-entonces dices que fue el dragón Uchiha el que mato a todos esos tipos – decían un par de hombres en la barra de aquel bar
-¿y como saben que fue el? –
-muy fácil dejo un su marcar del dragón con la sangre de sus victimas –
-todos esos tipos de las familias yakuza son unos animales – dijo uno de los hombres causando la molestia de un joven rubio que los escuchaba
-imbéciles – susurro – no todos somos así – dejo el coste de su bebida en la barra y salió del bar
-hey guapa – escuchó que le llamaron en ya en la calle, joven decidió ignorar al tipo y paso de largo
-otro idiota mas – se quejo mientras apresuraba el paso por cualquier cosa, en esos momentos detestaba que su cabello fuera largo y le confundieran con una mujer
-oye zorra que no escuchas que te estoy hablando – le dijo el hombre de hacia un momento mientras le jalaba por el brazo
-déjeme en paz, no le conviene molestarme – decía el rubio mientras que con su mano libre buscaba entre sus ropas su fiel Colt .25, mas sin embargo no la encontró – demonios – exclamo por lo bajo
-¿Qué pasa preciosa se te acabó la valentía? – el rubio fruncio el ceño e intento soltar su brazo, pero el tipo que le sostenía apretó mas el agarre y saco una navaja con la que le amenazó –no te conviene lindura – el menor tembló, nunca antes le tuvo miedo a algún arma blanca pero ahora…
-suelta a la señorita pedazo de imbécil – el “clic” de un arma se escucho perfectamente, el rubio salió de su ensimismo y miro tras su acosador, ahí había un hombre de 1.82 vestido impecable en un traje totalmente negro y un elegante borsalino* en su cabeza – ¿acaso no oíste? Suéltala o te vuelo los sesos – el hombre rápidamente le soltó y salió corriendo, el rubio se quedo anonadado de los negros ojos de su salvador – no deberías estar aquí tan sola – el aludido rio un poco ante la perpleja mirada del hombre
-disculpa, deberías haber dicho solo – y le sonrió cálidamente, dejando prendado al ojinegro – soy un chico – el ojinegro miró bien a la persona que acaba de salvar, cabello rubio por la cintura, ojos azules, 1.61 m. , jeans pegados a su cuerpo, camisa que mas bien parecía blusa y una sencilla sudadera azul que le quedaba obviamente muy grande.
-lo siento… no lo note – el ojiazul lo miró y sonrió de nuevo
-no te preocupes me pasa seguido – de pronto un gracioso sonido inundo el ambiente –lo siento – dijo cogiendo su móvil y contestando
-¡Naruto! ¡¿Donde carajos estas?! – gritó la voz al otro lado del auricular que no era otra mas que la de su padre
-¡papá! –Respondió asustado – salí a tomar algo pero ya voy a casa –
-más te vale Naruto, hablaremos cuando llegues a casa –
-si papá nos vemos – dijo con resignación colgando el móvil mientras el ojinegro le miraba divertido, un auto negro de lujo se estacionó a mitad de la calle y encendió sus luces llamando la atención del mayor
-bueno debo irme – dijo el salvador del rubio, no sin antes depositar un casto beso en sus labios -mi nombre es Sasuke – y entonces se alejó dejando al rubio mirándole
-¡SASUKE! – Llamó el ojiazul antes de que el mayor abordara el auto – ¡mi nombre es Naruto! –el de ojos ónix sonrió al entrar a su auto y entonces le vio partir quedándose solo en medio de la calle, cuando salió de su ensimismo tomó su celular y marcó
-Kiba – dijo casi suspirando –puedes venir por mi, estoy afuera del bar de la otra vez, si yo te espero –
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-mi señor – llamó un hombre de cabellos plata al jefe de la familia Namikaze –el joven Naruto ha regresado –
-dile que lo estoy esperando Kakashi –
-si mi señor – dijo el aludido saliendo en busca de su joven amo al cual no tardo mucho en encontrar
-deberías haberlo visto Kiba tenia unos ojos interesantes, era negros pero tenían un reflejo carmesí, acabo de enamorarme – dijo esto ultimo suspirando el pequeño rubio
-ejem –carraspeo Kakashi para llamar la atención del rubio –Naruto-kun, Minato sama lo espera –
-eh? – exclamo el rubio olvidando lo que su padre le había dicho – oh es cierto ya voy – dijo Naruto despidiéndose de su amigo, para dirigirse al despacho de su padre, ahí afuera tocó la puerta
-papá ya estoy aquí – después de eso entró, su padre estaba sentado en su escritorio mirándole furioso
-¿Dónde diablos estabas Naruto? –pregunto el líder de la legendaria familia Namikaze, parte de la yakuza
-Salí a tomar algo por ahí papá –respondió sumiso el menor
-estas no son horas Naruto, piensa en tu condición – Naruto arrugo el entrecejo y molesto cuestionó a su padre
-¿Qué tiene que ver que sea doncel con salir a esta hora? – Minato suspiro cansino
-eres importante para mi y para esta familia Naruto, si alguien llega a atentar con tu pureza nos veremos en problemas con los Uchiha –Naruto hizo cara de no entender
-¿y esos que tienen que ver conmigo? –
-tienen mucho que ver Naruto –Minato se hundió en su cómodo sillón –creo que ya es momento de que lo sepas… es mejor que te sientes – Naruto asintió y se sentó – veras hace unos años tu abuelo y Madara Uchiha hicieron un compromiso ya que su primer nieto estaba comprometido, quedaron en que el segundo hijo de los Uchiha y la primera hija q tuviera el clan Namikaze se casarían para fundir los clanes y hacerlos mas poderosos, sin embargo naciste niño y creímos que el compromiso se rompería, pero afortunadamente resultaste ser doncel –
-ustedes están locos, no puedo salir, ser normal soy un sobre protegido y ustedes tienen la loca idea de casarme con un completo extraño, ¿Cuándo planeaban decírmelo? ¿Cuándo estuviera a unos días de casarme? –
-él no es un completo extraño creo que has oído hablar de él, te casaras con el Dragón Uchiha un mes después de que cumplas los 18 –
-¡¿Qué?! sabes que para eso faltan 2 meses ¡tu estas loco!, yo no me voy a casar con ese sádico – exclamo furiosos el menor
-él no es ningún sádico Naruto, además hemos preparado que se conozcan dentro de tres días – Naruto le miró furioso antes de salir y dijo
-has lo que quieras papá – y salió del despacho.
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-Naruto-sama estese quieto por favor – suplicaba la castaña mucama peinada con dos chonguitos
-¿Por qué tengo que usar esto? – se quejaba Naruto señalando el hermoso kimono naranja con un obi azul como sus ojos
-es tradición Naruto-sama, además Minato pidió que le vistiéramos así – el rubio rodó los ojos, estaba tan molesto, no quería conocer al tal dragón Uchiha y mucho menos quería casarse con un desconocido.
-Ten Ten , Minato-sama ya esta esperando a Naruto-sama – llamó una voz
-en un momento vamos Ino – la castaña tomó una peineta que se encontraba en una caja en el tocador – ya esta listo Naruto-sama – le dijo sonriente y le abrió la puerta para que saliera, Naruto camino hasta el salón de té, dentro una conversación amena se escuchaba, Ten Ten toco la puerta y anuncio la llegada del menor de los Namikaze
-adelante Naruto – anuncio Minato, Naruto se mostró con timidez, el Dragón Uchiha le miró sorprendido, ojos azules y cabello rubio, era el mismo muchacho que había conocido tres noches atrás, sonrió para si, mientras Naruto hacia una reverencia, cuando Naruto se levantó y miró a la mesa donde su padre y dos personas mas se encontraban, uno de cabello negro y largo por los hombros, unos ojos azabaches y bajo estos un par de marcadas ojeras, el otro era muy parecido, solo que su cabello era mas corto y tenia dos mechones a cada lado del rostro, se le hacia muy conocido, así que miró fijamente sus ojos mientras se hincaba a la mesa y lo notó, ese brillo carmesí miró a un lado y notó el sombrero borsalino de hace 3 días.
-¡eres tu! – gritó Naruto levantándose de la mesita mientras miraba al azabache, los otros 2 adultos le miraron con extrañeza.