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Sol de Invierno por Carito_d

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Notas del capitulo:

Estoy triste porke no llegamos a los 75 reviews u.u pero igual les voy a actualizar jijjij ♥ Gracias a todas por el apoyo y el amor ke nos dan, mucha gente nos dice ke nos ama via facebook, gracias a esa gente. Este es un capitulo especial, por primera vez se lo dedicare a dos personas que son Karla y Yasmín ♥

55 REVIEWS Y SUBO EL SIGUIENTE ♥

Capítulo 25

 

-       No quiero ir.

Jonghyun suelta un bufido y se acuesta sobre la mesa, acomodándose para el extenso diálogo que ya veía venir.

-       ¿Y si está ahí?- continúa Minho-. ¿Tengo que saludarlo como si nada pasara?

-       Eso significa que quieres verlo.

El alto lo mira con odio y asiente como si le costara hacerlo.

-       Necesitas pasar- le explica con calma-. Onew es tu única solución por muy interesado que suene. Y lo mejor es que lo verás. Son dos pájaros de un tiro. Pasar el curso y verlo.

-       No sé si eso es bueno.

-       ¿¡Te vas a decidir si quieres verlo o no!?

Minho le mira asustado, con temor incluso a acercársele. Jonghyun le mira con el ceño fruncido a punto de querer matarlo a golpes.

-       ¿Cuánto falta para que llegue Key?

Key. Que palabra tan bonita. El solo hecho de escucharla ya le hacía sonreír.

-       Ocho días con trece horas y quince minutos.

-       Se nota que no lo extrañas.

Minho toma su bolso y le mira casi pidiendo auxilio.

-       Reza por mí.

-       Rezaré para que Taemin te haga pagar por tus pecados y dejes de molestar de una puta vez.

Le gustaría sonreír, pero solo consigue hacer una mueca lo bastante fea, sin dejarle claro si le gustaba o le molestaba la idea.

El viaje no era muy largo. A pesar de que se fue a mínima velocidad, atrasando lo más que pudiese el momento, se demoró escasos veinte minutos. Y otros cinco en decidirse si bajar o no del auto y entrar a lo que sería el infierno según él.

Si Taemin estaba ahí no sabría como reaccionar. Nunca supo como debía ser.

-       Creí que no vendrías.

Onew le sonríe, dejándolo entrar cómodamente a su casa, invitándolo a sentarse a un sillón que ya tan bien conocía. Está seguro de que puede recordar cada segundo de lo que pasó ahí.

-       Me atrasé, lo siento.

-       ¿Quieres algo?

Se acerca a una mesa y abre un par de libros que eran con los que Minho necesitaba ayuda. Excusa suficiente para pararse de ahí y dejar de tener pensamientos incómodos en ese sillón.

Estaba seguro que olía a Taemin.

-       No, estoy bien.

-       ¿Comenzamos de inmediato entonces?

-       Mejor. Más rápido el sufrimiento.

Cuando Minho saca una de las sillas y se sienta al lado del castaño, siente un par de risas arriba de él. Por un momento creyó que eran parte de su imaginación, pero estas volvieron a repetirse y con mayor intensidad.

-       Lo siento- se excusa Onew-. Les puedo decir que se callen si molestan demasiado.

¿Callen? ¿Molestan? ¿Por qué mencionaba un plural?

Minho traga saliva con dificultad, de eso no hay duda.

-       ¿Es tu… hermano?

-       Sí. Está con su amigo, ese del colegio- intenta recordarlo, pero le es en vano-. Es amigo de Sulli también.

Desde que sintió las risas supo de quién se trataba.

Lo que era inevitable que su estómago no comenzara a sacudirse.

-       ¿Kai?- le escupe casi con asco.

-       Sí. Ese. Siempre olvido su nombre.

Mierda.

Y así pretendía estudiar. Con el estómago sacudiéndose de un lado a otro, el corazón a punto de estallar de celos y la mente en cualquier planeta paralelo en el que estaban. Ve como Onew le explica concentradamente algo a lo que el actuaba entender, pero que en realidad no era así, porque cada vez que iba a hablar o a preguntar algo, unas fuertes carcajadas le interrumpían dejándole las palabras en la boca y la respiración a medio andar.

Estaba celoso a morir. No tendría porqué, pero no podía luchar contra ello.

-       ¿Estás seguro que estás entendiendo?

Minho asiente como si su cabeza fuera de plomo y estuviera a punto de desprendérsele del cuello. Unos pasos arriba le desconcentran más que antes, agudizando su oído y su olfato a excesivo perfume masculino.

-       Sí. Creo que sí.

-       Jonghyun dijo que te tendría que aplicar corriente para que entendieras- se burla.

Los pasos comienzan a bajar las escaleras y el vello de su cuerpo comienza a erizarse inevitablemente.

-       Jonghyun es un exagerado.

Se acercan más, terminando de bajar las escaleras. Y no quiere levantar la cabeza. No quiere mirarlo y tampoco tener que presenciar una escena que el solo hecho de pensar le traía dolores angustiantes. Ve de reojo sus piernas, a un par de metros de ellos, al parecer queriendo decirle algo a Onew, pero sin saber como interrumpir.

-       Kai se va.

Un vuelco en su corazón es suficiente para darle el valor para ser masoquista una vez más en su vida, obligándose a si mismo a levantar la cabeza y a mirarlo. Taemin le observaba de antes que él lo hiciera. Le miraba como si lo odiara y estuviera a punto de querer matarlo.

Pero eso no le llamó tanto la atención. Fue Kai el que le sorprendió.

Esa forma de estudiarlo como intentando decirle algo de lo que él no estaba enterado. Lo miraba como si le odiara de la misma forma que Taemin, como si estuviera enojado con él por haberlo dejado de lado cuando no debía. Por negarlo.

¿Acaso Taemin le había contado algo que no debía a ÉSE?

-       Iré a dejarlo afuera.

Kai se inclina ante Onew, pero no ante él. Eso le da tanta rabia casi como el hecho de que el muy estúpido necesitara un lazarillo para caminar tres metros hacia la salida para que no se perdiese.

¿Acaso tenía problemas de orientación que no podía simplemente irse solo?

-       ¿Estás seguro que entiendes? No me molestaría empezar de nuevo.

-       Te dije que sí, Onew.

Eso fue más pesado de lo que alguna vez pensó.

Ve como el castaño lo mira extrañado y le dice un par de palabras para ir a buscar algo para beber. Instancia perfecta para que él pudiera levantarse y caminar hacia la puerta como si nada, solo a mirar que era lo que ocurría en el barrio a esa hora.

A lo mejor había exceso de tráfico o alguien podría estar paseándose sospechoso por su auto, intentando robarlo.

Era idiota pensarlo, pero de todas formas estaba al lado de la ventana, espiando por un costado de la cortina, mirando hacia fuera como típica vecina con exceso de información, lo que hacía Kai con Taemin.

Porque claramente era él el que lo acosaba. No Taemin.

-       ¿Qué estás mirando allá?

La voz de Onew lo hace sobresaltarse justo en el momento en que Kai comenzaba a tocar en exceso al menor, lo que le da más rabia de la que tenía antes. Le da ganas de mandar a la mierda el estudio y de decirle a Onew que era un idiota por dejar que su hermano tuviera como amigo a ese idiota.

¿Acaso no se daba cuenta de sus intenciones? ¿De que ya estaba a punto de violarlo?

-       El espejo de mi auto- miente, sorprendiéndose de lo estúpido que era-. En la mañana le pegué y no me fijé si estaba bien.

-       Andas con la cabeza en otro lado- se burla, sentándose en el maldito sillón nuevamente.

¿Era el único que le sentía un excesivo olor a sexo?

-       Sí- le admite por primera vez. Se sorprende a si mismo por no mentirle.

Minho camina un par de pasos y se sienta en la mesa que tiene a un par de metros Onew, que lo miraba serio, como queriendo preguntarle algo que se le hacía difícil.

Él puede descifrar qué.

-       ¿Qué se siente estar enamorado?

No pensó que sería así de directo, tampoco que lo mirara como si entendiera todo y que la puerta se abriera justo en ese momento dejando a Taemin solo a dos metros de él. Sentía su olor. Su olor a shampoo combinado con un olor que no distinguía bien.

Era demasiado avasallador para ser del menor. Tenía que ser de Kai.

-       ¿Por qué me preguntas eso?

Se pone nervioso. No siente los pasos moverse de ahí. Solo una respiración casi nerviosa, esperando una respuesta que le permitiera un orden en su vida.

-       No soy tonto.

-       No lo estoy negando- es valiente, aunque le cueste admitirlo-. Solo me parece rara la pregunta.

-       Quiero saber que se siente- sonríe sincero-. Si es tan bueno como dicen.

La respiración a su lado se vuelve más agitada y Minho se pregunta como Onew no se da cuenta que Taemin está ahí, escuchándolos sin que él lo quisiera ver.

Estaba seguro de que si le importaba que él lo viera. Onew no, pero Minho sí.

Era un acto masoquista, como si lo estuviera colocando a prueba.

-       No sé, es extraño- le cuesta empezar-. Es raro que tu mente dependa todo el día de una persona, que tu cuerpo cambie y reaccione de formas a las que no estabas acostumbrado tener.

-       Eso es bueno, supongo.

Minho le sonríe sincero.

-       Sí- admite-. A pesar de todo sí.

-       Eso es mentira.

Taemin entra de pronto al lugar, captando la atención de ambos y principalmente la de Onew que no sabía que podía hacer él metido ahí.

-       Estar enamorado no tiene nada de bueno.

Onew abre los ojos y frunce el ceño al mismo tiempo.

-       ¿Tú estás…

-       ¿Por qué no tiene nada de bueno?- le interrumpe Minho, mirando algo enfurecido a su hermano-.

-       ¿Acaso es agradable no poder dormir por estar pensando en esa persona que ni siquiera está interesada en ti?- Taemin se acerca otro paso más y le mira enfurecido-. ¿Acaso es bonito sufrir porque no estás con esa persona por su culpa? ¿Te gusta sufrir acaso? ¿Eres masoquista?

-       Taemin- le interrumpe Onew-. Estaba conversando con Minho, no sé qué haces aquí.

-       Te aclaro las cosas como son. No dejes engañarte por esas mentiras estúpidas de que enamorarse es bonito. Enamorarse es una basura. Eso es para imbéciles.

-       ¡Soy un gran imbécil entonces!

Minho lo dice tan fuerte que ambos hermanos se quedan mirándolo sorprendidos. El moreno parecía desesperado por lo que Taemin decía, sin saber como defenderse ante su odio.

Si Onew no los conociera ni supiera su nula relación, creería que ese par tuvo algo. Pero eso era imposible. Minho apenas había visto a Taemin. Con suerte tres veces en toda su vida.

-       Taemin tenemos que estudiar- le interrumpe Onew antes de que el menor comenzara a atacar a su amigo nuevamente.

Pero Taemin estaba hipnotizado mirando con odio a Minho, que solo estaba cruzado de brazos apoyado en una pared, lo suficientemente lejos de él, casi como en un campo alejado de su mundo.

Se odiaban. Onew no entendía porqué, pero era más que obvio.

Quizás Taemin le había hecho algo a Sulli y él no sabía.

-       Como si fuera muy entretenido estar con ustedes.

A Onew le costó seguir el ritmo del estudio con Minho. Le costaba encontrar las palabras precisas dentro de su mente que no paraba de dar vueltas las palabras de su hermano. Quería encontrar una solución o una distracción, pero su compañero tampoco ayudaba mucho. Minho apoyaba la cabeza en su mesa, escuchándolo al parecer atento, sabiendo perfectamente que no era así.

Le escuchaba suspirar a cada minuto y mirar espacios vacíos como si esperara que algo apareciera ahí.

Casi como si Taemin tuviera que aparecerse a darle una explicación.

Una explicación que él no parecía entender.

**

Tenía que volver ese día. No podía ser otro. No podía ser el día anterior o a una hora mucho más accesible para todos.

Pero no. Era Key. Tenía que llegar a la hora justa y en el momento preciso porque él era así. Porque necesitaba expectación y ansias en su llegada.

-       Debería haber llegado.

Jonghyun se pasea de un lado a otro en el medio del aeropuerto, mientras Minho lo miraba aburrido sentado en un peldaño cerca de él. Tenía la cabeza apoyada en sus puños, lo suficiente como parar mirar de un lado al otro en el que caminaba su amigo.

Era el día de la graduación de Sulli y… Taemin. Se acababa la vida escolar, teniendo que verse obligados a crecer de un momento a otro y de decidir que querrían hacer el resto de su vida al entrar a la universidad.

Key había adelantado todo para estar en ese día tan importante, porque él NECESITABA estar presente.

-       Dijiste eso hace dos horas- le dice mirando su celular.

-       Tenemos que ir a la graduación.

-       Lo sé, mi hermana se gradúa hoy, si no lo recuerdas. Por lo que si no llego en… veintidós minutos, mi mamá acabara con mi vida.

Jonghyun mira asustado a su amigo y comienza a marcar rápidamente el teléfono de su novio, rogándole a dioses inexistentes para que le contestara.

Pero no fue así. Y tampoco en las próximas veinte llamadas.

-       ¿Y si no llega Minho?

El moreno se encoge de hombros, más aburrido que antes.

-       ¿Qué hago si no llega?

-       Esperar, pero probablemente no lo soportarás y te suicidarás- le explica como quién habla del tiempo-. Si te subes a ese piso y saltas, probablemente mueres inmediatamente.

-       No me estás siendo útil.

-       Si no llega en cinco minutos me voy- le advierte.

Jonghyun se toma el rostro con ambas manos y corre hacia el primer lugar que decía informaciones. Una mujer de rostro amable le sonríe, mientras él le hablaba como metralleta casi amenazándola de muerte porque el maldito avión no había llegado.

-       Señor, ese avión ya llegó. La gente comenzó a salir hace cinco minutos.

-       Si fuera heterosexual me casaría con usted.

Por primera vez odió tanto a Minho por ser alto. Odió que pudiera correr más rápido que él y que su altura le dejara ver desde antes cuando vio a la gente que salía con grandes maletas.

Pasaban señoras y caballeros a su lado, pero ni una pista de Key. Niños con regalos extravagantes en sus manos y las azafatas sonriendo como si no existieran problemas en el mundo, pero su novio… ni idea.

-       ¿Qué mierda se hizo Key?

Ese preciso momento fue en el que le dieron ganas de pegarle una patada, cosa que apenas pudo contener. Daba pequeños saltitos para ver porqué Minho sonreía y que el muy desgraciado no era capaz de explicarle.

Cuando ve a Key a un par de metros de él, sonriéndole como solía hacer cuando lo veía, se dio cuenta cuanto era posible extrañar a una persona y cuánto lo amaba.

Con su nuevo cabello rosado incluido.

-       ¿Qué mierda te hiciste en tu pelo?

Key arrastra la maleta y sigue sonriendo sin verse afectado por la pregunta. Nunca nada con respecto a su estilo le afectaba.

-       ¿Qué? Yo también te extrañé Jonghyun- se arregla el flequillo y saluda a Minho que miraba la escena más que divertido.

Pero el moreno sigue embobado mirándolo sin poder creer lo que veía.

-       Key.

-       ¿Mm?

-       Te amo.

Desde ese momento Minho se quiso ir. Busco un nuevo punto al que mirar y en el que tuviera que dejar de escuchar como se besaban más que intensamente ese par de enamorados.

Es imposible que no sienta algo de envidia.

-       ¿Se van a besar por mucho rato más?- les interrumpe-. No sé si lo recuerdan, pero tenemos una graduación a la que hay que ir.

-       ¿Qué?- el rubio se separa de golpe y le entrega la maleta a su novio-. ¿Por qué tanto apuro? Tenemos dos horas aún.

-       No. Quince minutos. Ruega porque no haya tráfico.

-       ¿¡Qué!?

Los pasos de los tres resuenan en todo el lugar, casi como si estuvieran participando en una maratón que ponían en peligro sus vidas. Jonghyun corría con una de las maletas, mientras que Key con otra de menor tamaño.

Minho no supo como, pero hizo que entraran todas de alguna forma en su auto.

-       No puedo creer que vaya a ir con esta ropa- se sienta en el asiento trasero con Jonghyun, comenzando a enfurecerse sin razón-. Taeminnie no se merece esto. Ustedes están formales y yo así, me veo horrible.

-       No sé que harías sin mi.

Jonghyun saca una bolsa que había en el asiento delantero, mostrándole un impecable traje junto a unos zapatos que le quitaban el sueño. El oxígeno se hizo corto para tantos besos de agradecimiento que tuvo que recibir.

-       Te amo Jonghyun- le besa el puente de la nariz, mientras el moreno se deja estar-. Te amo tanto tanto.

-       ¿En serio no van a parar de besarse?- les interrumpe nuevamente Minho desde el copiloto.

Key le mira enfurecido, mientras comienza rápidamente a quitarse los zapatos para comenzar a cambiarse de ropa. Y le cuesta. Le cuesta concentrarse y no caerse con los movimientos bruscos que hacía Minho al manejar. Le pegaba manotazos en la espalda para que no fuera tan salvaje, pero no había caso de hacerlo entrar en razón.

No sabía si estaba así de desesperado por llegar a la graduación por Sulli o por Taemin.

Pero una mano que tan bien conocía, comienza a ayudarle lentamente a quitarse la camisa para ponerse la nueva, cosa que fue difícil cuando Key sintió su tacto contra su piel, tentándolo con un desesperado beso.

-       Te extrañé- le susurra-. Te extrañé mucho.

Y Jonghyun sonríe y comienza a acostarlo lentamente para besarlo desde encima, sin dejar de quitarle la ropa. Ríen por los movimientos bruscos y por las cosquillas que le daba a Key cuando le besaba el cuello.

-       ¿Esto es una broma cierto?- la voz de Minho ya no se escucha tan amable como antes-. ¡Paren por la mierda!- intenta pegarles un manotazo, pero no puede manejar y golpearlos al mismo tiempo-. ¡Los estoy viendo!

-       ¡Deja de mirar entonces!

Key se levanta y se arregla la camisa, terminando de abrochársela. A Jonghyun ya no le parecía tan entretenido el cambio de ropa.

-       Toma, no puedo esperarlos.

Minho le lanza las llaves a Jonghyun y se baja del vehículo sin estacionarlo. Ni siquiera alcanza a decirle algo cuando lo ve correr y arreglarse la corbata antes de entrar al lugar.

-       Me siento feo- se queja Key, bajándose del auto ya estacionado y gruñendo bajito-. Necesito un espejo.

El alto es el primero en entrar. El primero en cautivar las miradas y provocar un par de suspiros femeninos en la fila de los graduados. Taemin agradece que sea el último día que tenía que soportarlas, sin dejar de observar cada paso que daba el moreno en busca de su madre.

Le ve perdido entre los asientos, hasta que ve a su madre llamándolo desde un asiento mucho más cerca del escenario. Minho se sienta y lo mira directo, sin sonreír ni pestañar, solo lo mira como si no existiera nadie más en el lugar.

Taemin nunca lo había visto con corbata ni tampoco formal. Cree que es injusto que se vea así, que debería tener prohibido verse tan bien, cautivándolo más de lo que ya estaba.

-       Llegó Minho- susurra Sulli a su lado con una sonrisa de oreja a oreja. Ve como el aludido se fija en ella y le sonríe. Se siente celoso, inevitablemente.

-       Lo sé.

Entonces entra Jonghyun y Key a su lado y le es inevitable no sonreír por solo el hecho de verlo después de un mes, cambiado, con el cabello rosado y un atuendo que probablemente no había escogido él. Lo ve saludarle con una mano, orgulloso de verlo ahí con el uniforme y con un rostro que le hacía parecer contento.

Key estaba orgulloso de él, podía notarlo.

-       ¿¡Dónde vas!?

Taemin no soporta más y se levanta de su asiento y corre hacia donde estaba la persona que más había extraño aparte de Minho. Siente las miradas acusadoras de sus profesores, pero sigue corriendo hasta llegar en donde estaba él, mirándolo preocupado y sin percatarse del fuerte abrazo que tuvo que recibir de parte del menor.

-       Viniste- le susurra sonriendo, a la vez que Key le abrazaba inundándose de su olor suave.

-       Ya hablaremos, ve a sentarte.

-       No me dejes nunca más solo.

-       Está bien, ve a sentarte, cariño.

Al menor le cuesta separarse, caminando algo embobado de felicidad hacia donde estaba. Key lo ve sonreír y detenerse un poco cuando pasó en la fila en la que se encontraba Minho. Se fija en como se miran y como Taemin parece hipnotizarse con él.

Si antes creyó que las cosas se arreglarían por si solas, estaba completamente equivocado, quizás ahora si ya era tiempo de utilizar los polvitos mágicos de Key para intentar intervenir entre esos dos.

**

-       Me alegra que hayas dejado de convertirte en un antisocial.

Minho suelta un bufido en el asiento trasero, mientras Key se miraba en el espejo viendo si todo estaba en orden, mientras Jonghyun manejaba a la casa de no sé quién por una fiesta a la que habían sido invitados.

Les costó convencer al moreno, pero no fue imposible.

Se estacionan junto a un montón de autos que había fuera de la casa, sorprendiéndose todos por la cantidad de gente que había. El olor tóxico que había en su interior y las botellas vacías de alcohol dejaban de inmediato una impresión bastante distorsionada de la fiesta.

-       Ten.

Jonghyun le entrega una cerveza, a la vez que Key se levantaba en puntitas dentro de la multitud, como si estuviera buscando a alguien.

-       ¿Buscas a alguien?

El rubio mira asustado a Minho y niega rápidamente.

-       No. No es nada.

Y una mierda.

Puede que sepa mentir, pero sabe perfectamente que no es así, que sí buscaba a alguien.

Minho toma un sorbo de la botella, a la vez que veía como Kai abrazaba desde la cintura a Taemin. Estaban lejos, conversando con un grupo de gente que parecía entretenerlos. El moreno se afirmaba en él y le apoyaba la cabeza en el hombro, casi en busca de atención.

La cerveza le patea el estómago y Minho se quiere ir de ahí.

Cinco minutos después de haber llegado.

-       ¿¡Qué!?- Jonghyun escupe la cerveza, asustado de si mismo-. ¿¡Tan luego!? ¡Llegamos hace cuatro minutos!

-       Pero me quiero ir.

Key les dice algo que ninguno de los dos alcanza a oír, caminando en dirección hacia el baño. A Minho le cuesta no mirar a Kai con Taemin, concentrándose completamente en algo que Jonghyun parecía interesado en contarle.

Ya había empezado la segunda cerveza cuando ve a Key tocándole el hombro al moreno, para decirle algo al oído a Taemin.

Cuando traga un sorbo de cerveza siente la mirada fija del menor en él, percatándose al fin de su presencia y mirándolo casi sin creer que estuviera ahí. Y ahí fue cuando comenzó la peor parte. Cuando ve a Taemin acercándose nuevamente a Kai, tocándole el hombro para que éste volviera a abrazarlo mucho más estrecho de lo que estaban antes.

Le es imposible correr la vista de ahí, es como si tuviera un imán y ellos estuvieran jugando con él.

Traga la cerveza hasta terminarla, esperando que el alcohol se le subiera a la cabeza y hiciera un efecto que claramente no llegaría si apenas había bebido.

Ve las manos de Taemin acariciarle el final de la espalda, jugando con la camiseta del moreno, mientras éste disfrutaba sonriendo como si nada pasara.

Lo peor de todo, era que Taemin no le quitaba la vista de encima a Minho. No sabía si estaba jugando con Kai o con él.

Siente el tacto del menor como si estuviera en su piel, y mueve el cuello incómodo, casi desesperado, con el sudor cayendo lentamente en su espalda haciéndolo sufrir. Kai coloca su mano en el trasero del menor y Minho no soporta más.

Era ahora o alguien tendría que pagar las consecuencias.

-       De verdad me quiero ir.

Jonghyun le pasa otra botella de cerveza, incentivándolo a que bebiera hasta perder la noción. Key bailaba un par de metros más allá sin importarle con quién era, solo disfrutaba.

-       Para Choi, en serio que sí. Deja de pensar y solo disfruta.

¿Disfrutar? Hace mucho que no lo hacía. Había perdido la cuenta.

Bebe la mitad de la cerveza de un solo trago, provocando un ardor inevitable en su garganta. Y no quiere mirar, de verdad que no quería mirar, pero cuando ve al grupo con el que Taemin hablaba, caminando lejos de donde estaban, necesita cerciorarse de si el menor seguía ahí o se había ido dejándolo en paz de una maldita vez, pero no fue así, fue mucho peor de lo que alguna vez pensó o de lo que alguna vez soñó.

No, ni siquiera soñar, eso era una pesadilla. Esas que te despertaban asustado en el medio de la noche y con una angustia que costaba volver a dormir.

Kai tenía contra la pared a Taemin. Lo besaba con la boca abierta para que sus lenguas tuvieran el espacio suficiente para encontrarse. Sus manos le recorrían desesperado su frágil cuerpo, mientras que el menor solo estaba ahí, sin mover sus manos ni sin apartarlo. Solo ahí, de pie, contra su cuerpo, mirándolo directamente a los ojos a pesar de la oscuridad que había en el lugar.

Taemin lo miraba. Lo miraba tentándolo y demostrándole lo que era capaz, de lo que se perdía por su culpa. Le demostraba que ya no le importaban los sentimientos, que ya estaba harto de él y su maldito juego del que nunca saldría y le confesaría a todos sobre su relación.

Kai lo besaba y Taemin apenas parecía disfrutar. Eso era lo que más le dolía a Minho, que sabía sus intenciones, que sabía lo que quería y que estaba consiguiendo perfectamente.

Taemin jugaba con él. Siempre lo hizo y ahora se lo recordaba una vez más.

-       Vete a la mierda- Minho deja de golpe la cerveza en la mesa más cercana y se dirige a Jonghyun que conversaba con una muchacha que acababa de conocer-. Me voy solo, caminando, me da igual, adiós.

-       ¿Qué? No, para. Te iré a dejar.

Ve a su amigo salir a empujones del lugar, sin entender que le había pasado ni de porqué del cambio de su reacción. Le ve salir dando fuertes zancadas, a la vez que él intentaba alcanzarlo hasta que llegaron a su auto.

El alto da un portazo al entrar, respirando entrecortado como si estuviera luchando con una furia que le era insoportable. Jonghyun le mira de reojo sin entender nada, mientras buscaba el número de Key y le llamaba.

-       Key cariño, nos iremos, Minho no se siente bien así que iré a dejarlo.

-       No hay problema- le susurra al otro lado de la línea-. Yo me quedaré con Taemin.

-       ¿Está?- bingo. Ahora entendía todo-. ¿Está acá? Creo que ahora entiendo lo que pasa.

-       Le dije a Taemin que viniera porque Minho venía, yo solo quería que se arreglaran las cosas, no entiendo porqué no fue así.

-       Creo que

Entonces Minho se baja del auto. De un momento a otro abre la puerta y sale casi corriendo hacia el interior del lugar. Jonghyun se queda con el teléfono pegado en la oreja, mientras lo seguía, sin volver a entender que mierda pasaba.

Y todo fue tan rápido que tampoco logró procesar lo que Minho había hecho.

Solo lo vio caminando decidido, deteniéndose en el medio de la sala, buscando al parecer algo, para luego comenzar a caminar con mucha más furia y darle de lleno un golpe en el medio del rostro al chico con el que se encontraba Taemin. Kai parece que era su nombre.

Minho sacude su mano luego de botarlo al piso, estirando sus dedos, al parecer mucho más relajado. Taemin le miraba shockeado, sin atinar siquiera a ver a su amigo que lo maldecía desde el piso, mientras que Jonghyun apenas pestañeaba cuando lo vio llegar a su lado, sonriendo.

-       Dios. Ahora me siento mucho mejor.

-       No puedo creer que

-       ¿¡QUÉ MIERDA TE PASA CHOI MINHO!?

Y eso fue lo más shockeante para todos. Cuando ve a su mejor amigo, caminar decidido hacia Taemin y lo toma desde el brazo, jalándolo hacia un lugar que los demás probablemente no tendrían el placer de entrar. El menor se resiste y quiere pegarle, pero Minho es mucho más fuerte y lo obliga a moverse hasta que ambos desaparecen por un pasillo, entrando a un baño.

Jonghyun sostiene la cerveza en su mano, sin capaz de pestañear y sin poder creer que Key se hubiese perdido de todo eso. Probablemente ya había olvidado la mitad de los detalles importantes de los que tanto le gustaba enterarse al rubio.

-       Suéltame imbécil.

Taemin forcejea desde el interior del baño, pero Minho cierra la puerta y se queda apoyado en esta, mirándolo serio, sin saber exactamente que iba a hacer.

Desde que se bajó desde el auto dejó de pensar y comenzó a actuar solo por instinto. Era la primera vez que lo hacía.

La primera vez que se sentía tan bien desde hace mucho tiempo.

-       Déjame salir.

-       No.

Taemin se acerca para intentar moverlo desde la puerta, pero solo consigue caer más, viéndose atrapado rápidamente entre el cuerpo de Minho y la pared. Siente su respiración agitada chocar con la suya, mientras sus brazos lo acorralan a ambos lados de su cabeza.

Y sabe lo que pasará. Sabe lo que el moreno quiere hacer y como serán sus reacciones.

Minho se lanza sobre él, sin dejarle escapar y besándolo por obligación. Tiene la mirada perdida y no sabe como sentirse ante eso. No sabe como reaccionar. Los labios de Minho le buscan, pero solo consiguen encontrarse con la boca cerrada de Taemin.

Le empuja desde el pecho con una fuerza que no supo desde donde sacó y le mira enfurecido. Como si no fuera suficiente le pega una cachetada para hacerlo entender.

Pero Minho no se rinde y se acerca nuevamente a hacer lo mismo. Lo acorrala contra la puerta y pega su cuerpo al de él, comenzando a besarlo nuevamente, y recibiendo una vez más la negación de la boca de Taemin.

Y le desespera. Se separa lo suficiente como para hablar y mirarlo a los ojos. Taemin le mira fijo y Minho cree que se está enamorando más con solo hacer eso.

-       Bésame.

-       No.

La distancia que los separa es mínima, son solo milímetros, pero los suficientes como para que Taemin sean un infierno. Le cuesta hacerse el difícil. Le cuesta luchar contra su corazón que no para de latir como si fuera a sufrir un ataque cardiaco, y más contra su cerebro que le dice que no lo haga, que ahora sí sufrirá como nunca. Pero Minho no se rinde, nunca lo ha hecho, se lo repite una vez más y no espera respuesta, solo se lanza nuevamente en busca de sus labios que ya no resisten más y caen ante él.

Cuando Minho lo besa por tercera vez, Taemin cae. Se deja besar y suelta un suspiro cuando el alto pega más su cuerpo al de él y se da el lujo de afirmarse de su cintura como hacía Kai hace un par de minutos. Le gusta como lo toca, es distinto a como lo hacía su compañero, amigo o lo que fuese.

Taemin suelta un nuevo suspiro cuando Minho lo hace abrir la boca y deja que sus lenguas se encuentren como no lo hacían hace dios sabe cuánto. El menor cree morir y se pregunta como pudo sobrevivir a esto.

Se besan torpe, necesitado y reclamado. Su boca no sabe a Kai. Nunca tuvo su sabor. Solo sabe a Minho. A Minho desesperado, necesitado y con rasgos de sobreprotección.

Taemin mueve sus manos hacia el cuello del alto y lo afirma sin permitir que se separe. Siente como sonríe mientras lo besa y como su cabello está más largo desde la última vez que lo jaló.

Se separan lo suficiente como para que puedan volver a respirar y a buscar el oxígeno que ya les haría falta en un par de minutos más. Taemin se aprovecha y coloca su nariz en su cuello, en sus mejillas y en los lugares favoritos que tanto extrañó. Se impregna de su olor y de aromas que siempre conseguían volverlo loco.

Un beso torpe lo interrumpe y lo mira casi angustiado ante la situación que estaban. Minho le sostiene el cuello con una mano casi sin parecer entender.

Ninguno de los dos entendía.

-       No me dejes de besar.

Ninguno de los dos fue capaz de decir cuanto se echaban de menos. Ni de exponer sus sentimientos ni de hablar.

Cuando Minho y Taemin se encontraban, eran simplemente, lija y terciopelo.

Notas finales:

RECUERDEN 55 REVIEWS Y SUBO EL CAPITULO 26 ♥


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