Cap.1 Caídas y más caídas…
…Ya era tarde para el primer día de trabajo temporal de Taemin, trabajaría en un restaurante de la costa, frente al mar para recibir turistas, era una de las consecuencias de querer ir a vivir con sus tíos en la isla Jeju, ya que sus padres habían ido de viaje a Europa por gusto y por explorar ciudades, dejando al pequeño al cuidado de sus tíos. Aunque Taemin los adoraba, el trabajo no era lo suyo, solía ponerse torpe cuando estaba nervioso y más si tenía que estar al pendiente de la gente.
-Minnie…. –lo llamó su tía Hyosung-, atiende la mesa quince por favor…. –pidió de forma amable mientras el pelinaranja se encaminaba a paso apresurado con una libreta en la mano y en la otra un lápiz.
Una ves allí se paro con una actitud firme.
-B-Buenas Ta-Tardes… -tartamudeó-, ¿En qué puedo… s-servirle? –sus mejillas de pronto se tornaron color carmesí solo por los nervios que recorrían su estómago.
La pareja de la mesa quince ordeno pocas cosas para suerte de Taemin que solía confundirse, pero a penas se giró para dirigirse a la cocina un pequeño niño choco con él haciéndolo perder el equilibrio. Estaba por besar el piso cuando sintió dos brazos rodear su cintura desde atrás, giró su rostro para ver a su salvador.
-Deberías tener más cuidado –sonrío su ‘salvador’, un chico alto pelinegro de ojos grandes y de un perfecto flequillo que cubría su frente y atrás parte de su nuca. Aquel chico lo soltó una ves que vio al pelinaranja firme sobre el suelo, este solo atinó a sonreír mientras se ruborizaba y volvía a la cocina a pedir las recientes ordenes.
En la cocina no dijo nada sobre el reciente incidente, pidió las cosas como si nada y la llevo a la mesa quince, y a lado de esta en la mesa dieciséis estaba el pelinegro. Taemin miró a su tía y esta le indico que debía atenderlo, puesto que nadie mas lo hacia.
Taemin se paró frente a él, tomando nuevamente su libreta y el lápiz, tratando de no mirar al chico a quien atendía-. Buenas tardes… -habló casi en un susurró para luego aclarar su garganta- ¿En q-qué puedo s-servirle? –volvió a tartamudear.
El pelinegro pegó la vista en el rostro de Taemin, examinándolo con la mirada. “Es adorablemente tímido”, pensó fugazmente para luego tomar las manos del pelinaranja ya que este había optado por tapar su rostro con la libreta al notar que aquel chico alto le mirara con tanta atención.
-Solo quiero bulgogi, y un vaso de soju… -dijo sonriendo ampliamente, por lo que el menor asintió y a penas el chico frente a él lo soltó anotó su orden.
Estaba por marcharse cuando decidió hablar-. Muchas gracias por salvarme de la caída…. –le dijo con la cabeza baja para luego ir a la cocina.
En ese lapsus de tiempo para suerte de Taemin no atendió a ninguna otra mesa, y su descanso estaba por venir.
Cuando fue a dejar la comida al pelinegro no dijo nada, ni intercambio miradas, al igual que cuando fue a retirar su plato, recibir la paga y su propina. El pelinegro salió del restaurante lentamente, observando a Taemin de reojo, quien apenas terminaba de dejar las cosas, se estaba sacando el mandil de camarero y tomaba de un estante un pequeño bolso.
-Adiós Tíos, nos vemos en la noche…. –le oyó despedirse, por lo que apuró el paso hasta salir a la calle, fuera del restaurante, a esperar a quien le había atendido, parecía una conducta extraña y hasta el mismo chico que esperaba a Taemin, lo pensaba pero la ternura del pelinaranja lo había cautivado.
Apenas Taemin salío del local, percató la presencia del pelinegro, lo vió allí parado en el filo de la acera mirando hacia el mar, se acercó a él solo por que debía cruzar la calle, y el pelinegro le miró, nuevamente con la misma atención.
-Hola… -atinó a decir Taemin, algo mas confiado que en el trabajo, sonriendo de forma leve.
-Hola… -río el otro-, ten cuidado a cruzar la calle…. –le aconsejó y ambos cruzaron la calle-. Tu no eres de por acá, ¿verdad? –rompió el pequeño silencio que se formo una ves que cruzaron.
-Soy de Seúl… -contesto el pelinaranja-, vine a pasar el verano con mis tíos… Me gusta esta isla, es tranquila… -hablo con tanta seguridad que al pelinegro le pareció extraño-. Por cierto…. Soy Taemin, Lee Taemin –sonrío amplio.
-ah… Choi Minho... –se presentó el pelinegro-. Yo quiero ir a la ciudad, a estudiar, me postule a una universidad….
-¿Entraste a la universidad? –le interrumpió Taemin con los ojos bien abiertos.
-Este año me toca, pero aún espero respuestas de las universidades a las cuales postule… -sonrío- ¿y tú? ¿ya saliste que trabajas? –río leve.
Taemin negó repetidas veces- Este año es el ultimo en la prepa… -suspiro leve-. Luego me dedicaré al baile…. Quiero ir a la facultad de expresiones artísticas….. –la voz de Taemin expresaba infinita confianza cuando se trataba de baile y esos asuntos.
-suerte entonces…. –lo alentó mientras seguían caminando, en eso Taemin casi tropiesa con un perro que se le había cruzado, demasiado despistado, pero estaba Minho para salvarlo.
-G-Gracias hyung… -dijo avergonzado, ya era la segunda ves en el día que aquel chico le salvaba de besar el suelo.
-Deberías poner más atención al camino…. –sonrío leve el mayor.
Ambos continuaron con su charla, simple sobre sus gustos, tirándose bromas sanas.
-Ow~ hyung, aquí debemos separarnos… -Tae Miró su reloj y detuvo su paso-. Debo ir a mi clase de danza…. –masculló desganado-. ¿Podemos vernos mañana? Tengo libre –Sonrío enseñando todos sus blanquecinos dientes. Minho no tuvo más que asentir.
-a las tres de la tarde fuera del restaurante de tus tíos…. –concluyó el mayor. Luego se despidieron y caminaron a distintas direcciones, cada uno por su lado.
Taemin corrió por la acera para ir a su clase de danza, ya daban diez para las seis de la tarde, por lo que tuvo que correr.
A penas unos metros de la entrada de la academia, Taemin tropezó, pero esta ves no había nada frente a él, habían sido sus propios pies quienes le hicieron tropezar, y para suerte de él, esta ves si beso el suelo, cayendo de lleno sobre la acera, atinando solo a colocar sus manos como soporte.
Se levanto a penas del suelo, con sus manos rasmilladas y una pequeña marca de sangre en su frente, se quejo en silencio mientras se reincorporaba, sacudió sus manos y limpio con su antebrazo su frente, tomó una bocanada de aire y entro a la academia yendo directo al baño, sin mirar a nadie.
Adentro no estaba solo, uno de sus compañeros de clase estaba allí, justo para burlarse de él.
-¿Otra ves besando el suelo Taemin? –bufó aquel chico pelirubio.
-Tsk… no es de tu incumbencia Key…. –contesto secamente mientras lavaba sus manos y limpiaba su frente, quedando más o menos presentable, pero su frente estaba roja y seguía sangrando, pero esta ves leve. Key salío del baño y Taemin tuvo tiempo de cambiarse, colocándose una polera ancha y unos pantalones de buzo gastados, los que siempre usaba, tenían estilo. Dentro del salon todos pegaron la vista en él. Taemin solo sonrío hasta que observo su figura en el espejo, su frente estaba más roja y poca sangre que corría de ella bajaba por la extensión de su nariz-, mierda… -resoplo.
-Minnie.. –oyó una voz femenina que se dirigía a él llevando un bolso colgado al hombro, la chica se paró frente a él y saco una benda- ¿Qué paso? –pregunto preocupada mientras limpiaba la herida de Tae y luego cubría su cabeza con una benda.
-Tropecé en la entrada… -murmuró avergonzando-. Gracias Suzy…
La clase empezó como siempre, una simple rutina al principio para calentar, luego algo mas elaborado, saltos, giros, coordinación, sincronización, tiempo, pulso, etc. La clase era agotadora, dos horas enteras de solo baile, a veces improvisado, otras veces con coreografía. Taemin prefería improvisar, y más si lo hacían competir con Kibum, mas conocido como Key, uno de los mejores bailarines de su clase, pero Taemin era mejor, mucho mejor, pero se media, y solo en situaciones que Key le hacia enfadar y pasar vergüenza, Taemin sacaba lo mejor de si, pasos extravagantes, un perfecto popping y otros estilos que mezclan gracia y gimnasia.
Ya daban las ocho de la noche, era hora de volver a casa… Taemin se ducho rápidamente y cuando acabó de arreglarse salio de la academia, pero no solo, Suzy le acompañaba.
-Minnie… -siempre solía decirle así, pero a Tae ya comenzaba a cansarlo-, ¿Crees que mañana podamos salir? –la chica miró inmediatamente sus pies mientras caminaba junto a su compañero.
-Este… Ya tengo planes para mañana, será para la proxima… -sonrío esperanzador el pelinaranja.
-Claro… -sonrío Suzy ampliamente. Ella era linda, Taemin siempre dijo que ella la chica mas linda de la isla, y eso que conocía varias, pero para Taemin, Suzy era especial….-. Ya me tengo que ir… -dijo la chica acercándose a Taemin-, nos vemos Minnie, te quiero… -dejo un beso suave en su mejilla y Tae sonrío mientras la chica se alejaba.
-También yo… cuídate.. –le dijo desde atrás para luego seguir caminando.
Llegando a la casa de sus tíos estos estaban esperándolo.
-¿Cómo estuvo la clase? –preguntó su tío sin siquiera mirarlo, pero su esposa se adelanto al ver a Taemin llegar con una benda húmeda sobre la frente.
-¿Qué paso? –su voz era tan maternal.
-Tropecé al llegar a la academia, Suzy me hizo una benda y olvide quitarla cuando me duche….
Su tía lo llevo al baño y curo nuevamente su herida, pero esta ves no la cubrió con nada, para que la pequeña herida “respirara”. Una ves que le dejo solo en el baño, Tae saco una toballa de la pequeña repisa que había dentro, hecho su ropa al canasto de ropa sucia y se ducho nuevamente, esta ves con más cuidado, lavando a la ves su cabellera que ya estaba algo larga.
Al salir de la ducha no hizo ni un solo ruido, pensando que sus tíos ya habían ido a dormir, subío las escaleras y fue a su habitación, “fue mala idea haberme duchado en el primer piso”, pensó al notar que sus pisadas hacían crujir la escalera.
Una ves en su pieza dejo caer la toballa que cubría su cuerpo, busco en su mueble unos boxer y se quedo solo con ellos mientras secaba su cabello, observo su reflejo en el espejo y vio su frente nuevamente, estaba algo hinchada, no pensó que estaría así, no fue tan grande el golpe puesto que sus manos se llevaron la peor parte. Suspiro pesado y dejo la toballa húmeda sobre una silla. Se colocó una polera que llegaba hasta sus muslos y se tumbo en la cama boca arriba, acomodándose bajo las sabanas, sin cerrar sus ojos aún observando el techo, lleno de estrellas fluorescentes, apagó la luz a su lado y siguió observando hasta que el sueño lo consumió por completo, ya que no se sumió en sus pensamientos, eso siempre lo mantenía despierto, por lo que ignoró a su mente y se concentro en mirar las estrellas en su habitación para poder dormir.
A la mañana siguiente Taemin despertó tarde, ya era las once de la mañana y sus tíos habían salido, como todos los domingos.
El pequeño bajo las escaleras con la toballa que había ocupado la noche anterior, la tendió en el patio trasero y luego volvió a subir a duras penas para tomar una ducha matutina.
Cuando acabó y se vistió con algo casual, volvió a bajar, dejando la toballa de aquella mañana en el mismo tendedero que la anterior; fue a la cocina y se sirvió jugo en caja y un pote de cereal, comió con tranquilidad para luego lavar sus cosas, tomar una botella de agua y salir de la casa.
-Es hora de trotar… -habló para sí estirando sus brazos sin antes colocarse los auriculares y poner a reproducir música en su mp4. Cerró su casa y comenzó a trotar camino a la playa, era la rutina del domingo por la mañana, desayuno luego un pequeño trote por la playa para fortalecer sus piernas, había tomando esa decisión desde que notó su suerte para tropezar con sus pies y las demás cosas, sabia decisión para el menor.
Cuando llego a la playa, se detuvo, bebió agua y se sentó sobre la arena, observando el reflejo del sol sobre el agua, prestándole atención a la música que oía por sus auriculares.
POV’s Taemin
Eche mis brazos hacía atrás haciendo soporte para poder acomodarme sobre la arena, al igual que eche mi cabeza hacía atrás, observando a mis espaldas todo al revés. No preste mucha atención a lo que veía, ya que era divertido ver las cosas de cabeza, podía sentir como la sangre se agolpaba en mi frente, sintiendo una punzada de dolor, supuse que era por la caída de anoche, iba a volver a mirar al frente cuando note que alguien caminaba a mi dirección, arquee una ceja y volví a mirar al frente, volteándome para ver si era impresión mía o si de verdad alguien venía hacia mi, para sorpresa mía era Minho hyung.
-Taemin-ah~ -le oí decir mientras se acercaba alzando una mano en forma de saludo, yo hice lo mismo.
-Hola hyung~ -iba a pararme cuando tropecé, no se como pero caí allí mismo, sobre la arena, luego sentí que Minho hyung corrpia hacia mi para socorrerme, pero ya era tarde, mi cabeza y todo mi cuerpo estaba sobre el suelo, traté de pararme como pude, algo tambaleante, sentí como la arena entraba por mi nariz, ¡Que desagradable!... –Aigoo… -me queje una ves que me pude reincorpora estornudando en dirección contraria al mayor, pude sentir mis mejillas arder por la vergüenza que sentía en ese momento, quise llorar, pero no lo hice, aunque mis ojos se cristalizaron por las lagrimas que exigían salir, mientras un puchero se formaba en mis labios, odiaba ser tan patoso, pero ya se había convertido en mi gran cualidad. Me quede allí quieto, sin mirar al mayor tras de mi.
-¿Estas bien? –sentí que se giraba para mirarme, pero lo evite, aclaré mi garganta sonoramente.
-S-Si… ya debo irme.. –mentí sin mirarlo aún decidido a caminar, en eso sentí su mano rodear mi muñeca, me tambalee en mi lugar y unas lagrimas traviesas rodaron por mis mejillas, maldije mi suerte.
El me jalo hacia él y no tuve mas que dar la vuelta, mirando mis pies, creí perder el equilibrio pero el tomo de mi mentón, con tanta suavidad y delicadeza que realmente pensé que mis pies estaban fuera del suelo. Lo miré, y más lágrimas caían por mis mejillas y el puchero en mis labios no desaparecía.
-Creo… que te traigo mala suerte… -dijo mientras acariciaba mis mejillas para secar el camino de mis lagrimas, yo negué repetidas veces.
-N-No… Hyung no tiene la culpa, son mis pies… -dije con la voz entrecortada-, ¡Que vergüenza!... –lamenté bajito-, no sé como, pero soy un imán para el suelo, caigo siempre…. –cerré mis ojos con fuerza sintiendo las manos del mayor sobre mi rostro, tan calidas, tan suaves….
-¿Seguro que quieres que salgamos más tarde? -¿Salir?, ¿Cita? No había caído en la cuenta de eso, puede que sean solo suposiciones mías, pero aún así me ruborice al oír sus palabras, el alejo sus manos de mi rostro y yo volví a bajar mi mirada.
-C-Claro Hyung… -mi voz era baja, pero noté que el me oyó por el hecho que desordeno mi cabello.
-Nos vemos, y por favor, ten cuidado…. –dicho esto lo observe y me miraba sonriente, lleve una mano a mi frente ya que me empezaba a doler y le devolví la sonrisa, allí el se fue y yo decidí volver a casa, con tranquilidad y sin prisas para no caer.
En casa mis tíos aún no llegaba y yo no tenía mucho que hacer, ¿poner la mesa? Naah, aún hay tiempo… Me encamine a mi habitación y me senté frente al ordenador decidido a hablar con uno u otro amigo de Seúl. Abrí el chat y tenia muchos conectados, varios me hablaron para saber como estaba, pero era una conversación de no más cinco frases, pero no importaba, yo solo quería hablar con mi hyung y mejor amigo, Jonghyun, lo busque en el chat y allí estaba, con su llamativo nickname: Bling-Bling Jjong~, en tonos verdes y celeste, le hice click y le hable entusiasta, de inmediato mandándole la invitación de la cámara. Me contesto con un gran “¡HOLA DONGSAEN!” y luego noté que acepto la camára, por lo que ya no era necesario escribir. Acomodé el microfono frente a mi y lo observe, estaba cambiado, su pelo estaba corto a los lados y algo largo arriba, no demasiado, pero si era llamativo, su pelo estaba castaño, se lo había vuelto a colorear.
-Hyung! –grite en el micrófono y note en su expresión que eso le había dolido a sus oídos, solté una pequeña risa y aleje un poco el aparato frente a mi- Estas cambiado
-Tú sigues igual… -comentó riendo.
-¡No!, estoy mas grande… -le dije-. Hyung ven a verme, hay un chico que me molesta –hice cara de cachorro, eso nunca me fallaba con Jonghyun.
Le vi resoplar y luego asentir-. Para suerte tuya tengo dinero, si me quedo en tu casa, todo bien… iré en dos días a Jeju… -una sonrisa se dibujo en su rostro, yo igual lo hice.
-¡Yupi! –Alcé mis brazos- quédate lo que gustes hyung, mis tíos lo aceptaran…
-Ok, entonces, el martes estoy por allá, ahora debo irme, cuídate pequeño… -dicho esto se desconecto, debió estar ocupado, ya que no me dio tiempo de despedirme.
Apague el ordenador y fue al living, minutos después llegaron mis tíos, cargando unas bolsas.
End POV’s Taemin
-Taemin-ah ayúdanos a ordenar estas cosas... –hablo su tío pasándole unas bolsas al pequeño, este observo su contenido antes de llevar todo a la cocina. Un pack de seis botellas de leche de plátano, su leche favorita, cajas de frutillas frescas, en otra bolsa, bandejas de carnes… Taemin comenzó a babear inconcientemente, embobado mientras sacaba las cosas para colocarlas en el refrigerador.
Relamió sus labios y luego le hizo ojitos a su tía- ¿Qué comeremos? –preguntó en un tono algo suplicante por que fuera carne, sus ojos lo delataban.
-Bollos de arroz y Bulgogi con mucha carne, como le gusta a Taemin~ -habló sonriente su tía, otra ves con su tono maternal.
-¡Yupi! Gracias Tía Hyo… Gracias Tío Hyuk, por complacerme con estos manjares a mi paladar -casi grito de la felicidad.
-De postre habrá fresas con crema… -habló su Tío.
-Minhyuk y yo te complacimos demasiado pequeño… -agregó mi tía de forma divertida colocando sus brazos en jarra sobre su cintura.
Luego de guardar las compras del día, comenzaron a cocinar, bueno, solo su tía, pero Taemin seguía con la mirada a la mujer, memorizando sus pasos, para luego cocinar él el bulgogi que tanto le gusta, con mucha carne.
-Tae… pon la mesa… -le mandó al ver que el pequeño no hacia nada.
El pelinaranaja asintió y comenzó a poner la mesa en el living, ordenando todo como lo merecía su comida favorita. Cuando la comida dio por terminada, él fue el primero en sentarse en la mesa, agradeciendo mentalmente la comida que iba a degustar.
-¡Provecho! –dijo apenas el plato estuvo frente a él y sus tíos estaba en la mesa ya sentados. Taemin tomó sus palillos con comida llevándoselo a su boca, disfrutando del toque de las especias y la carne en su paladar, realmente estaba delicioso, la mano de su tía hacia merito a ser la chef del restaurante de sus tíos.
-Y… ¿Qué tal? –Habló su tío observando la cara de satisfacción de Taemin-. Mi esposa, es una de las mejores chef de la isla…
-Mmm~ Claro esta… -respondió Taemin sin dejar de comer. Acabando rápidamente su plato-. Como recompensa por esta exquisita comida… -se levanto de su asiento-, yo lavaré los platos…
Sus tíos rieron por la acción del menor y le discutieron que no era necesario, mucho hacia con la ayuda en el restaurante los días de semana, aunque recién estaba empezando con aquel trabajo, pero era una gran ayuda. Taemin se resigno y decidió ir a arreglarse para salir con Minho.
-Entonces… iré a arreglarme por que tengo que salir… -agregó yéndose a su habitación.
Taemin se desvistió cambiándose de ropa, combinando unos pitillos negros rasgados en los muslos y las rodillas, daban un estilo provocador, se colocó una polera blanca con unos estampados en el medio y un polerón ancho algo deportivo. Tomó su billetera echándola en el bolsillo trasero de su pantalón y el celular dejándolo en el bolsillo delantero.
Cuando bajo al primer piso se despidió y salio velozmente antes que sus tíos lo acosaran con preguntas de con quien iba a salir, prefirió evadirlas.