CAP 1: Pesadillas parte 1
Siempre le había gustado ser el centro de atención, desde que era un niño, siempre peleando con sus hermanos para obtener la atención de sus padres, en la escuela también era lo mismo. Pero ahora que lo había logrado, no se sentía feliz, aun y con todas esas millones de fanáticas que tenía alrededor del mundo, miles de ojos posados en el, y aun así sentía que algo faltaba.
Ya se empezaba a hartar de sus falsas sonrisas, solo sonreía porque sabia que con eso hacia felices a muchas personas, entre ellos a sus compañeros de agrupación. Estaba tan cansado, deseaba dormir y ya jamás despertar, cerrar lo ojos y que así se quedaran por toda la eternidad, pero eso no era posible… no, él jamás le aria eso a sus amigos, aun si estos se comportaban como niños pequeños, que no dejaban de discutir y lanzarse objetos, el que se suponía debía ser el mas maduro resulto que se comportaba peor que un niño de cinco años.
- ¿En que piensas? -cuestiono una voz bastante conocida.
-En nada -le contesto él.
-Últimamente estas muy serio, ¿sucede algo malo? -insistió.
-Ya te he dicho que no es nada -respondió con tono de hastió.
Jonghyun era muy persistente, seguro que seguiría preguntando. Kim Kibum se levanto del sofá y se dirigió a su habitación, dejando a todos en sus quehaceres. Taemin, mirando televisión, mientras Minho y Onew estaban embobados con un nuevo videojuego que les había llevado el manager.
Cerró la puerta detrás suyo, y se recostó en la cama, con la vista fija en la pared, se le quedaba mirando como si hubiese algo suficientemente interesante en ella.
Los parpados le pesaban toneladas, al final el peso era demasiado y se doblego.
***
¿Qué era lo que le sucedía a ese chico? Ya no sonreía como antes. Ya no se burlaba de sus chistes estúpidos, ya no se dormía tan tarde en la noche, recogiendo lo que habían dejado arrumbado, ni se levantaba temprano para preparar el almuerzo, ya no los regañaba por todo, ahora solo se sentaba y pretendía prestar atención a lo que hacían, ni siquiera volteaba cuando Jonghyun le hablaba.
Jonghyun se quedo ahí en ese mismo asiento, donde minutos antes había estado ese niño delgado, el mismo al que desde hacía tiempo no dejaba de contemplar, por él se levantaba temprano, por él había empezado a hacer mucho más ejercicio, ese chiquillo que se tomaba todo muy en serio, aun si se trataba de la broma mas tonta del mundo,
Quería verlo sonreír como antes.
Se levantó del sillón, y se dirigió en la misma dirección que Kibum.
Giro la perilla de la puerta y entro a la habitación, también era su habitación así que no había ningún problema, en una de las camas miró la figura de Key hecha un ovillo volteado hacia la pared, se acerco lo más silencioso que se pudo, pues supuso estaba dormido. Le hecho una miradita, y en efecto se encontraba dormido, se sentó con sumo cuidado en la orilla de la cama, trataba de no despertarlo, con sus ojos delineo el contorno de su figura; ¿Qué era lo que le parecía tan interesante de ese chico? Preguntose a si mismo, seria su manera de vestir, como se miraba al espejo por horas, para verificar que su cutis estuviera en perfecto estado, y cuando salía una imperfección se pusiera mil y un cremas diferentes con tal de que desapareciera, quizá era la manera en que le gritaba la tele cuando estaba viendo algún programa que le gustaba.
Estaba tan inmerso en sus pensamientos, que la repentina vuelta de Key, lo hizo caer al suelo.
-¿Qué haces ahí tirado? - Lo cuestiono una voz adormilada.
-Nada -negó -lo que pasa es que el suelo es muy fresco. -trato de bromear, pero a Key no le figuro ninguna gracia. Muy por el contrario, solo ignoró y se guió hacia el cuarto de baño.
Se miró al espejo, últimamente lucia terrible, las ojeras comenzaban aparecer debajo de sus ojos y el cansancio estaba haciendo estragos en su cuerpo, llevaba semanas sin dormir, por las noches dormía unas cuantas horas y luego se despertaba presa del pánico que lo invadía, odiaba que la habitación se quedara por completo a oscuras, así que se levantaba a prender la luz del baño, y se quedaba ahí sentado un largo rato, a veces hasta que amanecía. Él no entendía como su compañero de habitación podía dormir tan plácidamente, como lo envidiaba; desde que lo conoció sentía cierta envidia por él, siempre hacia reír a los demás, aun si no se lo preponía, era excelente a la hora de cantar, era un inmaduro de primera; sin embargo, al mismo tiempo que lo odiaba sentía que en realidad no era así.
-¿Quieres decirme que es lo que te sucede Key?
Esa pregunta lo tomo por sorpresa, en realidad lo que lo había tomado por sorpresa fue el tono en que lo dijo; generalmente Jong siempre estaba jugando, pero el tono que había usado no era el mismo tono juguetón que siempre usaba, se le notaba preocupado y molesto a la vez. Estaba parado junto al marco de la puerta, y con los ojos clavados en la estrecha espalda de Key, de pronto comenzó a caminar hacia él. Key lo miraba avanzar con una extraña mueca en el rostro, la cual no supo descifrar con claridad, parecía que tenía miedo, pero no sabía de que. Al momento en que puso sus manos sobre sus brazos, sintió como el cuerpo de Kibum se estremecía, en ese momento miro hacia el espejo que se encontraba sujeto a la pared, y lo que vio no le gusto en lo absoluto, Key había cerrado los ojos y su cuerpo temblaba presa del horror que sentía. Entonces lo comprendió todo, Key estaba evitándolo por que lo odiaba y además de eso le causaba terror el tenerlo cerca.
-No te preocupes Key, ya no te volveré a molestar -afirmó, con cierto tinte de cólera en la voz.
Key solo se limito a callar, algo que le dolió en el alma a Jong. Sin duda ese chico había roto toda barrera, se había hecho un camino en el corazón de Jong, había construido una mansión de ilusiones en la cabeza de este, y luego en una cuantos minutos lo derrumbaba todo, para quedarse solo con los escombros. Cada abrazo, cada caricia, cada mirada que se dirigían cuando estaban encima del escenario o frente a una cámara, había sido completamente falsa por parte Key.