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Odel...¿simplemente un lugar? Las apariencias engañan por X-Dvir

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Notas del capitulo:

Bueno aqui está el segundo capi de esta historia, espero que os guste :D

CAPITULO 2:  Encuentro, Lucas.

 

Estuve montando hasta que amaneció y por fin pude ver algo que no era la nieve de la montaña, me alegraba bastante, me gustaba la nieve aunque ella me recordaba mi hogar, bueno mi antiguo hogar y eso me hacía entristecerme, pero no me podía arrepentir.

 

 Había encontrado unos árboles, quizás estaba en un bosque, era precioso, no había pensado encontrarme con un bosque cogiendo el camino en dirección contraria del pueblo, solo había pensado que quizás el primer lugar donde me buscarían seria en Taque, así que por eso había cogido el otro camino.

Me adentré en el bosque, antes me había parado a comer y Lolo se comió la mitad de mi comida, tendría que haber llevado más, pero pensé que acabaría en un pueblo no en un bosque, la verdad es que no sabía nada de Odel, en teoría no sabía nada más allá de Taque y no es que supiera mucho la verdad, en clase no es que fuera demasiado buena en eso, bueno para escudarme digamos que no dábamos mucha geografía, solo bastaba con saber dónde estaba el Rey y que era la máxima autoridad en Odel y punto al asunto. Tendría que buscar comida. Mientras me adentraba oí un ruido de rama rompiéndose, seguramente era un animalillo asustado pensé, pero Lolo no opinaba lo mismo, me tiró al suelo. Cuando me intenté levantar  no podía... me dolía demasiado la cabeza y empezaba a ver borroso...pensé que moriría ahí mismo...

 

Cuando desperté estaba todavía un poco aturdido, por lo que no pude situarme demasiado bien que digamos, pero creo que me encontraba en una cueva, cómo demonios estaba allí... ¡Au!... me dolía la cabeza al intentar levantarme, estaba acostado en el suelo con mis cosas al lado, no me podía mover bien por mi cabeza pero por lo menos los ojos ya no me picaban, hay que buscarle el lado bueno al asunto ¿no?

Pero todavía tenía la misma pregunta en la cabeza: ¿Cómo había llegado allí?, lo último que recordaba era que Lolo..., es verdad ¡Lolo!, ¿dónde se habría metido el maldito caballo después de haberme dejado en la estacada e irse con el rabo entre las piernas, en verdad no le guardaba rencor, el pobre caballo no estaba acostumbrado a salir fuera de casa sino para ir a Taque, seguro que no pudo soportar el miedo por lo desconocido, pobre caballo...¡No era momento de pensar en el caballo, seguro que estará bien!, ahora lo que me tendría que preguntar era como había llegado allí... ¿quizás me habían encontrado ya mis padres? Pensé bastante en esa posibilidad pero la idea se esfumó de mi mente al pensar donde había caído, caí justo al comienzo del bosque y ahora estaba en una cueva que por lo que veo está rodeada de vegetación a la salida. No estaba muy al fondo de la cueva, más bien cerca de la salida, por lo que podía ver el sol ya resplandeciente allá afuera... ¡Ya era totalmente de día... seguramente eran más de las siete! ¡Mis padres ya estarían buscándome!, debía irme lo más rápido posible, sino me pillarían.

Probé a levantarme pero no podía la cabeza me daba vueltas y me dolía incluso con un leve movimiento, pero lo seguí intentando, no podía quedarme si no me encontrarían mis padres, además no sabía si la persona que me llevó allí volvería, aunque ahora que lo pienso me salvó la vida si me hubiera quedado allí tirada en el suelo frío hubiera muerto, le debía la vida, además me había curado la pierna, el tobillo para ser más exactos, que por lo visto me torcí cuando caí de Lolo, la verdad es que no me había fijado en él hasta ahora que me dolía al moverlo cuando intentaba levantarme, me lo había vendado, seguro que era una buena persona pero no podía esperarlo, así que me levanté con bastante esfuerzo y dolores pero lo conseguí. Cogí mis cosas y me pegué a la pared para caminar hasta la salida.

Aunque era poca la distancia, tardé en llegar a la salida, bueno era normal no me sentía nada bien, además el suelo se movía, ¡lo juro!, pero valió la pena salir, corría una brisa de estas que son frescas pero que no te congelan, amaba esa brisa... y el paisaje era... lo más bello, hermoso, fantástico, mágico, espectacular, grandioso... no tenía palabras para describir esa imagen que nunca borraría de mi cabeza: al fondo había una montaña no muy alta llena de nieve en la que se veían los colores del amanecer, en el centro de la vista había un lago espectacular, el agua del lago era cristalina y se veían unas flores blancas flotando en este, seguramente traídas por la brisa, los arboles rodeaban la estancia y las flores crecían a sus pies era simplemente magnífico, maravilloso me daba una tranquilidad extrema incluso me olvidé de mi tobillo y mi cabeza por un rato. Pero no duró mucho porque oí el ruido de unas pisadas acercándose, tenía que esconderme lo más rápido posible, lo intenté mas no pude sino caerme en al suelo de culo antes de ver al causante del ruido.

Cuando levanté la vista pude ver a un joven salir de entre los árboles, era un chico de... ¿mediana? altura, quizás media un poco más alto que yo, y no es que yo fuera muy alto que digamos. Cuando se estaba acercando pude ver que su pelo era castaño oscuro y sus ojos... todavía no los alcanzaba a ver... me picaban los ojos, quizás los estaba esforzando demasiado.

El chico siguió caminando hasta que llegó a mi lado y pude ver que era más o menos de mi edad y que era un negro intenso el color que lucian sus ojos, tenían un brillo peculiar un brillo que simplemente me fascinaba y me embriagaba a la vez, un brillo que me cobijaba y me ayudaba a levantarme... bueno en verdad fue su mano la que me ayudó a levantarme del suelo. Cuando ya me había puesto en pie me dio la mano y me dijo:

   -¡¿Cómo puedes haberte caído, haberte torcido el tobillo, levantarte, dar dos pasos y volverte a caer, acaso eres estúpido?!- me dijo gritando, luego suavizó la voz para seguir hablando- ¿Te encuentras bien? Deberias quedarte en la cueva hasta que puedas caminar con normalidad...

Entonces me cogió del brazo y me ayudo a sentarme en la parte de atrás de una carreta que había al fondo de la cueva, antes no me había fijado en el fondo así que no la vi. Era una carreta bastante amplia y tenía que ser tirada por un caballo que no veía, quizás no fuera de él y estaba ahí cuando llegó, pero entonces cómo me había llevado allí, es verdad tenía que agradecérselo me había salvado la vida.

   -Gracias- dije tímidamente, ¿desde cuándo era tan tímido?

   -Así que por fin hablas, ya pensé que eras mudo o que me tenias miedo, o algo así... bueno la verdad es que solo te ayudé porque pensé que podría conseguir algo de dinero- dijo con una sonrisa en la cara, tenía que quitarme esa timidez que había cogido de imprevisto y contestarle.                              

   -¡Ja! Eso no se lo cree nadie si hubieras querido dinero me lo habrías robado y punto, no tendrías que haberme ayudado, además no tengo dinero.

Él sonrió, tenía una sonrisa muy hermosa, que en cuanto la vi me cautivo.

   -Tienes razón me has pillado, pero digamos que te ayudé porque te vi y no iba a dejarte tirado ahí... bueno también tenía curiosidad de saber por qué un niño viene en caballo por aquí a esas horas de la mañana y con tanta prisa.- de repente se puso serio.

   -¡¿Niño? Pero si no puedes ser mucho más mayor que yo, además podria hacerte la misma pregunta!- dije enfadada que me llamaran niño me dolía y mucho más viniendo de él que tendría alrededor de la misma edad.

   -Vale, no contestes entonces pero podrás decirme tu nombre ¿no?-dijo otra vez con una sonrisa en la boca.

   -Te voy a decir algo, si quieres saber mi nombre primero tendrás que decirme el tuyo- todavía estaba enfadad por lo de 'niño', así que, no se lo iba a poner fácil.

   -Muy bien, me llamo Lucas y tengo dieciséis años.

   -Tengo catorce años y me llamo Samuel Ri...- casi había dicho el apellido de mis falsos padres, pero ya yo no pertenecía a esa familia, recordar eso me hizo desmoronarme allí mismo delante de Lucas empecé a llorar a lagrima viva, no me podía creer lo que me había pasado mi... mi familia no era mi familia, no me querían así que había decidido irme pero nunca llegue a pensar demasiado en lo que haría después, seguro que me estaban buscando. Cuando Lucas empezó a verme llorar se estremeció.

   -¿Estás bien?- me dijo pasándome la mano por el hombro y poniéndose muy serio- Lo siento si mi nombre no es muy bonito, jamás pensé que te pudiera afectar tanto...-entonces lo miré todavía con lagrimas en los ojos, ¿estaba hablando en serio? una persona no se pondría a llorar por un nombre, ¿o sí?-...o quizás estás llorando porque tu nombre es horrible, lo sé, yo también me pondría a llorar si tuviera un nombre así lo admito.

   -¡¿Eres estúpido o qué?, mi nombre no haría llorar a nadie, ni siquiera a mi por tenerlo, que lo sepas mi nombre es mejor que el tuyo, ya te gustaría a ti tener un nombre como...!

   - Menos mal que dejaste de llorar, ya no sabía qué hacer.- dijo interrumpiendo mi charla sobre la diferencia de nivel entre nuestros nombres.

Tenía razón, había dejado de llorar, la verdad es que había estado tan enfadado porque se metiera con mi nombre que no pude evitar olvidarme de mis padres. Lucas había salido a coger al caballo para que moviera la carreta. Cuando ya hubo sacado la carreta me monté detrás.

   -Sabes me encantaría llevarte a donde sea que quieras ir pero después de que te metiste con mi nombre no te lo puedo perdonar...

   -Déjate de bromas anda y mueve la carreta- dije con una sonrisa en la boca, la verdad es que el chico me sacaba de mis casillas pero también me sacaba una sonrisa con sus estupideces.

Notas finales:

Séque es un poco corto el proximo lo pondré más largo. Espero que os haya gustado.

Por favor un review los necesito para saber si os gusta, porque si no es así dejaré de escribirla :(


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