Capítulo 28
Minho suelta un escalofrío cuando ve removerse a Taemin a su lado. El menor carraspea un poco y mete su mano dentro de su chaqueta, sacando una cajetilla de cigarrillos y colocando uno de ellos entre sus labios. El alto no quiere mirar, pero le es imposible no hacerlo aunque fuese de reojo.
Cuando lo ve dar una calada, deja de observarlo y se concentra en el mar, aún sin el valor suficiente como para hablar.
- Te cortaste el cabello.
A Minho le cuesta creer que lo escuchó hablar, aún sin siquiera asumir que lo tenía al lado y que no era un simple sueño como los que solía tener diariamente.
Algunos que incluso llegaban a tener su olor.
- Me gusta.
No se cree capaz de responderle y menos cuando se encuentra con su mirada fija en él. Taemin tiene el rostro más delgado y el cabello más largo de la última vez que lo vio. Onew probablemente no se había dado cuenta, pero Minho sí, hasta del mínimo detalle como la aparición de una nueva peca bajo su ojo izquierdo.
Pero era ahora o nunca.
Era hablar o seguir sufriendo por el resto de lo que se podía llamar vida.
- Necesito decirte algo.
El humo de su cigarrillo sale lentamente y a Minho le dan ganas de irse con él.
- ¿Qué?...
- No te puedo olvidar. Por más que lo intento, no puedo.
Ve a Taemin sostener el cigarrillo entre sus dedos y cerrar los ojos como si algo hubiese tenido la valentía de entrar en ellos. El menor los aprieta casi con angustia y Minho sabe que es por él. Que una vez más, él seguía siendo el culpable.
- Taemin, yo…
- Minho para- el menor lo mira, casi pidiéndoselo con súplica-. Esto no está bien. Detente.
- ¿No puedo decir lo que…
- No- le interrumpe, levantándose en un solo movimiento y mirando a Minho bajo él-. No puedes.
Apenas hace el amago de caminar hacia el lado contrario de donde estaban, siente la mano de Minho, jalándolo desde su manga.
- Suéltame.
Un movimiento brusco de parte de él le permite separarse, mientras comienza a caminar fuera de ahí, entrando a la arena a pasos torpes, cuando siente unos pies rápidos acercarse a él.
Era Minho. Le sería difícil.
Minho era la persona más terca que conocía en el mundo. No se rendiría nunca.
- ¿Por qué mierda te arrancas?- le dice sobre el sonido del mar, casi gritando-. Lo único que quiero es hablar y…
- ¿Hablar para seguir haciéndome mierda por dentro?- Taemin se voltea, mirándolo y tiritando a causa del helado viento-. ¿Eso quieres Minho? Porque te informo que para ti es muy fácil conseguirlo. Eres experto en eso, lamento decirte.
Demasiada información para un corazón que no paraba de palpitar creyendo que aún existían esperanzas de que volviese a latir por esa persona que le había condenado la existencia.
Taemin le observa con la mirada vidriada y a Minho le dan ganas de morir y dejar todo hasta ahí y que él no vuelva a sufrir por su culpa.
Se lo había dicho directamente. Tenía que ser tonto para no entender.
Da un paso hacia él y se coloca la capucha del polerón porque ya no soporta el frío. El menor le mira atento como si esperara a decir algo que le hiciese pensar lo contrario, pero a Minho le cuesta.
Le cuesta atreverse porque es la primera vez que se siente así de vulnerable por alguien.
Así de frágil.
- ¿Todavía me amas, Taemin?- siente su voz al compás de las olas, mientras lo miraba angustiado, casi expulsando dolor-. Es lo único que necesito saber.
Diez, veinte y treinta segundos interminables se cruzaron entre su conversación. Minho dio otro paso hacia él y el menor ya no retrocedía ante su presencia.
Solo sentía como si le costara respirar al comenzar a sentir su olor.
- Minho esto es enfermizo- susurra-. No podemos estar juntos.
- No te estoy preguntando eso- su voz parece fría, pero Taemin sabe que no es así-. Me amas, ¿sí o no?
Ve como el viento le bota la capucha del polerón y como comienza a jugar con su corto cabello. Le gusta la manera en que su rostro parece el de alguien menor y como se mueve más violento cuando se comienza a acercar más, quedando frente a él. Su respiración parece agitada y Taemin agradece no ser el único por encontrarse así, en esa condición.
Cuando siente sus manos afirmarlo desde las mejillas, puede notar como su cuerpo estaba congelándose al igual que él, contagiándolo con ciertos escalofríos. Pega la frente junto a la de él, sin soltarlo, dándole calor solo con su respiración que chocaba contra la suya.
Taemin se siente estático, pero sin ser capaz de moverse aunque fuese un milímetro.
- Respóndeme Taemin- susurra-. Por favor.
Un poquito de valentía fue lo que necesitó el castaño para lo que hizo. Colocó sus manos sobre las de Minho, cruzando sus dedos con los de él e intentando darle un poco del calor que tenía en su cuerpo. Ve al moreno cerrar los ojos con el contacto y soltar un suspiro apenas cruzan sus dedos.
El viento juega ahora con ambos cabellos, creando una atmósfera de angustia que Taemin creyó nunca más volver a vivir.
Una de la que lamentablemente ahora mismo, no quería salir.
- No hagas esto más difícil.
- Dímelo, Taemin.
- ¿Es necesario?- suelta una triste sonrisa y Minho abre los ojos, mirándolo desde muy cerca, aún con sus frentes unidas-. Te amo Minho. Te amo tanto, que cada segundo que pasa y me doy cuenta que te amo más, esto se hace más imposible. No podemos estar juntos, ese es el problema.
El calor que se apodera del cuerpo de Minho es tan placentero que incluso se cree capaz de sonreír. Y más aún cuando siente los dedos de Taemin acariciarle con demasiado cuidado el torso de su mano casi como si se fuera a quebrar.
De pronto el viento se vuelve más amigable y el ambiente parece más ligero.
- Taemin sí podemos- susurra-. Te aseguro que sí.
Tres centímetros y el menor comienza a sentir más de cerca la respiración de Minho. Su suave aliento choca con el de él y la cercanía comienza a ser mayor.
Dos centímetros en los que ve como Minho abre un poco sus labios y un centímetro que vuelve loco a Taemin.
Cuando siente sus labios posarse sobre los de él, no como la última vez que se besaron en el baño, sino que de manera mucho más suave y pasiva, Taemin siente que este beso podría ser perfecto si fuera el primero. Sus manos ya no están sobre las de él, ni tampoco en su rostro, sino que mucho más abajo cerca de su pecho, sintiendo los latidos que necesitaba saber que aún existían y afirmándose de su polerón porque estaba seguro que se caería a algo así como un vacío.
Taemin se siente tímido y Minho no lo besa desaforado, solo lo besa lo justo y necesario sin abusar del tiempo ni de su boca. Pero unas lágrimas le comienzan a mojar las manos que sostenían su rostro, asustándolo y obligándolo a separarse porque creía que estaba haciendo algo malo.
El menor le mira con los ojos aguados y con un puchero en su boca. Era una imagen enternecedora, pero que a Minho le retorcía el estómago.
- No quiero sufrir de nuevo.
- No lo harás- susurra-. Te prometo que no será así.
Limpia de una en una las lágrimas y le ordena el cabello que se dejaba domar por el viento. Y Taemin se deja estar y no le dice nada más, creyendo al fin en las palabras que le decía. Siente sus manos sostenerlo ahora de su cintura, apretándolo un poco casi como si fuera su cable a tierra, y su mirada estudiándolo y demostrándole cierto respeto al no volver a ser capaz de besarlo.
Minho suelta un suspiro y Taemin termina por juntar sus bocas. Y no es un simple roce. No es un beso como el de hace unos instantes ni tampoco como cualquiera de los que tuvieron alguna vez.
Este era un beso único. Un beso lleno de sentimientos que cerraba una promesa que Taemin esperó escuchar hace mucho tiempo. Una en la que Minho le prometía delante de todos que lo amaba, que solo lo quería a él.
Los labios del moreno lo besan con desesperación y Taemin lo afirma desde el cuello sin dejarlo ir. El mar hace explotar las olas y corazones ajenos, mientras ellos se besan como si no hubiera un mañana. Casi como si el mundo dejara de existir y les dieran solo dos minutos para despedirse. Le limpia sus propios restos de saliva, mientras Minho le besa con el sabor salado que le habían dejado sus lágrimas.
- Te amo- le susurra Minho separándose un poco-. Te amo. Te amo. Te amo.
Se besan corto. Se besan torpe y Taemin sonríe. Las manos de Minho se cruzan tras su espalda, mientras él se da el lujo de meter sus dedos en su nuevo cabello.
Se besan por largos minutos y con los sentimientos a flor de piel.
Las olas explotan junto a dos corazones que parecen sonar más fuerte.
Incluso más fuerte que un grito que se escucha lejos.
Uno así como desesperado.
**
- ¡Ese parcito sí que disfruta!
Un chico que Onew desconoce, le ve hacer un salud en el aire en dirección al mar, soltando pequeños grititos de éxtasis al ver cierta escena que no entendía. El mayor se acerca hacia él y son dos segundos los necesarios para que su rostro tome un nuevo color y una nueva forma que creyó que era imposible en su cara.
No. Eso era imposible. Estaba seguro que eso no estaba sucediendo.
No. Imposible.
Siente los pasos de Key con Jonghyun acercándose también desde su espalda, pero él no quiere más público. Dios. Dios necesitaba correr y matarlo a golpes.
Sí. Eso era.
Eso no podía estar sucediendo… ¿Taemin y Minho? Nunca.
- ¿Taemin?- la voz de Key apenas se escucha cuando ve la escena, pero entonces ve a Onew corriendo en su dirección y la voz que saca le impresiona hasta a él-. ¡Taemin! ¡TAEMIN! ¡Jonghyun detenlo! ¡Detenlo rápido!
El moreno no alcanza a escuchar la orden cuando ya se encontraba corriendo en su dirección, a mitad de camino, deteniéndolo de golpe. Intenta afirmarlo de su cuerpo, sosteniéndolo de los hombros a pesar de toda la fuerza que ejercía Onew en su contra.
- Déjame, Jonghyun. ¡Suéltame!
- ¿Crees que soy idiota?
Pero Onew es más rápido y se voltea pegándole un golpe en pleno pómulo, empujándolo varios pasos atrás. Key suelta un gritito, mientras Jonghyun lo mira desde el piso con la mano sobre su mejilla, aún sin rendirse. El mayor respiraba casi con dificultad y con la furia a flor de piel.
- ¡Tú sabías todo lo que ha sufrido Taemin y no me dijiste que se trataba de este hijo de puta! ¡A Taemin le gustan las mujeres, no esto! ¡NO ME DIJISTE NADA JONGHYUN!
El moreno no alcanza a atinar cuando Onew comienza a correr rápidamente a pesar de la dificultad que significaba intentar avanzar en la arena. Y lo siguiente Jonghyun lo ve en cámara lenta.
Ve al mayor correr demasiado rápido para su estado físico y a Taemin sonreír, separándose al fin y aún sosteniendo a Minho desde el cuello. Ambos sonríen, y sería una imagen perfecta si no se vieran interrumpidos por lo que estaba a punto de ocurrir.
Minho se separa y deja caer las manos cuando el grito de Jonghyun no alcanza a advertirle y el puño de Onew le llega directo en el labio, rompiéndoselo en cuestión de segundos.
- ¡MINHO CUIDADOOOOOO!
Se levanta rápido y Key lo adelanta, corriendo hacia la escena, para intentar separar al mayor de Minho que apenas lo dejaba respirar, dándole un golpe tras otro. Taemin gritaba desesperado a su lado, intentando separarlos, mientras Onew en cada ocasión que podía, le pegaba una vez más. Jonghyun lo sostiene desde los brazos, mientras Key y Taemin ayudaban a Minho a levantarse, mientras éste escupía sangre cada un segundo.
- ¡Dios Onew, para!- Taemin lo empuja desde el pecho, a la vez que las lágrimas en sus ojos tomaban vida propia-. ¿¡Qué mierda estás haciendo!? ¿¡Quién mierda te crees!?
- ¡Eres un maricón!- le grita a Minho, que era sostenido con ayuda de Key-. ¡Un hijo de puta! ¿¡Cómo te atreves!? ¿¡Quieres morir!?
- ¡BASTA!- Taemin apenas podía hablar por causa del llanto, dándole un nuevo empujón a su hermano-. ¡Te digo que basta!
- ¿¡Qué mierda te pasa Taemin!? ¿Defiendes a este maricón?
- ¡Te informo que este maricón es al que amo más que mi vida!- le escupe frente a él, mientras Minho intentaba respirar un par de metros más allá-.
- ¡De qué mierda estás hablando por favor! Estás confundido, Taemin. Eso es lo que pasa.
- ¿Confundido hace más de seis meses?
Onew parece descolocado, sin ser capaz de absorber la información, por lo que se acerca a Taemin y le toma el rostro, intentando que se controlara, que entrara en razón.
- Esto no está bien, Taemin- ahora parece calmado de una forma tan extraña, que le asusta-. Esto no te conviene, a ti te gustan las mujeres como a todos los hombres. Eso es lo normal.
- ¿Crees que Minho es el único hombre con el que he estado?- si era tan necesario para que entendiese, Taemin sería así. Cruel y frío-. Soy gay, Onew. Acéptalo.
- No, Taemin, no lo eres, no puedes serlo.
- ¿Entonces como pude tener relaciones sexuales con Minho en el sillón de nuestra casa?
El sonido de la cachetada azotando la mejilla de Taemin es tan fuerte, que Key no alcanza a jalar a Minho cuando le ve lanzarse en un solo movimiento contra el mayor, dándole un golpe de lleno en la mejilla.
Onew se balancea y retrocede un par de pasos, mirándolo shockeado.
- Te permito que me pegues a mi todo lo que quieras, pero a él no. A él si que no.
Sulli se le acerca corriendo desde la casa, llorando a mares y tocándole de inmediato todas las heridas para ver si estaba bien. Key intentaba consolarla, mientras Jonghyun se le acerca a Minho y le susurra un par de palabras que más que relajar a Taemin, le asustaron.
- Minho vámonos, vámonos de aquí.
Le pasa el brazo por la cintura, ayudándolo a caminar, mientras Key avanzaba junto a Sulli un poco más adelante. Cuando Jonghyun da un paso con el alto, ve a Taemin aparecerse de inmediato frente a ellos. Tiene los ojos rojísimos a causa del llanto y una mejilla más roja por el golpe que tuvo que recibir.
Jonghyun mira a Onew de reojo y se da cuenta que el mayor parecía inmerso en su mundo, sin poder asumir que había sido capaz de golpear a su propio hermano.
- Me quiero ir contigo- le susurra, botando sin querer un nuevo par de lágrimas-. Por favor, déjame ir.
- Tienes que arreglar los problemas con tu hermano- le susurra intentando no sonar tan frío-. Es mejor que te quedes.
- Pero quiero irme contigo, Minho.
- Si no decides llevarlo tú- Key retrocede, apareciendo de pronto entre ellos-. Me lo llevaré yo, porque no permitiré que ese, siga tratando de cambiar su homosexualidad o peor, que le siga pegado. Y no me importa irme caminando, así que tú decides Minho. Queda en tu conciencia no en la mía.
Mucha información y mucho sufrimiento para un decisión tan difícil. Minho asiente con dificultad, mientras camina junto a su hermana abrazándola por sobre los hombros para que se intentara tranquilizar. Ella no entendía nada, pero tampoco reaccionaría como Onew, sabía que no sería así.
Ve de reojo a Taemin susurrarle un par de palabras a Onew, mientras este asiente probablemente entendiendo la mitad de lo que le decía. El menor camina rápido para no quedarse atrás, uniendo su mano con la de Key, y mirándolo rápidamente para ver si se encontraba bien.
Intenta sonreírle, pero Minho sabe que quizás él estaba mucho peor de lo que se encontraba su rostro.
Todos se suben al auto de Jonghyun en silencio, quedando el alto entre su hermana y Taemin, que parecían llorar en conjunto, cada uno pegando su cabeza junto a la ventana. A Sulli no le costó mucho quedarse dormida con el silencio que había, mientras que el menor no paraba de llorar aunque fuese de manera silenciosa.
Minho se sentía con los nervios de punta, luchando consigo mismo para no tocarlo y hacerlo llorar más. Pero era Taemin, así que no le costó mucho mandar a la mierda todo.
- Hey- le susurra, sin querer interrumpirlo bruscamente mientras miraba hacia fuera.
El castaño se despega de la ventana, mirándolo con los ojos vidriosos y con las mejillas húmedas a causa de sus lágrimas.
- Mmm…
- ¿Abrazo?
Taemin asiente rápidamente siendo atrapado por los brazos de Minho que ya se encontraban desesperados por querer estrecharlo. Entonces el llanto comienza a ser más fuerte, ya casi asustando a Jonghyun y preocupando mucho más a Key que mordía sus dedos angustiado por no poder hacer algo.
El sonido del motor era lo único que interrumpía su llanto desesperado, junto a los labios de Minho que le besaban la mejilla suavemente en busca de que se tranquilizara. Más de quince minutos y el alto logra al fin calmarlo un poco.
- No quiero estar enojado con mi familia- susurra, mientras Minho le limpiaba con cuidado cada nueva lágrima-. Ni mucho menos con Onew. He vivido una mierda todo este tiempo y ha sido mi culpa. Perdóname por ser tan imbécil, tenías razón en que nuestras vidas quedarían como la mierda cuando supieran.
- Basta de torturarte, no vale la pena.
- Pero
- Da igual- le interrumpe sonriéndole y acariciándole el cuello-. Ya pasó. No sacas nada con sufrir.
Taemin le da un corto beso en los labios, siendo interrumpido de inmediato por un gruñido de parte de Key, que los observaba atento.
- No se les ocurra hacer cochinadas en el auto. Estamos nosotros aquí.
- Déjalos- le interrumpe Jonghyun-. Nosotros ya lo hicimos así que no preocupen. No es tan incómodo como parece.
Un codazo de Key al moreno les hace reír a los cuatro a pesar de la situación en la que se encontraban.
El viaje no duró mucho y no hubieron más conversaciones. Solo suspiros de parte de Taemin y Key, que sin querer también había botado unas lágrimas sin querer, y unas caricias que Taemin agradeció que volviesen a existir.
Volver a tener una vida con Minho parecía mucho más trágica que antes, pero ¿qué mierda importaba ahora?
**
- ¿Estás seguro que no te importa dormir en el sillón?
Minho se sienta sobre el mueble, sonriendo gustoso, y sosteniendo un cubrecamas que lo guarecería del frío.
- Estaré bien.
- Si quieres tú duermes con Jonghyun y yo duermo con Taemin.
- Key estoy bien- le repite-. Ve a dormir con Jonghyun y que Taemin duerma con Sulli, no tengo problema.
- No sé desde cuándo me preocupas tanto.
El rubio se le acerca y le abraza torpemente sin poder contenerse.
Sinceramente era algo que deseaba hacer desde que le vio besar a Taemin.
- Gracias por volver a hacerlo sonreír.
- No cantes victoria aún.
- Te mato, Choi.
Minho ríe suavemente mientras se quita los pantalones y se acuesta ante la concentrada mirada de Key que le advertía que no se iría hasta verlo tapado y lo más cómodo posible. Había hecho lo mismo, incluso con Taemin, que esperó hasta verlo dormido para volver a respirar.
- ¿Seguro que estás cómodo?
Le ordena la almohada bajo él y el flequillo que lo tenía algo desordenado.
- ¿Ya no es suficiente Taemin para que me empieces a cuidar a mi?
- Ese no es el problema- suspira-. Es que ya eres parte de Taemin así que no me queda otra.
Key se da al menos cinco vueltas antes de irse a dormir. Revisa las ventanas y uno a uno si ya se encontraban dormidos. Minho fingió estarlo para que lo dejara en paz, mientras que los demás de verdad ya estaban atrapados en los brazos de Morfeo.
Cuando lo escucha cerrar la puerta de su habitación suelta un largo suspiro y deja su cuerpo boca arriba, analizando todo lo que le había pasado en tan poco tiempo.
Ni siquiera se sentía feliz de volver a estar con Taemin porque ni siquiera había tenido tiempo de asimilarlo. Finalmente sonríe destapándose y dejando un pie afuera de esa cama improvisada que le había hecho Key.
Entonces siente unos curiosos pasos acercándose, haciéndole creer que el rubio había vuelto nuevamente a supervisarlo, volteándose rápidamente para que no lo pillara in fraganti. Se voltea, dándole la espalda, cuando siente que el cubrecamas se levanta y un pequeño cuerpo ingresa a su lado, pegándose a su espalda y abrazándolo por la cintura.
Le es imposible no sonreír cuando el olor de Taemin le invade inmediatamente los pulmones.
Y le cuesta voltearse y no asustar al menor, quedando frente a frente con él, pero sin dejar de sonreír.
- Lo siento, no te quería despertar- susurra.
- No estaba durmiendo. Creí que eras Key.
- No puedo dormir.
- Yo tampoco.
- ¿Me puedo quedar aquí?
Minho le arregla el flequillo y asiente.
- Todo lo que quieras.
Taemin le besa despacio y con cuidado, colocándose sobre su cuerpo, y teniendo la precaución de no tocarle demasiado los lugares golpeados. Le acaricia el pómulo y deposita un pequeño beso en cada parte golpeada.
Y en las que no, también.
Y no se hablan. Solo se miran y se acarician como no lo hicieron en todo este tiempo. Taemin le toca incluso las pestañas y los párpados. Huele el espacio de su cuello y también el olor de su pecho.
Podría tomarse horas y nunca acabaría.
- Te extrañé más de lo que puede extrañar un ser humano.
Taemin sonríe y continúa besándole el rostro, concentrado en su trabajo.
- Entonces no eres un humano.
- Se podría decir que no- admite riendo y aún con el menor sobre él.
- ¿Entonces qué eres?
Minho parece pensarlo, acomodando su cabeza hacia un lado para observarlo mejor. Taemin se encuentra con su mirada e inevitablemente se sonroja sin saber porqué.
Era como si todo fuera nuevo para él.
- Soy…- duda en decirlo, pero lo dice de todas formas-. Soy tuyo.
El menor no se resiste y se le olvida que Onew le rompió el labio y lo besa de tal forma que Minho le dice que pare, que le duele demasiado y que le está sangrando de nuevo.
Pero a Taemin le cuesta separarse y saborea sus labios con sangre ajena, sintiéndose casi como si fuera un vampiro.
- ¿Tu psicólogo me odia demasiado?
El rostro del menor cambia rápidamente, dejándose acariciar lentamente por Minho. Le cuesta mentirle como a los demás, por lo que finalmente asiente.
- Digamos que sí. Pero nunca pensé en hacerle caso.
- ¿Sirvió de algo?
- Era una mierda- se sincera-. Lo hice para que los demás fueran felices.
- ¿Y por qué te hiciste esto?
Siente la yema de los dedos de Minho posarse en su antebrazo, justo donde estaban la decena de cicatrices que le había dejado su accidente con el espejo.
- Eso fue una estupidez- se acuesta a su lado, dejando caer su cuerpo, pero entrelazando su mano con la de Minho-. No quiero hablar de eso.
- Está bien.
- ¿No me vas a insistir?
- No- apoya su cabeza en el cuello de Taemin, hundiéndose en su aroma-. No soy quién para obligarte.
- Eres Minho, puedes hacerlo.
- ¿Tengo un comodín por ser yo?
- Algo así- sonríe, dejándose abrazar.
Se quedan en silencio largos segundos en los que solo se puede oír como ambas respiraciones se acompasan. Minho juega con los dedos de Taemin, mientras que él jugaba con su cabello, acariciándolo suavemente.
- Minho.
- Mmm- su voz parece cansada, casi como si estuviera a punto de quedarse dormido.
- ¿Quieres saber desde cuándo me gustas?
Siente como el rostro del alto se mueve un poco, sonriendo, a la vez que se levantaba un poco, pero sin despegarse de él.
- Al fin sabré lo que siempre quise saber.
Taemin suelta una risita y comienza.
- Desde diciembre del año pasado.
Le era imposible no levantarse de golpe para mirarlo más que sorprendido.
- Pero si ni siquiera vivías acá.
- Eso no quiere decir que no te conocía- le pega un golpecito en el estómago y sonríe-. Ni siquiera te acuerdas, eres un idiota.
- ¿Yo te vi?
- Dudo que haya sido de manera consciente.
Minho se sienta como indio bajo el cubrecamas, dejándolo caer sobre su cabeza y dándole un aspecto de concentración total. Y a Taemin le causa gracia la situación, pudiendo apenas contenerse por su excesivo interés que incluso le había quitado el sueño.
Le gustaba la situación en la que se encontraban ahora. En la que no sentían la necesidad de esconderse y en donde no tenían más remedio que quedarse juntos.
Minho lo incentiva con un beso con interrupciones de quejidos, pero beso de todas formas.
- Un día vine a Seúl a ver a Onew antes de navidad- Minho nota como le cuesta decir su nombre, acariciándolo antes de que las lágrimas volvieran a reunirse en sus ojos-. Y me abrió la puerta con mucho sueño porque no había dormido a causa de una entrega que tenía, por lo que entré y él me dejó solo en su living, sin avisarme que había alguien.
El moreno suelta una risa, suponiendo el resto.
- Era yo.
- En el peor estado que pudiste haberte encontrado- se burla-. Estabas durmiendo en un sillón, encima de un papel, con una zapatilla puesta y con restos de saliva y pegamento sobre el cojín. De verdad dabas una imagen deplorable, no entiendo que fue lo que me gustó.
- A lo mejor fue el pegamento que te aturdió.
- O tus ronquidos.
- Mierda, ¿estaba roncando?
- Como león- suelta una carcajada y Minho no sabe si creerle o no-. Y Onew bajó a decirte que te quedarías solo, y despertaste y me miraste incluso, aunque dudo que hayas estado despierto de verdad.
- Lo siento por eso. Y por los ronquidos.
- Después de eso le pregunté a Onew que qué eras de él y nos vinimos a Seúl y te vi de nuevo y aquí estoy.
- ¿Cagado de la cabeza?- Taemin asiente riendo-. No eres el único.
Se besan de nuevo casi como si no lo hubiesen hecho en todo el día. Minho agradeciéndole la sinceridad y Taemin simplemente dejándose querer. Se dan besos cortos y con quejidos de Minho porque le duele el labio y el pómulo. El menor dice que lo sanará con golpes de amor y que probablemente estará bien al otro día.
Se acarician todo lo que no hicieron y hablan de temas tan estúpidos que las horas pasan y a Taemin le duele el estómago de tanto reír. Y nunca tocan el tema de Onew ni tampoco de cuánto sufrieron y los problemas que tuvieron, solo se ríen del presente y de cosas tontas que no tienen sentido.
Cuando Taemin siente la respiración de Minho sobre su cuello mucho más relajada, nota que el moreno se había quedado dormido. Su mano aún lo sostenía desde la cintura, mientras que su frente estaba pegada a su cuello, dándole calor. Y no se puede mover hacia ningún lado, si es que llegase a tener la intención, cosa que no era así.
Solo estira su mano hacia el piso para ver la hora en el celular de Minho, cuando lo prende y siente que su corazón podría explotar de felicidad en ese momento. Taemin sostiene el aparato aún frente a sus ojos, sin creer lo que veía.
Sin creer lo que tanto se preguntó y que siempre se negó para no crearse ilusiones.
Taemin aprieta de nuevo el botón central para que la pantalla se iluminara y le permitiera ver una de esas antiguas fotos que se habían sacado un día en la casa de Minho. El alto le besaba la mejilla, mientras él reía quién sabe porqué.
Y le es imposible no volver a hacerlo viéndose a si mismo ahora. Abrazado por Minho que dormía sobre él, en una situación que desde hace un tiempo ya daba por perdida.
Deja el celular a un lado y vuelve a acomodarse en la cama, solo que esta vez dejando su frente pegada a la de Minho.
A la persona de la cual nunca más podría volver a separarse por nada del mundo.