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Sol de Invierno por Carito_d

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Notas del capitulo:

Espero que les guste este nuevo cap, espero porder subir el otro pronto :)

CAPÍTULO III

Pocas veces eran las que afortunadamente Minho podía dormir. Llámese a dormir más de cinco horas y sin ver su sueño interrumpido por tener que volver a trabajar.

Y ahora era una de esas ocasiones. Luego de dos semanas ininterrumpidas de extensos trabajos y entregas, se podía ver capacitado de dormir antes de ir a clases, no como había ocurrido durante el último tiempo en el que había veces que no había dormido en dos días seguidos.

El hecho de estudiar una carrera en la que implicaba la creación y el trabajo manual, significaba mucho más gasto de tiempo, o más bien, como dirían los profesores “inversión de tiempo”, en el que podía gastar desde una hora a días enteros en un solo trabajo. Era verdad que la arquitectura terminaba siendo arquitortura.

Lo peor era que involucraba tanto gasto de tiempo que ya apenas veía a su familia, hace cuatro días que no llegaba a su casa y el único contacto social que tenía era con sus compañeros de carrera.

Pero ahora se encontraba en su cama, semi despierto, negándose a si mismo a despertar. Pero ya no soportaba seguir engañándose, llevaba más de quince minutos así y sabía perfectamente que no era capaz de seguir durmiendo, quizás cosa de costumbre.

Se da una vuelta y luego otra, las sábanas se terminan enrollando cada vez más en su cuerpo, destapando involuntariamente sus pies. Suelta un bufido y se coloca boca arriba, mirando el techo. Mira de reojo por la ventana que se encontraba a su lado, y un pequeño hilo de luz se cuela por entremedio de su cortina. Hacía frío, mucho frío.

Se tapa hasta la cabeza en un nuevo intento de conseguir dormir, pero siente unos ruidos en el piso inferior, probablemente de su hermana. Respira acompasadamente bajo las sábanas sin querer mostrar ni el más mínimo pedazo de piel fuera de ellas debido al frío, pero entonces se le ocurre una idea. Una GRAN idea.

Ve la hora en la mesa cerca de su cama: 7:45 a.m. Su hermana entraba a las 8:00, por lo que claramente, se podía notar que estaba atrasada. Especialmente porque era fácil un poco más de media hora hasta su colegio.

De pronto, le dieron ganas de ser buen hermano.

Se destapa de un solo golpe, aguantándose la nueva temperatura en su cuerpo, y se calza un polerón que había sobre una silla, para luego colocarse un jeans algo más ajustado a su cuerpo y un par de zapatillas de caña alta. Según él, la tenida perfecta para combatir el frío.

Toma las llaves del auto desde su mesa, y baja rápidamente los peldaños de la escalera, casi con entusiasmo.

-       ¿Y tú?

La mirada de su hermana es perpleja, viviendo un acto que de verdad lo ofendió.

-       ¿Yo qué? ¿Estás lista?- le quita un pan que la chica estaba haciendo y le da un mordisco-. Te iré a dejar, no quiero que me sigan culpando porque no ayudo en la casa. Suficientes atrasos tienes como para darte el lujo de más.

La chica sigue mirándolo perpleja, pensando que qué tipo de bicho le picó.

-       ¿Aló?- Minho la mira ofendido, e intenta llamarla por el apodo que le había dado desde pequeña-. ¿Basurita, Planeta Tierra?

-       YA, YA, YA.

Sulli toma rápidamente su abrigo, se lo coloca en un segundo y luego cuelga su bolso sobre su hombro. Espera que su hermano le lleve el bolso que le queda, pero al ver que éste abre la puerta y sale rápidamente por esta, se da cuenta que tanta la maravilla no podía ser.

El motor del auto hace un leve ruido al ser encendido, provocando algo de frustración en Minho que quería irse lo más pronto de ahí.

-       ¿Puedo preguntar a qué se debe este milagro de buen hermano?- le recrimina Sulli, al subirse al lado del chico-. No quiero que se acabe el mundo por tu culpa.

Da un brusco giro al llegar a la esquina, pretendiendo que la chica entendiera que no quería hablar.

-       ¿No tienes maquetas que hacer?- fingió tener interés para que su hermano le contara algo sobre su extraña actitud.

-       No, ya terminé todo.

-       Ah… ¿Minho?

El semáforo cambia a rojo justo dos cuadras antes de llegar al colegio. Él la mira sabiendo que ella pretendía algo.

-       No estoy drogado.

-       ¿Estás con alguien?

Inevitablemente se ríe.

-       O es el pegamento que se te metió en la cabeza o estás con alguien, no soy estúpida.

Avanza el auto, ya casi llegando al destino.

-       Por lo visto, eres BASTANTE estúpida- frena justo en la entrada del colegio, dejando el motor encendido, esperando que esta se bajara rápidamente.

-       No me voy a bajar hasta que lo aceptes- se cruza de brazos, esperando su respuesta.

-       No seas estúpida, estás atrasada.

-       No me importa, me están esperando así que tengo todo el tiempo del mundo.

-       ¿Y yo era el que estaba con alguien?

-       Ay, por favor, para lo estúpido- bufa-. Es solo un compañero nuevo, está ahí- le indica con el brazo, un par de metros más allá-. Se llama Taemin. Es nuevo en la ciudad.

No sabe qué fue primero lo que lo choqueó. El hecho de escuchar su nombre desde la boca de su hermana, de asumir que su amigo, Jonghyung, de verdad tenía razón y SÍ, eran compañeros, o el hecho de verlo fumando un par de metros más allá, con el mismo uniforme que su hermana.

Ni siquiera notó cuando su hermana se inclinó sobre él de un golpe y tocó la bocina para que Taemin los mirara. Justo cuando éste estaba botando el humo del cigarrillo, gira rápidamente la cabeza y sonríe al ver a Sulli, para luego fijarse en Minho y quitar de un solo golpe la sonrisa de su rostro.

-       ¿Me dirás o no?

-       ¿Qué?- ya ni siquiera recordaba de hablaban-. Me tengo que ir, ya bájate.

-       ¿¡Qué!?- el chico la empuja, y abre la puerta pasando sobre ella-. ¿No podía tener simplemente un hermano normal?

-       No, bájate- le da un nuevo empujón, obligando ya a que se bajara-. Demasiada bondad por hoy.

Justo en el momento en que Taemin llega al lado del auto, Sulli se baja enojadísima, recibiendo de un solo golpe el bolso que su hermano le lanza desde el interior.

-       También te amo Minho- le grita, enfurecida-.

Inevitablemente se inclina hacia la ventana del copiloto, sin saber si es para molestar a su hermana o simplemente, para…mirar.

-       Yo no, tontita.

Y ahí fue probablemente el primer contacto visual directo desde que se encontraron en la casa de Onew. No fue algo rápido ni tampoco tan premeditado. Solo lo hizo. Y probablemente esperaba la misma reacción que la última vez, solo que en esta, el odio parecía ser mayor, mucho más serio.

Avanza un par de metros, dejando atrás al par de figuras caminando, entonces nota que el otro bolso que llevaba su hermana seguía dentro de su auto.

-       Por la mierda.

Retrocede rápidamente, llevándose un par de gritos y blasfemias por la gente que iba cruzando. Se estaciona en el mismo lugar que hace un momento, y saca el bolso para bajarse rápidamente.

No recordaba lo que causaba en ese colegio. Si hubiese sido así, probablemente no se hubiera bajado por el hecho de la incomodidad que esto le provocaba. Las chicas casi lo miraban como gato en carnicería.

-       ¡Sulli!- le grita sin querer seguir caminando, pero ganándose nuevas miradas hacia él-. ¡Sulli!

Parece que la conversación con Taemin era lo suficientemente interesante como para escuchar sus gritos. Pero por lo menos su altura le permitía tener unas piernas lo agradablemente largas por lo que no se demoro nada en llegar a ellos.

-       Aparte de lenta, ¿sorda?- se les cruza en el camino, interrumpiéndolos de golpe. Taemin casi choca con el cuerpo de Minho si es que no se detiene.

-       Había olvidado que tu hobbie era lucirte en mi colegio- se ríe de él-. Soy tan sensual que todas las chicas me miran.

-       Cállate.

No había notado que Taemin por primera vez no se dedicaba a mirarlo con odio a él, sino que miraba distraído alrededor del lugar. Eso le dio más rabia.

-       ¡Hasta los chicos te miran!

-       Ya, chao- le da un beso en la frente a su hermana y ve de reojo a Taemin que aún se encontraba mirando la gente que pasaba observándolos impresionados-. Adiós.

Ahora se concentra en él y ni siquiera le hace un movimiento de cabeza en señal de despedida. Total quién era él, el espía, hermano de su amiga que lo único que quería era que la gente lo mirara.

Adiós y una mierda.

 

***

Minho demasiado enojado como para irse a su casa después de ir a dejar a su hermana, se va a la casa de su mejor amigo, Jonghyun. No le importa que sea temprano y que éste probablemente esté aprovechando de dormir debido a que no tienen clases.

No tiene problemas para entrar, debido a su amistad con el conserje, por lo que se dirige rápidamente al piso siete por el ascensor. No sabe qué le pasa pero anda con demasiada energía, así que apenas llega al séptimo, casi corre hacia el departamento de su amigo.

Golpea con energía y espera. Menos de lo que creía.

-       ¿Se te quedó algo?

La puerta se abre y su mejor amigo lo mira con los ojos como platos. De hecho, desorbitados de una manera sobrenatural.

Minho probablemente esté igual, pero acompañada de una sonrisa pícara.

-       ¡Maldición, Minho! ¿¡Qué haces acá!?

Jonghyun no se mueve de la puerta, cambiando de un momento a otro la hermosa sonrisa que adornaba su cara a una de completo odio. De hecho, furia.

Minho solo reía, moviendo sus pestañas de una manera coqueta, burlándose de él.

-       Se me quedó mi virginidad, cariño- imita con voz de mujer-. ¿Puedo pasar?

-       No.

Ahora intenta hablar en serio, quitándole importancia al asunto.

-       Ya, quiero pasar.

-       No, Minho.

-       No te voy a hacer preguntas incómodas- el aludido bufa-. En serio.

-       ¿Crees que soy estúpido?

-       Sí, pero déjame entrar- intenta forcejear, empujándolo-. Jjong, vamos.

-       ¡Nooooo!

Comienza el forcejeo más fuerte durante largos minutos, provocando risas en el dueño de casa por culpa de las cosquillas que le provocaba su amigo. Finalmente entra.

-       ¡Y fue hasta con desayuno!- se burla Minho, mostrando dos tazas que habían sobre la mesa de su amigo-.

-       Cállate, Minho. Era mi mamá.

-       Sí. Seguro.

Se lanza de un golpe al sillón, quedando acostado sobre éste. Coloca los pies sobre los posabrazos y sonríe.

-       Ya, no preguntaré más- se resigna-. Ya sé que no me dirás, así que, solo esperaré hasta que te emborraches y me cuentes todo.

Jonghyung suelta un bufido, odiándose a sí mismo porque probablemente eso sería así. Nota mental: no emborracharse nunca.

-       ¿A qué viniste tan temprano? No sirve decir que me extrañabas- recoge el par de tazas y las coloca dentro del lavaplatos, esperando que el tema de su reciente cita ya fuera parte del pasado.

-       Oh- se queja, deprimido-. Esa era mi excusa.

Se voltea en el sillón, mirando a su amigo en la lejanía. Piensa las cosas e intenta buscar una excusa convincente para decirle por qué había ido, pero no se le ocurre ninguna.

-       ¿Entonces? – Jonghyun echa el agua a correr y comienza a lavar lentamente-. Me dirás o no.

-       Fui a dejar a Sulli al colegio- comienza, pero antes de pronunciar otra palabra su amigo lo interrumpe ferazmente.

-       ¿Ya te andabas luciendo?- se voltea y lo mira con una ceja levantada-. Conquistaste una colegiala y no sabes donde llevarla y me quieres pedir el departamento. Olvídalo.

-       ¡NOOOOOOOOOO!- se golpea la frente con su mano y lo mira intentando descifrar que qué hizo para merecer esto-. ¿Me crees capaz?

-       Sí. Perfectamente. Yo lo haría.

Se levanta del sillón y camina descalzo hacia su amigo, al llegar a él le pone una mano en la espalda, intentando consolarlo.

-       No puedo creer que haya sido una colegiala.

-       ¿¡QUÉ!?

Deja caer un plato y lo mira tan ofendido que no le salen las palabras de la boca.

-       Sé que estás diciendo eso para que yo admita con quién me metí. No caeré en tu juego.

-       Diablos.

Toma un plato y comienza a secarlo, mientras su amigo sigue lavando un gran montón acumulado desde quién sabe cuándo. Eso era lo bueno de no vivir solo, quizás no tenía tanta independencia como Jonghyung, pero no tenía que preocuparse de que toda la casa luciera bien. Aunque su amigo nunca se preocupaba de eso, claramente.

-       El hermano de Onew es amigo de mi hermana- le confiesa con la voz algo seria-. Hoy día los vi.

-       ¿Están juntos?- le pregunta, pícaro-.

-       No, son amigos, solo eso.

-       ¿Y qué hay de malo en eso?

Minho deja el plato a un lado y se apoya en la encimera, cruzándose de brazos. Era estúpido lo que diría, pero necesitaba contarle a alguien lo que sentía sobre ese chico o estallaría de una confusión de sentimientos.

-       Creo que él me odia.

-       ¿Taemin?- le pregunta extrañado, mirándolo-. ¿Por qué? Probablemente te estás imaginando cosas, le cuesta adaptarse eso es todo. Aparte que es estúpido que te pongas celoso del mejor amigo de tu hermana. No te la quitará.

-       No estoy celoso, no seas estúpido- le regaña-. Cada vez que estoy cerca, me mira como si quisiera pegarme o no, ahorcarme ojalá. Y me ignora si digo algo, y no sé, no he hecho nada.

-       A lo mejor Onew le habla mal de ti. O está enamorado de ti y como buen hermano se coloca celoso.

Le tira el paño de cocina en la cara, enojándose.

-       Odio hablar de estos temas contigo.

-       ¡Pero si lo digo en serio!- se ríe-. Puede existir esa posibilidad.

-       No seas tonto- bufa-. Solo que…

Jonghyun lo mira perplejo al verlo quedarse pensando en la nada. Abre los ojos, impactado y se tapa la boca con una mano. El sonido del agua correr es lo único que se puede escuchar en la cocina.

-       ¡Te metiste con el hermano de Onew!

Siente como sus mejillas toman un color rojizo de la nada, obligándolo a voltearse a su amigo, con una cara de perplejidad tremenda.

-       ¿Cómo se te ocurre eso? ¿Fumaste algo?

-       ¡Entonces!- le grita-. No entiendo porqué le pones tanta emoción a algo sin importancia. Es un pendejo de dieciséis, diecisiete, que sé yo, que a lo mejor odia a todo el mundo o te eligió como víctima…

-       Es que lo espié- le confiesa.

-       ¡¿Ah?! ¿Lo espiaste?- corta el agua, dándose cuenta que no volvería a lavar los platos durante un largo momento-. ¿Qué te pasa Minho? ¿Estás bien?

-       Nooo, ó sea sí, estoy bien. Fue sin querer- intenta excusarse y convencerse a sí mismo-. Cuando fuimos a su casa, fui al baño y vi una luz y me acerqué y lo vi y no me di cuenta que me quedé mirando su pieza mucho tiempo y me vio y estaba solo en calzoncillos y a lo mejor no sé, cree que soy un violador, que sé yo.

Jonghyun le pone una mano sobre el hombro, intentando darle algún apoyo emocional.

-       Eso se llama pedofilia, Minho. Se puede tratar a tiem…

-       No sé porqué te estoy contando esto, es estúpido- le da un empujoncito y se va al sillón nuevamente a sentarse.

Puede que sinceramente no se haya quedado mirando la pieza del chico por mucho tiempo sino que otra cosa, pero eso nunca se lo confesaría. No si su amigo se burlaba de él de esa forma. Aparte que no lo miró con ninguna intención, sino que con la misma que uno ve a cualquier persona camino a alguna parte, en el metro o en el bus.

-       Minho- su amigo se acerca desde la cocina y se coloca frente a él, en cuclillas-. No te preocupes por un adolescente que te mira feo. Es estúpido. Te estás imaginando cosas, él probablemente ni te odia ni te ama ni te quiere matar. Solo es tu imaginación y el efecto del pegamento que se te ha ido al cerebro. Deja el tema de lado, te estás desgastando por nada.

Asiente, serio. Quizás su amigo ahora sí tenía razón. Probablemente él se estaba imaginando todo y el chico ni siquiera quería llamar su atención. Su personalidad puede haber sido así y Minho lo encontró extraño y ahora está pensando cosas de él que nunca quiso hacer.

Suspira y deja caer su cabeza sobre su brazo. Dejaría las cosas tal como son y no iría más a “lucirse” al colegio de su hermana a no ser que fuera estrictamente necesario.

Adiós miradas raras. Adiós Taemin.

 

***

 

Eran las tres de la tarde y la lluvia azotaba la ventana cercana a donde estaba Minho. Se encontraba enfrascado haciendo una maqueta, mientras un par de audífonos blancos se encontraban pegados a las orejas del chico, resonando la música por todo el lugar.

Hace más de cinco minutos que su celular vibraba cerca de la maqueta y éste no lo notaba. Un golpe de Jonghyun lo saca de su burbuja.

-       Me voy a mi casa, necesito dormir- le da una palmada en la espalda y un beso en la mejilla para retirarse-. Tu celular lleva más de cinco minutos sonando, por cierto.

El chico se va del lugar, colgándose el bolso sobre el hombro y llevándose un montón de cartones bajo el brazo.

Minho deja los audífonos sobre su cuello y revisa su celular, extrañado. Habían más de diez llamadas perdidas de su hermana, lo que le preocupó de sobremanera.

No pasaron ni dos segundos y el sonido de marcar ya sonaba sobre su oído.

-       ¿Para qué tienes celular?- le regañan desde el otro lado.

-       ¿Pasó algo?- la ignora, preocupado-. ¿Estás bien?

Siente una voz al lado, que no alcanza a distinguir.

-       Sí, estoy en el colegio y no tengo paraguas ni llaves y no sé cómo irme- intenta poner voz de pena, que al parecer resulta-. ¿Estás muy ocupado cómo para venir por mí?

Mira los cartones que estaban siendo recientemente levantados, intentando darle volumen a la maqueta y suspira.

-       En quince minutos estoy allá.

Corta la llamada y rápidamente intenta guardar la mayor cantidad de cosas utilizables y botando las que no. Intenta maniobrar con todas las cosas que tenía y llegar hasta el auto, cosa que resultó afortunadamente bien.

El haber estado dentro de la facultad no lo había hecho darse cuenta de la tormenta que había afuera. Puede que haya odiado a su hermana en cuanto le pidió que la fuera a buscar, pero pensándolo bien, no era nada de mala idea con ese clima tipo tempestad.

Se demoró un poco más de lo que dijo, pero de todas formas llegó rápido. El tráfico era casi nulo, ya nadie se atrevía a salir con lluvias así de fuertes.

Le toca la bocina al llegar, esperando que esta saliera de bajo de un techo del que se encontraba guarecida. La ve despedirse de alguien y correr rápidamente al auto.

-       Odio la lluvia- se queja, subiéndose y dándole un sonoro beso en la mejilla-. Mira como quedé.

Se quita la mochila que estilaba agua y Minho comienza la marcha nuevamente, pero de manera más lenta, fijándose que su hermana no le salpicara agua a su maqueta.

Entonces coloca la vista al frente y se fija en una delgada figura que camina lentamente al costado de ellos, con la vista gacha y la ropa pegada al cuerpo debido a la lluvia.

-       Pobre Taemin, se resfriará- le dice su hermana, intentando colocar cara de ternura.

Minho piensa las cosas y el auto avanza tan lento, que el chico ya les sacaba ventaja. O lo dejaba subir y pensar nuevamente que lo odiaba o lo dejaba subir y simplemente llevarlo en un buen acto de bondad.

-       Dile que suba - suspira, echándose el pelo hacia atrás. Un par de mechones quedaron levantados, dándole un toque más sexy.

Siente cuando la puerta de su auto se abre y se voltea, preocupado de su maqueta, pero ve que la figura de Taemin pensó lo mismo porque cierra la puerta y se da la media vuelta dirigiéndose a la otra y quedando detrás del asiento del conductor. Del asiento de Minho.

-       Gracias- dice con voz suave al subir. Aunque Minho piensa que el agradecimiento va más para su hermana que para él.

-       Él es Taemin, mi compañero, es nuevo- le introduce su hermana, para luego mirar a su amigo y explicarle a él-. Y éste, es Minho, mi hermano.

-       Ya nos conocíamos.

Sulli mira a su hermano, con un cambio rotundo en su cara. Al parecer esa nueva información no la había puesto muy contenta.

-       ¿Por qué no me habías dicho esto? – le llega un pequeño golpe en el brazo a Minho, intentando regañarlo.

Taemin miraba la escena con una semisonrisa, desde el asiento trasero. Al parecer le divertía la situación de haber delatado al moreno.

-       Pensé que sabías.

Buena estrategia. De seguro eso, el menor no se lo esperaba. El rostro del chico rápidamente se transforma en uno serio.

-       No sabía que era tu hermano.

-       Y yo no sabía que era tu amigo.

Un silencio incómodo se produce en el auto.

Fueron alrededor de treinta segundos de silencio absoluto, pudiendo escuchar solo el golpe de la lluvia sobre el vehículo. Minho no sabía si el frío se había colado al interior del auto o si había sido la conversación que había dejado un ambiente algo gélido.

Sulli se da media vuelta y se coloca a conversar con su amigo, mientras Minho manejaba concentrado completamente. No quería escuchar la conversación, pero un par de frases aún así se colaban por sus oídos.

-       Necesito que pares aquí.

Su hermana se coloca el abrigo que se encontraba completamente mojado y abre la puerta de un golpe, Minho la mira perplejo.

-       Si quieres yo voy- le decía con la intención de no quedarse con Taemin solo dentro del auto.

-       No- le dice avergonzada-. Necesito comprar algo.

-       No me da vergüenza, yo voy.

La chica sale de un solo golpe antes de que su hermano siga protestando, obligándolo a que se estacionara cerca del lugar. Ella confiaba en su hermano y no le avergonzaba hablar de temas femeninos con él, pero prefería comprar ella sus propias toallas higiénicas y no tener que ver la imagen de su hermano comprándolas. El solo hecho le causaba risa.

Minho se rasca nuevamente la cabeza, volviendo a lanzar mechones hacia atrás, para luego apoyar sus manos sobre el volante. Daba pequeños golpecitos, incómodo en la situación. Sentía la respiración acompasada de Taemin tras él, cosa que lo ponía más nervioso. Mira de reojo por el retrovisor y se da cuenta que el chico miraba concentrado su maqueta, cosa que increíblemente, lo puso más nervioso.

¿Cuánto tiempo podía llevar comprar en una farmacia? ¿Cinco, diez, quince minutos?

Da otro golpecito sobre el manubrio y decide sacar su celular y comenzar a revisar cualquier cosa que se le cruzara por delante. Se decide por los mensajes antiguos.

-       ¿A todas las casas que vas te gusta hacer eso?

La voz de Taemin es como un cuchillo dentro del ambiente gélido. No sabía si se había quedado tan quieto y tenso debido al frío, o debido a la pregunta del chico con ese tono de voz.

No sabe qué decir. Tampoco si es conveniente voltearse.

-       ¿Qué cosa?

Lo mira por el espejo retrovisor y se encuentra con su mirada en seco. Observándolo serio. Pero no tiene miedo y es capaz de seguir mirándolo, serio, al igual que él.

-       Espiar a las personas y meterse a su habitación sin su permiso.

Eso fue mucho. Eso fue mucho para cualquier persona, hasta para una que no entendía ni de qué estaban hablando. Minho baja la mirada, algo derrotado sin saber que decir. Sabe que el chico espera una respuesta en contraataque, pero él no se ve capaz de decir nada. Tiene claro que cualquier cosa que diga será peor y arruinará las cosas.

Estaba seguro que ese chico lo odiaba y no estaba mal.

Maldito Jonghyun.

Siente la lluvia que golpea las ventanas del auto incesantemente y la respiración tranquila de Taemin, expectante, esperando como un león que espera que le tiren un pedazo de carne. Dispuesto a otro ataque.

Otra vez despeina su cabello y no se siente capaz de mirarlo. Cree que él le dirá otra cosa, pero no sabe qué. Teme.

-       ¿De qué hablan?

La puerta del auto se abre de repente, provocando un saltito en Minho. Su hermana le sonríe y sube sin dudar.

-       Es mejor que nos vayamos pronto, tengo mucho que trabajar- le dice bajito a su hermana.

-       Okey. Tú ya sabes el camino hacia la casa de Tae.

Asiente suave y aumenta un poco más la velocidad.

Sentía miedo. No. Escalofríos, dentro de su cuerpo. Y no debido al frío o la lluvia que se colaba dentro de la ropa de todas las personas, sino que de Taemin. Por, Taemin.

Su voz resonaba dentro de su cabeza casi como un eco, retumbando dentro de sus oídos y obligándolo a sentirse cada vez más un psicópata. Cree que el chico lo odia bastante como para hacerlo sentir mal durante el resto de su vida, pero cuando lo deja fuera de la puerta de su casa y éste se asoma por la ventana de su hermana, despidiéndose, ve a Minho de tal manera, que hace que la lluvia no sea nada más que un acompañante dentro de ese frío que hay dentro de su interior.

 

 


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