio de un diálogo de telas y diseñadores con nombres extraños-. Y no salir muy tarde y que Key no me engañe.

A Woohyun le parece chistoso y al aludido no tanto.

-       No te preocupes- a Jonghyun la voz de Woohyun le parece gangosa y fuera de lugar-. Yo lo voy a cuidar.

Sí, claro. Como si quisiera que ese estúpido lo cuidara.

Su rostro parece delatar lo que siente porque Key se le acerca y le mira feo, queriendo decirle cosas que no era capaz de pronunciar delante de su amigo. Y es por eso, porque Woohyun lo mira suspicaz, que Jonghyun prefiere irse e inventar una mentira sin sentido a tener que soportar ver su cara de estúpido durante quién sabe cuánto.

-       Me voy- se cruza su bolso y mira serio a su novio. Key parece extrañado-. Tengo cosas que hacer… con Minho.

-       Nos vemos mañana.

-       Sí- Jonghyun suelta un suspiro, sin dejar de mirar a Woohyun-. Nos vemos mañana.

Cuando Key ve como la puerta se cierra y Jonghyun aún no aparece a darle un beso de despedida, se da cuenta de lo celoso que podía ser el moreno. En otra ocasión se hubiese puesto contento, pero ahora se sentía algo… lastimado.

-       ¿Qué pasa?- la voz de Woohyun parece sobrar en el lugar, asustándolo-. ¿Hice algo malo?

-       No sé- suspira-. Desde que sabe que me voy anda algo paranoico.

Woohyun le sonríe, intentando darle ánimos al parecer, pero solo consigue ponerlo más incómodo que antes.

-       ¿Quieres un jugo?

Le ve asentir y tener una excusa suficiente como para irse de ahí y poder pensar en silencio.

Al parecer, Kim Jonghyun no era el único que estaba sufriendo al irse en ese maldito viaje.

**

Sulli deja caer un poco de cereal en un cuenco, cuando siente los pesados pasos de su hermano bajando y advirtiéndole que él también querría uno. No alcanza a sacar la caja de leche y Minho ya se le acercaba con los brazos abiertos y los ojos algo cerrados tras una larga noche de trabajo. Le es inevitable rechazarle su abrazo a pesar de su excesivo olor a pegamento y mala presencia a simple vista.

Minho se rasca un ojo a la vez que Sulli le pega un manotazo en el estómago, quejándose de que estaba más delgado y de lo mala que era su alimentación, pero el moreno se queda en silencio, observándola, para luego tocarle la cara y acariciarle la frente con mucho cuidado.

Casi como si fuera de cristal.

-       Estás hermosa Sulli.

La aludida en vez de agradecer, se extraña como si pasara algo malo.

Minho parece algo dormido, pero consciente. ¿Habrán sido los efectos del pegamento?

-       ¿Qué te pasa, Minho?- le quita la mano del estómago y frunce el ceño-. Estoy igual que siempre.

-       Pero hoy es diferente.

Sulli arruga la frente sin entender. ¿Era porque le estaba preparando el desayuno?

-       Quedan pocos días para tu graduación, ¿verdad?- le interrumpe, obligando a que lo mirara.

Ahora si le asusta. Era como si su hermano viviera en otro mundo.

-       Queda poco menos de un mes, Minho.

-       Ah cierto, lo olvidé.

-       ¿Estás bien?

Asiente sin mucho convencimiento, cuando ya tenía nuevas preguntas con las que atacar.

-       ¿Cómo está Taemin?

-       ¿Taemin?- frunce la frente-. ¿Qué tiene que ver él acá?

-       ¿Y… Kai?- se apresura en preguntar antes de generar más dudas-. ¿Cómo están todos?

-       ¿Eh… bien? ¿Por qué preguntas? Minho me estás asustando. Estás raro.

-       Da igual- se agacha lo suficiente y le deja un beso en su mejilla-. Me voy antes de que sea tarde.

¿Y los cereales? ¿Y el desayuno juntos?

Nada. Como solía hacer durante el último tiempo, apenas se levantaba, si es que lo hacía, ya se encontraba afuera, yéndose a algún lugar que supuestamente lo buscaban.

Sulli sabía porqué desaparecía o porqué no quería tener exceso de contacto con ella; era para evitar preguntas incómodas y dolorosas que solo conseguirían hacerlo sufrir.

La chica come una cucharada de cereales cuando siente el auto de Minho partir fuera de su casa.

Si tan solo supiera de quién se trataba y lo hiciera pagar lo suficiente…

Recuerda que Key se va hoy, te comprometiste que me acompañarías en la tarde a comer un rato juntos como despedida, vas o mueres, te lo advierto.

Minho deja caer el teléfono en el asiento del lado, preparándose psicológicamente para lo que sería una eterna y dolorosa tarde de llanto y palabras en busca de consuelo. Sonríe por el solo hecho de lo patética que se estaba convirtiendo la vida amorosa de ambos, y como había cambiado su actitud al afrontar las cosas.

Se le revuelve el estómago solo por el hecho de pensar en aquella persona.

Cuando le suena el celular nuevamente, interrumpiéndolo como siempre, sabe perfectamente de quién se trata tras su extenso pronóstico del día.

-       ¿Dónde mierda estás?

La voz de Jonghyun suena desesperada, cosa que últimamente se había visto bastante.

-       Acabo de llegar.

-       Apúrate. Quiero pegarle a alguien.

Y le corta. Así de simple.

Minho se baja aún riendo con los cartones en la mano cuando le ve a lo lejos, esperándolo con un rostro lo suficientemente lastimero como para infundirle pena. Jonghyun ya lloraba y apenas eran las once de la mañana.

No quería imaginarse como sería en la medianoche.

-       ¿Me extrañabas demasiado?

Jonghyun le ayuda con los materiales, arrastrando los pies y mirándolo con odio.

-       No eres rubio, mides excesivamente, tienes la cabeza chica y eres negro, no tendría porqué hacerlo.

-       Nunca me habían dicho tantos halagos juntos.

Entran a la sala de su clase respectiva y saludan un par de personas que se les cruzan por el camino, o por lo menos Minho porque su amigo solo caminaba sin importarle ni lo más mínimo.

Y fueron las peores cuatro horas de clase de su vida, teniendo que soportar a Jonghyun quejándose cada cinco minutos y escuchando la palabra Key al menos diez veces por segundo. Cuando salieron de la sala no sabía si el rubio le gustaba a él o a Jonghyun.

Pero cuando camina fuera del lugar, escuchando supuestamente a su amigo, y mirando el eterno pasillo que lo llevaría a una gloriosa comida, cree que su mente está volviendo a imaginar cosas y situaciones que nunca serían verdad.

Ahora probablemente estaba con la boca abierta, parado en la mitad del lugar, con la vista en un punto fijo que lo único que hacía era balancearse de un lado a otro, comiendo un maldito dulce que para cualquier menor sería un delirio, pero que para Minho estaba siendo una tentación.

Taemin comía un coyac y Minho creía perderse en él. En Taemin, en el dulce y en su saliva. Cuando traga con dificultad, ve como Onew aparece sonriéndole tras no haberlo visto en tantos días.

Le es imposible no sonreír ante la idea de creer que Taemin lo había ido a buscar a él y no a su hermano.

-       Tanto tiempo que no te veía.

No se cree capaz de entablar una conversación aún, pero observa de reojo al menor una vez más, asegurándose si de verdad era parte de su imaginación o si realmente estaba ahí.

Cuando ve que levanta la cabeza y le mira casi desnudándolo, se da cuenta que sí.

Era él.

Con el mismo odio que todo había comenzado o incluso más.

-       ¿Minho?

-       Lo siento- siente su estómago sacudirse, impidiéndole concentrarse-. Sí. Ya volví.

-       ¿Estás mejor?

-       Se podría decir que sí.

Hasta que se te ocurre aparecer con el maldito de tu hermano y volver a hundirme en la mierda. Sí. Estoy mejor.

Siente un pesado brazo apoyándose en sus hombros y buscando algo de comodidad.

-       ¿Qué pasa cariñito?

Onew ríe, burlándose, aunque sin entender nada. Sin entender porqué el rostro de Jonghyun de un momento a otro se deformó, mirando más atrás de él, para luego buscar apoyo en Minho, casi como si estuviera exigiéndole una explicación.

Una explicación que él parecía no entender. Porque Minho solo miraba hipnotizado Dios sabe qué, ignorando de lleno a su amigo. Su rostro tenía emociones mezcladas, como entre angustia y felicidad.

-       Al fin los encuentro, estaba llamándote y no tenías señal.

Key se interpone en el camino de los tres, llamando la atención de todos, excepto de Minho que parecía ni siquiera inmutarse. Su rostro se volvía cada vez más extraño.

-       ¿Nos vamos a mover de acá o no? Tengo demasiada hambre.

Jonghyun se rasca el ojo, desesperado, sin querer llamar la atención de Onew que los miraba divertido, sin entender aún porqué hacía unas señas raras queriendo contarle algo de lo que él no estaba enterado. Le pregunta un par de cosas a Minho, cuando siente un fuerte gritito de Key que recientemente se percataba de la extraña aparición de su hermano en el lugar.

-       ¡Por qué no me saludaste cuando aparecí!

Taemin sonríe por la situación, dejándose fundir en un profundo abrazo, del que Minho siente mucho más que celos. Le mira como sonríe y como le responde un par de preguntas sobreprotectoras a Key.

Cree fundirse en él.

Mucho más de lo que había conseguido antes cuando estaban juntos.

-       Minho- siente la voz de Jonghyun a su lado y ve como Onew se les une al otro par a la conversación-. ¿Estás bien?

Le cuesta hacerlo, pero se voltea para no tener que seguir viendo la escena de la cual él no podía participar.

-       Tengo hambre- suspira-. Quiero comer pronto, eso es todo.

-       ¿Seguro?- no espera su respuesta cuando ya se dirigía a su novio-. Key, apúrate, tenemos hambre.

El moreno siente la mirada que Taemin tanto le daba a Minho, como queriendo decirle algo que él no era capaz de entender.

Se siente extraño, como expuesto.

-       No tenía idea de que te ibas- Onew se dirige a Key, haciéndolos partícipes a todos-. Deberíamos almorzar todos juntos, sería una excelente despedida.

Key y Jonghyun tienen un par de minutos de miradas intensas, como queriendo decirse cosas que no eran capaz de ser oídas por los demás, hasta que se ven interrumpidas por un suave Taemin, que le jala un poco el chaleco a su amigo, y le susurra algo al rubio, de lo que nadie más es parte.

Minho pagaría por oír que le dijo. Jonghyun cree que también.

-       Key- su voz apenas es audible para él, obligándose a voltearse para mirarlo-. Por favor, hyung.

-       Sufrirás después.

-       Lo asumiré.

La conversación parece mínima, pero tan intensa, que todos se quedan observándolos, como si esperaran la noticia más importante de sus vidas.

Minho sabe que sufrirá si se sienta en la misma mesa con él, pero sabe también que quizás vale la pena.

Estoy hecho un masoquista de mierda.

-       Ya, está bien- la voz de Key se alza entre todos, asustándolos-. Comamos juntos. Este puede ser mi último almuerzo, ¿quién sabe?

A Jonghyun no le gusta la broma y a Minho no le gusta la idea de que se hayan coordinado todos, incluso Onew que probablemente lo hizo sin querer, dejándolo sentado frente a Taemin en la mesa, obligándolo a luchar con sus largas piernas para que no le rozaran el cuerpo por mucho que quisiera.

Taemin lo mira serio y él se remueve incómodo sin siquiera mirarlo a los ojos.

Este sería lejos el almuerzo más extraño en su vida.

-       Creo que este pollo es uno de los más ricos que he probado en mi vida.

Jonghyun se ríe y Key lo imita, intentando alivianar la tensión.

-       Dijiste lo mismo del de ayer- le recuerda el rubio.

-       Oh cierto. Que pollo tan delicioso.

El moreno mira a su amigo y lo ve jugar con la comida, apenas llevándose bocado a la boca. Lo que era por parte de Taemin, era mucho más complicado, porque ni siquiera tenía en sus manos algo de comida, sino que solo estaba cruzado de brazos, mirando serio ese plato que tenía en frente.

Jonghyun no sabe si miraba la comida o a Minho.

O a Minho como comida.

-       Taeminnie, ¿por qué no estás comiendo?

Key hace que su novio se sobresalte, dejando de mirar de inmediato al menor.

Pero al aludido parece molestarle la pregunta y también el hecho de que tenga que dirigir su mirada hacia él.

-       No tengo hambre. Solo vine para acompañarlos.

-       Aww- Jonghyun hace el primer gesto que se le viene a la mente por muy estúpido que le pareciera-. Tan tierno.

-       Come.

La voz de Minho suena dura y fría sobre todas las demás, interrumpiéndolos y provocando un silencio sepulcral de un minuto a otro. Key aún sostiene el vaso de jugo en su mano, mientras que Jonghyun no se creía capaz de cerrar la boca de la impresión.

Y Taemin, le miraba serio. Al borde de no saber si estaba enojado porque se preocupara de él o porque se seguía metiendo en su vida.

-       Come- le repite, ahora mirándolo fijo sin siquiera importarle que Onew estuviera a su lado-. Estás demasiado delgado. Necesitas comer.

El aludido continúa mirándolo, a pesar de que Minho ya haya dejado de hacerlo y haya comenzado a preguntarse que mierda había hecho. La sola expresión de su rostro le delataba.

Y se siente en un vaivén de emociones. No sabe si sonreír o llorar porque continuaba haciéndole ilusiones en algo que supuestamente ya había terminado.

Taemin lo estudia mientras come y se da cuenta que él tampoco parece alimentarse demasiado. Sus dedos parecen más largos y delgados y su rostro algo más demacrado. Solo que no se cree lo suficientemente valiente como para decirle delante de todos que es un irresponsable por no cuidarse a si mismo e intentar darle lecciones de vida, solo toma los palitos, obedeciéndole, y se echa un trozo de carne a la boca, ante la atenta mirada de todos.

Excepto de la única que le importaba en ese momento.

-       Me tendré que encargar de tu alimentación más seguido- le interrumpe Onew.

Y ahí le ve. Levanta la cabeza y Minho le observaba serio, estudiando su comportamiento de adolescente rebelde que solo buscaba llamar la atención. Y el muy desgraciado toma un sorbo de bebida y continua mirándolo sin ninguna pizca de vergüenza. Le estudia, le mira e intenta leer su mente. Está seguro de eso.

Siente la mano de su hermano apretando fuertemente su mejilla, haciéndolo perder el contacto visual de golpe. Le hace el quite, moviéndose brusco a un lado y llamando la atención del moreno por su falta de interés en el cariño.

Minho creía que Taemin era una persona cariñosa. Excesivamente a decir verdad.

-       Creo que necesito más pollo. Me dieron muy poco para todo lo que mi cuerpo necesita.

Onew se levanta de golpe de la silla, levantando la bandeja junto a él, a la vez que Key lo imita, llevando su plato también.

-       Y yo. Está exquisito.

Jonghyun estaba seguro de que Key no era fanático del pollo.

-       ¿Desde cuándo te gusta tanto el pollo?

-       Tú también deberías ir- le mueve la cabeza incómodo, intentando decirle que se levantara y los dejara solos, pero su novio era duro de cabeza y le costaba bastante entender.

-       Pero si estoy bien.

-       Acompáñame entonces.

-       Pero si vas con Onew.

-       ¡Jonghyun!

-       Ok. Entendí.

Cuando Minho los ve levantarse a todos, dejándolo solo con Taemin al frente, está seguro que todo eso era plan de uno de los dos. O de los dos juntos.

Ve como Jonghyun le hace señas a la lejanía y como el menor no levanta la cabeza, y sigue comiendo tan entretenido como si se tratara del mejor buffet de su vida.

Siente la necesidad de mantener una conversación o tan solo de decirle algo, pero el muy desgraciado no levanta la cabeza y solo parece interesarse en su bebida.

Cuando le ve dejar la lata sobre la mesa y hacer un intento de mirarlo de una forma que no fuera tan obvia, Minho deja de pensar y dice lo primero que se le cruza por la mente y que ha pensado durante todo el día desde que se había acabado lo que tenían.

-       No sé que somos, pero no dejemos de serlo.

Y lo peor es que lo dice tan rápido que ni siquiera se cree capaz de haberse entendido a si mismo.

Pero Taemin escuchó. Escuchó fuerte y claro como si fuera un altavoz que se hubiese encendido solo con él en el lugar. Las palabras resuenan en su mente y su corazón parece haber vuelto a revivir con esas palabras.

Cree que la comida sabe bien y que las palabras le hacen sonreír.

Pero no está seguro de que se haya referido a lo que piensa. Necesita reafirmarlo. Necesita saber que Minho si se refería a eso y que lo único que le pide es que lo vuelva a querer como antes.

¿Cómo antes? Antes no es nada comparado con lo que te quiero ahora.

-       ¿Qué dijiste?

Nueve palabras. Se las sabe de memoria y podría escribirlas en el idioma que cualquier persona quisiera. Le cuesta decirlas y más si Taemin le mira así, expectante de algo que parecía que quería escuchar.

Las tiene atascadas en la garganta, apenas dejándole respirar.

Cuando Minho abre la boca para repetirlas y hacer que el corazón de Taemin volviera a latir por él, la bandeja de Onew vuelve a la mesa, al igual que Jonghyun junto a un desesperado Key.

-       Alcanzamos a comprar lo último que quedaba.

Taemin sigue mirando expectante al moreno a pesar de la compañía y de todo una facultad a su alrededor. Aún espera esas malditas palabras y esa maldita sensación que le provocaba al verlo, cuando ve que Minho se levanta rápido de la mesa, incómodo con la situación, con la gente, con todo, y pronuncia unas palabras que no esperaba oír y que parecen ajenas a él.

-       Me voy. Me tengo que ir.

-       ¿¡Tan pronto!?- la voz de Key suena casi tan desesperada como lo estaba su amigo.

-       Me esperan.

Minho sale del lugar y se queda al final de la mesa, lo suficientemente lejos de Taemin. Lejos de su mirada angustiada y de palabras expectantes.

-       Espero que te vaya bien en tu viaje- suspira, casi al borde de un colapso emocional. Key y Jonghyun están seguros de que es así-. Nos vemos en un mes. Yo cuidaré a Jonghyun.

Cuando el alto se despide rápido y se va del lugar, dejando esa maldita estela de olor inconfundible, a Taemin le dan ganas de ahogarse en su sopa y de matar a toda la gente que no era Minho.

Sí. A todo el mundo. Incluido a él mismo por no ser lo suficientemente valiente y haberle respondido en ese maldito instante.

Ahora la sopa le sabe a inseguridad y a sentimientos heridos.

**

Hay momentos en que personas en el mismo instante, sienten un fluir de emociones que sin querer se conectan con otra que sufre por lo mismo. Las almohadas vuelven a parecer más cómodas y los aviones comienzan a convertirse en enemigos por llevarse a gente que uno necesita a su lado.

Mientras Minho apoya su rostro en la almohada, hundiéndose en olores que no le gustaría sentir, Jonghyun es capaz de botar más lágrimas que todos en la ciudad en ese momento. Las almohadas parecen ahogar penas y los aeropuertos hacer florecer las emociones.

-       ¿Te encuentras bien?

Sulli conoce a su hermano más que a si misma. Es menor que él, es mujer y adolescente, pero cree ser una experta en el tema cuando de Minho se trata. Le dan ganas de acariciarle la cabeza, pero solo se queda en la puerta, dando por hecho que en un par de minutos ya la habría echado de su habitación.

-       Quiero estar solo. No me molesten.

Le gustaría estar con Jonghyun. Le gustaría consolarlo y poder burlarse por su excesivo poder con las lágrimas, pero se queda ahí. Porque no soporta tener que ver como Taemin llora y como pide a gritos un poco de atención.

Cuando Minho suspira, Taemin abraza a Key porque nunca lo ha necesitado más que ahora. Porque sabe que es la única persona que es capaz de entenderlo tanto en su vida, y porque se va y no sabe que hará sin él. Sin sus consejos maternales ni su sobreprotección al verlo.

El menor suelta un suspiro desesperado y Key le toma la cara, intentando consolarlo, juntando sus frentes y mirándolo serio. Las lágrimas de Taemin parecen salir como llaves y sus dedos no parecen lo suficientemente veloces para hacerlas desaparecer.

-       Si necesitas algo, Jonghyun va a estar ahí para ti- le ordena el flequillo y el menor asiente, haciendo pucheros involuntariamente-. Aunque es algo torpe, es buena persona y te ayudará si necesitas algo.

-       ¿Y si necesito un besito de buenas noches? – suspira, ya casi llorando con mayor fluidez.

-       Ya sabrás a quién pedírselo.

Aún no quiere decir su nombre porque sabe las consecuencias que tendrá eso, pero sabe que dentro de poco si se verá obligado a hacerlo.

-       Pórtate bien, ¿entendiste?- el menor asiente, ya casi sonriendo-. No tomes. No quiero saber que andabas borracho y con olor a alcohol barato.

-       Hyung yo soy…

-       Sht. No he terminado. Trata de fumar menos, ya habías conseguido dejarlo, no entiendo tu necesidad de volver a vicios asquerosos, y no le respondas a tus papás ¿entendiste? Y tienes que bañarte e ir al colegio. Sabré si faltaste.

Un torpe abrazo lo ataca de repente, casi haciéndolo perder el equilibrio al sentir los brazos de Taemin pasándose por su cuello, y disfrutándolo un poquito más.

Ahora era el momento.

-       Taeminnie…

-       No. No quiero saber.

Le acaricia la espalda y le besa con cuidado a la mejilla.

-       Necesito que me prometas algo.

-       ¿Y si no puedo?

-       Dejar que Minho te ame no es algo tan difícil de comprender.

Taemin le mira con la mirada rota y las lágrimas deteniendo su recorrido.

-       Él te ama más de lo que yo alguna vez creí posible. Déjalo que te quiera y las cosas serán más bonitas.

-       ¿Y si no puedo?- le vuelve a repetir casi convenciéndose.

-       A veces las barreras que uno crea son necesarias para ser destruidas por alguien que quiere llegar a ti- le toca el pecho, sobre el corazón-. Esto manda, cariño, tú sabes que sí.

Le besa la mejilla por última vez y Taemin retrocede hasta sentarse en el piso, llorando más tranquilo y dejando el espacio necesario para que Key se pudiera despedir de Jonghyun. Los ve acariciarse y besarse como si no hubiese mañana y como si nada importara. Ni la gente a su alrededor ni los padres que les tapaban la mirada a sus hijos pequeños.

Cuando Jonghyun va a buscar a Taemin en el rincón que se encontraba sentado, Key los mira desde la lejanía sonriendo solo por el hecho de verlos juntos, sociabilizando; le hubiese gustado devolverse una vez más a despedirse, pero sabía que eso no tendría buenas consecuencias. Se queda unos segundos viendo como Jonghyun se acercaba al menor que observaba entretenido a su celular, hasta que la fila comenzó a avanzar y no tuvo otra opción que despedirse nuevamente desde muchos metros más allá.

Jonghyun se sienta a su lado, secándose las últimas lágrimas y viendo de reojo lo que parecía ensimismar tanto al chico. Y ahí es cuando se da cuenta del enorme trabajo que tenía por delante. Le dice que lo irá a dejar a su casa y que pueden pasar a comer algo si lo desea.

-       ¿Qué veías en tu celular?

-       Nada.

El moreno asiente, sin querer llevarle la contraria ni sin querer hacer preguntas incómodas. Ambos llevan los sentimientos a flor de piel, y Jonghyun se da cuenta que Taemin está enamorado de su mejor amigo.

Nunca lo dirá, ni siquiera a Minho, pero nunca olvidará la imagen del menor viendo fotografías de él junto al alto, en poses lo suficientemente enternecedoras como para ser borradas.

Taemin todos los días antes de dormir,se pregunta si Minho habrá sido capaz de borrarlas de su teléfono, porque por mucho que le duela verlas, él aún no se siente capaz de hacerlo.

Notas finales:

75 REVIEWS Y SUBO EL SIGUIENTE CAPITULO


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