Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Odel...¿simplemente un lugar? Las apariencias engañan por X-Dvir

[Reviews - 3]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

Bueno esta historia la escribí hace tiempo y que por ahora tiene tres capitulos, era una hitoria chico-chica, pero la estoy adaptando.

Espero que lo leais y le deis una oportunidad.

Notas del capitulo:

Espero que lleguen al final :P y os guste, bueno aqui teneis el primer cap

 Mi vida era muy tranquila, vivía en una pequeña casa en las montañas del oeste, del pueblo Taque de la isla Rumis en Odel, un pueblo bastante pequeño, en comparación con los otros, bueno eso es lo que dicen, yo nunca he visitado ningún pueblo más. Mi casa era bastante acogedora, no solía salir mucho de ella, solo para ir al colegio y a comprar alguna que otra vez cuando me dejaban mis padres, ellos no me dejaban salir a menudo y menos solo, solo podía ir con ello. Porque la vida es muy peligrosa fuera de Taque, incluso ahí, eso es lo que decían.

Se preocupaban mucho por mí, los quería.

Era un viernes por la noche, era la hora de cenar, siempre había cenado con mis padres y esa noche no era diferente.

 

Después de cenar me senté a ver la tele con ellos, cuando de repente empecé a sentirme mal: me picaban los ojos y me dolía la cabeza pensé que me iba a explotar, necesitaba dormir, a lo mejor se me aliviaría así, llevaba días sin pegar ojo así que pensé que seguramente era por eso.

   -Mamá, papá, me voy a mi cuarto.

   -Samuel, querido, ¿estás bien?- me preguntó mi madre preocupada no sé muy bien porque, solo había dicho que me iba a mi cuarto, ¿acaso tenía mala cara?, esperaba que no, no quería alarmarlos solo por falta de sueño.

   -Sí, me encuentro perfectamente- dije intentando aparentar normalidad aunque me dolía mucho la cabeza y me quemaban los ojos, se preocupaban mucho por mí, así que no quería molestarlos.

   -¿Entonces por qué te vas a tu cuarto?- dijo mi padre que no se acababa de creer lo que le había dicho.

   -Es que... tengo que hacer un poco de tarea...además tengo algo de sueño.

   -La tarea la puedes hacer mañana o incluso pasado- dijo mi padre que no se había tragado mi excusa.

   -Papá, mañana y pasado puedo levantarme tarde así que prefiero hacerla ahora- dije intentando ignorar el dolor de cabeza, imagino que con éxito porque asintieron, aunque mi padre no muy convencido, siempre se preocupaban demasiado.

 

Después de haberme despedido me dirigí a mi cuarto, cuando ya estuve dentro cerré la puerta y sin más demora me lancé sobre la cama e intenté descansar pero no podía, el dolor de cabeza me seguía acosando sin tregua. No podía dormir por lo que decidí hacer lo que le había dicho a mis padres, al principio tenía pensado solo dormir pero como no podía haría algo que me entretuviera por un rato y ya que estaba haría lo que se supone que quería hacer, mejor eso que inventar una excusa mañana para cubrirme con mis padres, así que me senté en mi escritorio y comencé a hacerla.

Acabé enseguida, aunque el dolor me causara un par de complicaciones conseguí acabar la tarea, por lo que volví a la cama, me rodee con las mantas y cerré los ojos, no podía hacer más nada, así que esperaba poder dormir, aunque fuera un poco...

Me desperté con el ruido de la puerta al cerrarse, cuando por fin había conseguido dormirme..., eran todavía las once, me había dormido a las diez y media más o menos por lo que... ¡SOLO HABIA DORMIDO MEDIA HORA!... ahora sí que me iba a costar dormirme... ¿quién había entrado?, seguramente mis padres para comprobar que estaba durmiendo y que había terminado la tarea, menos mal que la hice y la deje sobre la mesa. Seguro que ahora se estarán yendo a dormir, así que aprovecharía para beber agua, tenía sed, a lo mejor después podría dormir.

Iba a ir a la cocina, pero cuando me dispuse a abrir la puerta de mi cuarto para salir oí la voz de mis padres, podía oír lo que decían aunque estuvieran hablando bajito y yo estaba en mi habitación, bueno mi cuarto estaba al lado de la cocina y ahí era donde estaban hablando, así que no estaba muy lejos, era normal que los escuchara. Ahora no podía ir a la cocina, no quería interrumpir su conversación.

   -Estaba durmiendo- dijo mi madre

   -¿Has mirado haber si ha hecho los deberes?

   -Sí, lo he comprobado, al parecer decía la verdad- iba a volver a mi habitación cuando oí ese comentario, ¿es que no se fiaban de mi?

   -Estaba preocupado, pensé que se estaba encontrando mal, menos mal que era verdad...-dijo mi padre aliviado, bueno no les culpo yo tampoco me creería lo que dije, hacer la tarea un viernes por la noche, eso no lo hacía nunca. Me sentía mal, no quería seguir escuchando a escondidas así que iba a cerrar la puerta de mi cuarto cuando mi padre siguió hablando- Pero hay que estar seguros, pasado mañana es su cumpleaños y sabes que este puede ser el año...- ¿el año?, a que se referían con eso, cada vez estaba más confuso, no debería estar escuchando esta conversación, debería irme.

   -Lo sé querido, jamás pensé que tuviéramos a Samuel por tanto tiempo.

¿Por tanto tiempo?, ¿que se supone que están diciendo?

   -Es verdad, pero podría ser incluso más tiempo, ya sabes que no debemos impacientarnos, que debemos hacer el papel de padres durante el tiempo que quede e informar el estado de Samuel a la Academia como habíamos acordado...

¿De qué están hablando? ¿el papel de mis padres, acaso no lo eran?¿qué academia era esa?¿por qué la están informando sobre mi estado?¿y qué estado?¿mi salud? ¿Qué acuerdo es ese?...Estaba tan histérico que me dije a mí mismo: "Samuel, relájate, de que te vale estar ahí parado preguntándote cosas que sabes que no sabes con seguridad". Me metí dentro de mi cuarto y cerré la puerta despacio, me acosté en la cama y me hice el dormido, ya no tenía sueño, había otra cosa mejor que hacer esa noche, investigar. Esperé hasta que estuve seguro de que mis supuestos padres se habían ido a dormir, no tuve que esperar mucho para eso y sabía que no se despertarían hasta las cinco de la mañana, ya que tenían que trabajar a las seis, tenía tiempo de sobra para buscar lo que necesitaba tenía seis horas aproximadamente, eran todavía las once.

Salí de mi cuarto y fui sigilosamente hasta el estudio, nunca había entrado, no me dejaban, así que supuse que allí deberían estar las respuestas a mis preguntas. Cuando entré pude ver cómo era la habitación que desde pequeño había imaginado muchas veces, pero nunca hubiera podido adivinar que estuviera tan poco amueblada, solo tenía un escritorio y un par de cajas de cartón, y tan desordenada, con montañas de folios y carpetas por todas partes, me costaría más de lo que pensaba encontrar lo que buscaba.

Me pasé horas buscando, no sé cuantas la verdad, solo había encontrado hasta ahora: facturas de la casa, cartas que decían:

 

 

 ''Gracias por la información, contamos con sus servicios para llevar a cabo lo acordado.  A.O. ''

 

 Todas las cartas decían lo mismo o algo similar, pero lo que a mí me interesaba era saber que qué era lo acordado y quien era A.O. que firmaba todas las cartas, estaba a punto de retirarme de mi investigación cuando de repente me encontré una carta algo vieja que decía:

 

 

''Es un placer conocerlos señores Sánchez me alegra informarles de que a ustedes se les dará el privilegio de criar a uno de nuestros pequeños con el fin de que viva una vida lo más normal posible hasta que pueda ser traído con nosotros, os mandaremos un salario más que suficiente para ustedes y el niño a cambio de una información diaria de su salud. Al final de vuestros servicios también se os dará una gratificación, claro está que solo se os dará si sois unos buenos padres para la criatura y espero que nos la entreguéis cuando sea el momento. Un atento saludo, para los que serán de ahora en adelante los padres del pequeño Samuel, A.O. ''

 

Por fin había dado con lo que buscaba, así que es verdad no eran mis padres, pero entonces todo lo que había creído hasta ahora era una patraña, ellos no se preocupaban por mí sino por el dinero que les pagaban. La familia feliz que había creído que éramos hasta ahora era... una mentira. No podía soportar el dolor de cabeza y el escozor de mis ojos, solo quería llorar, pero no podía, no ahora, los podría despertar y eso era lo último que quería, si los despertaba que diría. ¿Cómo podría enfrentarlos?

 No sabía qué hacer cuando llegué a mi habitación, solo pensé en escapar de aquella casa y los recuerdos que tenia de ella que habían sido manchados por viles mentiras.

Saqué una mochila del armario, una que tenía bastante grande pero que pudiera cargar con facilidad, la llené con unos cuantos pantalones  normales y otros que utilizaba para montar, eran bastante cómodos, y cogí unas cuantas camisas bastante abrigadoras. Me vestí con unos pantalones negros, unas botas y una camisa morada bastante gruesa. Cogí dinero, todo el que tenía ahorrado, que no es que fuera mucho, pero al menos era algo. Cuando ya llevaba todo me dirigí a la cocina a por provisiones, las necesitaría, aunque fueran solo para el viaje, cogí un pan, un poco de queso y tres manzanas, cuando me iba a dirigir a la puerta vi el reloj... eran las cuatro y media... si no salía rápido no me daría tiempo de escapar. Salí corriendo, cogí el abrigo, fui al establo donde se encontraban nuestros caballos, Blanca y Lolo. Blanca como su nombre indica era blanca como la nieve, mientras que Lolo era gris, les tenía mucho cariño a los dos, sobre todo a Lolo, había sido como mi hermano durante toda mi vida y era lo único que creía verdadero en mi vida. Le cogí las riendas y monté, por fin había salido de aquella vida que había llevado hasta ahora, una vida llena de mentiras que se había desarrollado en aquella casa que no quería volver a ver. No sabía a dónde me dirigía, solo sabía que era un lugar lo más lejos de allí posible, al menos por el momento, ya pensaría después de haberme alejado lo suficiente si había actuado bien.

Notas finales:

Espero que os haya gustado y que por favor dejeis un review que no cuesta nada, creo XD


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).